PRIORIDAD POLÍTICA MUNDIAL: FERTILIZANTES O EXTINCIÓN. ESTRATEGIA ANTE EL COLAPSO

Prioridad política mundial: fertilizantes o extinción. Estrategia ante el colapso

 

El mega-problema de los fertilizantes para la agricultura, que ahora está saliendo a la luz, pero como un problema aparentemente coyuntural (a cuenta de la subida del precio del gas por las medidas ante la guerra en Ucrania…) cuando es estructural y existencial, debe ponerse en un primer puesto en la agenda política mundial de miles de millones de personas pues nos estamos jugando desde ya la supervivencia o la extinción. El negacionismo sobre esto nos costará muchísimo más caro que el calentamiento global. Por ello, es una cuestión central y prioritaria en el establecimiento de NUESTRA ESTRATEGIA POLÍTICA ante el COLAPSO de la civilización industrial capitalista. Y os demostraré por qué y cómo.

GUARDA este ARTÍCULO para ATENDER con tiempo a sus argumentos y DESCARGAR los RECURSOS RECOMENDADOS. Para facilitar su identificación a la hora de la traducción a otros idiomas, los términos coloquiales, frases hechas, dichos, modismos, refranes, proverbios, etc. irán entrecomillados. En mi ordenador, el archivo ocupa hasta las notas 13 páginas del total de 21 y un poco.

Las secciones de este artículo son: I.- PRESENTACIÓN del ASUNTOII.- ¿QUÉ DEBEMOS HACER?III.- ¿CÓMO y POR QUÉ DEBEMOS HACERLO?. IV.- SI NO QUEREMOS UNA POLÍTICA ESTÉRIL, TENGAMOS EN CUENTA los FERTILIZANTES. Un poco de divulgaciónNOTAS Y RECURSOS.

I.- PRESENTACIÓN del ASUNTO.

El mega-problema de los fertilizantes se relaciona, confluye, reacciona y retroalimenta con otros gigantescos de nuestro tiempo existencial: calentamiento global, crisis energética, lucha por la hegemonía mundial, fin de la acumulación capitalista sin modelo alternativo, imposible nueva onda larga de acumulación y crecimiento…, sexta gran extinción (nos incluiría a nosotros también). Y aunque a primera vista no lo parezca, tiene su causa en la dinámica capitalista de pretensión de crecimiento ilimitado (persiguiendo la acumulación sin fin del beneficio en forma de capital) en un planeta finito, con su despilfarro y extralimitación; la misma que nos ha traído también el calentamiento global, crisis energética, sobrepoblación mundial…

Entramos en el tiempo de la regresión (retroceso) y del imposible regreso (al hogar, a lo vivido en tiempos mejores), del despeñarse (arrojarse desde lo alto), y del imposible empeñarse (en crecer, desarrollarse, progresar), del cataclismo (social, medioambiental, militar) a causa del colapso del capitalismo industrial.

Lo que hoy todavía nos parece la normalidad (el espejismo que, por ejemplo, nos emite la televisión con su publicidad optimista, comedias, concursos, informativos que nos ocultan la gravedad de los problemas de fondo y del futuro, etc.), ya es sólo la sombra, el eco del pasado que no volverá. Somos como el borracho que, cuando su vehículo se precipitaba al mar por el acantilado, creía que ¡estaba volando!. Si a algo se parecen estos años veinte del siglo XXI son a los del siglo pasado, justo antes del gran crack económico de 1929, la gran depresión y la entrada en la década que llevó al nazismo y la Segunda Guerra Mundial (1939), aunque esta vez será, lo más probable, incomparablemente peor (véase  https://rebelion.org/empiezan-los-20-los-terribles-20/  de Andrés Piqueras).

Nos estaremos suicidando si no comprendemos que el mundo del crecimiento, desarrollo y seguridad relativa que heredamos del siglo XX, pertenece ya a otra época, en otro mundo desaparecido para siempre (aunque, como de las estrellas hace tiempo extintas, todavía nos llegue la luz emitida cuando todavía existían), que entramos en otra era social y política de la inseguridad total, en la que las agendas tradicionales de gobiernos, partidos y sindicatos son una trampa mortal.

El problema de los fertilizantes, de los límites de la agricultura mundial y de la sobrepoblación humana del planeta, se plantearán abiertamente antes o después, queramos o no, inevitablemente. ¿Es mejor esperar a los hechos consumados? ¿A que la burguesía lo plantee a su modo genocida? ¿O es mejor que nosotros lo hagamos por delante, a nuestra manera, enmarcando correctamente el asunto y poniéndoles en evidencia, y antes de que nos hagamos más débiles para afrontarlo? ¿Cuál es la mejor manera de hacerlo para no favorecer a las fuerzas genocidas?.

No pretendo que este artículo sea un estudio en toda regla sobre el asunto de los fertilizantes, sino seguir difundiendo algunos conocimientos básicos (tarea iniciada en artículos a los que remito) y sacar las debidas conclusiones políticas del caso, al menos las más importantes y urgentes, para dar un impulso a la investigación, al debate público, a un cambio radical en la actitud, hacia la que necesitamos. Extremadamente difícil, pero si ni siquiera somos conscientes de ello, entonces no tendremos ni la más ínfima posibilidad de nada.

Aunque por orden lógico debiera dejarlo para el final, como no quiero correr el riesgo de que os antes p canséis de leer y es de EXTREMA IMPORTANCIA, en primer lugar expondré LO QUE DEBEMOS HACER, y luego argumentaré los por qué.

II.- ¿QUÉ DEBEMOS HACER?.

Antes de empezar, quiero cortar tajantemente con cierta tontería que pueda haber. Aunque soy de las de amar al prójimo (quizás hasta a los extraterrestres), hablaré claramente en términos de amigo y enemigo, y de estrategia, victoria y derrota. Si a alguien no le gusta un vocabulario de lucha y que recuerda o recurre como símil al mundo bélico, le diré que cuando está en juego el peligro enorme de las dictaduras más feroces (abiertamente fascistas o “democráticas”), del genocidio de la mayor parte de la Humanidad, las guerras y la guerra mundial, a quienes estarían dispuestos a llevarnos hasta ahí antes que perder sus inversiones, beneficios y privilegios, sólo podríamos llamarles de una manera: enemigos de la Humanidad. Y no creo que pudiéramos vencerlos sólo con medios pacíficos y no-violentos (no fue posible con el nazismo, etc.). Así que, fuera pamplinas y, “almas bellas”, haceos a un lado, y dejad el paso libre a los guerreros, las milicianas y amazonas que protegen a su pueblo.

Para afrontar el colapso del capitalismo industrial necesitamos de una ESTRATEGIA. No hace falta estudios de estrategia para saber que, en nuestro caso, se trata de planificar una lucha prolongada, compleja, difícil y peligrosa, con el objetivo de ganarla, y si esto no fuese posible, de perderla del modo menos malo. Esto es tanto más importante para nosotros con el asunto del colapso, porque entramos en él con extrema debilidad, en condiciones muy desfavorables de correlación de fuerzas, tiempo… Por tanto, no podemos permitirnos el lujo de luchar a base de improvisaciones, chapuzas, etc. Sin estrategia no hay plan, y sin un buen plan es imposible salir airosos en un asunto en extremo complicado, peligrosísimo, partiendo en una enorme debilidad y con oposiciones gigantescas.

Para ponernos en situación, una exposición de lo más elemental.

El planteamiento estratégico se diferencia del planteamiento científico en que su objetivo no es encontrar la explicación o explicar a los demás el asunto, y del técnico, en que no está orientado a la aplicación de la solución del problema. Aunque la estrategia participa tanto del planteamiento científico (se sirve de él) como del técnico (quiere hacer posible su aplicación), su especificidad es que trata sobre todo del abordaje y manejo de un asunto en el que intervienen intereses opuestos y también subjetividades e irracionalismos, y en el que se trata, por tanto, de conquistar inteligencias y corazones, ganar fuerzas, vencer resistencias, aislar al enemigo, y derrotarlo.

Un principio básico de la estrategia es planificar la lucha a largo plazo del modo que podamos aprovechar lo mejor posible nuestras fuerzas y también las debilidades del enemigo, hasta vencerlo. Esto es siempre verdad, aunque empecemos por unas fuerzas propias muy escasas y por una extraordinaria fortaleza del enemigo.

En la estrategia debemos tener en cuenta las fuerzas con las que contamos, la fortaleza del enemigo, para saber realmente a qué nos enfrentamos, las agresiones que debemos resistir, las resistencias que debemos vencer, no caer en subestimarlo, pues eso nos llevará a la derrota. Pero también debemos tener muy en cuenta sus flaquezas y saber cómo explotarlas a nuestro favor, fomentando así su debilitamiento, hacernos más fuertes, más seguros de nosotros mismos y en la victoria final.

Si las propias fuerzas no son claramente superiores, una guerra nunca se gana iniciándola por aplicar el esfuerzo bélico al punto de mayor fuerza y resistencia del enemigo, aunque ese pueda ser el objetivo final a vencer. Así sólo conseguiremos agotar nuestras fuerzas y nuestra moral; como darnos de cabezazos contra un muro de hormigón armado con la pretensión de derribarlo.

En la lucha, tan importante o más que la debida prudencia, lo es la audacia. Quien sólo piensa en términos de prudencia, de defenderse, de resistir, acabará perdiendo, sobre todo cuando es débil. La audacia es la “carta bajo la manga” de los débiles y triunfadores, pues no les basta con resistir prudentemente tras una fortaleza que ni tendrán. La falta de audacia puede resultar muy cómoda a corto plazo, pero finamente, pagar por ello el mayor precio, la derrota total.

El enemigo siempre tiene puntos débiles o flaquezas, que lo hacen vulnerable pese a su aparente invulnerabilidad, y que pueden acabar siendo de enorme importancia; fisuras sobre las que trabajar hasta abrir grietas y derribar muros; tiempo que puede jugar en su contra; etc. Pero si no se saben aprovechar, se puede echar a perder todo. Sin embargo, esos puntos débiles, por importantes que puedan ser por sí mismos, nunca son el objetivo final; derribar parte del muro de una fortaleza es sólo parte de la conquista de la misma; para los bolcheviques (comunistas rusos), Rusia era el eslabón débil de la cadena imperialista, sobre todo durante la I Guerra Mundial, y la revolución allí sólo era el principio de la revolución socialista mundial que debería tener su epicentro en Alemania, fortaleza mucho más difícil de ganar (NOTA 1).

Unos pocos símiles: una cadena, por donde mejor se rompe es por el eslabón débil; un castillo de naipes se derrumba, no desmontándolo pieza a pieza, sino retirando unos pocos, los que lo soportan todo; a Aquiles no se le podía vencer lanzándole ni un millón de flechas, sino acertando con una en su talón; una gran roca no se desplaza a base de empujar desde muchos de sus puntos (pueden acabar siendo opuestos y anularse), sino aplicando la palanca y la fuerza en el punto adecuado; si una patata está caliente, haz que deba cogerla otro (“pasar la pata caliente”). Suficiente.

¿Cuál es el PUNTO DÉBIL, el PUNTO DONDE APLICAR la PALANCA, en el asunto del COLAPSO?.

El del cambio climático es sin duda un mega-problemón cada vez más evidente, pero están jugando con nosotros desde hace tiempo con numerosas cumbres, etc., y se está convirtiendo ya en una batalla perdida porque se superarán el 1,5 grados medio de más, los 2 grados e iremos quizás a por los 3 grados o más. En tanto, la gente, sobre todo la urbanita (la gran parte de la población) soportará ver cómo se queman los montes, echará mano del aire acondicionado durante las olas de calor, etc. “¿Qué unas islitas quedan sumergidas? ¡Pues que emigren!.”

El de la energía, nos marearán todo lo que puedan con el cuento del coche eléctrico, las renovables, el hidrógeno, etc. Potenciarán el transporte público. Lanzarán súper proyectos de renovables (eólica, fotovoltaica…), el Green Deal, etc. Conseguirán ganar tiempo en tanto nos van confundiendo con esperanzas infundadas, debilitando y agotando nuestra resistencia para enfrentar lo que será la durísima realidad.

El de la necesidad de decrecimiento, como eso será sí o sí, no habrá más que asumirlo (incluso la burguesía más inteligente ya se lo está planteando). Pero su potencial para la lucha depende de cómo se lo tome la gente: ¿con resignación? ¿quién decide cómo gestionar ese decrecimiento?. Se han hecho encuestas y, sobre todo en Francia, hay mucha gente que admite que tendrá que ocurrir. Pero yo no confío en que tenga ningún potencial calificable de revolucionario ni de lejos. La burguesía es muy capaz de conseguirlo con el discurso de los “sacrificios inevitables por el bien de todos” combinado con la mano dura contra los díscolos y continuar, ante una clase trabajadora extremadamente débil, con el expolio, incluso de quienes pretendan colapsar “por libre”, alejándose del capitalismo en sus “botes salvavidas”.

