DECLARACIÓN DE ALFREDO CÓSPITO ANTE LOS TRIBUNALES

Antes de nada quería empezar con una cita de mi instigador:

“Nuestro ordenamiento jurídico ha introducido esa figura del aislamiento mortuorio que es el 41 bis, y que en algunos casos es más incivilizado que esta mutilación farmacológica. Es decir que nuestro sistema no brilla por su civilización”

-Carlo Nordio, 28 de marzo de 2019

Este ha sido mi instigador en la lucha que he iniciado. Nunca pensé que llegaría a este punto, siempre me ha parecido ridículo el melodrama, me gusta más la comedia, pero así ha sido. Después de todo ¿somos o no somos el país del melodrama? Y así tengo que terminar con una floritura. Pero si lo pienso, hay algo irónico: soy el único idiota que muere en el occidente democrático desarrollado porque se le impide leer y estudiar lo que quiere, periódicos anarquistas, libros anarquistas, revistas históricas y científicas, sin descuidar los amados cómics.

Admitiréis que es paradójico y hasta un poco divertido, no puedo vivir así, simplemente no puedo hacerlo, espero que quienes me aman lo entiendan. No puedo rendirme a esta no-vida, es más fuerte que yo, quizás porque soy un anarquista cabezón de Abruzo. Ciertamente no soy un mártir, los mártires me dan asco, Sí, soy un terrorista, le disparé a un hombre y orgullosamente reivindiqué ese gesto, aunque dejad que os diga, la definición hace sonreír un poco en boca de los representantes de Estados que tienen guerras y millones de muertos en su conciencia y que a veces, como uno de nuestros ministros, se enriquece con el comercio de armas. Pero que podemos decir al respecto, así va el mundo, al menos hasta que triunfe y vean la luz la anarquía y el verdadero socialismo, el antiautoritario y antifascista. “No falta nada” diréis vosotros y también yo, por ahora los únicos destellos de luz que veo son los gestos de rebeldía de mis hermanos y hermanas revolucionarias en todo el mundo, y no son poca cosa, porque están hechos con corazón, pasión y valentía, por paupérrimos y divagantes que puedan parecer.

Dicho esto quería explicar el sentido de mi tenacidad contra el régimen 41 bis. Creo que algunos juristas lo han entendido, pero muy pocos lo han comprendido: el 41 bis es una metástasis que amenaza y de hecho está socavando vuestro llamado estado de derecho, un cáncer que en una democracia un poquito más totalitaria –con el gobierno de Meloni estamos cerca– puede servir para reprimir, silenciar con terror cualquier disidencia política, cualquier tipo de extremismo hipotético. El tribunal que decide sobre la condena a la mordaza medieval del 41 bis es muy similar al tribunal especial fascista: sólo podré salir de este círculo dantesco si reniego de mis convicciones políticas, de mi anarquismo, sólo si vendo a algún compañero o compañera. Siempre empieza por los gitanas, los comunistas, los antagonistas, los gamberros, los subversivos y luego por las izquierdas más o menos revolucionaras.

Como no iba a oponerme a todo esto, desde luego de forma desesperada, y para un anarquista, precisamente porque no tenemos una organización, la palabra dada lo es todo, así que seguiré hasta el final. Para concluir, como dijo el anarquista Henry si no recuerdo mal, antes de que le cortaran la cabeza: “cuando no me gusta el espectáculo tengo derecho a abandonarlo, saliendo y dando un gran portazo”. Lo haré en los próximos días, espero que con dignidad y serenidad, en la medida de lo posible.

Un fuerte abrazo a Domenico que ha empezado una huelga de hambre en el 41 bis de Sassari con la esperanza de volver a abrazar a sus hijos y seres queridos, con mi fuerte esperanza de que otros condenados en 41 bis venzan su resignación y se unan a la lucha contra este régimen que hace de la Constitución y del llamado estado de derecho –sirva para lo que sirva– papel mojado.

Abolición del régimen 41 bis.
Abolición del ergastolo ostativo.
Solidaridad a todos los prisioneros anarquistas, comunistas y revolucionarios del mundo.

Gracias hermanos y hermanas por todo lo que habéis hecho, os amo, y perdonad esta ilógica testarudez mía. Nunca doblegado, siempre por la Anarquía.

Viva la vida, abajo la muerte.

Alfredo Cospito
(en videoconferencia desde la cárcel de Opera, 14 de marzo de 2023)

Fuente

 


Fuente: Anticarcelaria.org

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