La mayoría de los españoles cree que habría que actuar contra el cambio climático con la misma urgencia que contra el coronavirus y tan solo un 13% de los encuestados niega la existencia de este fenómeno. Los ciudadanos se muestran favorables a subir los impuestos ambientales para combatir el calentamiento global —que causa fenómenos extremos como olas de calor e impulsa los incendios— y a cambiar otros hábitos, pero no a renunciar al coche en vacaciones. Estas son algunas de las conclusiones de una encuesta de la Fundación BBVA publicada este domingo, Día Mundial del Medio Ambiente. “Todos los datos indican que la gente cada vez tiene una percepción más clara del cambio climático”, resume Consuelo Perera, técnica del Departamento de Estudios Sociales y Opinión Pública de la entidad.

La fundación ha preguntado por estas cuestiones a 4.500 personas de julio a diciembre de 2021 para su trabajo Valores, actitudes y conducta medioambiental de los españoles. “Los resultados muestran que los ciudadanos cada vez tienen más conciencia medioambiental, una tendencia que se va acentuando con los años”, prosigue Perera. Así, si en 2008 un 44% de los encuestados consideraba que se le estaba dando menos importancia al cambio climático de la que merece, esa cifra asciende al 71% con los datos actuales. El 84% de los españoles lo considera un hecho científicamente demostrado, el 80% lo atribuye a la actividad humana y el 78% cree que ya está teniendo consecuencias en España. “Con estas cifras no hay duda de que sí asume que hay calentamiento global, aunque es cierto que todavía queda un 13% que no considera que esté científicamente demostrado”, señala la investigadora.

La mayoría (8,1 sobre 10) percibe que deberíamos actuar con la misma urgencia en la lucha contra el cambio climático que como se está haciendo con el coronavirus, un número similar considera que en la recuperación económica es fundamental que se invierta en la economía verde baja en emisiones, y un 7,2 sobre 10 opina que este fenómeno es más grave incluso que la pandemia.

“Esa preocupación se traslada cada vez más a conductas y hábitos para paliar las consecuencias del calentamiento global”, resume Perera. Así, una mayoría de ciudadanos se muestran dispuestos a que les aumenten los impuestos al consumo y en la declaración de la renta para conservar el medio ambiente (54% a favor, 20% en posiciones intermedias y 30% en contra), e incluso están a favor de que se incremente un 5% el precio del agua, del gas, de la gasolina o de la electricidad por este motivo.

Los españoles asumen sus acciones

Sin embargo, las resistencias son mayores en cuanto a movilidad. Si bien la mayoría señala que ha aumentado los viajes en transporte público (más del 40%) o que realiza más desplazamientos andando (70%) pensando en el medio ambiente, tan solo un 30% se muestra dispuesto a dejar de utilizar el coche en viajes de ocio o vacaciones por estos motivos. En cualquier caso, los españoles asumen sus acciones tienen impacto en el medio ambiente: un 88% considera que el nivel de consumo actual contribuye mucho o bastante a acelerar el cambio climático, y una amplia mayoría opina lo mismo sobre el uso de medios de transporte como el automóvil (86%) y el avión (80%). “Hay mucha resistencia para dejar de usar el vehículo privado por viajes de turismo o vacaciones, pese a que la mayoría de ciudadanos tienen claro que es uno de los medios de transporte que más contamina”, apunta la investigadora.

En cuanto a otras cuestiones, la mayoría declara que siempre o frecuentemente separa el cristal, las latas, el plástico o el papel para reciclarlos (87%), consume productos locales o de temporada (83%), evita el uso de bolsas de plástico nuevas al hacer la compra (81%), limita el consumo de agua (79%) y de electricidad (79%), compra electrodomésticos de bajo consumo energético (78%) y reduce el uso de la calefacción (74%) o del aire acondicionado (69%).