El de los fertilizantes y su efecto de derrumbe en la producción agrícola mundial, provocando hambrunas. “¿De qué “cojones” me estás hablando?”. “¡Con las cosas de comer no se juega!”. Esto es lo que más puede doler a la gente, como un puñetazo en la boca del estómago (todavía se cuentan historias de la época del hambre durante o tras la guerra civil española o la II Guerra Mundial), y es lo que más puede acabar por llevar a cuestionar el colapso y su gestión burguesa.

Éste, el de los fertilizantes y la alimentación, es el punto clave, éste es el punto más doloroso para la gente (todos conocemos la punzada de un poco de hambre si tardas mucho en tomar la comida) y el punto débil en la estrategia burguesa ante el colapso de su civilización. Porque una cosa es el decrecimiento, privarte de tener tu propio automóvil, sufrir peores condiciones climáticas, etc., y otra muy distinta, pasar hambre, morirse de hambre o que desaparezcan trágica y violentamente miles de millones de personas (¿estás seguro que serán los demás y no tú?).

No de sebe plantear el asunto preguntando “¿cuánta gente sobra en el mundo?” (eso favorece el abordaje genocida), sino “¿qué pasa con la agricultura mundial?” “¿qué pasa con los fertilizantes?” “¿qué pasa con el gas natural?” “¿qué podemos hacer y durante cuánto tiempo?”.

De esta manera ya estaremos cuestionando lo que está sucediendo, lo que la burguesía está haciendo, y el susto en la gente ya no se traducirá en pánico (todavía no hemos entrado en el escenario de la escasez brutal o alimentos con precios “por las nubes”), sino en primer lugar en denuncia del capitalismo y sus Estados que nos han traído hasta el borde del abismo y que, como con el cambio climático, no hacen nada serio y niegan la gravedad del mega-problema. Es el momento de la indignación (“¡no han hecho ni hostias con lo del cambio climático, y encima esto, cabrones!”). De esta manera se lo pondremos más difícil a la hora de que ellos puedan manipular el asunto y utilizarlo a su favor.

a través del problema de los fertilizantes abordamos también el de la energía por el gas natural necesario para la producción de los fertilizantes nitrogenados. Y como el gas natural también se está haciendo imprescindible en la generación de energía eléctrica fundamental para toda la industria (aparte las viviendas, etc.), ahí tenemos un tema no sólo para los precios de la electricidad, sino para ver qué prioridades se establecen: asegurar la producción de fertilizantes nitrogenados o alimentar a industrias que acabarán cerrando durante el colapso del capitalismo y por tanto debieran ser ya objetivo del decrecimiento. ¿Cómo se establecen los precios del gas natural, de los fertilizantes, del fosfato de roca? ¿Qué papel juega ahí la especulación? ¿Qué peligro supone eso para la seguridad alimentaria?.

Como desde sus necesidades más básicas (subida de precios de los alimentos, escasez de algunos; fertilizantes) es más fácil que se movilice la gente; ésta será también la forma más accesible para abordar toda la cuestión energética, y del futuro, y de las guerras que nos espera a la Humanidad (de la escasez, a la guerra y la extinción).

La derrota en el asunto del cambio climático podemos volverla contra ellos en el asunto de los fertilizantes, como prueba de lo poco que se puede confiar en su versión de la realidad (negacionismo, restar importancia, presionar a los expertos del IPCC, edulcorar sus conclusiones…), demorar la toma de medidas eficientes, etc. Es más, si esa batalla estuviese ya prácticamente perdida, como parece, haríamos mal en que nuestras pequeñas fuerzas sigan tan centradas en ella en lugar de dar la batalla donde todavía está pendiente, esto es, en el tema de la alimentación y los fertilizantes, en vez de llegar, a ella también, como con todo, demasiado tarde.

Craso error porque quizás el cambio climático no llegue tan lejos como para matarnos, pero la crisis de la agricultura a cuenta de los fertilizantes tiene muchas más probabilidades de matarnos por miles de millones. ¿No nos estamos equivocando de prioridades?. A cuenta del cambio climático resulta difícil levantar una fuerza social dado que es un mal general pero a la vez muy difuso y que resulta fácil achacar sobre todo a la Naturaleza (¿quién tiene la culpa de un huracán, una sequía, una inundación?) o responsabilizarnos a todos “la acción humana”, y porque también pueden hacer la amalgama de capitalismo y comunismo (como si la URSS realmente lo hubiese sido, y no un Capitalismo de Estado, o fuese ahora China).

Sin embargo resultará más fácil señalar el problema y las responsabilidades y unir fuerzas, por ser algo más perceptible y que afecta todos los días al “bolsillo” de la gente, con el problema de los fertilizantes y la alimentación, empezando también por el apoyo a los campesinos abrumados por los costes de los fertilizantes, cuestionando la gestión general del gas natural (¿a qué industrias? ¿a costa de la agricultura?…) .

Los mega-problemas de los fertilizantes y la población mundial, no desaparecerán, ni siquiera mejoraran, porque callemos. Al contrario, si hay alguna posibilidad de que mejore o empeore menos, será si lo sacamos a la luz pública cuanto antes. Plantearlo cuando ya nos hayan aplastado (hacia eso vamos), aparte de que ya no podríamos, ya no serviría para nada más que alimentar a la “salida” genocida; pero hacerlo ahora, cuando todavía podemos, hasta pudiera fortalecernos políticamente. Después de haber perdido la batalla del cambio climático, perderemos la de la agricultura. ¿Qué nos quedaría ya?. Pues la marcha al genocidio y la extinción.

Este asunto o lo abordamos nosotros al comienzo del tiempo del colapso, ya para sacar ventaja cuando todavía puede darnos fuerza, o acabarán sacándolo a la luz ellos, cuando les convenga, nos vean más débiles y más vulnerables para arrastrarnos a la estrategia del genocidio mundial.

Quien define el problema, el marco (George Lakoff) de su comprensión (lo enmarca; esto, nosotros, en términos anticapitalistas), toma la iniciativa, y aprovecha el factor sorpresa, tiene ya una gran ventaja estratégica. Esperar a que ellos lo hagan, es ponerse a la defensiva para salir perdiendo.

Sí, exige una gran audacia salir con esto a la plaza pública, pero si no lo hacemos nosotros, lo harán ellos cuando mejor les convenga, con toda su arrogancia, prepotencia y criminalidad, y estando nosotros en estado de shock, menos capaces de defendernos. Pero ahora, y con el precedente en su contra del cambio climático, no lo tendrán fácil para callarnos, pues no es un asunto que puedan presentar como violento, terrorista, delito de odio, anti-constitucional, etc., ni siquiera directamente político en el sentido ordinario del término. Estamos hablando de alimentos, agricultura, fertilizantes, energía, etc., y en términos científicos y sociales.

Pero esta audacia sería una temeridad suicida si no la ligásemos claramente a la denuncia del capitalismo y sus Estados que nos han traído hasta esto pese a las advertencias de unos y otros, desde 1972 (“Los límites del crecimiento” de los Meadows, otros), 2009 (Vaccari), 2022 (Proyecto “Our Phosphorus Future”). Sin esto, les estaríamos haciendo el trabajo a los genocidas, despejándoles el camino con un aval ecologista y de izquierdas. Habríamos abierto la caja de Pandora. Pero si no somos capaces de hacerlo ahora bien, menos aun más adelante, instalados en la derrota, la falta total de horizonte propio, la resignación, el resentimiento, la angustia por la supervivencia, encauzados todos por los fascismos o similares hacia la agresión exterior y el genocidio. La “moderación”, “prudencia”, “realismo” y falta total de audacia (ni ante el “austericidio”) nos han traído a la actual situación con un horizonte de escenarios a cual peor y más horripilante. La “prudencia”, cuando apenas no hay nada que conservar que la vida amenazada (“entre la espada y la pared”), no puede ser un valor predominante; cuando la “prudencia” sólo puede llevarnos a perder la vida, la audacia es la única que nos ofrece alguna posibilidad de salvarla. La “prudencia” (indefensión, unida al instinto de supervivencia individual) llevó a los judíos al genocidio.

Tenemos ahora una oportunidad estupenda para visualizar esto, debido a los problemas generados por la guerra en Ucrania, también en los fertilizantes (por el gas y por la reducción de las exportaciones rusas de fertilizantes), y por la publicación del Proyecto “Our Phosphorus Future” (OPF) (Nuestro Futuro del Fósforo), del 9-6-2022, sobre el que volveré enseguida.

Volviendo a los símiles: esto es calentar nosotros la patata y pasar a la burguesía la “patata caliente” de los fertilizantes, para que sea ella la que se queme, por habernos traído hasta esta situación cuando podría haberse empezado a evitar desde los 1970s.

Esta es una orientación política a gran escala (mundial y de masas) con la que deberíamos ganar a millones de personas y poder resistir (algo al menos) a la estrategia burguesa ante el colapso.

La estrategia centrada en los “botes salvavidas” no podrá sobrevivir ante la ofensiva de la burguesía y del fascismo o similar como ya he explicado en mi artículo https://kaosenlared.net/tarea-prioritaria-ante-el-shock-del-colapso/ . No podremos escapar del capitalismo y permitiremos que siga teniendo la iniciativa en cuestiones fundamentales.

Esta vía de estrategia de resistencia, defensiva y con voluntad contraofensiva, la planteo yo, aunque piense que lo más seguro es que vayamos incluso hasta la extinción como especie. Con más motivo para atenderla muy seriamente, quienes piensen que tenemos todavía más probabilidades de salir incluso bien parados. ¿Cómo creéis que vamos a conseguirlo? ¿Con las estrategias seguidas hasta ahora, con las de crear “botes salvavidas”, “islas no capitalistas”, etc.?. Si conseguís levantar algo, lo más probable, casi seguro, es que o lo destruyan u os lo arrebate la burguesía terminal, o que no consigáis más que lo que dice Andrés Piqueras, al que vuelvo a citar: “Fiarlo todo, por otra parte, como hacen hoy algunas Escuelas teóricas y movimientos sociales, al propio colapso, para levantar a partir de él nuevas estructuras sociales y formas de vida emancipadas, es como esperar salvarse del hundimiento de un trasatlántico echando tablas al mar, sin contar con su remolino de succión”. (página 508 de “De la decadencia de la política en el capitalismo terminal”, más datos en la nota 4).

Esta estrategia permitirá una relación de alianza de los urbanitas con los campesinos como no se conocía desde hace muchísimas décadas.

Dado que es un problema a escala mundial, podría ofrecer una última oportunidad al internacionalismo proletario, aunque ahora con muchísimas probabilidades de naufragar tanto por nuestra debilidad como por la competencia por los recursos y la consiguiente tendencia a la guerra genocida. El hecho de que la Unión Europea tendrá una política al respecto (ya hay un acuerdo para reducir el consumo de gas natural a cuenta del choque con Rusia), nos permitirá una estrategia con aplicación táctica continental, como corresponde a nuestro marco real de la lucha de clases (la Unión Europea, no España, ni Cataluña, etc.; cuando el resultado del partido de futbol se decide en todo el campo, no puedes jugar sólo en tu mitad; tanto más cuando el horizonte de soluciones para la clase trabajadora sólo puede ser mundial e internacionalista).

Todo esto se desaprovecharía si ante el problema de los fertilizantes desplegásemos una posición purista de rechazo y a favor exclusivamente de la agricultura ecológica. En todo caso, una vez que estuviese en lo alto el debate público por los fertilizantes, se podrían plantear alternativas, entre las que se integraría lo que fuese. En tanto, en los hechos, dado que es totalmente imposible una transición “de la noche a la mañana” a otro modelo de agricultura, sería de un elitismo eco-genocida que no le vendría mal a los ricos que sí pueden pagarse la alimentación eco, el coche eléctrico, etc. (NOTA 2).

Nuestro objetivo no puede ser una versión “progre” del “sálvese quien pueda”, en nuestro particular “bote salvavidas”, “isla eco” y aislarnos de miles de millones de personas, pues eso, además de no ser justo, no funcionará. Para sobrevivir, primero necesitamos ganarnos a miles de millones de personas, para aislar al máximo a las fuerzas genocidas, fascistas o similares, y derrotarlas. Para eso puede servir la estrategia que propongo.

No estamos en los 1960s, ni en los1970s, ni en los 1980s… Estamos en lo que, muy probablemente, puede ser el comienzo del fin de los tiempos para la Humanidad. No tendremos más oportunidades, seguramente, antes de asistir al fin de nuestra especie. No tenemos margen para confundirnos y rectificar y recuperarnos y volver a lanzarnos a la lucha, y volver a errar…. Nada de eso. Ya nos jugamos, seguramente, el todo por el todo.

