Militares peruanos atacan a manifestantes en Lima y Puno
Telesur / La Haine
El Ejército abre fuego contra indígenas que protestaban por represión y asesinatos policiales en Lima. Bombardearon gases desde helicóptero. Hay decenas de heridos
Decenas de personas resultaron heridas este sábado en la región peruana de Puno (sur) tras actos de represión perpetrados por la Policía y militares de ese país contra movilizaciones en rechazo al régimen de la presidenta golpista Dina Boluarte.
Indignados porque sus paisanos fueron reprimidos en la capital, cientos de aimaras de dicha zona se movilizaron este sábado 4 de marzo para pedir que los efectivos del Ejército y de la Policía Nacional se retiren de la zona. Asimismo, las fuerzas del orden fueron acusadas de ser las responsables de las muertes registradas en Puno y otras regiones del país. Con arengas, los pobladores advertían que la presencia de los agentes es una ofensa después de todo lo que sucedió en Juliaca, Ilave y Carabaya.
También hubo represión en la capital peruana, Lima. En horas de la tarde, participantes en la marcha pacífica denominada “Segunda toma de Lima” fueron agredidos con garrotes y luego la Policía les disparó bombas de gas lacrimógeno y perdigones.
En la mañana se reportaron al menos doce heridos en la cabeza por impacto de perdigones de goma, cuando manifestantes que llegaron a la capital desde Puno fueron reprimidos por la Policía en el distrito limeño de Surco.
En ambas circunstancias, organizaciones de DDHH instaron al régimen peruano a dar garantías para ejercer el derecho a la protesta pacífica y respetar la integridad de los manifestantes.
Los hechos ocurridos en Puno tuvieron lugar en la ciudad de Juli, provincia de Chucuito. En un comunicado, la Red de Salud provincial informó que uno de los lesionados, cuyo nombre es Pastor Calamullo Ticona (48 años), presentó herida por proyectil de arma de fuego policial.
Otros heridos, entre ellos un menor (13), resultaron afectados por intoxicación por gas lacrimógeno, mientras que los restantes presentaron heridas contusas.
Según medios locales, la represión contra los manifestantes, quienes denunciaron que la Policía lanzó bombas de gas lacrimógeno desde helicópteros, fue más violenta que otras veces.
Los movilizados exigieron el cese de la militarización en Puno y que policías y soldados dejen de emplear fuerza abusiva contra quienes piden la renuncia de Boluarte, el cierre del Congreso, el adelanto de elecciones y la convocatoria a una asamblea constituyente.
La sede del Poder Judicial en la ciudad aimara de Juli, provincia de Chucuito, al sur de la región Puno, fue incendiada la tarde de este sábado. Este hecho se produjo tras los enfrentamientos entre miembros del Ejército y los pobladores de la zona, el mismo que dejó siete civiles heridos. Uno de los ciudadanos resultó herido por impacto de bala. También se reportó el incendio de una comisaría en Juli, hecho que medios locales atribuyen a manifestantes.
Al menos 12 militares fueron rodeados y retenidos por casi una hora en la plaza de Armas de Juli. Los uniformados dialogaron con los comuneros y les explicaron que ellos tampoco están de acuerdo con militarizar Puno, pero la orden viene del más alto nivel gubernamental. Además, se quejaron del maltrato de sus superiores por la diferencia en la alimentación y propinas. Habrían confesado, asimismo, que si los trajeron hasta Juli, fue para ‘romper’ las huelgas, según narró Colque.
Tras escuchar esa versión, los aimaras dejaron libres a los detenidos, quienes precisaron que por cada acción que ejecutan sus superiores tienen más bonos.
Respecto a la violencia policial y militar en Puno, el alcalde de la Municipalidad Provincial de Chucuito-Juli, Víctor Raúl Anchapuri Zapata, emitió este sábado un comunicado en que pidió a la Policía, el Ejército y el régimen central “no utilizar armas de fuego u otros objetos que puedan herir a la población que se encuentra en pie de lucha”.
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