POBREZA INFANTIL EN EL “PARAÍSO”: EL LADO OCULTO DE LAS ISLAS CANARIAS

Pobreza infantil en el “paraíso”: El lado oculto de las Islas Canarias

 

El archipiélago canario es presentado habitualmente con una imagen edénica fabricada por el sector turístico

Detrás de la estampa turística de las Islas Canarias, se oculta una cruda realidad: casi la mitad de sus jóvenes se encuentran al borde de la pobreza, una cifra alarmante que tiñe de sombras este aparente paraíso (…).

     El Archipiélago canario se encuentra asociado a una imagen  edénica fabricada por el sector turístico.  Sin embargo, los datos recientes del Instituto Nacional de Estadística (INE) desdibujan esta imagen utópica, desvelando una realidad oculta y discordante.

Este martes, la Plataforma de Infancia difundió un informe conmovedor que desenmascara un aumento en la carestía material de los hogares con hijos y una escalada general de la pobreza que no ha mejorado tras la embestida del COVID-19. 

De acuerdo a este análisis, el archipiélago se ha visto severamente golpeado, con casi la mitad de sus jóvenes – un alarmante 47,4% – bajo el riesgo de caer en la pobreza, una tasa que ha incrementado drásticamente en ocho puntos desde 2019.

El informe expone una desoladora realidad: la circunstancia, en lugar de mejorar, sigue degenerando. En 2021, más de un tercio de los jóvenes en Canarias se encontraban en estado de penuria monetaria, con ingresos bajo el umbral de la mediana. Casi un cuarto de ellos residían en hogares con escasez de empleo, una cifra que ha incrementado un 11,4% desde 2019.

Añadido a esto, un angustioso 17,8% de la infancia canaria sufre de penurias materiales severas, un aumento de 15,1 puntos desde antes de la pandemia. Esta tasa otorga a Canarias el triste récord de la tasa más alta de indigencia severa en la infancia del Estado español.

Los jóvenes, en su conjunto, son el grupo más vulnerable a la penuria en el Estado, con una tasa del 33%. Los más afectados son aquellos entre los 11 y 17 años, y aquellos que provienen de hogares monoparentales. Casi la mitad de ellos enfrentan diversas dificultades para subsistir hasta el final de cada mes.

España ostenta el penoso segundo lugar en la Unión Europea en términos de la tasa de jóvenes en riesgo de pobreza o exclusión social, solo superada por Rumanía.

    “La pobreza no solo es más extensa, sino que su crecimiento ha superado la media de la UE en los últimos años”, indica Joffre López, autor de la investigación.

El estudio muestra una realidad desoladora en la que el 28,9% de los jóvenes viven bajo el umbral de la pobreza, con ingresos anuales inferiores a 20.023 euros para toda la familia. Un 14,9% viven en la pobreza extrema, con ingresos inferiores a 281 euros al mes para una familia de dos adultos y dos hijos.

Los hogares con niños dependientes, y en particular las familias monoparentales, son los más propensos a la vulnerabilidad, seguidos de las familias numerosas. Aunque los niños menores de 7 años son los más afectados por la indigencia material severa, aquellos entre 11 y 17 años presentan un mayor riesgo de pobreza y exclusión social. El 28,9% de ellos viven en pobreza monetaria, lo que representa una cifra 7,2 puntos porcentuales por encima del promedio de la población.

La investigación también destaca una tendencia preocupante de incremento en los niveles de privaciones materiales entre los menores. De hecho, el 19,3% de los menores de 18 años experimentaron carencias materiales y un 8,9% sufrieron privaciones materiales severas.

La paradoja es evidente y dolorosa: mientras la reputación idílica de las Islas Canarias sigue siendo difundida por el sector turístico, los residentes más jóvenes del archipiélago se ven atrapados en un creciente ciclo de pobreza y desigualdad.

La urgencia de atender a estas brechas socioeconómicas es un imperativo que no puede ser ignorado. Requiere la acción concertada de las autoridades locales y nacionales, de las organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil. La infancia canaria, al igual que sus contrapartes en toda España, merece la oportunidad de un futuro brillante, lejos de las sombras que la pobreza y la exclusión social amenazan con proyectar sobre su destino.

Canarias Semanal

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