TAREAS:

La primera. Traducir al español el Proyecto “Our Phosphorus Future” (OPF) (Nuestro Futuro del Fósforo), del 9-6-2022   https://www.opfglobal.com/  y difundirlo. Tomar contacto con sus promotores para hacer un seguimiento de sus investigaciones. Ese proyecto nos permite tener un importante aval científico a la hora de plantear el asunto públicamente ante miles de millones de personas. Sería estúpido no saber aprovecharlo. Por eso tiene prioridad. Pero esto no implica que debamos estar necesariamente de acuerdo con todo lo que planteen, pues lo más probable es que tengan una concepción del mundo y de la sociedad todavía demasiado anclada en los mitos del capitalismo y que no lo cuestionen debidamente. Para corregir eso estamos nosotras/os. Esta tarea me gustaría acometerla pero no puedo hacerla bien por mi total ignorancia del inglés y engorroso trabajo con un pdf y los traductores de internet. A otras/os les resultará incomparablemente más fácil y con mejores resultados que a mí (menos probable que cometan errores si conocen el tema).

Publicar estudios y muchos, muchísimos artículos, para difundir el asunto de los fertilizantes y la agricultura mundial y los peligros que conlleva de genocidio mundial y guerras.

Llevar este asunto a conferencias, protestas, manifestaciones, a los medios de comunicación masivos.

Promover la creación de un equivalente al IPCC pero dedicado al tema de los fertilizantes y la agricultura mundial, con total independencia de los Estados (para que no ocurra como las conclusiones del IPCC que deben pasar por el filtro “suavizante” de los Estados burgueses).

Hacerlo con rapidez.

Digo esto último, porque el tiempo cronológico (un factor de extraordinaria relevancia política –como puede serlo el factor sorpresa en el ámbito bélico-, ya todo un protagonista en esta tragedia) no juega a nuestro favor, sino todo lo contrario, aunque podamos todavía conseguir alguna pequeña ventaja si nos adelantamos a ellos con el tema de los fertilizantes. Desde la crisis iniciada en 2007-8 con su política “austericida”, más la pandemia y sus consecuencias, más la guerra de Ucrania y las suyas, más el agravamiento evidente del calentamiento global (olas de calor y de incendios generalizados y pavorosos), más la subida de precios… se puede decir que estamos sufriendo un shock tras otro (esto, sin contar los previos). Sin embargo, no parece que, en general, se haya avanzado ni un solo metro en la lucha anticapitalista (aunque el capitalismo se desacredite e inspire cada vez menos entusiasmo). Se viene confirmado aquello ya tan repetido del filósofo Fredric Jameson de que “Es más fácil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo”. Se diría que shock tras shock, como anunciaba la doctrina del shock, y demostraba un siniestro experimento científico, estuviésemos cayendo en algo que pocas veces se ve, en una experiencia de indefensión aprendida, de impotencia psicológica insuperable (véase recursos sobre eso en la Nota 1 de mi artículo https://kaosenlared.net/ucrania-y-nosotros-la-impotencia-de-corsino-vela-comentario/  ). Por eso, si esperamos a sufrir el shock de los fertilizantes, dado además sus implicaciones, nada apunta a que alentará ningún proceso progresista, sino al contrario, a echarse en brazos de los “salvadores” con propuestas genocidas. Con callar hasta entonces, no veo ninguna ventaja para nosotros, que ganemos nada, sino al revés; pero haciéndolo antes y bien, sí podría ser.

Creo que en lo fundamental no habrá mucho más que añadir, sino sobre todo desarrollar más esta estrategia y traducirla en criterios tácticos. En todo caso, os pido que hagáis un esfuerzo por pensar así, en términos estratégicos, en vez de limitarnos a sumar problemas y a tratarlos como buenamente podamos, en plan aficionado, tacticista y dispersando nuestras fuerzas queriendo abarcar demasiado para terminar por no apretar nada, queriendo combatir todas las injusticias (mil frentes de lucha abiertos sin poder solucionar nunca casi nada) en lugar de centrar nuestros esfuerzos en el punto clave que puede hacer cambiar la balanza, la relación de fuerzas.

No quiero parecer presuntuosa, pero frente a tantísimo “estratega genial” en las más diversas organizaciones políticas, sindicales, etc. (todas nos han llevado por la senda de la derrota, ¿con la estúpida esperanza de que “de derrota en derrota, hasta la victoria final”?), he aprendido a confiar en mi criterio estratégico, aunque al principio me asustaba tanta iniciativa, pretensión y campaña personal iniciada (incluso mantenida), en solitario (sostenida gracias a kaosenlared, y el apoyo en su día de Roi Ferreiro). Si he fracasado en la pasada década no es porque la estrategia de otros fuese mejor (a la vista están los resultados desastrosos, ya advertidos por mí de antemano, pues fallaban ya en su planteamiento teórico básico), sino porque los demás han sido políticamente unos necios (o unos “listos”) y no han querido atender a lo que era “de cajón” (ley, tratado, lógica, dinámica de masas, luchas en Francia y Portugal…). A las pruebas me remito sobre mi estrategia anti-austericida para España y toda la Unión Europea (desde 2012) que nos podía haber permitido mejorar la correlación de fuerzas (cuando menos, no entrar tan débiles en el colapso), y además ligarse del mejor modo imaginable a la lucha contra el cambio climático, al llevar al nivel de la política de masas esa problemática, incluso antes de que empezaran las grandes protestas que luego hemos conocido, y quizás, hasta haber evitado la crisis política (de noviembre de 2013 a febrero de 2014, por la marcha atrás del Gobierno ucraniano en cuanto al ingreso en la Unión Europea) y guerra en Ucrania. Así de claro y reto a cualquiera a contradecirme y demostrar con pruebas que yo estaba equivocada.

Si rechazáis esta propuesta, que sea de modo serio y bien argumentado, no porque la subestiméis de entrada por proponerla una persona apenas conocida en el medio ecologista y colapsista.

PASA A OTRAS PERSONAS, COLECTIVOS, ESTA PROPUESTA PARA SU CONSIDERACIÓN Y DEBATE.

III.- ¿CÓMO y POR QUÉ DEBEMOS HACERLO?.

Pensad ¿no sería nuestro principal problema político (de la polis, público) el del agua si nos fallase el suministro, teniendo en cuenta que para morirse basta menos de una semana sin ingerir ese líquido?.

El asunto de los fertilizantes para la agricultura, hasta recientemente, no formaba parte de los problemas de la agenda pública, menos aun política, y para nosotros, en los países ricos, incluso menos si cabe. Venía a ser algo que dábamos por descontado la casi totalidad de las personas, al menos de los países mínimamente desarrollados, como el suministro del agua tratada sanitariamente saliendo de los grifos de nuestras viviendas. El problema del hambre en el mundo, hasta ahora se circunscribía sobre todo a determinados países del llamado Tercer Mundo, o el Sur global, y para solucionar algo parecido en países como el nuestro, existía el último recurso de ayudas como los “bancos de alimentos”.

Pero ya no es así y jamás volverá a serlo. De hecho, para mí ya no lo era desde agosto de 2009 cuando descubrí el mega-problemón de los fertilizantes de fosfato de roca y publiqué uno de mis primeros artículos en kaosenlared.net; menos lo era cuando, extrañada porque el asunto no fuese de debate público (un vergonzoso negacionismo general y un pacto de silencio entre las élites), volvía a hacer mi propia exploración en 2017 (publicando otro artículo), menos aun al descubrir en junio pasado, un recientísimo informe-proyecto de los mayores expertos mundiales en fosfatos (publicando otro importante artículo), menos todavía cuando las medidas de racionamiento del gas natural se acaban traduciendo en escasez y encarecimiento de fertilizantes nitrogenados, y esto acabe pronto en racionamiento de los alimentos que más dependen de ellos (NOTA 3).

Antes el racionamiento de alimentos llega el “autorracionamiento” (como la autocensura) de la reducción del consumo de alimentos por sus altos precios (véase ya https://kaosenlared.net/se-desploma-la-compra-de-alimentos-basicos-en-el-estado-espanol/ ). Pero el racionamiento (véase sobre el tema https://kaosenlared.net/racionamiento-racional-e-irracional-en-la-era-del-descenso-energetico/  ,  https://crashoil.blogspot.com/2022/04/modelos-de-racionamiento.html ; ligado al colapso, la experiencia en Cuba  https://crashoil.blogspot.com/search?q=racionamiento+alimentario ) es lo de menos, pues lo que se nos vendrá encima en una década es el comienzo del derrumbe de la población mundial en MILES DE MILLONES, acompañado de los riesgos de guerras, genocidios y hasta extinción (NOTA 4).

Es lo que nos está trayendo el capitalismo en su decadencia, senil, terminal: los cinco jinetes del apocalipsis capitalista (cambio climático, crisis energética, hambruna, fascistización, guerra genocida).

Sí, el “progreso” del crecimiento y desarrollo del capitalismo nos ha traído hasta el punto en que la cuestión ya no se plantea en cómo lograr más progreso, sino en, simplemente, cómo conseguir garantizar nuestra supervivencia. Tan bajo nos ha traído. El capitalismo, de ser en un tiempo un obstáculo al verdadero progreso de la Humanidad, pasó a convertirse, cada vez más, en una amenaza para su propia existencia (guerras mundiales, carrera armamentística nuclear, despilfarro gigantesco de recursos, contaminación, cambio climático, crisis energética, alimentaria, guerras genocidas…).

El petróleo y los fertilizantes han permitido la expansión demográfica del siglo XX y en particular tras la II Guerra Mundial. Pero como esos recursos son limitados (también otros) y se irán agotando muy rápido y pronto, esa población se hace insostenible para el planeta y en un gravísimo problema social y político de muy difícil gestión.

El problema de la sobrepoblación es como un elefante en medio de la habitación. Si no lo mencionamos nosotros con nuestros criterios, antes o después inevitablemente, lo harán quienes menos contemplaciones tendrán (las élites capitalistas y fascistas genocidas) y con su iniciativa, nuevamente nos habrá tomado la delantera y ganado por su “realismo”, presentando ya sus alternativas, frente a nuestra incapacidad para ofrecer ninguna solución, o mitigación siquiera, por nuestro “buenismo” negacionista, habiendo quedado, una vez más, desbordados y a la defensiva.

Quizás necesitemos una especie de panel internacional de científicos (como el IPCC) para estudiar el asunto de la población y los fertilizantes, pero sin que sufran el filtro político de los Estados burgueses como ocurre ahora con las conclusiones y recomendaciones del IPCC.

Si esto de los fertilizantes tuviese, no ya una solución, no ya una mitigación, sino al menos posibles tratamientos paliativos, como en el caso del calentamiento global, no podrán ser el resultado de medidas improvisadas, sin antelación de muchos años, de un día para otro y se terminó el problema. Todo lo contrario. Sería una tarea prioritaria mantenida durante décadas. Y desde 1972 en que ya se anunció (en el informe al Club de Roma titulado “Los límites del crecimiento” de los Meadows y otros), llevamos ¡50 años de retraso!, perdiendo los mejores para haber ido tomado grandes medidas. Y con muchísimo más negacionismo, pacto de silencio y negligencia criminal que con el cambio climático. Lo que ya estamos sufriendo con las evidencias del calentamiento global, no debía haberse atajado el año pasado, o el anterior, ni siquiera hace un lustro, sino hace décadas y radicalmente, pero entonces, para muchos, supuestamente no había problema o no era tan grave, o no tan urgente tratarlo; esto es como creer que tenemos un problema sólo cuando nos hemos estrellado contra un muro y abierto la cabeza, y no cuando, previamente, hemos perdido el control del vehículo. Por eso, no podemos atrasarlo más, para cuando las posibilidades de controlar algo con criterios humanitarios se desvanezcan.

Si esto se comprende en su verdadera dimensión, no costará nada entender que, por ejemplo, la supervivencia de los catalanes, vascos, gallegos, no depende para nada de crear un Estado independiente; la del conjunto de los españoles, de tener un gobierno de izquierdas o de derechas, monarquía o república, de estar o no en la OTAN; a las mujeres, de librarse de la violencia machista, etc.; a gays, lesbianas, etc., de salvarse de las agresiones. La supervivencia de todos/as depende de algo infinitamente más básico que ya está en gravísimo peligro aunque todavía no se evidencie claramente: la alimentación pendiente de los fertilizantes.

Cuando la causa del encarecimiento de la energía y los alimentos, y de todo, no está en una política monetaria que haya puesto en circulación demasiado dinero, provocando que éste baje su valor real, y se compense con un aumento de los precios nominales, entonces la solución no puede estar en simplemente exigir aumentos de salarios, si la causa es un encarecimiento (al margen inflación) de los costes reales en la producción de la energía (su escasez geológica, más trabajoso extraerla…), también de ciertas materias primas para fertilizantes (fosfatos de roca), y de la producción de otros (dependiente de la energía, como los nitrogenados, a partir del amoniaco, a su vez del gas natural). Si hay una escasez inevitable de algo, no aumentará por el hecho de que suba de precio y de que lo hagan también los salarios, ni lo solucionará una mayor inversión. Si una sequía brutal echa a perder una cosecha, el mercado, el dinero, ni en forma de inversión, de precios, ni de salarios, podrá hacer que la mala se convierta en una buena cosecha.

