LA REVOLUCIÓN RUSA: UNA MIRADA LIBERTARIA

La revolución rusa: una mirada libertaria

 

«Libertad sin socialismo es privilegio e injusticia; Socialismo sin libertad es esclavitud y brutalidad»

Bakunin

Mucho se ha escrito acerca de la revolución rusa, en especial a la encabezada por los bolcheviques; baste con citar a E.H.Carr, Orlando Figes, Anthony Beevor, Mira Milosevich, sin hablar de algunos de los propios protagonistas; obviamente unos a favor y otros a la contra. No es de recibo recurrir a la amalgama, ni en éste ni en ningún caso, confundiendo las críticas desde la derecha y el capital a las vertidas por alguna visiones libertarias, consejistas, antiburocráticas o demócratas radicales que señalaron la usurpación del poder dicho soviético por un solo partido, apoderándose de la representatividad de los órganos de obreros, campesinos y soldados, y excluyendo a los pertenecientes a otros partidos como los mencheviques de izquierda o a los socialistas revolucionarios, sin obviar, naturalmente, a los anarquistas*; con el fin de no repetirme en exceso puede verse un artículo que escribí con motivo del aniversario, cuyo enlace va al final de este artículo.

Sea como sea, lo que nadie podrá poner en duda es que en concreto la revolución de Octubre levantó olas de entusiasmo no solo entre los protagonistas de los hechos, que también, sino a lo largo y ancho del mundo, de los explotados y oprimidos que vieron un rayo de esperanza acerca de las posibilidades de cambiar el mundo de base.

Cualquiera que haya pretendido acercarse al asunto desde una óptica libertaria habrá topado con el nombre de Vsévolod Mikhaïlovitch Eichembaum, más conocido como Volin (en dos recomendables libros que tratan del tema que tengo a mano: el de Carlos Taibo, Anarquismo y revolución en Rusia. 1917-1921, editado por Catarata y el de Julio Vadillo Muñoz, Por el pan, la tierra y la libertad, editado en Volapük, ambos publicados en 2017, se cita a Volin en cantidad: en el segundo consta en el índice onosmástico 47 veces; en el primero se le cita una decena de veces) y su obra esencial que desde hace años ya, unos cuarenta, la edición de Campo Abierto, estaba agotada; ahora la Editorial Descontrol ha tenido el acierto de rescatar: «La revolución desconocida (1917-1921)».

Nacido en Voronej en 1882 y fallecido en París en 1945, el hombre tuvo un vida agitada desde temprana edad, ya que mientras cursaba sus estudios de Derecho participó activamente en la revolución de 1905, siendo fundador del soviet de San Petersburgo, siendo detenido por la policía y encarcelado; logrando huir de prisión se va a Francia en 1907. El la capital del Sena se relaciona con los ambientes anarquistas, convirtiéndose en 1913 en miembro destacado del Comité de acción internacional contra la guerra que se avecinaba; dos años después se ve forzado a escapar, esta vez a Estados Unidos, ante las amenazas de detención por parte de la policía francesa. Encuentro con Trotski y acogido por la Federación de Uniones obreras rusas en los USA y en Canadá. Coincidiendo con el tratado de Brest-Litovks se planta en su país entregándose a la escritura en algunas revistas, a la vez que se encargaba de la educación de las masas populares. Intenta participar en un congreso anarquista, en el que había participado en su organización, siendo detenido por orden de Trotski junto a sus compañeros que habían luchado con Majno. Encarcelado y torturado fue liberado ante las protestas de organizaciones sindicales internacionales, lo que no quita para que se viese obligado a abandonar el país de los soviets para hallar refugio en Alemania; no volvería más a su país. En el país germano milita en organizaciones obreras, denunciando la persecución que en la Rusia soviética sufren los anarquistas.

