¿QUÉ TIENE QUE VER EL TRIGO CON LOS INTERESES DE SU HIPOTECA?

¿Qué tiene que ver el trigo con los intereses de su hipoteca?

 

“Usted está aquí”

Intentando comprender la situación económica; la suya, la de todos, la de los precios, de los tipos de interés, los problemas energéticos, financieros, políticos, y esas cosas que “nos pasan”.

Es curioso que los premios Nobel de economía nunca premian a economistas que hacen análisis marxistas de las economías. Y que en las facultades no se enseñen en profundidad esas formas de analizar economía. Análisis, no recetas, ojo.

Han sido ellos lo que han ido señalando mejor que los “liberales” las fallas y “crisis” del capitalismo. Los primeros que apuntaron que las crisis son consustanciales. Y eso de cuando la economía era mayormente productiva.

Este texto NO va de hacer un análisis de esos. Vamos allá.

Situación actual: la economía (nos han hecho creer, nos han impuesto, nos han regulado/legislado a las sociedades OCDE) depende de las finanzas.

(Quédese con esta idea, #palfinal)

A los bancos tiene que irles bien, al capital financiero tiene que irle bien, el capital financiero tiene que crecer siempre para que haya inversión, consumo y todas esas cosas que nos hacen felices y que vivamos mejor. (Ironía)

Nos han hecho creer que si el mundo de las finanzas no funciona correctamente, la economía se derrumba. Que si quiebran los bancos, los fondos de pensiones y demás instituciones del dinero, nos morimos.

Basamos el funcionamiento del dinero en el rendimiento del propio dinero. El dinero debe producir más dinero. Y para ello inventamos los intereses y la inflación. Inventamos el valor monetario de todo, y con ello, lo medimos todo.

Es una trampa lógica creer que los intereses justifican la inflación y que la inflación justifica los intereses. La misma que creer que el dinero tiene que producir dinero si o si. Es fe, no lógica.

El dinero no produce dinero por si solo. El dinero no crea riqueza. El dinero, en forma de deuda, es lo que fuerza a quien lo debe a generar, con su tiempo, trabajo y energía, a crear riqueza para pagar la deuda y sus intereses.

Esa forma de funcionar nos ha hecho crecer bastante en los dos últimos siglos. Crear dinero, invertir dinero, prestar dinero, ha permitido comprar tiempo: desde comprar casas hasta pagar estudios; y en general, “expandir la economía”.

Hasta ahora eso iba funcionado. Con sus crisis, sus recesiones, sus ciclos expansivos y de consumo, de producción y reconversiones, y en general, de acople entre la economía productiva y la economía financiera.

Pero, si se paran un momento y echan la vista atrás, para observar detenidamente la trayectoria de la Economía, podrán ver algo curioso e importante. En los últimos 50 años se produce un “desacople” del capitalismo financiero del industrial.

La informática y la revolución de las tecnologías de la información, desde los 70, han permitido al capitalismo financiero crecer fuera del mundo real, de los “papeles”, “del dinero en metálico”. Crecer sin límites.

No hasta límites insospechados, no. Literalmente, sin límites. Y eso, que parece bueno para quien ha accedido a esa riqueza financiera, en realidad se ha convertido en el punto más débil y peligroso de todos.

Desde “la crisis del petroleo” del 73 (una “crisis” real, material, por joderse un elemento fundamental de las “ecuaciones económicas”), si se fijan, todas las demás “crisis” han sido inmateriales.

Esto es, de impago de deudas.

Solo recientemente, con la pandemia, hemos vuelto a observar un fenómeno(chungo) en la economía que ha dependido de la realidad material.

Todos los demás, han sido “crisis de apuntes contables”. Es decir, de datos falsos: alguien se quedaba sin cobrar. “Crisis”. Ya 🤨🙄.

Modificando las reglas cuando ha sido necesario y creando más deuda, expandiendo la economía financiera, hemos ido capeando una tras otra. Sobre la base del rendimiento del capital (una fe, religión en si misma), hemos ido tirando.

Se dice mucho que en la economía es importante la sicología. Yo diría que lo que la mayoría entiende por economía no es más que sicología. Creencias. Estados de ánimo. Esperanzas. O no. En realidad, la economía son leyes y contratos. Y grano.

Hemos creado y creído en una economía financiera sin límites, que actualmente supera en “volumen” y tamaño en un porrón de veces a la economía industrial, a la de las cosas materiales.