Esto quiere decir, que los problemas reales a los que nos enfrentamos tampoco pueden abordarse con las estrategias y tácticas habituales del movimiento obrero, del sindicalismo.

Si las consecuencias del cambio climático (escasez de agua, daños a la agricultura, desplazados climáticos…), influirán en el surgimiento de guerras, ¿qué decir cuando esté directamente en peligro la alimentación mundial también a cuenta de los fertilizantes?. Añádase esto a la dinámica guerrera que viene manteniendo el imperialismo norteamericano por mantener su hegemonía contra Rusia y la expansión económica de China y que se agrava con los últimos acuerdos de la OTAN (NOTA 5) y tendremos delante unos escenarios a cuál más terrible.

Así que LA VERDADERA CUESTIÓN DE NUESTRO TIEMPO ES: ¿seremos unos SUICIDAS por nuestra elección absolutamente IDIOTA de dar prioridad política a lo que ya no puede tenerla, a lo que sólo puede distraer nuestra atención y escasas fuerzas, facilitando así que sean otros (los capitalistas, sus Estados, los fascistas y “demócratas”) quienes gestionen el mega-problema mirando ante todo por sus propios intereses ajenos a los nuestros y a los de la inmensa mayoría de la Humanidad? O por el contrario ¿comprendemos que, así como el cambio climático es una cuestión crucial para nuestra supervivencia, también lo es la de los fertilizantes que hacen posible la agricultura capaz de mantener ahora a miles de millones de personas?.

Adelanto que, visto el grado de imbecilidad social y política (calidad Premium) del que hemos hecho gala durante las últimas décadas, también en la clase trabajadora y sectores populares, con nuestro cortoplacismo y miopía, nuestras prioridades totalmente desnortadas, no apuesto nada porque seamos capaces de hacer algo sensato y eficaz al respecto. Pero me siento en la obligación moral de plantearlo, pues si todavía nos quedase alguna probabilidad de salvarnos, pasa inevitablemente por sacar este asunto ya totalmente a la luz pública, al debate de millones de personas, a la agenda política, evitando que lo secuestren y manipulen quienes lo utilizarán contra nosotras/os.

Si no tomamos nosotros el asunto en nuestras manos, ellos lo irán administrando cuándo y como quieran. Planteando que si la culpa la tiene Putin con la guerra (¡como si el mega-problema no hubiese sido previsto ya en 1972, en 2009, etc.), que si el problema es coyuntural y debemos sacrificarnos temporalmente, que si esto, que si lo otro, metiéndonos poco a poco en el redil en el que a ellos les interesa encerrarnos, tanto explicativo como de “soluciones”: una trampa.

Creo que más clara no se puede ser. Otra cosa es que tú quieras tomarte en serio lo que te digo. Como ejemplo, y en el peor de los casos, para tu vergüenza, te diré que quien está exponiéndote esto no es ninguna experta, diplomada…, en cuestiones de agricultura, fertilizantes, etc. Salvo porque para mi supervivencia dependo de los alimentos, soy una persona totalmente ajena a ese mundo, y mis conocimientos vienen exclusivamente de la curiosidad intelectual (empezando por leer el artículo de Vaccari en una revista muy seria de divulgación científica). Así que parto de ser una persona tan ignorante como puedas serlo tú, e incluso con muchos menos recursos (sólo sé el español). De modo que no tienes ninguna excusa para “escaquearte” con un “no sé, no me aclaro…”, etc. ¡“Ponte las pilas” y usa internet para algo más de lo que vengas haciendo!. Hay una cosa que se llama responsabilidad personal, y que no nos permite estar “echando balones fuera” cada vez que no nos resulta cómodo asumir algo que nos corresponde. Además, sea cual sea tu género, sería del género idiota dejar que algo de lo que dependerá tu supervivencia y la de las personas que estimes, quede en manos de quienes pueden ser tus enemigos.

Y cuando hablo de responsabilidad personal no me estoy refiriendo a la misma responsabilidad que nos quiere atribuir la clase capitalista y sus Estados burgueses cuando echan la culpa de todos estos problemas a “la actividad humana”, por lo que debiera repartirse per cápita entre al menos todos los adultos del mundo, también los fallecidos. No. Esa actividad humana se ha dado en unos términos muy específicos que tienen nombre y apellidocapitalismo y Estado burgués.

Claro está que los capitalistas (burguesía) no tienen como meta de su vida provocar el calentamiento global, las crisis mundiales, las guerras mundiales, la crisis de la energía, las hambrunas, la extinción… Seguro que, de poder elegir, preferirían que nada de eso ocurriese. Pero basta con que cabalguen la dinámica capitalista que exige la persecución del beneficio mercantil, para que todo lo demás venga por añadidura, en una clara relación de causa y efecto. Y si, por su parte, le añaden un plus de celo, peor. Cuando su dios, el capital, reclama sacrificios, no se “escaquean”, asumen su responsabilidad y le ofrecen “austericidio” de masas, o una represión genocida (como en Indonesia, 1965-6, un millón de muertos; véase en Recursos para profundizar de mi artículo https://kaosenlared.net/nuestra-crisis-analisis-sin-anestesia/, también en la Nota 7 de mi  https://archivo.kaosenlared.net/antifa-el-manual-antifascista-de-mark-bray-propuesta-y-recursos/) o una guerra, si es a lo grande, mundial.

Nuestra responsabilidad es precisamente la que no quieren que asumamos: la de conocer la realidad y oponernos a la sociedad capitalista y sus Estados. A esa me refiero ante todo.

Si no empezamos por asumir que durante décadas hemos sido irresponsables y hemos estado haciendo el imbécil (social y políticamente; globalmente, sin entrar en quiénes menos, más, o se han “pasado de listos”), no tendremos siquiera el nivel de autocrítica necesario para darnos cuenta de que es vital un cambio radical en nuestras prioridades y nuestro rumbo, y eso nos llevará directamente al SUICIDIO (la GPS, Generación Políticamente Suicida)

Habiendo dejado esto lo suficientemente claro, paso ahora a exponerte algunas informaciones y fuentes importantes, obtenidas con sólo un paseo por internet. Es decir, que si te responsabilizas un poco en el asunto, seguro que por ti mismo/a encontrarás informaciones incluso más importantes que éstas. Esto pone también en evidencia, una vez más, que tantísima gente en los aparatos de sindicatos, grupos y organizaciones políticas, dedicados a investigar, escribir, tienen sus prioridades equivocadas para lo que son las verdaderas necesidades y tareas de la Humanidad. Si crees que puedes depender de ellos para orientarte, estás ignorando que ninguno de ellos ha escrito artículos como los míos sobre el problema, y eso que yo solo soy una persona, no un grupito, y que no tengo la menor especialización al respecto. Lo repito ¡tan ignorante como puedas serlo tú, pero contando, como tú, con internet, para explorar e investigar, y asumiendo mi responsabilidad, no dejándola en manos de quienes no lo harán!.

IV.- SI NO QUEREMOS UNA POLÍTICA ESTÉRIL, TENGAMOS EN CUENTA los FERTILIZANTES. Un poco de divulgación.

Los fertilizantes nitrogenados son fundamentales para obtener las cosechas que necesitamos. Dependen sobre todo de la producción de amoniaco, que a su vez depende del suministro de gas natural (metano).

«Thyssenkrupp agrega que el 80 por ciento de todo el amoníaco producido se utiliza en fertilizantes, y que los fertilizantes son necesarios porque no todos los suelos proporcionan a todos los tipos de plantas los nutrientes que necesitan para las sólidas demandas de crecimiento de la agricultura, además de la lixiviación y el desplazamiento de nutrientes causado por la cosecha.»

«AlChE, una organización profesional para profesionales químicos, expresa el asunto en términos sombríos: “La producción de amoníaco se ha convertido en una de las industrias más importantes del mundo”. “Sin el rendimiento de los cultivos que es posible gracias a los fertilizantes y productos químicos a base de amoníaco, la población mundial sería al menos de dos a tres mil millones menos de lo que es hoy”.»    https://es.visiontimes.com/2022/07/30/amoniaco-alemania-basf.html   Hay estimaciones todavía muchísimo más alarmantes.

«El asunto es que “el amoníaco se fabrica casi exclusivamente a partir de gas natural, consumiendo alrededor de 170.000 millones de metros cúbicos (4% del consumo mundial de gas). La excepción es China, donde la producción de amoníaco se basa principalmente en el carbón”» https://todoelcampo.com.uy/2022/08/agencia-internacional-de-energia-subas-de-precios-de-fertilizantes-se-explican-por-los-precios-de-la-energia/  . Y ya sabemos que el carbón es un importante agente en el calentamiento global.

Cuando se dice que la producción de amoniaco consume el 4% del gas natural, parece un porcentaje pequeño, que no debiera verse afectado, pero no es así, pues una reducción de la oferta de gas natural y su encarecimiento, enseguida la acusa la producción de amoniaco y fertilizantes nitrogenados en el aumento de los costes, llegando al punto de paralizar la producción, como ha ocurrido últimamente en muchos países.

«Las subas de precios que han tenido los fertilizantes se explican en buena parte por los precios de la energía, en particular en el caso de los abonos nitrogenados. “El gas natural a menudo representa del 70% al 80% de los costos operativos de producción de amoníaco y urea, lo que resulta en una estrecha correlación de precios. En los últimos meses, las plantas de fertilizantes nitrogenados han anunciado cierres temporales por la espiral de costos, principalmente del gas natural”.»  https://todoelcampo.com.uy/2022/08/agencia-internacional-de-energia-subas-de-precios-de-fertilizantes-se-explican-por-los-precios-de-la-energia/

Si exploráis por internet os encontraréis con un montón de información más o menos en la misma línea y sus consecuencias para los agricultores, sobre todo los de los países pobres, que no saben cómo afrontar esos aumentos de costes cuando además los intermediarios les ponen límites a sus precios.

El problema de fondo no es el de asuntos como la guerra en Ucrania, las tensiones con Rusia o con Argelia, etc., sino que el gas natural, como el petróleo, el carbón útil, el uranio, están llamados a desaparecer como algo explotable y útil para nosotros. Antonio Turiel, en su libro “Petrocalipsis. Crisis energética global y cómo (no) la vamos a solucionar (2020,   https://www.editorialalfabeto.com/item/es/157-petrocalipsis/ ), estima que el cénit o pico máximo en la extracción del gas natural estará por el 2030 (tal vez antes), y recordemos que, de momento cuando menos, es fundamental para la producción de los fertilizantes nitrogenados. Después de llegados a su punto más alto de producción, por razones fundamentalmente geológicas, empieza a descender la producción, a hacerse más difícil, más costosa y por la relación entre oferta decreciente y demanda que se mantiene, suben también los precios, a lo que deben añadirse todos los juegos especulativos en los que siempre anda metida la burguesía.

Para no andar dando más vueltas con informaciones de prensa, recurramos a la que se supone debiera ser la fuente más seria sobre el asunto, la de la FAO, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (o sea, la FAO, de la ONU).

Para encontrar documentación relativa al problema de los fertilizantes: https://www.fao.org/common-pages/search/es/?q=fertilizantes  y a la derecha, Sort by , dadle a Date (ordena por fecha, comenzando por los más recientes)

Sin complicar mi búsqueda, he dado con dos documentos muy recientes sobre el tema.

El titulado “Novedades en los mercados mundiales de fertilizantes CCP 22/INF/7”  y en su interior con el encabezamiento de “Comité de problemas de productos básicos. 75ª reunión. Roma 13-15 de julio de 2022. Evolución de los mercados mundiales de fertilizantes” https://www.fao.org/3/nj408es/nj408es.pdf   .  Viene a repetir en gran parte el previo, titulado “El mercado mundial de fertilizantes: balance de la situación de un mercado en dificultades” 9 de marzo de 2022. https://www.fao.org/3/ni280es/ni280es.pdf

Transcribiré parte de las informaciones que contienen, las que me parecen más pertinentes a este artículo.

“Los fertilizantes, a través de las proporciones adecuadas de nutrientes de nitrógeno, fósforo y potasio aplicadas al suelo, son fundamentales para aumentar la productividad de los cultivos,”

La urea es un fertilizante nitrogenado. La situación se está agravando, porque si hasta ahora de los tres fertilizantes (nitrogenados, fosfatados, potásicos), la potasa no sufría subidas de precios, ahora sí, y en vertical. De modo que tenemos ya problemas con todos.

Para hacerse una idea de la importancia de los fertilizantes nitrogenados, extraigo de un cuadro, el porcentaje de descenso en el rendimiento de las cosechas que supondría la privación de ese fertilizante en diversas plantas cultivadas:  maíz (reducción del 41%), arroz (27%), cebada (19%), sorgo (19%), trigo (16%), soja (0%)

Y el documento añade: “Por supuesto, si se hubieran tenido en cuenta los efectos de otras aportaciones de nutrientes, como el fósforo y el potasio, las reducciones de rendimiento estimadas en todos los cultivos habrían sido mucho mayores. Una advertencia que surge del Cuadro es que la medición de las respuestas de rendimiento depende de otros factores, como los niveles variables de fertilidad del suelo, las condiciones climáticas, las rotaciones de los cultivos y los cambios en las prácticas de producción que afectan la eficiencia en el uso de los nutrientes.

