NEGACIONISMO: YA NO ESTÁ DE MODA

Negacionismo: Ya no está de moda

 

Hasta hace poco, el negacionismo sobre el cambio climático era algo muy común. Los fenómenos climáticos extremos parecen haber cambiado eso. Ahora, en vez de negar, se pospone (“retardismo”), se ecoblanquea (“greenwashing”) o se diluye (“aguar”). Las tácticas de los negacionistas están cambiando. Aunque se lleven a cabo tácticas diferentes, sobretodo por los que tiene poder, siguen buscando maneras de evitar frenar el cambio climático.

Posponer

En la reciente conferencia sobre el cambio climático, COP27, se ha llegado a un acuerdo de hacer un fondo para la financiación, por parte de las regiones desarrolladas, para los países que más sufren las consecuencias de las emisiones de carbono, que son los menos desarrollados.

Pero llegan muy tarde. Esta idea de un “fondo de pérdidas y daños” se empezó a discutir en el primer COP hace 15 años. Y, aunque se haya firmado este fondo, países como los Estados Unidos, China y Arabia Saudí no están convencidos en llevarlo a cabo.

Aún con ejemplos como los 30 billones de daños que ha sufrido Pakistán en el 2022 debido a las inundaciones, se pospone el comienzo a negociar este fondo posiblemente al 2023 o más tarde.

El COP27 no se ha ocupado del desequilibrio de poder que está empujando a nuestro mundo a la extinción. O sea, que el colonialismo climático seguirá con los países que contaminan menos y vivirán más las consecuencias negativas del desastre climático.

Ecoblanqueo/Greenwash

El “ecoblanqueo” (greenwash) es el lavado de cara que llevan a cabo las compañías con más responsabilidad en la emisión de gases invernadero para crear una imagen ilusoria de responsabilidad ecológica cuando en realidad son irresponsables.

Algunos ejemplos son: la tienda de ropa H&M. Aunque es bien sabido que la industria textil es una gran emisora de CO2, en sus tiendas en Inglaterra, H&M tiene carteles en los escaparates que dicen frases como: “Todo empieza con plantar una semilla”, “Ecoguerreros”, “El futuro es de los que lo vivirán”. Y lo llaman moda sostenible con “niños activistas”.

Botellas de plástico. Agua Evian se vende en botellas de un solo uso y están contribuyendo a la crisis masiva de desechos plásticos que aumenta el CO2. Lo mismo ocurre con Coca-Cola que en su publicidad reza “la dulzura de las fuentes naturales”

IKEA utiliza bosques viejos de Ucrania para hacer muebles de bajo coste.

Zara vende una línea de ropa que llaman “Join Life” (“Añádete a la vida”) como sostenible pero con fibras sintéticas, o sea, de materiales de combustibles fósiles.

La petrolera British Petroleum (BP) ha cambiado su nombre a Beyond Petroleum (“Más allá del petróleo”) y han puesto paneles solares en las estaciones de servicio. BP es el gigante de los combustibles fósiles.

Las compañías contaminantes que han financiado el COP27 según las ONGs Corporate Accountability, Corporate Europe Observatory y Global Witness son: Coca-Cola, Shell, BP y Chevron. Pero no solo han financiado el encuentro, también han llenado las delegaciones de “lobistas” (personas que trabajan para que sus intereses económicos se incluyan en las demandas de cada país). En el COP26 de Glasgow había 636 delegados de todos los países vinculados a compañías de petróleo, gas y carbón. En el COP27, solo los Emiratos Árabes Unidos mandaron 1.070 lobistas. En Glasgow tenían 176 lobistas.

Aunque Rusia estaba excluida del COP27, magnates rusos, como el magnate del aluminio, Oleg Deripaska y el rey de los fertilizantes, Andrey Melninchenko, participaron en la conferencia.

Diluir

Desde hace 15 años, los países de bajo desarrollo intentan que los países desarrollados financien los “daños y pérdidas” causadas por el cambio climático que más les afecta aunque son los países que menos contaminan.

En el COP27, se ha llegado a un convenio que ya comienza diluido, pues los países que han firmado este convenio no están obligados a llevarlo a cabo.

Si recordamos que el convenio de COP26 en Glasgow solo lo cumplieron 30 países (el convenio era limitar las emisiones para mantener la temperatura a 1.5 grados centígrados) es dudoso que ahora vayan a cumplirlo.

Y el gran tema de mantener la temperatura a 1.5 grados no ha progresado en el COP27 de Egipto. Las políticas de los gobiernos ahora nos llevarán a 2.9 grados. Para seguir con el objetivo de 1.5 grados, todos los países deberían reducir sus emisiones a la mitad en esta década.

Porque en esta década nos jugamos todo.

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