Invitado por los anarquistas franceses, más en concreto por Sébastien Faure, acude a Francia en donde colabora en la redacción de la Enciclopedia anarquista, escribiendo al tiempo numerosos estudios en especial para la CNT española, para la que tradujo al francés el diario España antifranquista. Iniciada la guerra e instalado en Marsella, finaliza la redacción de la obra que provoca estas líneas, siendo escrita originalmente en francés. Viviendo en la clandestinidad con las privaciones que ello suponen, verá su salud quebrada, falleciendo a causa de la tuberculosis…su restos fueron incinerados en el mítico cementerio parisino de Père-Lachaise. En las primeras páginas del volumen se ofrecen unos apuntes biográficos, y un prólogo de Rudolf Rocker Crompord, fechado en Nueva Yok en mayo de 1953,

La edición que ahora se presenta supera las setecientas páginas y concluye con una, digamos que, plegaria-homenaje: «este libro se acabó de imprimir a más de 100 años de la lucha majnovista. Hoy, reductos de viejos fantasmas bolcheviques, amenazan con empujar la lucha hacia la dictadura del proletariado. Que esta obra sea un recordatorio de los caminos que no hay que volver a transitar jamás. Barcelona, noviembre de 2022», no entraré en mayores acerca de estas línea transcritas que van en la onda de aquello que dijese Kropotkin de que los bolcheviques había mostrado cómo no se debe hacer la revolución...sí que me llama la atención, no obstante, la referencia a la actualidad en la que ciertamente puede haber, los hay qué duda cabe, algunos perlados que empujan hacia…pero que suponen posturas que desde luego no están en ningún orden del día, sólido, . de la pretendida emancipación.

A pesar de los años que constan en el título de la obra, cuya primera edición vio la luz en 1947, el autor toma impulso en los años anteriores, retrocediendo hasta 1825. El volumen recoge los tres libros de que constaba la publicación original: 1) Nacimiento, crecimiento y triunfo de la Revolución (1825-1917), 2) El bolchevismo y la anarquía, y 3) Las luchas por la verdadera revolución social. El libro es una detallada crónica que avanza, podríamos decir que se desliza desde los tiempos del zarismo y los primeros pinitos revolucionarios, la rebelión de los oficiales decembristas, las reformas que promueve el poder con el fin de frenar los brotes de revuelta, Volin da cuenta de los primeros pasos del marxismo en tierras rusas que se movían a la par que el crecimiento industrial. La situación política, económica y social de la población es presentada, viéndose la ebullición de las movilizaciones callejeras que son reprimidas con furia por el zarismo. La fuerza de los anarquistas y la fuerza de los socialdemócratas y de los socialistas revolucionarios, eseristas, que iban acompañada, en el caso de los últimos, por la práctica de numerosos atentados por los grupos populistas, naródniks, mientras que el poder zarista trataba de canalizar a los obreros en sus organizaciones amariilas, por no decir marrones, poerel color de…

El pope Gapon muestra su capacidad de arrastre en aquellos años, por plazas y fábricas, en que se da la primera huelga obrera en san Petersburgo, y en que tuvo lugar el llamado Domingo Rojo; estamos en 1905 y el descrédito del zarismo cabalga cuesta abajo. Es entonces también cuando surge la singular forma de organización, los soviets. Los desastres de la guerra son el terreno propicio para la primera huelga general revolucionaria que anuncia los tiempos más calientes que vendrían a no mucho tardar.

