Patricia Bullrich, la ministra de Seguridad (también lo fue en el gobierno de Mauricio Macri) nombrada por el nuevo presidente de Argentina, Javier Milei, anunció durísimos planes para reprimir cualquier protesta, lo que llevará a la fuerte agudización de la lucha de clases frente a la “terapia de shock” anunciada por el ministro de Economía, Luis Caputo (fue ministro de Finanzas en el gobierno de Mauricio Macri).

Bullrich: “Se utilizará la fuerza mínima suficiente y se incrementará dependiendo del grado de resistencia”.

Hay una protesta organizada por el Polo Obrero (movimiento popular) marcada para el día 20 de diciembre, donde se podrá tener una visión más clara sobre el “plan de guerra contra el pueblo”.

La prohibición de los piquetes y cierres de carreteras eliminan los derechos vigentes a la manifestación popular, al derecho de reunión y a las libertades democráticas.

No solo los piquetes y las manifestaciones podrán ser desalojadas sin más, sino que los manifestantes podrán ser presos mientras se encuentren en camino a las protestas.

También el papel de las policías provinciales quedó eliminado, con la posibilidad de que las fuerzas represivas federales actúen en las provincias.

La ex guerrillera Patricia Bullrich, hoy representante de la extrema derecha, simplemente aplica la receta del imperialismo norteamericano impuesta en la Reunión Cumbre realizada en Quito, Ecuador, en la cual participaron la CIA, el Mossad, el Pentágono y varios ministros de defensa.

El objetivo es atacar a los que osen protestar ante la política del saqueo exponencial de los recursos naturales por los Estados Unidos en primerísimo lugar.

Es la aplicación de un Plan Cóndor 2.0, como parte de una Doctrina Monroe actualizada, donde los ataques a los derechos democráticos, cada vez más, poco tienen que envidiarle a las dictaduras que asolaron la región en la década de 1970.

 

Fuente:Primera Línea Revolucionaria América Latina