LA PÉRDIDA DE VALOR DEL PROLETARIADO EN EL CAPITALISMO TERMINAL

El coste laboral de cada hora trabajada es cerca del 30% mas barata en España que en el resto de la zona euro. Nos hemos acostumbrado a pelear como individuos desconfiando de todo y de todos, y nadie exige que datos como este mejoren en vez de empeorar, aún sabiendo que se trata de una estafa. La única racionalidad es que si uno está bien no le importa lo demás y, si no, te fastidias. Se han perdido horas trabajadas y ha aumentado el empleo, lo que supone más trabajo basura. Las empresas han aumentado los beneficios eliminando competencia por la crisis, controlando el mercado y pagando menos impuestos. Las empresas hacen su agosto con el paro estructural y los trabajos temporales cada vez de costo laboral descendentes. La ignorancia y la cobardía llevan a una sociedad de personas con cada vez menos valor. Somos débiles, pensamos que no podemos hacer nada o no nos conviene variar la situación por una mejora colectiva.

El Sistema está perdiendo su capacidad de generar valor. El valor es un concepto abstracto y con bases físicas exclusivo del Capitalismo y depende de la tecnología. El valor de una mercancía es el tiempo socialmente necesario para producirla. No es un tiempo de cada quien sino promedio marcado por las tecnologías mas avanzadas que lo van marcando. El valor está vinculado al tiempo socialmente necesario al pasar al proceso de mecanización, luego automatización y ahora robotización, al avanzar la revolución técnica el tiempo avanza aumentando la cantidad de mercancía producida reduciéndose su valor. Pasan dos procesos al mismo tiempo: el progreso técnico y la desechación de mano de obra humana. La mano de obra se refugiaba en el sector terciario pero ahora intelectualmente las máquinas trabajan mejor. Los seres humanos somos redundantes y perdemos valor o generamos menos valor. La precariedad laboral y la pobreza salarial aumentan. Se deteriora el trabajo humano en todo el planeta por la falta de valor.

Los empleadores tienden a sobreexplotar a la fuerza de trabajo que queda por la caída del valor. La plusvalía de los empresarios se extrae del trabajo vivo y no de las máquinas. Las máquinas están diseñadas por los seres humanos para funcionar pero no generan plusvalía. La plusvalía, razón de ser de la existencia del Capital, se va negando por la pérdida de empleo y lleva a sobreexplotar al resto. Cada vez hay menos población asalariada estable y además los empleados tienen una relación más indirecta con el salario. Cada vez se necesita mas trabajadores para mantener la explotación.

Se explota por encima de la capacidad de reproducción de la fuerza de trabajo. Se explota por encima de la posibilidad de reproducir la fuerza de trabajo. Esto implicaba un mínimo de alimentos, techo, etc y está cada vez menos cubierto por el salario. Los jóvenes no pueden volver a cubrir sus necesidades básicas y lo hacen las familias y las mujeres. Así trabaja más la sociedad no asalariada y es una explotación indirecta del Capital no vinculada a los procesos productivos ni a ningún contrato. Esto precariza la sociedad y concentra la riqueza en pocas manos.

El empobrecimiento general de las mayorías del planeta, incluido el primer mundo, es incompatible con la democracia aunque pretendan convencernos de que sí. La opresión de la fuerza de trabajo va impidiendo regenerarse a la sociedad. Ninguna economía funciona sin sociedad.

El Capital global está vinculado al brazo del interés ficticio que es el más parasitario sin base real. Imprimen dinero sin valor ni base real y crean deuda y exprimen a través de la especulación y la destrucción de sociedades sin reinvertir en la sociedad para generar valor social. En el Capitalismo industrial se reinvertían los beneficios creando empleo, salarios, consumo, valor social, redistribución de la renta vía impuestos del estado, etc. Todo esto hoy no se produce. Al no generar el valor suficiente el Capital juega a la ruleta universal sacando el dinero unos de otros por apuestas. Juegan con el dinero de la gente depositado en el banco. Los bancos sólo tienen la obligación de tener un coeficiente de caja del 2% de lo depositado. No se genera riqueza nueva, se la quitan unos a otros. Los capitalistas guardan los beneficios en los paraísos fiscales para librarse de impuestos y atesorar sin reinvertir en la sociedad, en ciclos producción-consumo ni en servicios del estado. Es un círculo vicioso del que es muy complicado salir.

Se está destruyendo la sociedad y sus claves básicas. Al perder valor el trabajo asalariado se resiente. Esto crea un bucle cada vez más difícil del que salir. Desde la crisis se han perdido cientos de millones de horas de trabajo y se ha creado empleo precario. Son condiciones de total unilateralismo de la patronal con despotismo empresarial que extenúa física y mentalmente a la fuerza de trabajo que genera un coste social e individual enorme que palían las mujeres y cada vez menos el estado. Estamos en un círculo canallesco del que no se puede salir capitalistamente en este modo de producción. Las sociedades son ignorantes de esto y solo esperan que escampe. Hay pocas posibilidades de que el Sistema no deje de funcionar, la propia economía colapsará. El Sistema es inestable e insostenible.

Sin embargo, interesa que el espectáculo nos entretenga para continuar en la ignorancia sobre la realidad y que los de arriba continúen beneficiándose exclusivamente de la sociedad.

Estamos en un momento crítico para el Capital y no sólo para las sociedades. El modo de producción está cada vez más alejado de la base material real. Ser realista hoy es abrir los ojos al monstruoso irrealismo del mundo en el que vivimos. No hay que romper amarras con el mundo real, conceptualmente, con pensamiento crítico, y discirniendo que es verdad y que es mentira.

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