Con el telón de fondo del encarecimiento de los fertilizantes, el Cuadro 1 también permite comprender cómo se influye en la adopción de decisiones de los agricultores, a saber, qué cultivar, cuánto cultivar y el grado de aplicación de los fertilizantes. Impulsadas por la maximización del beneficio, sus decisiones tienen enormes consecuencias posibles para la seguridad alimentaria mundial.”  (la negrita es mía).

“Ya se han manifestado algunos efectos inmediatos de la actual escasez de fertilizantes. Aparte de los precios generalmente elevados, los fertilizantes ya han dejado de estar disponibles en el mercado, dado que numerosas plantas de producción, que se enfrentaban a márgenes negativos, tuvieron que detener la producción. Los precios del gas no solo eran demasiado elevados para poder explotar de forma rentable las plantas de urea, sino también para poder utilizar la calefacción en los invernaderos, sobre todo en Europa, lo que podría afectar la oferta de frutas y hortalizas en el primer semestre de 2022. Se espera que los precios de estos productos sigan siendo elevados o incluso se incrementen aún más, lo que aumentará las presiones inflacionistas ya manifiestas sobre los alimentos.”

“La creciente necesidad de ingredientes de nitrógeno y fósforo para usos no agrícolas podría ejercer una presión adicional sobre los precios. Por ejemplo, en lo que respecta al nitrógeno, el amoníaco de calidad industrial se utiliza ahora en grandes cantidades en los convertidores catalíticos de los motores diésel. El aumento de los precios del amoníaco ya ha desembocado en una escasez casi generalizada del aditivo necesario (“AdBlue”). Del mismo modo, el uso de fósforo para fabricar baterías de iones de litio podría significar que una cantidad cada vez mayor de este ingrediente se desviará del mercado de fertilizantes.”

“Los elevados precios de los alimentos y la energía son regresivos para los consumidores pobres. En la Figura 7 se clasifica el gasto de los consumidores en alimentos, así como en combustible, agua y vivienda en los países más expuestos a grandes porcentajes de gasto en estas categorías. Incluso en 2017, cuando los precios de los alimentos y el combustible eran bastante bajos, los hogares de 30 países destinaron el 60% o más de sus ingresos a sufragar estas necesidades. Las estimaciones preliminares para 2021 indican que otros 23 países se han unido a este grupo y que los porcentajes medios de gasto de los hogares en estos 53 países (30 más 23 países nuevos en 2021) han pasado del 62 % en 2017 al 69 % en 2021. Para muchos consumidores, esto puede significar una disminución de las cantidades o de la calidad del consumo de alimentos, o ambas cosas, y por tanto mayores niveles de hambre y malnutrición, o menos dinero para destinar a otras necesidades como la salud y la educación. El recorte de estos importantes gastos podría llevar a las comunidades a un círculo vicioso de creciente inseguridad alimentaria y pobreza, con efectos potencialmente irreversibles.”

La FAO propone medidas a corto, medio y largo plazo. Lo que echo de menos es la comprensión de que se va a producir sí o sí un descenso en la disponibilidad del gas natural, y que también acabará ocurriendo con el fosfato de roca, hasta niveles catastróficos. Pero no me extraña después de haber visto el informe de demografía-ficción de la ONU sobre la evolución de la población mundial para este siglo XXI, que ya he denunciado en artículo previo (https://kaosenlared.net/poblacion-mundial-colapso-capitalista-y-la-onu-negacionista/ )

“Fomentar una producción de fertilizantes más asequible y ecológica, basada en energías renovables. Promover la producción de fertilizantes ecológicos, especialmente el amoníaco verde, en sustitución de las materias primas energéticas tradicionales, como el gas y el carbón, por la energía solar, la eólica y el hidrógeno.”    “promover la eficiencia en la utilización de los fertilizantes y el estiércol.”.  “Es necesario reconocer que el aumento de los precios de los combustibles fósiles inducido por las políticas destinadas a mitigar el cambio climático también implica un aumento de los precios de los alimentos para los consumidores pobres. Canalizar los ingresos de la recaudación de impuestos sobre el carbono hacia los consumidores pobres en recursos.”

¿Cómo se puede concretar eso? ¿A qué escala? ¿Con qué eficacia? ¿Qué se puede hacer realmente?. Muchísimos problemas que no podemos dejar en las manos del “mercado” ni de los Estados burgueses. Ya hemos visto su capacidad de previsión y de medidas eficaces desde 1972.

He leído algo, pero todavía no tengo la suficiente información, ni criterio para plantearlo públicamente (NOTA 6). Yo no sé qué es lo que a estas alturas se puede hacer, teniendo en cuenta además que entramos en el colapso del capitalismo con una clase trabajadora y sectores populares extraordinariamente desorientados y débiles, tras década haciendo el imbécil políticamente, echando a perder grandes oportunidades para fortalecernos y sufriendo derrotas tras derrotas (NOTA 7).

Pero lo que sí que tengo claro es que si algo debe hacerse no es en la dirección en la que tradicionalmente se ha venido haciendo y hasta ahora mismo, y que este mega-problema de los fertilizantes, como ya lo es el del cambio climático, debe ponerse a la cabeza de la agenda política de masas. Debemos asumirlo como en otro momento también se hizo contra la instalación de centrales nucleares, por ejemplo.

No se puede dejar este asunto en manos de los especuladores capitalistas, las rivalidades entre Estados burgueses y los tecnócratas que tratan este problema social y político como si fuese algo “técnico”, de “gestión”, “gobernanza”. De lo contrario, seguiremos haciendo todo lo posible por nuestro suicidio. Ya no caben contemplaciones en esta cuestión; hay que llamar a las cosas por su nombre; no hay que consentir lo más mínimo la autocomplacencia y la autoindulgencia que sólo contribuyen a nuestra autodestrucción.

Dicho esto. No quiero fomentar falsas ilusiones. Por mucho que hagamos, lo más probable es que ya lleguemos tarde porque materialmente sea imposible una solución para todas/os (como seguramente sobrepasaremos los 1,5 grados de media mundial en el calentamiento global y hasta los 2 grados y pasemos a 3 grados o más ¡una catástrofe, con gravísimas consecuencias en la población mundial!), y de ahí que sea inevitable el derrumbe más dramático y doloroso de la población mundial. Que siendo así, o que incluso siendo posible, dada nuestra extrema debilidad y estupidez política demostrada a lo largo de décadas, nosotros saquemos el problema a la luz, pero quien finalmente “se lleve el gato al agua” sean los capitalistas y, más en concreto, las fuerzas fascistas o similares, por ser las únicas capaces de imponer su alternativa, incluso con el apoyo de sectores muy grandes de la población que vean en eso la única “solución” factible, aunque sea a costa del genocidio de otros y la guerra (hasta mundial). Por eso es fundamental que NO saquemos el tema al público como si fuese un asunto sólo material, sino como un mega-problema político, social y existencial provocado por el capitalismo y sus Estados burgueses, con su dinámica de crecimiento exponencial contra los límites planetarios en recursos y sumideros, todo por su búsqueda del máximo beneficio y a corto plazo, y pese a existir ya advertencias desde la década de los 1970s. Un mega-problema cuyo abordaje debe poner en un primer plano las consideraciones de justicia social, y por tanto, sacrificios desiguales (empezando por quienes más pueden sacrificar, para comenzar, por su consumo). Si perdemos este encuadre, la batalla estará perdida desde el principio. Si tenemos en cuenta el nivel anticapitalista tan bajo existente pese a todo lo que ha ocurrido con el capitalismo y sus Estados desde el siglo XIX y en las últimas décadas (colonialismo criminal, guerras mundiales, carrera armamentística nuclear, despilfarro de recursos, calentamiento global, llevarnos al colapso), las probabilidades de que lo consigamos son mínimas. Pero si de entrada lo descartamos todo, es decir, nuestra resistencia, el resultado seguro será el peor posible.

Lo hemos venido haciendo rematadamente mal y eso tendrá ahora un peso y coste terrible incluso en el mejor de los escenarios imaginables. En política, los errores, la irresponsabilidad, la negligencia, la postergación (¡qué pereza!, mejor lo dejo para “mañana”), cuando son de la clase trabajadora y sectores populares, y muchísimo más en el capitalismo decadente, llegados a su fase terminal, en el colapso, se pagan con precio de sangre. No lo dudéis.

Por último. No dependáis de que ni yo ni nadie, se dedique a explorar y pensar sobre esto. Al final, “unos por otros, y la casa sin barrer”. Si adoptáis esa actitud, nunca conseguiremos tener fuerza para nada. Tomad iniciativas, por modestas que sean, pues siempre se empieza por algo, aunque sea pequeño. Por ejemplo, por PASAR ESTE ARTÍCULO A OTRAS PERSONAS, por copiarlo para un blog, etc.

NOTA 1.- Pondré un ejemplo real, muy importante y recientísimo que puede que ignoréis aunque todos los españoles/as debieran conocerlo perfectamente desde el principio (2012). La vigente súper ley austericida LOEPSF (2012), la encargada de aplicar la reforma del artículo 135 de la Constitución (2011, la “madre” de la ley), la de prioridad al pago de la deuda y bajarla al 60% del PIB a costa del austericidio de recortes sociales (salario indirecto: servicios sociales; y diferido: pensiones) y privatizaciones, tenía un punto débil muy importante: el escándalo de que estableciese (¡se mantiene sin rectificar!) el plazo para conseguir eso en el 1-1-2020 (sí, 1 de enero de 2020), que pronto se demostró imposible, cuando, además, el tratado europeo que regia (rige) este asunto y al que se remitía la LOEPSF era (es) el TSCG (el “padre” de la ley; también trasladado al Pacto de Estabilidad y Crecimiento) que ponía el plazo en 2033 como pronto. O sea, que la LOEPSF, ¡trece años antes!, ¡más papista que el Papa!, para acelerar a tope las medidas “austericidas” (al margen de si se cumpliese el objetivo del 60% para el 2020 o más tarde). ¿Qué sucedió?. Que salvo yo y alguna persona más (en especial, Roi Ferreiro), el resto de los españoles fue, políticamente, tan sumamente idiota (o se hizo el tonto, como Unidas Podemos, sindicatos, prácticamente todos los “revolucionarios”…) que fue incapaz de aprovechar esto como punto de partida para atacar el conjunto de la ley y al TSCG mismo contra el que ¡ni luchamos!, cuando sí que lo estaban haciendo los franceses y portugueses. ¡Vergüenza nacional!, ¿y luego hablamos de la “vergüenza torera”?. No me extiendo pues ya he escrito muchas páginas analizando todo esto (véase, para empezar, la parte dedicada a la lucha anti-austeridad en la parte II del artículo https://kaosenlared.net/ucrania-el-no-a-la-otan-no-justifica-el-apoyo-a-rusia-de-maestro-y-red-roja/ ; mi trilogía . https://kaosenlared.net/este-articulo-hara-historia-para-vencer/ , https://kaosenlared.net/nuestra-crisis-analisis-sin-anestesia/ ,   https://kaosenlared.net/union-europea-salir-reformar-otra-opcion-estrategia-para-vencer/  , además de una enormidad de informes y artículos desde el 2012 ).

