El  Tribunal Superior de Justicia de Asturias ha ratificado la pena de prisión a seis de los ocho sindicalistas de la CNT condenados por el caso de ‘La Suiza’, una movilización de denuncia contra el acoso a una trabajadora de esa pastelería de Gijón en 2017. La sentencia ahora ratificada había sido emitida en junio de 2021 por el Juzgado de lo Penal nº 1 de Gijón que había condenado a los ocho activistas procesados a un total de 25,3 años de prisión: tres años y medio de prisión para 7 de ellos y 8 meses para otro, por los delitos de coacciones y obstrucción a la justicia. Además la sentencia establecía una indemnización a la Pastelería Suiza de 150.428 euros, declarando al sindicato CNT como responsable civil subsidiario.

Se da la circunstancia de que Lino Rubio Mayo, el juez que emitió esta sentencia condenatoria, es conocido por la dureza de anteriores sentencias a insumisos al servicio militar y a sindicalistas de Naval Xixón, una lucha histórica del año 2000 contra el cierre de los astilleros gijoneses.

En el caso de la Suiza el conflicto sindical se produjo en 2017 como respuesta a la situación de abuso patronal y acoso que obligaban a una trabajadora a realizar jornadas en torno a 80 horas extras mensuales sin remunerar y a cargas excesivas durante el embarazo, con riesgo de aborto hasta que recibió la baja médica. Durante las protestas se produjeron  detenciones e identificaciones policiales, utilizadas para procesar a los ocho activistas sindicales.

Ahora, cinco años después de aquella lucha y casi dos desde el juicio, el TSJA ha ratificado la condena para seis de ellos, absolviendo a dos de los condenados. La sentencia argumenta para ello que los actos de protesta “no quedan amparados ni por el ejercicio de la libertad de expresión ni de la libertad sindical”.

El abogado de los sindicalistas señala al respecto que “fueron unas concentraciones y punto, y eso es lo que está demostrado. La sentencia es alucinante”. Desde el sindicato ya han comunicado que recurrirán la sentencia ante el Tribunal Supremo: “Iremos hasta donde haga falta para defender los derechos de nuestros compañeros. La justicia vuelve a atacar al sindicalismo y a la clase trabajadora. Es un ataque sin precedente y no pararemos hasta que se haga justicia”, explican.

Es evidente que volvemos a encontrarnos ante un nuevo caso de castigo ejemplar, para amedrentar a los trabajadores que enfrentan resueltamente sus derechos o muestran su solidaridad de clase, en la línea de las detenciones en sus propios domicilios de trabajadores que participaron de la huelga del metal de Cádiz, de los 8 de Airbus o de tantos otros casos de represión sindical con despidos y sanciones.