LA ESPERANZA ANTICATASTROFISTA DE MIGUEL AMORÓS

LA ESPERANZA ANTICATASTROFISTA DE MIGUEL AMORÓS

(Resumen deL audio de la entrevista de Vicente Gutiérrez Escudero a Miguel Amorós en el podcast “Desde las otras islas”).

Miguel Amorós es anarquista y nieto de anarquistas, historiador, escritor y traductor. Es autor de libros como “La revolución traicionada”, “Durruti en el laberinto”, “Los situacionistas y la anarquía” o “Salida de emergencia”. Fue también coeditor de la revista antidesarrollista y libertaria “Argelaga” y participa en Francia en el grupo editor “Les amis de la roue”.

Acaba de publicar el libro “Postbabilonia” en la editorial “Virus”. Nos habla de megalópolis actuales y conurbaciones y su pesadilla. Incide en la importancia de salir cuanto antes del Capitalismo. Insiste en la necesidad de desurbanizar, desindustrializar y descentralizar el poder. Habla del territorio y la defensa del territorio. Pone como ejemplos lugares como México, el pirineo catalán o Mallorca, donde se desarrollan numerosas luchas contra la destrucción del territorio. “Postbabilonia” invita al optimismo y nos da esperanzas al afirmar que el sujeto revolucionario actual son los colectivos que defienden el territorio y que la nueva conciencia de clase es la conciencia social del espacio. También asegura que la defensa del territorio es precisamente el eje central de una nueva lucha de clases. Mientras todo se viene abajo, mientras se agudizan los antagonismos y la crisis energética empeora en esta fase terminal del Capitalismo fosilista Amorós es una voz autorizada sobre la realidad.

“ “Postbabilonia. La condición metropolitana contra el derecho al territorio” es el nombre completo de la nueva obra. La situación actual con escasez de combustibles, el ecocidio, la fase final del Capitalismo fosilista, y la via autoritaria que han adoptado todos los gobiernos del planeta se están acelerando. Amorós dice que la via autoritaria viene de lejos, no es una novedad. En realidad, no hay nada nuevo. Al acelerarse la descomposición se aceleran todas las reacciones pues todo está conectado con todo y unas cosas repercuten sobre otras. No se acaba de creer todo nuestro autor, desde la barrera, y espera que conduzca a algo más positivo, despierten reacciones más inteligentes y autónomas, pues la esperanza es lo ultimo que se pierde.

Amorós considera la cuestión del territorio como central hoy en día. Apenas usa el término “colapso”, un término banalizado estos meses. Emplea la palabra catástrofe, desastre capitalista, destrucción del territorio… Describe causas que pueden llevar a la extinción de nuestra civilización pero obviando el término “colapso”. No lo usa por diversos motivos. Responde a una estrategia concreta a favor del sistema capitalista, por eso incluso lo critica. Este discurso salió hace 15 años con la obra “Colapso” de Jared Diamond y tuvo un éxito mediático. Es un tipo de éxito de best seller que después han seguido otros colapsólogos menos mediáticos en busca de una intervención política. Pero, el autor observó que no rechazaban el Capitalismo, que es el responsable de la catástrofe(palabra usada por la “Enciclopedia de las Nuisances” desde los años noventa). Hacen un llamamiento a la “exploración de herramienta emocionales” para convivir con la catástrofe o el fin del mundo. Los colapsólogos se felicitan dela movilización juvenil y Greta Thumberg para que presionen a los gobiernos y les obliguen a poner en marcha políticas de “resiliencia”, es decir, de adaptación al desastre. Con medidas atenuantes que los gobiernos hacen en forma de transición energética y desarrollo sostenible. El concepto de colapso igual que el de sostenibilidad refleja una ideología catastrofista, que es la ideología oficial de la dominación, la actual, ante un derrumbe que no se puede negar y una falta de futuro que no se podrá evitar. La evidencia de este colapso, de esta amenaza de derrumbe, sirve al sistema para reforzar un sentimiento de impotencia en la población que le preste(como herramienta de sumisión) sometimiento y aceptar su papel de víctima.

Amorós dice que la catástrofe ya está aquí, vivimos en ella(guerras,extractivismo, escasez energética…). Lo que trata la clase dominante es que nos adaptemos al desastre. Se da una decadencia constante y acelerada y la resistencia es menor y eso sirve, el sentimiento de impotencia y miedo que da el desastre, hace que sus responsables son los que prometan sacarnos de él. El colapso es un proceso.

