CUANDO LA CONSPIRACIÓN DEJA DE SER UNA TEORÍA Y SE CONVIERTE EN REALIDAD

Cuando la conspiración deja de ser una teoría y se convierte en realidad.
27 jul 2020
Las diferentes redes sociales como Twitter, Facebook, Whatssap, Telegram, webs, blogs, etc…, están más movidas que nunca. A la situación de esta pandemia del COVID-19, se le suma la nefasta gestión que han llevado a cabo todos los gobiernos, limitando todo tipo de libertades con la aplicación del estado de alarma y sus continuas y confusas normativas, que confinan a la población, restringen su movilidad y obligan a forzar el distanciamiento social, de manera que cualquier forma de organización contra estas medidas, puede ser sancionada y represaliada con la intención de neutralizar todo atisbo de rebeldía
Este contexto está dando alas a la difusión de especulaciones, informaciones falsas y supuestas conspiraciones que amenazan nuestro modo de vida y supervivencia.

Lejos de agitar nuestras conciencias y llenarnos de rabia por tantas manipulaciones, muchas personas que participan de las luchas sociales, sin ningún sentido crítico, se contentan con ser meras correas de transmisión de toda esa propaganda ultraconservadora y se esperanzan con las falsedades de esas odiosas ideologías del engaño sistemático, como si fueran la clave que va a hundir a este sistema capitalista.

Los grupos organizados que mueven y esparcen todas estas noticias falsas, preparan y abonan el terreno para los grupos políticos ultraconservadores, introduciendo sus ideologías del odio entre sus muchos mensajes y en medio de textos que empiezan abordando cuestiones que preocupan a la población.

Por otra parte, esas falsedades las sustentan con testimonios o supuestos estudios de especialistas que comparten sus ideas.

Ahí tenemos el caso de la “asociación de médicos por la verdad”, entre cuyos fundadores se encuentra Natalia Prego y Angel Ruiz-Valdepeñas.

Natalia Prego es una médica de familia colegiada en Pontevedra, que se ha dedicado a difundir todo tipo de imprecisiones y falsedades acerca de la pandemia. Por ejemplo, niega la transmisión del virus por el aire, sino solo por tos y estornudo y por ese motivo, asegura que los asintomáticxs no pueden contagiar el virus, salvo a sus parejas a través del beso.

Otro de sus bulos es que la PCR es inespecífica y da muchos falsos positivos. Prego manipula un estudio de la Universidad de Manitowa, y la opinión de otros especialistas que confirman que la RT-PCR definitivamente puede determinar si alguien está infectado con COVID-19 y es específica para ello.

Prego también afirma, sin evidencia científica alguna, que la mascarilla provoca enfermedades. Temor que se disipa al constatar que lxs sanitarixs que asisten muchas horas y todos los días en los quirófanos, no están todos enfermos.

Estas son solo algunas de las afirmaciones alarmistas de Prego, que buscan crear una oposición estúpida y sin crítica alguna, a las medidas y recomendaciones sanitarias, mezclando y confundiendo cuestiones tan tergiversadas, como los efectos sanitarios de las mascarillas y la imposición de su uso, incluso en lugares que no se han producido contagios, aplicando restrictivas medidas de seguridad, para un problema que debe abordarse desde la salud.

Otro de los fundadores de “médico por la verdad”, es Ángel Ruiz Valdepeñas, un especialista de medicina familiar y comunitaria del Hospital de Formentera.

Valdepeñas asegura que el virus es parte de “una arma biológica” de laboratorio y que con la vacuna pretenden hacer un “experimento de ingeniería genética” con el que de manera encubierta, podrían implantarnos chips.

¿Habéis escuchado…? Sí, son argumentos conspiranoicos similares a los que difundió Jose Luis Mendoza, presidente de la Universidad Católica de Murcia, cuando al referirse a Soros y Gates, afirmó que sus intenciones eran la de “controlarnos con un chis” inoculado a través de las vacunas.
https://www.youtube.com/watch?v=lV6bgWNeHbA

Por si todavía a alguien le quedan dudas de quienes están detrás de estos mensajes y estas asociaciones que se están organizando en diferentes partes de Europa, desde la asociación de “médicos por la verdad” saludan a una comisión extraparlamentaria creada en Hamburgo-Alemania (ACU), que se había formado días antes, y que según decían en la presentación de ACU, se organizaban para poner luz sobre todas esas decisiones que estaban tomando los gobiernos y los ministerios de salud, y juzgar si eran intencionadas o fruto del desacierto, reclamando el apoyo de la sociedad alemana para llevar adelante esa comisión.

