LOS HUMANOS REDUCIDOS A CAPITAL

En la vida real de la gente el Capitalismo tiene consecuencias. El Capitalismo financiero, de casino, tiene consecuencias reales sobre la vida de la gente. Cada período histórico tiene su sistema de clases pero siempre hay constantes del Capitalismo como ricos que pueden hacer lo que quieran y pobres que pagan las consecuencias de los anteriores, siguen habiendo desigualdades en la administración de justicia, muchas características de una misma desigualdad. No es que siga habiendo desigualdad, es que la brecha social cada vez es mas grande. De hecho se han radicalizado las diferencias. Una radicalización de la financiarización de la vida y hasta de la muerte. Y donde hay ganadores y perdedores. Las consecuencias no son las mismas para unos que para otros aunque los hechos lo sean. Cada vez es más fácil el desplazamiento de las consecuencias humanas en los hechos.

Resultado de imagen de mercancia de PERSONAS                Nos han vendido igualitarismo social que no existe. La deshumanización que provoca el Capitalismo lleva de además de a la lucha de clases a la lucha de todos contra todos por su victoria ideológica incluso entre los oprimidos. La lucha de todos contra todos es el mal de la época neoliberal. La civilización humana, la tecnología y el progreso no ha disminuido la desigualdad. Para los ganadores el otro mundo de los perdedores les llega sólo en ráfagas.

Dentro de la clase alta, a su vez, hay clases y algunos quieren subir al nivel de los mas altos. Es decir, incluso cuando se gana la lucha de clases, la guerra no se termina, no acaba nunca. La gente combate por trepar mas arriba. Realmente la clase privilegiada es muy pequeña y lo que hay es una clase media en claro descenso y no tiene rasgos de pertenencia pues no son los que están arriba y están sujetos a los vaivenes del Sistema. Hay gente que confía en los fondos de Inversión y no comprende las consecuencias que tiene esto en su vida real o puede tener en un futuro. La verdadera clase dominante no está sujeta a los vaivenes del Sistema. Por ejemplo, hay una segmentación de los participantes de la Bolsa: hay un sector de arriba que siempre ganan y que se han enriquecido en los años de la crisis porque tienen acceso a los productos financieros llamados “HedgeFunds” que son unos productos muy arriesgados, pero que les protegen de las pérdidas del resto de sus inversiones, y gastan mucho dinero protegiéndose por ello, frente a los que piensan que también pueden convertirse en jugadores de juego de la Bolsa como invitados, como advenedizos, y son los que sistemáticamente pierden dinero, porque no tienen los suficientes recursos para pagar, entre otras cosas, a asesores financieros, que son muy costosos, con información de agentes de dentro de la Bolsa.

Normalmente, se suman al chiringuito financiero estos advenedizos con la motivación de la avaricia, como en las estafas. Realmente el mundo financiero tiene en la metáfora de la estafa piramidal su realidad más profunda.

Las personas financiarizadas están determinadas por su posición en la escala social, por las ambiciones e intereses sociales de su altura. Están incluidos en una lógica social autónoma de ellos mismos que determina hasta su carácter. Los altos burgueses no constituyen ambientes de alta calidad humana o muy sostenibles a nivel de relaciones humanas, son ambientes muy frívolos, que pueden estallar en cualquier momento, cargados de mala conciencia, y de malos sentimientos. No es un mundo muy deseable ese mundo en el que todos se traicionan constantemente.

En esos ambientes se observa el signo de los tiempos que ha variado de un individualismo exacerbado a un narcisismo profundo. Donde las personas se ven inmersas en una alienación bastante extendida tocando todos los aspectos hasta los íntimos de la vida, donde hay un vacío en el que no hay responsabilidad, donde esta se desplaza y devienen las personas en contenedores vacíos.

Y ambientes donde todos se mienten. Esta es la gran consecuencia para la psicología humana de la financiarización de la economía y es que los límites que separan lo “objetivo” de lo “subjetivo”, la verdad de la mentira, de lo que es real a lo que solo es el momento productivo de mercado, de la productividad real a la ficticia, de la contabilidad real a la construída, etc. Esta es una de las contradicciones que explica la sociedad financiarizada. La dificultad de actores económicos y políticos de separar lo real de lo ficticio, el grano de la paja, etc. Es algo muy profundo que afecta al carácter de la gente.

La economía se desancla de lo productivo, de lo real y estable. No sabemos si el dinero es un número en la pantalla o lo respalda un valor real. Esta liquidez del mundo crea su propia patología humana.

También hay una cuestión que ha desaparecido por completo que es la palabra dada, la promesa, el prestigio social. Hace décadas esto sería inaudito, la palabra era un contrato, pero, hoy día, ni siquiera los contratos ni la ley te defienden, mucho menos la palabra. Antaño un contrato significaba mucho mas, significaba un acuerdo, y cuando todo deviene mercancía en un mundo financiarizado todo esta sujeto a este tipo de cosas de digo diego donde dije digo. No hay ningún otro vínculo social, ninguna otra conexión como las que había antes del mundo financiarizado. Ha sido el mercado quien ha dinamitado todos los vínculos sociales anteriores.

El Capitalismo financiarizado termina convirtiendo a las personas en formas de capital. Todo el mundo tiene un precio, tiene un valor en términos financieros. Al final, hasta la muerte tiene un precio en el mercado y se cambia por un seguro o una transacción. Y ni ante la muerte somos iguales, pues unos valen mas que otros, como en las indemnizaciones judiciales por ser víctima del mismo delito.

Una vez que el Capitalismo ha llegado a contaminar a las propias personas y su forma de vivir y pensar, parece que ese proceso no se puede revertir. Pero salir de esto es necesario y eso nos hace suponer que se logrará. Hay que salir de este círculo vicioso o será catastrófico. El edificio económico es frágil con sus estallidos de burbujas financieras. En 2008 se estuvo a punto de un cambio de modelo, pero no había un recambio preparado. Al no haber una alternativa suficientemente madura lo viejo se reconstruyó. Aunque los coletazos del 2008 aun no han terminado y quizá es pronto. Las soluciones dadas a la crisis han sido superficiales y para no caer en la catástrofe. La propia dinámica del Capitalismo es fagocitarse a si mismo independientemente de la oposición anticapitalista. Habrá salida, pero la pregunta es cómo saldremos. Pero el cambio es complicado porque el Sistema se ha anclado en lo profundo de las personas.

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