LA CARA OSCURA DEL TRANSPORTE MARÍTIMO

LA CARA OSCURA DEL TRANSPORTE MARÍTIMO

El mundo del transporte marítimo es una industria multimillonaria que mantiene a flote el Capitalismo mundial, la economía mundial tal y como la conocemos. El mundo tal y como lo conocemos se derrumbaría si dejásemos de enviar cosas a través del planeta en gigantescos barcos de contenedores. Eso es un hecho, una realidad incontestable, pero hay otras realidades más sorprendentes y menos agradables tras esta industria.

Hoy hasta los objetos más mundanos proceden de países lejanos. De hecho, los productos locales son lujosos hoy día. Y el transporte marítimo es el sistema circulatorio de la economía global que transporta esas cosas. Los productos salen de fábricas en China, India, Japón, Corea, Indonesia, etc y llegan a nuestro poder a través de una cadena increíblemente compleja. En su parte visible, los buques cargadores, sólo son 5.500 naves en todo el mundo y lo traen todo a todos a nivel internacional. Algunas de las mercancías han hecho varios viajes según las fases del proceso productivo y de distribución: son muchos miles de kilómetros. Las gambas pescadas en Escocia son enviadas a China para ser peladas y, luego, vuelven a Reino Unido para ser comercializadas. Y eso es así porque, sencillamente, es más barato por el milagro del transporte marítimo. El 90% de todas las mercancías han viajado en algún momento en un buque de carga.

Todas esas mercancías viajan a bordo de los más de  20 o 30 millones de contenedores de transporte por todo el mundo. Todos los años se pierden unos 10.000 contenedores que desaparecen y no se sabe dónde están. En esta época,  sacrificadamente sostenible, los 20 barcos mercantes más grandes del mundo contaminan como mil millones de automóviles. El negocio es el negocio y si se cortan los barcos se corta el Capitalismo. Si todos esos contenedores del barco se llevasen por carretera mediante camiones, sería mucho más barato en términos de contaminación por gases de efecto invernadero. Incluso el transporte aéreo es más ecológico. Y hay que sumar la contaminación de los cruceros. En 2009 el diario británico “The Guardian” contaba que un gran buque de contenedores puede emitir tantos tóxicos cancerígenos, que producen asma, etc, como 50 millones de automóviles.

Y luego está el contrabando. Porque en esos contenedores también van drogas, armas, personas, animales, etc, cualquier cosa ilegal. El negocio naval es muy corrupto. Todas las mafias están obsesionadas con controlar los puertos de las ciudades donde se instalan porque allí está el negocio. El que tiene el poder de evitar que un contenedor sea registrado puede hacer mucho dinero. Y el viaje de estos contenedores clandestinos no sería posible sin el concurso del puerto de salida y el de llegada. De toda esta cadena el eslabón más inocente es el barco, la tripulación y el capitán que no saben lo que llevan. Y tampoco los puertos tienen que tener funcionarios corruptos, simplemente están desbordados por la cantidad de tráfico. Esx imposible encontrar al responsable del puerto de origen y del destinatario pues suelen ser empresas pantallas interpuestas. Cuando se detiene a alguno es de menor nivel mientras los que dan las órdenes son intocables. En muchos casos se emplea la táctica del “gancho ciego” en que ni el exportador ni el importador saben lo que contiene el contenedor. Tras el precinto en origen lo rompen y llenan de mercancía ilegal reponiendo el sello, y al llegar a destino se hace lo mismo antes de descargar. Por cada contenedor ilegal que se incauta la autoridad hay diez que pasan libres. El puerto de Valencia en 2020 recibió cinco millones y medio de contenedores, 80 millones de toneladas. Es imposible registrar ni siquiera una mínima parte de los contenedores.

Los barcos atraviesan numerosos países en sus viajes y algunos son muy corruptos. Hay que dar “mordidas” para que las inspecciones no sean incorrectas o hagan la vista gorda. Lo más valorado en el negocio marítimo mercante es el tiempo y se paga para que no haya retrasos. Se han producido 50 mil denuncias de corrupción en todo el mundo. Pero, lo denunciado, es una mínima cantidad de los casos reales. Uno de los incidentes de este tipo más típicos son los llamados “pagos de facilitación” que es una pequeña cantidad de dinero que se da a los inspectores para que sean diligentes. En Brasil si el funcionario portuario pide al capitán que le haga “reir” le está exigiendo su mordida. En el África subsahariana hay previsiones del 14% adicional para sobornos por el envío de un contenedor estándar.

El transporte marítimo es enormemente complejo. Hay compradores, vendedores, fletadores, armadores, capitanes, tripulantes, aseguradoras, banqueros, etc  y  numerosos trámites susceptibles de fraude. Hay casos típicos como la estafa a los seguros por pérdida de la carga. En México el presidente ha delegado en mandos militares el control de los puertos.

El poder del transporte marítimo ilegal es tal que en los Países Bajos hay terrorismo mafioso. La princesa Amalia, de dieciocho años, está encerrada en su casa amenazada por la mafia. Y lo mismo para el presidente de la nación. El año pasado estallaron 50 bombas, tiroteos, etc. Y esa violencia ha llegado a través del puerto de Rotterdam, con 23.000 contenedores diarios, y la principal vía de entrada de cocaína a Europa.

Condolezza Rice

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