NOTA 2.- Pese al riesgo de parecer una insoportable presuntuosa, creída de sí misma (no es así, soy muchísimo más consciente de mis limitaciones de lo que podáis creer, pero siempre le he “echado ovarios” a todo, para superarme), diré que tal vez ese rechazo por los fertilizantes por parte del ecologismo tenga que ver con que, desde que en agosto de 2009 descubrí el mega-problema de los fertilizantes de fosfato de roca, gracias al artículo de Vaccari en la revista Investigación y Ciencia, y escribí inmediatamente un artículo en kaosenlared.net, lo que siempre me ha sorprendido muchísimo es que no consiguiese encontrar apenas nada escrito en español sobre el asunto (sí, sobre el Sáhara occidental ex-español y los fosfatos), pese a que a mí me dio un susto de muerte y me dejó “tocada” para siempre. Así que llegué a pensar que igual Vaccari se había equivocado. Pero con el tiempo volví a explorar (también en la FAO de la ONU), encontré algunas cosas más, incluso ¡un estudio español!, y publiqué los resultados (2017). Y muy probablemente, aparte las agencias de información, haya sido la primera persona en España que haya publicado algo (con una reflexión personal y política) a los poquísimos días de salir este año el Proyecto “Our Phosphorus Future” (OPF). También es muy sorprendente que una persona destacada me haya dicho (14-6-2022, el mismo día de mi publicación) que, a solicitud de otra interesada en el tema de los fosfatos de roca y del fósforo ¡le había enviado mi estudio de 2017!. ¿No ha conseguido encontrar algo mejor?. Lo digo porque conociendo esa persona el problema de la alimentación mundial y sabiendo de mi enorme interés sobre el tema (es más, para que se acordase de mí al momento, como le escribía de vez en cuando, al comienzo de los correos me presentaba siempre diciendo: “Hola X, soy Aurora Despierta, la de los fosfatos”), me extraña que no haya aprovechado para decirme “y además le recomendé esto y lo otro que he hallado y que no sé si conocerás pero que es muy interesante”, cuando en alguna otra ocasión durante estos años, me ha citado alguna frase (corta) referida a los fosfatos publicada por algún otro importante autor español. No diré como el emérito “nos llena de orgullo y satisfacción”, sino más bien de vergüenza y frustración que, para recomendar, se deba recurrir a lo que publica una ignorante como yo, que se limita a entender, comentar y sacar conclusiones, sobre todo políticas, de lo que descubre en internet (siempre que se pueda traducir automáticamente del inglés). Y que lo que esa ignorante escribe tampoco haya servido como estímulo para que otros, con mucha más preparación y medios (para empezar, el conocimiento del inglés), publiquen algo mejor para un público no especialista (¡cuando menos, para especialistas, pero accesible en internet!). Admitiréis que esto no habla tanto a favor de mi intrépida curiosidad exploradora e iniciativa, como del deplorable estado en que el mundo universitario y especializado parece encontrarse en España en esta cuestión (la comprensión e investigación del problema de la escasez de fosfatos), al menos, perdóneseme si me equivoco, por lo que se puede encontrar sin tener que avanzar en decenas y decenas de páginas en los resultados de búsqueda de internet. Pero a estas alturas, visto tanto de tanto, en el campo de la ecología, no digamos ya de la política, incluso la ceguera y dogmatismo de los supuestos revolucionarios (pese a mi insistencia), ya me espero cualquier cosa, y que esta ignorante (porque lo soy) acabe como el tuerto en el mundo de los ciegos, siendo el rey (reina en mi caso). Ya podéis lanzarme patatas al escenario (las aprovecharé para la tortilla, pues caería en la contradicción de escribir estoy despilfarrar alimentos).

Pero tras desahogaros, si consultáis en internet por “Our Phosphorus Future” (OPF), con el buscador Duckduckgo comprobaréis (al menos así estaba el 21-8-2022, más de dos meses después de salir el informe a la luz) que los únicos resultados publicados originalmente en español son ¡mis artículos!, y con Google (en Noticias), otro tanto. Desde luego, no es la mejor señal sobre la sensibilidad ante esto tan importante. ¿Cómo es posible que en este país sea una ignorante la única que publique (al menos visible en internet) sobre esto?. Pues lo mismo que quien más y mejor analizó y sobre todo divulgó y peleo (todo, durante años, en kaosenlared.net) porque se luchase contra la súper-ley “austericida” LOEPSF y su “padre” el tratado europeo TSCG, fue esta ignorante en leyes y tratados (lo mismo que en inteligencia artificial, teología y antropología de la religión, agricultura, etc.). Un país que, pese a contar con “la generación mejor preparada de su historia”, en lo fundamental, sigue con aquello de “que inventen ellos”, “que piensen otros”, “que luchen otros” (contra el TSCG, franceses y portugueses; y los españoles, en medio, con los “brazos cruzados”, sin entender ni hacer nada pese a sufrir tanto). Antonio Machado escribió el poema “Españolito”, el de “una de las dos Españas ha de helarte del corazón”“una España que muere y otra España que bosteza”. Quien no se muere está bostezando para irse a dormir. Apenas hay nadie lo suficientemente despierto y preparado para hacer la tarea que toca en estos tiempos. ¿Sigues pensando que soy una arrogante, presuntuosa, creída de sí, o que de verdad tenemos un problema de lo más serio con esta España, los españolitos y “españolistos” (tampoco catalanes, ni vascos, ni gallegos, parecen haber publicado nada sobre esto como para salir en internet)?.

NOTA 3.- Fue otro mes de agosto, de hace trece años cuando a raíz también de la lectura del importante artículo “La crisis del fósforo” del científico David A. Vaccari, revista “Investigación y Ciencia” número de agosto de 2009 (edición española de “Scientific American”), pese a no tener yo “ni puta idea” del mundo de la agricultura, en tanto nadie más se hizo eco del asunto de los fosfatos, publiqué en kaosenlared.net (al menos ellos siempre han tenido el mérito de reconocer lo bueno), un artículo titulado “Agricultura mundial. Compra tierra y corre. Fósforo ¿hay futuro?. Hambre para hoy y mañana. ¿Qué agricultura?” (19-8-2009) que desgraciadamente ya no se localiza en la web (entre hackeos y cambios tecnológicos, han desaparecido muchos de los antiguos), pero que todavía se puede leer (lo copiaron) en     http://www.farmlandgrab.org/post/view/7087-agricultura-mundial-compra-tierra-y-corre-fosforo-hay-futuro-hambre-para-hoy-y-manana-que-agricultura   (asombrada porque esa organización de lucha campesina internacional, de la que yo ni siquiera tenía noticia de su existencia, me tuviese en cuenta, y siga conservando mi artículo; cosa de los grandes profetas/tisas, que no lo somos en nuestra tierra). La revista se puede descargar en pdf (artículo en página 24 y siguientes) en  https://qdoc.tips/investigacion-y-ciencia-395-agosto-2009-pdf-free.html  (dadle siempre al “download pdf” verde y esperad a que pasen los 60 segundos).

Como estaba inquieta con el tema, y extrañada de que pasado tanto tiempo desde el extraordinario aviso de Vaccari no se hablase públicamente del problema, lo retomé investigando por mi cuenta, de lo que resultó un informe que también publiqué en kaosenlared titulado: “Fósforo y fosfatos ¿moriremos por hambre o guerra? Investigarlo ya” (19-4-2017)  — Llamamiento e informe para la investigación del asunto de los fertilizantes de fosfato de roca que puede ser crucial para la Humanidad en las próximas décadas. Documento completo con gráficos, cuadros, etc., en el archivo PDF de 30 páginas. En la web  https://archivo.kaosenlared.net/fosforo-y-fosfatos-moriremos-por-hambre-o-guerra-investigarlo-ya/   Lamentablemente, la versión pdf ha desaparecido por cambios tecnológicos en la web. También incluido (sólo texto) en    http://plataformadistritocero.blogspot.com.es/2017/04/fosforo-y-fosfatos-moriremos-por-hambre.html    . La doctora Dana Cordell revisó sus previsiones y lo último que supe es que situaba la superación de la demanda sobre la oferta de fosfato de roca en la horquilla de los años 2035 a 2075 ¡para echarse a temblar, ya!.

Por fin, vuelta a preocuparme por el asunto, tras varios intentos fallidos durante unos años sin encontrar información nueva relevante, exploré un poco por internet y ¡bingo!, encontré un informe de una enorme importancia internacional, y ¡publicado la víspera!, así que estudié lo que pude (hasta lo que me permite el desconocimiento del inglés) y publiqué el artículo titulado:  “Fosfatos y fósforo. ¿Lo que nos faltaba? ¡Y que no nos falte!” (14-6-2022) Los fertilizantes de fósforo pueden convertirse en el talón de Aquiles de la Humanidad; otro peligro que se une a la subida de precios de los fertilizantes nitrogenados, de los alimentos, y la amenaza de hambruna a cuenta de Ucrania, más el cambio climático, y ser motivo para más guerras. Presentación del Informe del Proyecto “Our Phosphorus Future” (OPF) (Nuestro Futuro del Fósforo), del 9-6-2022. Llamamiento a su estudio y seguimiento del problema. https://kaosenlared.net/fosfatos-y-fosforo-lo-que-nos-faltaba-y-que-no-nos-falte/   . LLAMAMIENTO: ¿No hay nadie de quienes escriben para kaosenlared.net y que sepa inglés, que se atreva a estudiar los documentos de ese proyecto y explicárnoslos a quienes no sabemos?. Es de una enorme trascendencia, incomparablemente mayor que muchísimos de los asuntos sobre los que sí que se escribe y mucho.

NOTA 4.- Mi artículo  “Población mundial, colapso capitalista y la ONU negacionista” (11-8-2022) El informe de la ONU (11-7-2022) de previsiones sobre la población mundial para lo que queda de siglo, no tiene en cuenta las tremendas consecuencias del colapso del capitalismo y otros muchos factores, y por eso contribuye al negacionismo, a nuestra imprevisión, mayor vulnerabilidad a la catástrofe y a que las élites capitalistas (nos han traído a esta situación extrema), sigan tomando decisiones contrarias a los intereses de la Humanidad. En general la escasez de energía, pero sobre todo la escasez de gas natural y fertilizantes (nitrogenados y de fósforo) es lo que nos meterá en la inclinada pendiente al derrumbe total de la población mundial ya para este siglo, muy posiblemente ya desde 2030 (si no antes). Esto agudizará la competencia, multiplicará las posibilidades de dictaduras feroces, de guerras (mundial y hasta nuclear), hambrunas, genocidios gigantescos y extinción. Esto no es sensacionalismo ni catastrofismo gratuito. Si las previsiones materiales son correctas (nada apunta de momento a su revisión), serán como las del impacto con la Tierra de un enorme asteroide con rumbo de colisión (tan inalterable como la ley de la gravitación universal y el paso del tiempo). Todo lo que no tenga esto en consideración, será fantasía evasiva de la realidad. Ten valor y compruébalo  https://kaosenlared.net/poblacion-mundial-colapso-capitalista-y-la-onu-negacionista/

NOTA 5.- El video más reciente de Andrés Piqueras tratando este asunto https://kaosenlared.net/andres-piqueras-la-crisis-del-capital-alcanza-su-fase-belica-total/  . El video también se puede ver y descargar (ponedlo en marcha, sobre la imagen, ratón derecho, Guardar video como mp4) en https://www.vidoevo.com/videosearch.php?q=Andr%C3%A9s+Piqueras%3A+la+crisis+del+capital+alcanza   (arriba del todo, el primero a la izquierda). Andrés Piqueras “De la decadencia de la política en el capitalismo terminalUn debate crítico con los “neo” y los “post” marxismos. También con los movimientos sociales” (El Viejo Topo, 16-2-2022, Barcelona, 600 páginas). La presentación del libro   PRESENTACIÓN DEL LIBRO: De la Decadencia de la Política en el Capitalismo terminal | Andrés Piqueras   https://www.vidoevo.com/video/ck9odDBEcWuRpUlN6TDg/presentacin-del-libro-de-la-decadencia-de-la-poltica-en-el-capitalismo-terminal-andrs-piqueras   —  una entrevista sobre el libro  https://www.vidoevo.com/video/LU4xdVRXcWuRpUnZPeDg/andrs-piqueras-el-capitalismo-ha-entrado-de-lleno-en-una-fase-de-guerra-total   .    El libro https://www.elviejotopo.com/libro/de-la-decadencia-de-la-politica/   —  https://tienda.elviejotopo.com/pensamiento/3502-de-la-decadencia-de-la-politica.html   —   Una entrevista del 3-5-2022  https://kaosenlared.net/entrevista-a-andres-piqueras-la-crisis-sistemica-del-capital-ha-llegado-a-su-fase-belica/  .   Antes de la publicación de su último libro, este video junto con Claudio Katz   El conflicto global capital-trabajo – Con Claudio Katz y Andrés Piqueras  https://www.vidoevo.com/video/QmlOS0hTcWuRpdXB6SFk/el-conflicto-global-capital-trabajo-con-claudio-katz-y-andrs-piqueras  ; en una conferencia  https://www.vidoevo.com/video/Zm5pRXJCcWuRpZFdFQUk/andrs-piqueras-infante-soberanismo-o-desproletarizacin   .    Artículos de Andrés Piqueras en  https://rebelion.org/autor/andres-piqueras/

A favor del libro: la guerra en Ucrania viene a confirmar las tendencias destructivas y belicistas que en él se indican sobre la evolución futura del capitalismo. Primera observación crítica: Piqueras dice que hay características de transición socialista en la economía china (página 193, y nota 19 de la página 190). En realidad todo eso no es más que Capitalismo de Estado, en combinación con el capitalismo privado. Tampoco los llamados países socialistas lo eran, sino diversas modalidades de capitalismo de Estado, una variante del capitalismo para su desarrollo en países atrasados, y una expresión también de la más general tendencia al Capitalismo de Estado en la decadencia del capitalismo.