Muchas corrientes de critica del Capitalismo hacen una critica abstracta como centrarse demasiado en categorías como el trabajo abstracto y no tienen en cuenta otros condicionantes materiales(límites de la biosfera, límites energéticos…). Diversamente, el antidesarrollismo se centra en categorías concretas como el territorio y las luchas en defensa del territorio. El territorio es el espacio vital donde vive y se relaciona la población. Es espacio natural, rural, urbano,cultura, historia,etc. La defensa es la defensa de ese espacio. Se están atacando todos los equilibrios de ese espacio por el Capitalismo. Ha entrado en los circuitos de la economía como tal y no tanto solo como tierra. El Capital saca dinero hasta del territorio. El territorio es una forma de capital como la tecnología o la fuera de trabajo. Hay actividades económicas y el territorio es una forma de beneficio y capital. La critica antidesarrollista es concreta y no abstracta como la teoria del valor, ecologistas y antiindustriales que priman la reflexión y no la praxis. Y esto es un error. La teoría del valor tenía pretensiones totalistas de explicarlo todo a través de categorías estructurantes del Capitalismo como el trabajo, el dinero, el tiempo, etc y si explica mucho, pues el Capitalismo es una dominación real cuyas categorías nos determinan en gran medida. Es una teoría tan reaccionaria como el estructuralismo. No tiene sujeto pues solo considera el Capitalismo. No puede explicar las guerras entre estados como la guerra de Ucrania que se explica por razones geopolíticas y no económicas. No considera a los sujetos no económicos. Explica las crisis y marca límites internos del Capitalismo pero hoy los mas importantes son los externos(explotación de recursos finitos, etc). Hay luchas y por tanto sujetos activos. La teoría del valor dice que no hay lucha de clases y esto es la guerra de todos contra todos. También dice que no hay sujeto revolucionario ni posibilidad de revoluciones. Amorós dice que hay un sujeto que defiende el territorio(indígenas, anti TAV, Zadistas, etc) Es la nueva lucha de clases sobre el eje del territorio. Es un proceso que despliega la conciencia opositora. La teoría del valor niega la conciencia de clase pues ya no hay proletariado obrero clásico. En los años setenta los obreros desaparecieron como fuerza social que podía cambiar la sociedad. El Capitalismo necesitó cambiar la sociedad para sobrevivir e incluyó en el mercado a todos los sujetos. Pero el Capitalismo hace proyectos y hay lucha local contra elllos. La izquierda y los nacionalistas tratan de colonizar estas luchas y llevarlas al plano electoral y así desactivarlas. La lucha histórica actual se da en el teritorio aunque aún hay luchas laborales de fábrica interesantes y legítimas. El Capitalismo tiene proyectos constantes y hay resistencia. Estas luchas podrían unificarse y adquirir conciencia humana(desurbanización, rerularización,equilibrio ecológico, etc). Y la lucha total(incluido la lucha contra el Patriarcado y las luchas sexuales) se da en el territorio.

El territorio deviene el lugar donde todos los antagonismos sociales se despliegan en la actualidad. El turismo es la actividad económica enemiga número uno del territorio. Las transformaciones capitalistas del territorio someten a la población a consumir, trabajar y perder el tiempo y esto es lo que subvierte la defensa del territorio.En el Capitalismo nadie puede tomar decisiones y ser libre pues no se está informado y no puede debatir ni deliberar y se sigue lo que dicen los centros de decisión.

Amorós aboga por la desurbanización del campo y la ruralización de la ciudad. Habla de conjuntos de conurbaciones y satelización del resto del territorio que se vacía y luego se llena con nuevas actividades. Son metrópolis de millones de habitantes como Madrid o Barcelona. En una sociedad equilibrada urbano-rural no hay crisis. Pero en la sociedad actual la destrucción del planeta se da específicamente y se mundializa. Son imposibles de gestionar unas ciudades mayores de 100.000 habitantes con cinturón rural próximo, que tendría autonomía y funcionalidad sin crisis. Pero en un contexto desurbanizador, desindustrializador es posible. Ciudades autogestionadas con asambleas ciudadanas por barrios y capaces de federarse serían de miles de personas.

Hay autores que auguran un escenario en sesenta años de economía del siglo XIX. Son colapsistas agoreros a partir del anuncio del pico del petróleo. Pero el pico no ha supuesto el fin del petróleo ni su subida de precio. El Capitalismo de Estado depende del petróleo pero el mercado ha contrarrestado el descenso de la producción. Aumentaran los pobres, sin gasolina, energéticos, etc Las poblaciones van saliendo de las turbulencias con condiciones cada vez más extremas de supervivencia. El petróleo será más caro y excluirá cada vez más gente de su acceso aparte de las guerras. La catástrofe está ahí, ni siquiera el poder la niega, solo pide que confiemos en ellos.