Basada en la capacidad de endeudarnos y en “la fe” en el pago de la deuda.

Pero, como usted estarán apreciando y sintiendo, en estos momentos tenemos algunos problemillas. Parece que esto “no crece”. Parece que no tira. Parece que no rinde. ¿Qué pasa?

Muchos opinan que “la expansión monetaria” de la última década nos ha traído aquí. Era inevitable una inflación descontrolada. Otros opinan que la guerra. Y, la mayor parte, intuimos que la energía. Y, en ultima instancia, el grano.

Para que el capitalismo financiero funcione, para que el dinero y la banca funcionen como hasta ahora, es necesario que el dinero rinda. Si el dinero no rinde, no hay capitalismo financiero.

Y ese “rendimiento” comienza, hoy día, a ser imposible.

Hemos dicho antes que se creaba riqueza con la combinación de tiempo, trabajo y energía. Esa riqueza pagaba la deuda y es la esencia del capitalismo financiero y de la banca. Cuando “hay crisis”, las finanzas sufren: no se cobra todo lo previsto.

¿Qué sucede ahora? ¿Por qué en EEUU se crea empleo, se dispara la inflación y suben los tipos de interés pero todo sigue mal? ¿Porque los subimos en Europa, si estamos entrando en recesión? ¿Esas subidas causan la recesión? ¿Es la guerra, todo?

Pues va a ser que no. Parece un “fallo del sistema”. De los gordos. De las tres variable que permiten al capitalismo financiero existir, porque hacen que se pague la deuda con intereses y se genere riqueza, una esta rota. La que permite “crecer”.

La “variable” energética. No va bien lo de los combustibles fósiles. No está funcionando la cosa “como antes”. Faltan. Algo se ha jodido en esa parte de la ecuación. Eso afecta a la variable tiempo y a la trabajo. Y al pago de deuda.

Sin energía suficiente y programada de acuerdo a la deuda pendiente, sin posibilidad de crear riqueza y “crecer” al nivel determinado por esa deuda, esa deuda no se va a pagar toda ella.

Y aquí entra también la cosa del tamaño de la economía financiera. Al ser tan enorme, los impagos originados desde la economía industrial o productiva, si, por ejemplo, en esta son del 3, 4 o el 5%, se amplifican. Mucho. Millones de empleos. Miles de millones de pérdidas.

Y eso, provoca esas crisis que hemos visto en los últimos 50 años (las contables, las del “alguien se queda sin cobrar”). La insuficiencia de la energía disponible no va a permitir el pago de todas las deudas.

Allí donde falte esa energía, esa capacidad de crear riqueza conforme a “lo previsto”, lo determinado y lo necesitado por la cantidad de deuda, allí el capital, el dinero, ya no rendirá más.

Y cuando el problema es general, cuando la economía productiva no puede crecer porque le falta carga energética y no tiene tiempo para solucionar ese problema, se acabó “el dinero produce dinero”.

“Usted esta aquí” y puede ver lo siguiente, para orientarse: utilizamos combustibles fósiles para todo. Transportar, mover, cosechar, extraer, fundir, crear, transformar … y ahora ¡están al doble de precio! (O más).

Todo lo anterior se encarece. Si o si. Y genera la temida inflación. Y esta, “genera” subida de tipos de interés. Y eso, a usted (salvo que pertenezca al mundo capitalista financiero), le complica la existencia.

No es más que la manifestación de una enorme tensión en las “ecuaciones económicas”. Que, basadas en crecimiento y deuda financiera, al verse imposibilitadas de crecer (pagar), “no salen”.

Las subidas de tipos hacen que el dinero se mueva allí donde mejor “rinde”. Pero a su vez, dificultan los pagos de la mayoría. Y por mucho que los subas, la falta (insuficiencia, problema o como quiera llamarlo) de energía sigue, seguirá ahí.

Poco a poco, da igual donde esté el dinero, la imposibilidad de crear la riqueza programada, la imposibilidad de que la economía industrial o productiva continue creciendo, impedirá el pago de toda la deuda.

La pandemia provocó algo impensable en “Economía”: paramos el mundo. De golpe. Y sobrevivimos. Ahora, la falta/insuficiencia/problemas de energía, están parando, poco a poco, muchas cosas.

Los gobiernos intervienen e intervendrán cada vez más todas las economías y sectores. Algunos volverán a quedar paralizados. Habrá que decidir qué necesitamos y qué no. Qué se paga y qué no.