Hasta ahora sólo he podido hacer una lectura muy limitada y además muy dispersa de su voluminoso libro. Puedo equivocarme, pero tengo la impresión de que Piqueras no es consciente de que ya entramos en el colapso (con un pie dentro, o a punto, es lo de menos), pero sabe de los problemas energéticos, de muchos recursos, del cambio climático.., del enorme riesgo del colapso (“la cada vez más difícilmente esquivable tendencia del capitalismo hacia su colapso” página 271) y de que el futuro para la Humanidad con el capitalismo terminal puede ser terrorífico, el de la extinción. En un video, leyendo una relación de amenazas y problemas, mencionaba con énfasis “el problema del fósforo”. No sé hasta qué punto es consciente de esto y de los fertilizantes nitrogenados, y del problema de la población mundial extralimitada ya. Ni siquiera de si establece la relación entre el pico del gas natural, como otro factor importante para la entrada en el colapso; ni nada en cuanto a las fechas probables, aunque sea en términos de década. En todo caso, hasta donde ha llegado ya es muy importante, a diferencia de otros marxistas que todavía andan muy lejos de eso. Cada cual sigue el ritmo que puede hasta asumirlo (yo misma puedo ponerme como ejemplo de evolución, no ejemplar, sino complicada).

Tengo la impresión de que su horizonte es el de que hay una lucha entre el capitalismo más financiarizado, especulativo, ficticio y parasitario, el de los EE.UU., cada vez más violento por mantener su hegemonía (gracias al dólar como moneda del comercio y las finanzas mundiales, su enorme poderío militar, que le permiten un endeudamiento colosal), y el capitalismo más productivo (clásico pero muy avanzado tecnológicamente) de China, visto como mal menor (¿al que habría que apoyar en alguna medida?), y el dilema de si China conseguirá imponerse (contra la agresividad norteamericana) antes de que se lo impida la crisis de los recursos energéticos, y si avanzará hacia el socialismo (como si quedase algo de eso allí gracias a la dirección del PCCh y el capital estatal, o lo hubiese habido alguna vez) o ya totalmente hacia el capitalismo. Pero insisto en que esto es sólo una impresión a falta de una lectura ordenada y completa de su libro. En todo caso esto no resta valor a lo que, por otra parte, entiendo que son contribuciones importantes.

Lo que lleva al capitalismo al colapso no es sólo la fuerte tendencia al descenso de la tasa de ganancia, “compensada” por las diversas modalidades de desposesión, endeudamiento gigantesco, capital ficticio especulativo, parasitario, que termina ahogando el propio proceso de acumulación de capital, y el peligro de crisis de sobreacumulación de capital sin poder sacarle provecho, expresado en la sobreproducción de mercancías sin mercado solvente capaz de absorberlas (también para China), sino antes que eso mismo y agravándolo -hará impracticable hasta el actual nivel de capitalismo industrial realmente productivo (representado sobre todo en China, “el taller del mundo”) y por tanto la plusvalía originada en la producción como base de los beneficios “sanos”, será la crisis energética (petróleo, gas natural, carbón, uranio…) y de recursos básicos como minerales, y fertilizantes, haciendo imposible incluso la actual reproducción de la fuerza de trabajo (lo básico, alimentarla) y por tanto, su explotación a la escala actual (en 46 años se le agotan a Rusia y China sus reservas fosfóricas, véase mi https://kaosenlared.net/fosfatos-y-fosforo-lo-que-nos-faltaba-y-que-no-nos-falte/ ). La falta de recursos afectará a la tasa de ganancia de dos formas: haciendo que las inversiones no puedan rentabilizarse (falta de materias primas o de coste inasumible, de consumidores solventes), y para aquellas que sí lo consigan, en menor medida debido al aumento de costes que no se compensan con un aumento de la productividad (el mayor coste en energía no es lo mismo que en una máquina más costosa pero que permite producir mucho más y más barato y que por tanto acaba resultando mucho más rentable, sobre todo si permite desbancar a la competencia).

En cuanto a la posibilidad de que el capitalismo, una parte del existente, consiga desarrollarse hacia la automatización y la inteligencia artificial y salvarse, incluso derivando en otra civilización que ya no sería capitalista pues no dependería de la plusvalía extraída al trabajo vivo asalariado, no sólo la veo altamente improbable por los problemas energéticos y de materias primas, y por la previa dinámica a la guerra que puede acabar con todo (guerra hasta nuclear) y de las complicaciones provocadas por el calentamiento global, sino que eso no impediría seguir hablando de cataclismo, pues como Piqueras dice, supondría que la casi totalidad de la población mundial ya le sobraríamos al capitalismo y a la burguesía, y no evitaría la degradación planetaria ya en curso.

Respondo así también a una comunicación personal de un amigo que me decía: “Precisamente hablar de “cataclismo” es lo contrario a hablar de colapso. Lo que colapsará será la forma precedente de la sociedad industrial. Esto es inevitable aunque solo sea porque solamente las grandes potencias capitalistas están en condiciones (económicas, políticas y culturales) de desarrollar las transformaciones masivas, que requieren de masas ingentes de capital, pero que en tanto aumentarán la productividad global les saldrán rentables a largo plazo y mejorarán su competitividad mundial.”.

El aumento de la productividad global, con disminución del trabajo vivo, sin suficiente demanda solvente (masas que no trabajan, empobrecidas), recurriendo todavía más al endeudamiento, impide a la larga la realización de la plusvalía y la acumulación del capital. Sólo puede salir adelante si el objetivo ya no es la producción de mercancías y la plusvalía sino la directa satisfacción de la vida de lujo de una ultraminoría y eso significa automatización, robotización total, inteligencia artificial a tope (peligro de una Inteligencia General Artificial, véanse mis artículos al respecto desde noviembre de 2019 y en 2020 en el previo kaos https://archivo.kaosenlared.net/autor/aurora-despierta/  ). Pero incluso esto se vuelve complicado con el declive del petróleo, gas natural, uranio. El cataclismo vendrá por la vía de la crisis alimentaria, cambio climático, guerras, genocidios, necesarios también para acabar con la población sobrante si se quiere pasar a una nueva civilización automatizada al servicio de una ultraminoría mundial.

No podemos apostar por la mayor probabilidad de esas hipotéticas salidas salvadoras para el capitalismo cuando lo que tenemos ya ante nosotros es muchísimo menos fashion, elegante, más salvaje, existencial, y contra eso debemos prevernos y prepararnos para luchar (¡si todavía podemos!). Si confiamos en que el capitalismo encontrará la solución en la energía nuclear a pequeña escala, la de fusión, sustitutos para los fertilizantes, etc., lo más probable (99%) es que nos equivoquemos del todo y que de paso hayamos perdido también la pequeñísima oportunidad que todavía nos quedase de salvarnos. ¿Por qué, sin mayores evidencias, vamos a confiar en ellos así y en la supuesta capacidad del capitalismo para superar sus crisis y en la racionalidad de la burguesía, cuando ya vemos lo que han hecho con el asunto del cambio climático desde 1980, que sólo fueron capaces de salir de la crisis de 1929 a cuenta de la II GM, la carrera armamentística nuclear, la crisis de los 1970 mediante el capital financiarizado y ficticio y el endeudamiento astronómico, los planes armamentistas y guerreros de los Estados miembros de la OTAN como forma de abordar el futuro, hasta traernos a la crisis energética y alimentaria, etc.?. Es como poner el rebaño de ovejas al cuidado de la manada de lobos.

Si elegí el término de cataclismo es porque reúne lo natural (cambio climático…), social, político (incluye lo militar) y final de expectativas, como se recoge en las acepciones del término que da la RAE: 1. m. Gran catástrofe producida por un fenómeno natural. 2. m. Gran trastorno en el orden social o político. 3. m. Suceso que altera gravemente el desarrollo o la expectativa de algo. Cataclismo en la bolsa de valores.  https://dle.rae.es/cataclismo?m=form , mucho para adecuado al caso que el de simple catástrofe  https://dle.rae.es/cat%C3%A1strofe?m=form

NOTA 6.- Por ejemplo, esto: “La producción de amoníaco depende de abundantes suministros de energía, predominantemente gas natural. Debido al papel fundamental del amoníaco en la agricultura intensiva y otros procesos, es deseable una producción sostenible. Esto es posible mediante el uso de pirólisis de metano no contaminante o la generación de hidrógeno por electrólisis de agua (o vapor) utilizando electricidad sin carbono de fuentes de energía renovable o energía nuclear. Esto sería sencillo en una economía de hidrógeno al desviar parte de la producción de hidrógeno del combustible al uso como materia prima. Por ejemplo, en 2002, Islandia produjo 2.000 toneladas de gas hidrógeno por electrólisis, utilizando el exceso de producción de electricidad de sus plantas hidroeléctricas, principalmente para la producción de amoníaco como fertilizante. [3] La central hidroeléctrica de Vemork en Noruega utilizó su producción de electricidad excedente para generar ácido nítrico renovable de 1911 a 1971, [4] requiriendo 15 MWh / tonelada de ácido nítrico. La misma reacción se lleva a cabo mediante un rayo, que proporciona una fuente natural para convertir el nitrógeno atmosférico en nitratos solubles. [5] En la práctica, el gas natural seguirá siendo la principal fuente de hidrógeno para la producción de amoníaco siempre que sea el más barato.” También explica opciones para recuperar el amoníaco de las aguas residuales. En  https://gaz.wiki/wiki/es/Ammonia_production

No me siento competente para discutir esto. Sólo apuntar que a cuenta del hidrógeno se ha inflado un globo de esperanzas infundadas que acabarán estallando. En todo caso, todo esto debe ser debatido públicamente sacando a la luz a la escala de masas el mega-problema de los fertilizantes, y entonces ver qué es lo que realmente se puede hacer.

Por donde se puede empezar es, por ejemplo, por dejar de despilfarrar tanta comida y alimentos, reducir el consumo de carne (sobre todo de vacuno) en los países ricos (excesiva e incluso nociva desde un punto de vista nutricional), pues la alimentación del ganado desvía enormes recursos agrícolas (incluidos fertilizantes) que podrían aprovecharse mejor si van directamente a los seres humanos, además de ser otro factor relevante en las emisiones de gases de efecto invernadero. Claro que, si eso se hiciese por la vía del encarecimiento, quienes pudiesen pagarla no se privarían de ella.

Pero no nos engañemos. Esto no basta ni de lejos para solucionar el mega-problema. Reducir el consumo pero aumentar la población, nos pondría en las mismas (sería algo parecido a la paradoja de Jevons https://es.wikipedia.org/wiki/Paradoja_de_Jevons   ), acabaría en la necesidad de una nueva reducción del consumo. Sin embargo, cuestionar el consumo sirve para empezar a orientar socialmente bien el mega-problema, en lugar de comenzar por lo más cómodo para los habitantes de los países ricos y los más ricos entre ellos, o sea, por plantear el control de natalidad para la gente de los países pobres (los que menos consumen), para los pobres del país, y cosas muchos peores. Lo cual no quiere decir que no vaya a ser necesario y urgente un estricto control de la natalidad, también en los países ricos, compensando a los más pobres con recursos para no depender de los hijos/as (como la asistencia a los enfermos y ancianos…) y haciendo posible que las niñas no vean su horizonte vital y de desarrollo personal limitado a la procreación desde muy jovencitas.

Si se pudiese reducir el consumo de gas natural en la generación de energía eléctrica (complicado cuando la sequía disminuye la producción de las hidroeléctricas), incluso en algunos procesos industriales, y hasta en los hogares (sustituir las cocinas a gas natural, por eléctricas), para reservar el gas a la producción de los fertilizantes nitrogenados ¿qué margen de tiempo y actuación nos daría eso si fuésemos capaces de aprovecharlo bien?. O es esto ¿la cuadratura del círculo, la mantita corta que si tapa por un extremo, destapa por el otro?. Pero tendríamos todavía, para venírsenos encima pronto, el problema más complicado de gestionar de los fertilizantes de fosfato de roca y el fósforo.

También se debería tener en cuenta “Por ejemplo, la sustitución del aporte de nitrógeno a la agricultura —actualmente basado en el obtenido industrialmente del gas natural— debería pasar, además de por un reciclado lo más completo posible del conjunto de nutrientes producidos y consumidos en cada lugar, por un uso masivo de interplantaciones de leguminosas y otros vegetales fijadores de nitrógeno atmosférico, posiblemente de tipo arbóreo o arbustivo, siguiendo ciertas técnicas de la agricultura tradicional y propuestas más actuales de la permacultura. Queda fuera del alcance de este artículo calcular el resultado potencial de esta sustitución a escala planetaria del gas natural por las leguminosas como la principal fuente de nitrógeno de nuestra especie.” Nota 39 del importante y muy valiente trabajo de Manuel Casal Lodeiro que no me cansaré de recomendar e insistir en pediros que leáis (pocas páginas) titulado “Nosotros los detritívoros”   https://www.detritivoros.com/ (ahí os podéis descargar o acceder a algunas ediciones). Sobre las leguminosas  https://www.ecologiaverde.com/que-son-las-leguminosas-2705.html ,   https://es.wikipedia.org/wiki/Fabaceae

Como tantísimas otras cosas (aunque súperwoman, no dispongo de varios brazos y cabezas como algunos dioses), tengo pendiente de leer el informe de Eduardo Aguilera y Marta G. Rivera “La urgencia de una transición agroecológica en España. Análisis de escenarios, estrategias e impactos ambientales de la transformación del sistema agroalimentario español, publicado por Amigos de la Tierra, junio 2022 (51 páginas), https://www.tierra.org/la-urgencia-de-una-transicion-agroecologica-en-espana/ . En esa web, explorad en sus informes  https://www.tierra.org/?s=informes , seguro que los habrá de interés.