En la presentación de la ACU, a la que “médicos por la verdad” toman como referente y con la que confraternizan, estaban sus principales promotores. Uno de ellos es el Dr. Heiko Schöning, un negacionista de la pandemia, que además de médico es oficial del ejército alemán.

Para acabar de contextualizar este personaje, es preciso apuntar que el grado de infiltración de neonazis entre los mandos del ejército alemán, llevó a su gobierno a retirar a uno de sus generales y a desmantelar una de las unidades un grupo de élite del ejército (KSK), por sus vinculaciones con la ultraderecha (https://es.euronews.com/2020/07/02/alemania-desmantela-un-cuerpo-de-elit)

Otro de los promotores de la ACU es el Dr Bodo Schiffmann que, aunque en la presentación de la comisión afirmaron que no eran de izquierdas, ni de derechas, y que detrás de la ACU no había ningún partido político, Schiffmann es el fundador de un partido político con vinculaciones con una extrema derecha relacionada con el conspiracionismo.

La extrema derecha no dispone de suficiente fuerza de convocatoria para la movilización popular, pero ha encontrado en las redes sociales a ingenuxs e incautxs “militantes” inconscientes, que les están facilitando la labor de difusión, sembrando las citadas redes con sus teorías e ideologías, simulando ser plataformas ciudadanas que buscan “la verdad” y que dicen luchar “contra el recorte de las libertades y el confinamiento”.

El pasado 2 de Mayo, día de claro significado españolista, se convocó una manifestación en contra del confinamiento, y en la que se reclamaba la dimisión del gobierno y nuevas elecciones. Esta manifestación fue apoyada por Falange y Vox. Aunque la participación fue bastante desigual, dependiendo de las ciudades, en Catalunya esta convocatoria apenas tuvo repercusión alguna en la calle, y desde las redes sociales se volcaron a potenciar su voz en esos lugares en los que no tenían apenas apoyo, haciendo oír sus bulos y falsedades, difundiéndolas masivamente por webs y redes sociales.

El pasado 25 de Julio, en Barcelona se realizó otra convocatoria en la Plaça Sant Jaume, sin especificar quiénes estaban detrás. Se sabe que entre los convocantes, había quienes sostienen en las redes sociales grupos de difusión como “la rebelión en la granja” o “la voz del pueblo”, desde los que se mueven este tipo de informaciones falsas con las que pretenden alarmar y crear falsas amenazas que, a través del miedo y la rabia, nos empujen a reaccionar en los márgenes que los ideólogos ultraconservadores están construyendo.

Estos grupos de difusión, aprovechan las propiedades y ventajas que aportan las redes, lo que les facilita la creación de innumerables perfiles que, amparándose en las características del anonimato, la inmediatez, la cualidad rizomática, las falsas identidades, la confusión y la de mover y tocar muchos temas diferentes, consiguen que lxs receptores se dispersen, no puedan centrarse en sus necesidades y ante el continuado bombardeo de informaciones, acaben reenviando y adoptando los reclamos de esos mensajes “porque todo ya está organizado”.

Con la desmovilización generalizada de buena parte de los movimientos sociales, a causa de la obediencia a las limitaciones por la pandemia, la extrema derecha intenta ocupar el vacío de ese espacio y muchas personas de estos grupos y colectivos, inconscientemente se están implicando en la difusión de todas esas falsas informaciones, como si esas vías muertas les condujeran a alguna parte.

Los gobiernos de las democracias europeas nos han repetido e insistido que el virus ha venido para quedarse y han impuesto su decisión que tenemos que convivir con él, mareándonos con la falsa solución de una vacuna, mientras somos objeto de todas sus nefastas gestiones y consecuencias.

El virus es como la extrema derecha, entró en el poder y han decidido que han venido para quedarse y que vamos a tener que convivir con él, y si no reaccionamos ante esta pandemia ideológica de engaños y la desenmascaramos, seremos como los asintomáticos que no sabemos que llevamos el virus, e inconscientemente lo vamos difundiendo en nuestros entornos.

No somos la vacuna del autoritarismo y el fascismo, sino sus más radicales enemigos, y deberíamos de retomar la vida en las calles y recuperar el pensamiento crítico para erradicar todo autoritarismo y no resignarnos a convivir con él.

No seas parte de esa conspiración de la extrema derecha, ni de ninguna otra conspiración que no persiga acabar con el poder. No reenvíes la basura ideológica de la extrema derecha a tus contactos, y pídeles que ellos hagan lo mismo.

Ni un paso atrás, ni un reenvío más.
Detengamos la farsa oficial y la dramatizada.
Sus falsos miedos no son nuestros.
Contra toda autoridad, nuestra lucha y resistencia.

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