La catástrofe real es la progresión de la irracionalidad, la crisis de la razón, del espíritu. La catástrofe de las ideas impide que de las luchas contra la catástrofe se cree una conciencia para acabar con ella.

La población de la ciudad tiene muy poco que conservar: es una vida embrutecedora y aislada. En el campo si que se conservan formas de vida solidarias y comunitarias. Es una lucha conservadora pues se opone a la destrucción. En las ciudades las luchas son mas destructivas. La lucha del territorio es más constructiva creando cooperativas, redes de producción y consumo… En la urbe no hay sociabilidad, tienes que pagar por todo. Se puede imaginar una sociedad mas humana en el campo pues luchan por la vida.

El campo se ha urbanizado completamente, no se distingue de la urbe. En la Península Ibérica apenas hay autonomía al margen del Capitalismo en un proceso de conquista que aún no ha acabado. En España hay mucho espacio vacío y hay islotes de tradición rural con escasa fuerza para reformar el modelo urbano. La clase campesina ha sido la clase más rebelde hasta la emergencia del proletriado. La población rural tiene tradiciones(concejo abierto, trabajo comunitario, etc) ejemplares de lo que puede ser una sociedad vivible, por ejemplo en América. Aquí quedan restos que pueden motivar la línea a seguir(colectividades de la Guerra civil).

El más importante salto cualitativo en la lucha por el territorio se produjo en la ZAD de Francia cuando venció al dejarse de construir el megaaeropuerto contra el que luchaban. La ZAD no se limitó a la defensa del territorio(ocupar el territorio) sino que quiso construir formas de vivir diferentes al margen del Sistema. Querían formar una sociedad diferente. Ganaron la batalla al Estado pues este retiró el proyecto de megaaeropuerto. Pero los opositores de la ZAD estaban unidos por la lucha pero tenían intereses diferentes: unos propietarios afectados, asociaciones medioambientalistas, protectores de la Naturaleza, izquierdistas electoralistas… Al retirarse el proyecto cada componente de la ZAD puso su interes particular por delante de lo común. Los grupos radicales se quedaron fuera y algunos de ellos, incluso, querían negociar con tacticismo. La unidad desapareció. La lucha radical desapareció y los utópicos se fueron. El Estado negocia con todos y acepta proyectos y otros los rechaza. Pero en Francia cundió el ejemplo y hay más ZAD. En España tenemos Fraguas.

La infiltración de la extrema derecha en el movimiento neorural no es preocupante pues son sectarios, alucinados y apocalipticos. Más preocupante es el electoralismo de Vox o la expansión del nacionalismo en los movimientos de vuelta al campo.

El sistema industrialista va a ser abandonado por inviable pero debe haber una transición pues sino habría colapso o guerra civil dicen algunos. El Capitalismo es expansivo y no se puede marginar, hay que destruirlo dice Amorós. Lo decisivo es lo que salga del caos, pero caos va a haber. Esto es una lucha y habrá violencia. Decía Durruti: “Al enemigo no se le discute, se le destruye”.

Algunos autores creen en un apocalipsis ecológico y que los seres humanos desapareceremos en unas pocas generaciones. Los dominadores son catastrofistas y exigen calma ante condiciones de supervivencia cada vez más extremas y de destrucción. La desaparición de la movilidad urbana haría recuperarse a la Naturaleza. El catastrofismo nos paraliza, y delegamos en el Estado la gestión del desastre.

Las medidas liberticidas de los gobiernos ante el covid no han sido respondidas por los medios radicales(muy jóvenes, con experiencia precaria, etc) que son incapaces de formular un interes universal que unifique las luchas. Los medios sradicales son guettos y van por tópicos y modas(animalismo, etc) y acaban siguiendo los juegos de otros. El Capitalismo ha hecho desaparecer los medios radicales que ya estaban en decadencia hace 20 años. Esperamos que surja algo nuevo.

Las medidas sanitarias son ensayos del modelo de vigilancia china. Los dominadores tienen que controlar mas a la población. Es una deriva totalitaria de las sociedades de control experimentando en vivo y asusta la aceptación por la población de ese tipo de barbarie. Por los resquicios de internet se coló la verdad con los disidentes asimilados a los negacionistas. Llama la atención la fe de la población en lo oficial. La mayoría de los disidentes eran de derechas pues la versión oficial fracasó y el poder era de izquierda y lo usaron para desgastarlos. Lo que importa es que lo que se diga sea razonable pues los médicos son de derechas. Los investigadores disidentes se suelen callar por la cuenta que les trae. Como en el caso del aceite de colza si no se admitía la versión oficial te despedían o no te indemnizaban. Hay que defender la verdad frente a los pescadores en río revuelto derechistas, identitarios o excluyentes.

Alfredo Velasco

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