Diego
«Diego» (1999) es un documental de Frédéric Goldbronn que gira en torno a la figura de Abel Paz. En una bodega del Barrio de Gracia de Barcelona, Diego (Abel Paz) habla de sus recuerdos, de cómo vivió los sucesos revolucionarios del 19 de julio en Barcelona, de su infancia, de su madre, de cómo pasaron de ser niños a ser adultos apresuradamente por la revolución; también de cómo la alegría inicial fue perdiéndose poco a poco conforme comprendía que la guerra se iba perdiendo, que todo estaba perdido, con los terribles bombardeos sobre Barcelona, de la huida hacia una Francia que los recibía no como héroes sino como revolucionarios, de cómo les esperaban los campos de concentración sobre la arena, y de cómo el espíritu de solidaridad no se había perdido entre los españoles, que vivían en la situación más miserable.

En diciembre de 1933 el sargento Pío Sopena protagonizó una sublevación libertaria en Villanueva de la Serena, sofocada en pocas horas por las fuerzas militares y la Guardia Civil
Más de 200 personas acudieron al encuentro organizado por la fábrica recuperada Vio.Me que tuvo lugar los días 28, 29 y 30 de octubre. Durante estos tres días se realizaron debates, reuniones y talleres en los que participaron asistentes no solo de Grecia y Europa sino también de América Latina. Las experiencias de fábricas recuperadas y autogestionadas coincidieron en el evento con cooperativas de trabajadores y trabajadoras y proyectos de autoempleo que pertenecían al ámbito de la producción agrícola, ámbito editorial, artístico y musical, y cooperativas de consumo. Cabe destacar el inmenso trabajo realizado por los y las organizadoras del encuentro, que facilitaron traducción a diferentes idiomas, facilitaron bebida y comida a lxs asistentes, y agradecer a colectivos como Agrio Gata que cocinaron durante esos tres días para todxs aquellxs que acudieron al evento y a los grupos musicales que nos otorgaron el privilegio de dejarnos escuchar su arte al final de las jornadas del encuentro. Pasamos a una pequeña crónica siguiendo el programa del encuentro:
Una entrevista con el escritor Pedro de Paz, autor de la novela «El hombre que mató a Durruti» sobre las circunstancias que rodearon la muerte del militante anarquista Buenaventura Durruti en Madrid el 20 de noviembre de 1936.
– ¿Cómo y por qué surgió la idea de constituir la APOC?
Las fuerzas dominantes siguen determinándonos la vida y en que términos la vivimos, por eso no ha cambiado nada. Fue una gran fuerza ilusoria y optimista a la que sucedió nuestra incertidumbre por precariedad. Algunos movimientos arraigados en la conciencia con afecto, al final concluyeron siendo una moda y una mercancía. Esto nos vuelve pesimistas además del dato de que un legado de la contracultura es que su fantasía y lemas han sido empleados por la publicidad comercial: Funeraria “La alegre vida”. Hoy, mentar la contracultura, es una tortura orwelliana.
Los gobiernos y las organizaciones supranacionales –militares, económicas y políticas- a escala global persiguen el control de los recursos, de los territorios, de los flujos de información, con una actitud cada vez mas autoritaria y militarista.
Aktibitate fisiko eta kirola, garapen teknologiko eta merkantzien produkzioarekin estuki erlazionatutako balore-eskala baten murgildurik dauz. Garapen teknologiko honek konbultsio sozial ikaragarria sortzen dau, non kirolariak eta aktibitate fisikoaren praktikanteak makineria industrialaren beste pieza bat bihurtzen dan; ekoizpen ekonomiko eta errentagarritasunaren morala jarraituz; eta aurkezten jaken errealitatearen aurrean, erabakiak hartzeko ahalmenik barik.
El 18 de julio de 1936 un golpe de Estado desencadenó la guerra civil española, a la que sucedió la dictadura de Francisco Franco. Décadas después, historiadores y víctimas denuncian que España es el segundo país del mundo con mayor número de desaparecidos y que no existe una política de Estado que afronte las deudas del pasado. Tanto es así que, mientras los familiares piden verdad y reparación, es la justicia argentina la que actualmente investiga los crímenes del franquismo.
“Nadie está a favor del hambre: pero lo que marca la diferencia es qué se hace cuando se está en contra de algo”