GUERRAS SUCIAS

Las fuerzas de operaciones especiales estadounidenses violan derechos humanos en su lucha contra el terrorismo. Existe una misteriosa unidad, el Mando conjunto de Operaciones Especiales, que se dedica a la guerra por su cuenta en todo el mundo. Las grandes potencias, incluido EEUU, tienen una serie de grupos, mecanismos y herramientas que actúan en conflictos de una manera no abierta, oculta, subliminal, conocidas por guerras sucias. Son actividades al margen de la ley, ilícitas y marginales que son criticables pues se asocian con casos puntuales dentro de guerras abiertas.

Resultado de imagen de fuerzas de operaciones especiales estadounidense    Todo empezó en Irak. Igual que el espionaje o las escuchas, estos grupos existen en las grandes potencias. Las grandes potencias no permiten ciertos actos que, producidos, combaten sin que la ley les coharte para obtener sus objetivos. La novedad actual es que hay documentación y pruebas fehacientes de la existencia, composición, etc, de estos grupos.

Estas situaciones ilegales o alegales que son reprochables y punibles salen a la luz en EEUU por ser una democracia. La labor de los periodistas posee capacidad de denuncia en una democracia que es capaz de difundirlo, juzgarlo y purgarlo. Pero esto no ha acabado con este tipo de actividades de alcance mundial (ataques asesinos selectivos en Irak, Afganistán, Yemen, filipinas, Somalia, etc). Han continuado las acciones con drones, etc. La guerra con drones ha sido característica de la Administración Obama de EEUU aunque también, países norteafricanos han comprado estos aparatos para vigilar la posible actividad terrorista dentro de sus fronteras. Las características de las guerras modernas son diferentes: urbanas, con grupos armados no identificados, donde el ejército enemigo no sale a ningún campo abierto a luchar. Los estados cambian su forma de luchar. Es una modernización de la guerra.

Las guerras actuales son distintas. Solo mínimamente hay combates cara  a cara. Son guerras con comandos y robots. Por ello es importante el tema del control. Toda esta maquinaria secreta que se dedica a hacer asesinatos selectivos no sabemos como se controlan. Estos grupos se descontrolan y asesinan, por ejemplo, a hijos de objetivos para evitar su venganza aun siendo inocentes y niños. Se deben poner instrumentos políticos y militares de control. Porque las guerras tienen reglas desde muy antiguo para que no haya crímenes contra la humanidad. Pero esto es difícil de controlar desde que no responden a ninguno de los condicionantes de las guerras convencionales. Las guerras sucias consisten en saldar cuentas, dar escarmientos, tratar de alguna forma de mostrar lo que se puede hacer, etc. Hay necesidad de hacer algo y no se puede hacer legalmente. Pero la opinión pública puede asimilar o no cada tipo de estas acciones (envenenamiento de Yasir Arafat, envenenamiento de ciudadanos rusos opositores, etc).

La guerra es el terreno sin reglas por antonomasia, pero sin embargo siempre las ha tenido porque a los dos bandos les convenía. Incluso el bando limitado por estas reglas, de alguna manera se beneficiaba de ellas.

Pero estas conductas ilegales realimentan aquello contra lo que se lucha. Si te comportas como terrorista generas terrorismo en la realidad (no solo ilegal e inmoral sino ineficaz). Se consigue incrementar la violencia. Por esto cumplir las reglas puede convenir al fuerte.

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