El jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que quienes hacen parte del pacto castrense activaron su planificación de defensa conjunta. No obstante, explicó que la agrupación atlántica militar no pretende distribuir sus fuerzas en Ucrania.

Stoltenberg comunicó que llamó a un encuentro de los gobiernos miembros, que se efectuará este 25 de febrero y asistirán Finlandia y Suecia en calidad de países invitados.

La máxima autoridad de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, afirmó que la UE impondrá fuertes castigos a Rusia, como la congelación de activos moscovitas y el impedimento de que el sistema bancario ruso opere en Europa.

Por su lado, la interlocutora de Exteriores de China, Hua Chunying, señaló que el régimen chino hace votos por la paz, el diálogo y la negociación. La autoridad convocó a la tranquilidad y prudencia entre las fuerzas involucradas, y a evitar conducirse mediante acciones que profundicen la crisis.

Pero el mandatario de Estados Unidos, Joe Biden, fue el más duro y beligerante a la hora de intervenir públicamente este jueves, asegurando que con sus amigos de la OTAN están garantizando las condiciones militares para estar preparados ante la decisión eventual de una respuesta “disuasiva” contra Rusia. De hecho, el país norteamericano agregó más fuerzas aéreas en el Báltico y amplió los movimientos del Batallón Blindado, según el gobierno lituano, además de haber enviado fuerzas militares a las fronteras europeas que lindan con Rusia.

Las sanciones inmediatas de EEUU y la UE contra el despliegue armado ruso con el fin de desmilitarizar Ucrania, no sólo contemplan represalias económicas, comerciales, financieras, tecnológicas, militares y políticas, sino que también persiguen la satanización mediática de Rusia.

Los pueblos del mundo sólo esperan que la crisis termine lo antes posible, ante disputas oligárquicas y capitalistas internacionales que poco tienen que ver con los intereses de las clases trabajadoras y populares. Es más; lo más probable es que los costos del conflicto de las elites sean pagados por las grandes mayorías plebeyas.