Todo este conjunto de circunstancias suponen una crisis “nueva”. Faltan recursos y energía suficiente para poder pagar la deuda programada. Y ya no es posible “inventar” nada, material, y tampoco “crear” más deuda para “solucionar” eso.

Todo el sistema financiero se enfrenta a una reducción progresiva y lenta (o no), de la capacidad del dinero de de generar dinero.

Al contrario que usted o que yo, al contrario que la economía productiva, que andamos pensando en adaptarnos, en ir solucionando esos problemas para poder continuar la existencia, el capitalismo financiero no piensa eso.

Su lógica no es como la nuestra. La economía productiva, usted, yo, querremos seguir existiendo, aunque sea “reducidos”, menguando y equilibrándonos con las nuevas situaciones. Y podremos hacerlo durante año o incluso el resto del tiempo que nos quede.

El dinero, en cambio, no puede permitirse otra lógica. No puede entrar en eso. No puede pensar en “dejar” de crecer. Eso es contrario a su forma de existir. Implica que el dinero no rinde, implica que el dinero no produce dinero.

Así que su lógica (porque una cosa es que su lógica no le sirva ante esta situación y otra es que el dinero sea tonto, que no) le va llevar a dónde sólo puede llevarle: hasta el/su final.

No puede cambiar de rumbo.

El dinero, el capital financiero, se comporta, en el fondo, como un jugador de casino. Sus actos se guían por una creencia: habrá beneficios. Y no se detiene por “tonterías” como las que se comentan en este hilo.

Actuará como lo ha hecho siempre: exprimiendo hasta el último momento (su ultimo momento, no el nuestro) la posibilidad de ganancia máxima.

Y después .. ¿a quién le importa después? (Al dinero no, desde luego).

Pero esta vez, sin crecimiento posible, no habrá posibilidad de pago, ni de ganancia. Se caen sus bases. Aguantará un tiempo, mientras las recesiones y depresiones permitan combinar la menor actividad con la disponibilidad energética.

Pero con este diseño de la economía financiera y con esta realidad de la economía productiva, lo financiero es inviable. Las deudas, los intereses, el rendimiento constante del capital financiero, son incompatibles con la falta de energía para “crece

La variable tiempo, en capitalismo financiero, es fundamental. Y mortal, cuando le falla.

Y no va a haberlo. Las deudas, una buena parte de ellas. no se van pagar “a tiempo”. Ni ahora ni luego.

Los problemas derivados de “los problemas” de los combustibles fósiles, no solo nos afectan a los del “primer mundo”. Están suponiendo poner al límite a todo el sistema agrícola mundial. Y eso es el grano.

Y aquí es donde entra la parte más importante del “usted está aquí”. Del petroleo y del gas depende mucho, muchísimo, todo el sistema agrícola, tal y como lo tenemos montado. Desde los fertilizantes hasta la maquinaria.

Para poder subsistir como hasta ahora, necesitaría que la parte “petroleo y gas” volviera a “lo de antes”. Porque si no, lo de ahora, se cae. Y si se cae lo agrícola, se producen problemas con el grano, y más cosas.

Cuando hay problemas con la comida, tienes garantizados problemas sociales. De los gordos. Qué desembocan en problemas políticos. De los gordos.

Así que este “usted está aquí” probablemente usted ya lo sabía. Usted, yo, y la mayoría. Pero ellos, “el dinero”, parece que no. O no dan muestras de saberlo, al menos. Y eso va ser malo para el resto.

Para lo de los intereses y las deudas hay algunos remedios (las suyas; las de ellos no lo tiene ya, me temo). Ya los iremos viendo.

Para los demás problemas, tendremos que adaptarnos. Y mejor que lo hagamos muy bien, porque hacerlo mal puede ser horrible.

Porque no, la Economía no depende de las finanzas. La Economía depende del grano y de la energía. Al capitalismo financiero le va a fallar base productiva. Siempre se las ha arreglado. A ver cómo se lo hace esta vez, contra las leyes de la termodinámica.

 

Importante: Este nuevo hilo de Hackbogado fue reconvertido en un artículo para pudiera tener mayor difusión a través de otros medios de comunicación. Como en anteriores oportunidades hablamos son su autor que autorizó inmediatamente a Kaosenlared a reproducir sus contenidos. Gracias a Hackbogado por su colaboración para que esta edición fuese posible.

 

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