CALENTAMIENTO GLOBAL: EL CALOR EXTREMO Y EL CAPITALISMO

Calentamiento global: el calor extremo y el capitalismo

En varias partes del mundo se están registrando grandes olas de calor y temperaturas récord. En el Estado de Texas, en Estados Unidos, la temperatura alcanzó 50 °C. Pero el calor también se extiende por los Estados de Louisiana, Mississippi, Alabama y Florida. 

Por: Jeferson Choma

La ola de calor extremo pone en riesgo especialmente a los ancianos, trabajadores de la construcción, carteros, mensajeros y personas sin techo.

Este es un calor mortal, especialmente para las personas pobres y de la clase trabajadora. Los trabajadores rurales y los jornaleros necesitan trabajar al aire libre, apenas para sobrevivir, pero corren el riesgo de sufrir insolación, bajo las condiciones opresivas” , explica un artículo de Worker’s Voices/La Voz de los Trabajadores, organización norteamericana simpatizante de la Liga Internacional de los Trabajadores (LIT-CI).

Ante esto, organizaciones sindicales y de los movimientos sociales exigen medidas para garantizar la protección de los trabajadores y las trabajadoras, como la suspensión de labores en los días de calor extremo y la instalación de equipos de aire acondicionado.

Altas temperaturas en todo el planeta

El norte de Estados Unidos también se ha visto afectado por el humo de los incendios forestales en Canadá, donde ardieron más de 80.000 km2 de bosque, lo que representa un área 50 veces mayor que la ciudad de São Paulo.

Los científicos advierten que las temperaturas podrían subir aún más a partir del 18 de julio. Se ha activado una alerta para Grecia, Italia y España, junto con Marruecos y otros países mediterráneos que se han enfrentado a un calor sofocante. El 16 de julio, el Aeropuerto Internacional del Golfo Pérsico, en Irán, registró una temperatura de 66,7 °C.

Durante varias semanas, regiones de China, incluida la capital, Beijing, también han sufrido un intenso calor combinado con fuertes lluvias. El día 16, el país llegó a registrar 52 °C. En Japón, la agencia meteorológica recomendó medidas de precaución a la población durante los próximos días, cuando las temperaturas pueden alcanzar los 40 °C.

Brasil: lluvias y ciclón

En el Brasil, la semana pasada, un ciclón extratropical dejó sin electricidad a más de un millón de habitantes de la región Sur. Con vientos de aproximadamente 140 km/h, el ciclón tenía la forma de un huracán F1, el más bajo de la escala. Desde principios de 2023, tres ciclones han alcanzado el Sur, dejando 19 muertos. Además del ciclón, las lluvias torrenciales de la semana pasada desplazaron a 27.000 habitantes de Alagoas y Pernambuco.

La semana más calurosa de la historia

Todo esto sucede cuando el planeta Tierra registra la semana más calurosa sobre la que se tiene noticia. Con una temperatura media global de 17,23 °C, el 6 de julio fue el día más caluroso jamás documentado, según datos del Centro Nacional de Previsión Ambiental de EE. UU., vinculado a la Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA).

Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el calor extremo es uno de los fenómenos meteorológicos más mortales. El verano del año pasado, solo en Europa, las fuertes temperaturas provocaron más de 60.000 muertes, según un sondeo publicado en la revista Nature Medicine, especializada en temas médicos.

Incluso en pleno invierno en el Hemisferio Sur, el calor más intenso hizo que, en la Antártida, el hielo marino alcanzara su menor extensión en un mes de junio, quedando 17% por debajo de la media. El calor en el continente helado puede acelerar el derretimiento del “Glaciar Thwaites”, un glaciar del tamaño de Paraná, lo que podría elevar el nivel de los océanos en casi un metro y también desencadenar un efecto dominó de derretimiento de otros enormes glaciares antárticos.

Colapso ambiental: el socialismo o la catástrofe climática

Es muy plausible que algunos de los fenómenos descritos estén relacionados con el inicio de El Niño (alteraciones en la temperatura de la superficie del agua del océano Pacífico), y presentan características que incluyen el aumento de la temperatura global, así como alteraciones en los padrones de lluvia y sequía en todo el mundo.

Pero, aunque El Niño sea un fenómeno natural que ocurre desde hace miles de años, es muy evidente que se ha vuelto cada vez más intenso y frecuente debido al calentamiento del clima, provocado por el consumo de combustibles fósiles.

Por eso, los científicos ya dicen que el actual El Niño (que aún no ha mostrado toda su fuerza) podría provocar que la temperatura media global supere el límite de 1,5 °C más que en el período preindustrial (1860), lo que provocaría inmensos riesgos para la salud, la alimentación y la supervivencia de muchas especies. Hay que recordar que la temperatura ya ha aumentado 1,1 °C desde ese período.

Es necesario revolucionar y socializar las fuerzas productivas

En su afán de lucro, el capitalismo ha provocado el calentamiento global y la destrucción de los ecosistemas. El fracaso de los acuerdos climáticos demuestra que el sistema no puede resolver la crisis que provocó y ni siquiera podrá garantizar alguna transición energética para evitar que la temperatura del planeta supere el umbral de 1,5 °C.

Solo una sociedad socialista puede planificar democráticamente la transición energética, comenzando por la nacionalización de todas las fuentes, incluidas las matrices fósiles, que deben pasar al control de los trabajadores.

Solo en el socialismo es posible revolucionar las fuerzas productivas y posibilitar el desarrollo de nuevas fuentes de energía renovables, reemplazando la matriz fósil. Sin romper el ciclo expansionista de la acumulación y utilizar los bienes comunes como medios para satisfacer las necesidades colectivas de la sociedad, la civilización caminará hacia la catástrofe.

Artículo publicado en www.pstu.org.br

Traducción: Natalia Estrada.

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