No son solamente las comunas de la capital de Haití las afectadas por la grave inseguridad y la escasez de alimentos debido al cierre de los comercios. Según Amel Cazeau, coordinador nacional de la Coordinación Nacional de Seguridad Alimentaria (CNSA), en los últimos dos años (2022-2023), varias comunas y localidades del país han alcanzado niveles de emergencia (fase 4) o incluso una situación catastrófica (fase 5).

Según Amel Cazeau, estas zonas incluyen las áreas costeras de Grande Anse (all suroeste de Haití), así como el Sur, el bajo noroeste, una parte del alto noroeste, una parte de los departamentos de Nippes (otra parte del suroeste), el Sur y el sureste, y los municipios de Belle Anse, Ganthier y Fonds Verrettes.

Las causas

Esta situación se atribuye a las dificultades para transportar suministros alimentarios a estas zonas debido a la escasez de combustible, cuyo precio continúa aumentando. Según el coordinador nacional de la CNSA, todas las áreas remotas enfrentan este tipo de problemas.

En los últimos tiempos, varias comunas del área metropolitana de Puerto Príncipe, como parte de la comuna de Puerto Príncipe, la comuna de Cité Soleil (periferia norte) y parte de la comuna de Croix-des-Bouquets (periferia noreste), se encuentran en estado de emergencia, según la CNSA. Se espera que la comuna de Cité Soleil llegue a la fase 5 de inseguridad alimentaria, la fase más crítica.

“Los habitantes de estas zonas están desesperados. Están sufriendo debido a la violencia de las bandas armadas. Desafortunadamente, las estructuras que deberían brindarles ayuda no están cumpliendo con su deber”, lamenta Amel Cazeau.

En marzo de 2023, la CNSA advirtió en un documento publicado en su página web que 4,9 millones de haitianos se encuentran en situación de inseguridad alimentaria y necesitan ayuda humanitaria urgente para el período de marzo a junio de 2023.

Eliminación de los subsidios a los combustibles

La comunidad internacional, que inicialmente elogió la eliminación de todos los subsidios a los combustibles, ahora se encuentra alarmada debido al agravamiento de la inseguridad alimentaria. El Primer Ministro, Ariel Henry, lanzó un programa multisectorial para calmar el malestar social y reintegrar las poblaciones más vulnerables, financiado en gran parte por el Fondo Monetario Internacional (FMI) a través de la Ventanilla de Choque Alimentario. El costo de este programa se estima en 21.600 millones de gourdes (unos 140 millones de euros). La comunidad internacional aportó 15.600 millones de gourdes (unos 100 millones de euros), mientras que el gobierno de facto de Haití añadió seis mil millones de gourdes.

Esta crisis de inseguridad alimentaria se produce menos de un año después del aumento de los precios de los combustibles en septiembre de 2022. Esto provocó un aumento significativo en el galón de gasolina, diesel y gas, que es el combustible más utilizado por los hogares en Haiti.

La decisión de eliminar los subsidios generó protestas en todo el país, paralizando las actividades comerciales y económicas en varias ciudades.

No es solo hambre

La situación humanitaria en Haití se ha deteriorado aún más, con una espiral de violencia y emergencias relacionadas con la protección, los derechos humanos, la inseguridad alimentaria y un brote de cólera. Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en Haití, más de 115.600 niños, un aumento del 30% en comparación con el año anterior, podrían sufrir de desnutrición aguda severa debido a la violencia de las bandas armadas.

En 2023, se registraron varias masacres y casos de violaciones colectivas, lo que generó un aumento significativo en el número de personas asesinadas y víctimas de violencia sexual en el país.

La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (OACDH) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) informó que más de 600 personas fueron asesinadas en abril de 2023 en la zona metropolitana de la capital, Puerto Príncipe. Esto siguió a un aumento en los asesinatos durante los primeros tres meses del año.

Haití sigue estando en una crisis humanitaria y de seguridad urgente.