Si hasta aquí abarca el primer libro, el segundo, como queda dicho se centra en la Revolución de 1917, ofreciéndose un panorama acerca de las diferentes, dos, maneras de concebir la revolución. Al final se impondrá el camino bolchevique /leninista, del que se muestran las abismales diferencias con respecto al anarquismo. La centralización, la monopolizazión de los órganos del poder, las organizaciones de masas convertidas en meras comparsas, y la creciente represión que ahoga todas las voces que discrepan del camino emprendido, que no cuenta con las masas sino que recurre a la imposición y a acallar las voces que reclaman pluralidad…A lo largo de las páginas va viéndose la postura voliniana, a la que el tiempo daría la razón, de que no se podría establecer una ruptura entre el estalinismo y el leninismo, ya que el segundo no era más que el humus del que brotaría, llegando a su máxima expresión con, el segundo…alimentad el bicho que al final os comerá, vendría a decir el cronista; «el estalinismo no es más que la consecuencia de una evolución previsible y preparatoria, resultado de una desviación nefasta de la Revolución. Fueron Lenin y Trotski –su sistema- quienes prepararon el terreno y engendraron a Stalin. Aviso a todos los que han sostenido a Lenin, Trotski y consortes que hoy embisten contra Stalin: recogen lo que ellos han sembrado» (de Revolución traicionada hablaba Trotski el verdugo de los amotinados de Kronstadt). Da cuenta de algunos casos destacados de furia represiva: el de Lev Chorni y Fania Baron y el de Lefevre, Vergear y Lepetit. Queda claramente expuesta la política de usurpación por parte del bolchevismo mostrándose su concepción de la justicia, sometiendo a un pormenorizado análisis el carácter y funcionamiento del Estado bolchevique, que dista de las proclamas expuestas por el propio Lenin en su Estado y la revolución, abocando a una creciente burocratización y un cada vez mayor poder del partido, dentro de él del comité central, y al final del secretario general. Volin lo había anunciado al poco de que la revolución proletaria comenzase su andadura: «una vez su poder consolidado y legalizado, los bolcheviques comenzarán a conducir la vida del país y del pueblo con medios gubernamentales dictatoriales. Vuestros soviets se convertirán en simples órganos ejecutivos de la voluntad del gobierno central. Se asistirá a la puesta en marcha de un aparato autoritario político y estatal, que actuará desde arriba y se dispondrá a aplastar todo con puño de hierro. Desgracia a quien no esté de acuerdo con el poder central!»

El tercer libro presenta dos de los casos en los que la revolución social alcanzaba altas cotas de participación directa de las masas, el funcionamiento asambleario en que se oían todas las voces sin cortapisas a la hora de tomar decisiones, empujando para ampliar los límites de la libertad y de las conquistas sociales: Kronstadt, en 1921, y la revuelta en Ucrania, entre 1918 y 1921 que unía las amplias movilizaciones de las masas con la puesta en pie del ejército insurreccional majnovista, ofreciéndose ejemplos del comportamiento de éstos en las zonas liberadas, comportamiento que nada tenía que ver al adoptado por sus represores que además de a las armas recurrían a la amalgama de hacer creer que los movilizados eran contrarrevolucionarios asimilables a las tropas blancas; ambas revueltas fueron ahogadas en sangre por el partido bolchevique. …concluyendo Volin, donde las dan, las toman, que «el socialismo estatal ha demostrado plenamente que él también se enrola con sus enemigos».

Otra mirada de la revolución rusa, de sus usurpación y degeneración, visión que fue silenciada, torpedeada, ocultada, pasando a resultar desconocida, ante el karaoke dominante con respecto a ella. Los aspectos oscuros, nos son desvelados, reforzando sus posturas con los hechos que como es sabido son tozudos…el relato de los hechos es contundente y su lectura resulta deslumbrante en su claridad, y..aunque amarga la verdad Volin quiere echar la de boca, y lo hace con creces.

Daniel Guérin escribía en su L´Anarchisme: de la doctrine à l´ action, editado por Gallimard en 1965: que para Volin cualquier proyecto que tomase el ejemplo bolchevique como modelo, acabaría en «un capitalismo de Estado basado en una odiosa explotación de las masas…no teniendo nada que ver con la marcha de la humanidad hacia la sociedad socialista…al conducir a la dictadura de un partido que llevará fatalmente a la Represión de toda libertad de expresión, de prensa, de organización y de acción, incluso para con las organizaciones revolucionarias, salvo para el partido en el poder…», ideas que el marxista libertario refrendaba en su necesaria antología del anarquismo, Ni Dieu ni Maître, editado por Maspero en 1970, dándole los hechos la razón.

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(*)Enlace que conduce al artículo de aniversario que he señalado líneas arriba:

Derivas a partir de la revolución de octubre – Kaos en la red

Por Iñaki Urdanibia para Kaosenlared
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