Que nadie sea tan tonto como para pensar “pues seguro que en lo que está apuntando están las soluciones; no hay motivo para preocuparse tanto”, pues si así fuese, otra gente muchísimo más preparada que yo, ya lo habría dejado bien claro y no habría lugar para que otros que saben de lo que tratan, siguiesen dando la lata con un falso problema. En todo caso, siempre hay que distinguir entre lo que pueden ser soluciones técnicas, y su factibilidad social y política, que dependería de la oposición en particular de los intereses capitalistas, y de nuestras fuerzas, como se ha comprobado con lo del cambio climático.

El objetivo de limitar el consumo y la población humana no debe mirar únicamente por nosotros, pues no es cosa de calcular sólo cuántos humanos puede sostener el planeta, si es a costa de provocar la extinción masiva de especies vegetales y animales que pensemos no nos son imprescindibles para un medio ambiente útil a nosotros, al privarlas de espacio y recursos. Hay que encontrar un equilibrio. Ese problema tal vez se resuelva casi por sí solo, si terminamos por reducirnos a mil millones de habitantes en vez de los ocho mil que para finales de este año seremos (a propósito de esas cifras, véase en mi artículo https://kaosenlared.net/poblacion-mundial-colapso-capitalista-y-la-onu-negacionista/ ).

Ya veis que acabo planteando más preguntas que dando respuestas que no puedo. Pero el objeto del presente artículo no es el de hacer un diagnóstico detallado, ni ofrecer soluciones o el mejor modo de sobrevivir al tsunami del par reducción de recursos / población mundial sobredimensionada, cuestiones para las que no soy competente, sino precisamente impulsar la comprensión de la imperiosa necesidad un debate público de todas esas cuestiones, sin tabús, censuras, ni mentiras y, sobre todo, orientado con un criterio de justicia social no sólo a escala nacional, sino sobre todo mundial, lo que depende, no tanto de los expertos, como de nosotros/as.

Comprobaréis que, aunque me espero el peor de los escenarios, por sentido de la responsabilidad y de prudencia ante la posibilidad de que pueda estar equivocada (nada me gustaría más, aunque no lo creo), procuro explorar en agotar cualquier opción de no empeorar tanto. No se me puede tachar de derrotista, de “tirar la toalla” prematuramente. Pero, insisto, esto sólo será factible si muy rápido cambiamos radicalmente de chip mental: estamos ya en otra era, en un mundo que va en la dirección contraria a la que ha seguido desde el siglo XIX, de subir y subir, hemos llegado más arriba de nuestras posibilidades como especie y la caída será extremadamente dura, y para afrontar eso debemos cambiar totalmente las prioridades de la agenda política. Esto no es un punto más a añadir, en el último lugar de la lista (como algunas reivindicaciones, incluidas en un rincón de la edición completa –de cien páginas que casi nadie lee- del programa electoral, para cubrir el expediente, y que en la práctica se olvidan), a lo que hasta ahora hemos venido haciendo, sino algo que debe ponerse en el primer lugar de los objetivos y la lucha sostenida en permanencia.

NOTA 7.- Sobre la entrada en el colapso y cómo lo hacemos, véanse estos artículos míos: “Tarea prioritaria ante el shock del colapso” (1-8-2022)   La entrada en el colapso la hacemos del peor modo posible: con una clase trabajadora extremadamente débil. En estas condiciones, lo que tiene más probabilidades de emerger y vencer no es una alternativa progresista, sino el ascenso de alguna versión del fascismo o similar, cuya victoria termine por aplastarnos y condicionar todo el transcurso del colapso llevándolo a los peores escenarios posibles. ¿Qué hacer? Nuestra prioridad ahora no puede ser desarrollar los “botes salvavidas” que fácilmente puede robarnos o hundirnos la clase capitalista y su Estado burgués fascista o la guerra imperialista, sino impedir que eso pueda ocurrir. ¿Cómo? La propuesta, sin ilusiones, en el artículo, basada en un marco de pensamiento fundamental: “Es el capitalismo el que nos trae el colapso de la civilización industrial, el fascismo y el cataclismo (social, medioambiental, militar)”. https://kaosenlared.net/tarea-prioritaria-ante-el-shock-del-colapso/

“Impotencia, acuerdos OTAN, colapso y cataclismo” (1-7-2022) Un jalón de derrota sin promesa de victoria para nosotras/os, eso es lo que se expresa en los acuerdos de la OTAN en Madrid, que nos ponen en la rampa de lanzamiento al cataclismo militar del capitalismo terminal que se adentra en el nuevo tiempo, radicalmente diferente y peor, del colapso de esta civilización, a cuenta, para empezar, del próximo derrumbe de la oferta energética. Los acuerdos de la OTAN son el indicador, no sólo de una ofensiva brutal, sino de nuestra impotencia, de que la clase trabajadora ha cruzado su Rubicón, no a la victoria, sino a la derrota total y definitiva. De que el internacionalismo proletario, inexistente durante la década pasada en la lucha contra la austeridad, y en ésta, ante la guerra en Ucrania, está ausente totalmente cuando era imprescindible para impedir el colapso, o entrados en él, la deriva del capitalismo terminal al cataclismo (social, militar, medioambiental). La marcha a la guerra pasa a un primer plano con la entrada en el colapso. ¿Queda alguna esperanza?. Atentos a la imagen. Erratas. “como mucho” es “como poco”, “Cesar” es “César”.  https://kaosenlared.net/impotencia-acuerdos-otan-colapso-y-cataclismo/

“2025. El año que comenzó el colapso” (24-6-2022) Una rectificación del anterior y un aviso desesperado para que abramos los ojos ante la realidad que se nos echa encima ya, y el curso a la derrota más absoluta e irreversible para la clase trabajadora y la Humanidad. Errata. En el párrafo que empieza por China, donde dice “la reducción de emergería y ante” debe decir “la reducción de energía y ante”  https://kaosenlared.net/2025-el-ano-que-comenzo-el-colapso/

OTROS RECURSOS.- Aunque no tiene relación con el tema de este artículo, no quiero dejar pasar la ocasión para informar a quienes sepan apreciarlo, dónde se puede descargar gratis, legalmente y con extrema facilidad, todos los cuadernos y números especiales de la histórica y ya legendaria, colección editada en Francia en español, de los Cuadernos de Ruedo Ibérico, tan estimadísimos, sobre todo por la izquierda revolucionaria, durante los años del franquismo. Están en http://www.memoriademadrid.es/buscador.php?accion=VerFicha&id=227071&num_id=1&num_total=1

PARA LOCALIZAR los ARTÍCULOS que iré publicando, kaosenlared.net otra vez de vuelta, “mi página”  https://kaosenlared.net/author/aurora/  (ha cambiado desde el previo Kaos). También en los artículos desde mi nombre activado. Como último recurso, en el buscador de la web, escribid Aurora DespiertaLos artículos anteriores al hackeo del 7-10-2021, del histórico de kaosenlared.net ahora están en Hemeroteca (arriba, en la página de Portada o Inicio) y para localizar los míos de septiembre de 2021 a enero de 2015 la dirección es  https://archivo.kaosenlared.net/autor/aurora-despierta/  . Pero me parece que han desaparecido todos los archivos pdf adjuntos (algunos libros y artículos muy extensos con gráficos, etc.). Cuando en uno de mis artículos aparezca el enlace a alguno de aquellos tiempos, si es desde el 2015 hacia hoy, se modificará la dirección automáticamente al meterla en el buscador (puede que en el propio artículo ya se haya modificado). Si es anterior a ese año (2014 y hacia atrás), está en Hemeroteca y ahí en Old Kaos, y ahora se puede retroceder hasta el 7-11-2003. Ya no se puede buscar por el autor pues todos tienen como autor a “Autor De Old Kaos” (hasta esta numeración de página https://archivo.kaosenlared.net/category/old-kaos/pagina/8645/index.html ) y antes “Autor de kaos 2014” (https://archivo.kaosenlared.net/category/old-kaos/pagina/18011/index.html  y aumentando la numeración); aunque en los míos siempre aparece mi nombre en algún lugar. Pero parece que han desaparecido los artículos entre 12 febrero 2012 y 14 agosto 2009 (correspondiente a las páginas old kaos entre 8646 y 18010 –cuanto más antigua la fecha, más alto el número de página-, ambas inclusive no funcionan  https://archivo.kaosenlared.net/category/old-kaos/pagina/8646/index.html   y   https://archivo.kaosenlared.net/category/old-kaos/pagina/18010/index.html        ; aunque tampoco funciona la https://archivo.kaosenlared.net/category/old-kaos/pagina/18012/index.html pero si la previa y siguiente; en fin, efectivamente un poco caos a causa de hackeos y demás). Si no funciona el enlace antiguo, se puede escribir la dirección de modo que empiece por https://archivo.kaosenlared.net/  seguido se escribe el título teniendo en cuenta que las mayúsculas se sustituye por minúsculas, la ñ se sustituye por una n aunque a veces por un guión y que los signos de interrogación, admiración, paréntesis, comillas, punto, coma, punto y coma, dos puntos, no cuentan, como si no existiesen, y donde hay una letra con tilde se sustituye por un guión, y si la última letra de la palabra tiene tilde se sustituye efectivamente por un guión, pero en ese caso no hay que añadir otro guión para cumplir la siguiente regla de que todas las palabras se separan con un guión, y generalmente (no siempre) se termina añadiendo  /index.html . Así por ejemplo, un supuesto artículo que se titulase “¿Por dónde vienes?” para tener la dirección actual escribiríamos esto: https://archivo.kaosenlared.net/por-d-nde-vienes/index.html   Si partimos de la dirección primitiva, hay que modificarla, pero no basta con añadir o quitar, sino escribirla nueva desde el principio o pegarla en un archivo txt que borra toda la información interna de la url vieja (la simple modificación escrita de la url activa no la suprime) y ahí trabajarlo.

Como recomendada siempre, quienes os hubieseis descargado mi libro “Capitalismo: modo de vida decadente. Notas sobre estrategia y táctica” (20-10-2016) –  Libro, archivo PDF de 200 páginas  (https://archivo.kaosenlared.net/capitalismo-modo-de-vida-decadente-notas-sobre-estrategia-y-tactica/ , el pdf ya no disponible en la web), ahí tendréis las url antiguas de todos mis artículos hasta esa fecha (salvo alguno inicial, como “Siglo XXI, perspectivas”  https://archivo.kaosenlared.net/siglo-xxi-perspectivas/index.html   que no localizaba, seguramente por los problemas creados por los ataques hackers) y bastará con que las modifiquéis según lo explicado. El pdf alguien lo subió, con el título de decadcapitalismo-pdf1, a  https://esdocs.com/doc/2556163/decadcapitalismo-pdf1  No funciona la descarga, pero se puede dar a Imprimir y si tenéis para que eso lo convierta en pdf (creador de archivo pdf en forma de “impresora”), pues esperáis un ratito que lo haga y listo.

Antes de que desaparezca también el archivo pdf, descargaos éste “El Mayo del 68 real, contado a la generación 15M y del precariado” (11-5-2016)  con una cronología de los acontecimientos  — con versión PDF con imágenes,  —- La nueva dirección  https://archivo.kaosenlared.net/el-mayo-del-68-real-contado-a-la-generacion-15m-y-del-precariado/   El pdf ya no está en kaos, pero afortunadamente alguien lo subió a  https://docplayer.es/71591027-El-mayo-del-68-real-contado-a-la-generacion-15m-y-del-precariado.html   –  dad al Download que viene justo debajo.     También mi revisión de la teoría marxista de la plusvalía (por la izquierda, 9-1-2020) https://archivo.kaosenlared.net/plusvalia-y-ganancia-revision-urgente-de-una-teoria-necesaria/index.html   ; lo han copiado en https://www.asociaciongerminal.org/?p=6620 ; al final de artículo hay la opción de convertirlo en pdf, pero tiene un fallo, pues no incluye el primer párrafo.   En una línea totalmente aparte, un estudio mío muy serio y totalmente innovador en la materia, que os alucinará https://archivo.kaosenlared.net/divino-amor-iv-sacrificar-para-dios-a-los-hijos-primogenitos-en-la-raiz-del-cristianismo/index.html   (16-9-2021).

Dicho de paso. He comprobado que aunque el motor de búsqueda de Google se lleva la fama, no ha conseguido localizar en alguna web un poco rara documentos míos que sí el motor de búsqueda DuckDuckGo (símbolo del pato o ganso blanco con pajarita verde). https://www.dongee.com/tutoriales/que-es-duckduckgo/  . Y además es más respetuoso (o menos irrespetuoso) con la privacidad. Por algo lo usa obligatoriamente el navegador TOR.

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