INDUSTRIA BÉLICA SA: CÓMO FABRICAR LA GUERRA INFINITA(2ª PARTE)

Diario de la crisis
Industria bélica SA: cómo fabricar la guerra infinita (2ª parte)

En el negocio de la industria armamentística italiana están implicadas las altas esferas del gobierno italiano, empezando por el Ministerio de Defensa.
Bombas de racimo
Un B-1 Lancer estadounidense lanzando bombas de racimo. Foto: U.S. Air Force
16 jun 2023 11:40
Este contenido es posible gracias a las personas que respaldan El Salto. Ayúdanos a llegar a los 10.000 socios/as para darlo todo ahora que más se necesita. Donde importa. Gracias a ti. ¡Suscríbete!

En esta undécima entrega del «Diario de la crisis» –proyecto nacido de la colaboración entre Effimera, Machina-DeriveApprodi y El Salto– presentamos la segunda parte del texto que Rossana De Simone ha escrito sobre la guerra y la industria armamentística, cuya primera parte, «Industria bélica S.A.: cómo fabricar la guerra infinita», se publicó el pasado 18 de abril en las tres revistas implicadas en este proyecto. En esta segunda parte, la autora se concentra en la descripción precisa del negocio de la industria armamentística italiana en el que están implicadas las altas esferas del gobierno italiano, empezando por el Ministerio de Defensa. Con un sistema bien construido de discursos públicos y mediáticos privados de toda sustancia de verdad, que confunden a la opinión pública sobre las decisiones tomadas, se ha pasado «de las misiones de paz (neologismo que debe ser superado) a las misiones de guerra (de facto)». Los gastos militares permiten al Ministerio de Defensa financiar programas antes de que sean probados y evaluados, los cuales, una vez producidos, en muchas ocasiones apenas son utilizados con fines de defensa (véase el papel del grupo armamentístico italiano Leonardo Spa y de sus filiales), pero que no por ello dejan de mostrarse como insaciables devoradores de dinero público. Mientras tanto, el aparato militar en su conjunto y en toda su complejidad «construye e implementa con toda su profesionalidad dispositivos de control y represión dirigidos contra todo lo que exprese disidencia hacia un poder totalizador».

De USA a USA: el gris y el negro de la industria militar y la política exterior y de defensa italianas

1. Parece que la estrafalaria pareja Meloni-Crosetto, después de haberse divertido interpretando el papel de Edith y Gru en los dibujos animados de «Mi villano favorito» hashtag #sinmiedo y después de haberse convertido respectivamente en primera ministra y ministro de Defensa italiano, se ha encontrado con problemas de comunicación: narrar una pseudorrealidad para imponer una nueva es agotador, porque significa atacar todo espacio de libertad.

Un discurso pronunciado durante el mitin del Primero de Mayo bastó para hacer perder los nervios al ministro de Defensa: es inconcebible que ante más de trescientos mil espectadores, el físico Carlo Rovelli afirmara en su discurso antibelicista que Crosetto había estado muy próximo a la mayor fábrica armamentística del planeta y que de facto se comporta como un comisionista de los fabricantes de armas del mundo. La respuesta punzante del ministro fue inmediata: «No sabe de lo que habla. Dejemos la cosa estar. Como dice el Evangelio, “por sus frutos los reconoceréis”».

Quién sabe a qué se refería el ministro con estas palabras, dado que en 2014 (año en que se admitió el gasto en armamento en el cálculo del PIB) en su calidad de presidente de la Federazione Aziende Italiane per l’Aerospazio, la Difesa e la Sicurezza (AIAD) patrocinó el sector armamentístico italiano en todo el mundo y específicamente ante el NATO Industrial Advisory Group, mientras que en 2021 fue nombrado presidente del consejo de administración de Orizzonte Sistemi Navali, empresa italiana de construcción naval cada vez más implicada en el sector de la defensa, controlada por Fincantieri y Leonardo, los dos grandes grupos italianos predominantes en este controlados por el Estado italiano. Todas ellas actividades regularmente remuneradas. Y no puede decir que sus batallas a favor del sector militar, de la petición de exclusión de las inversiones en defensa del Pacto de Estabilidad a la aprobación de la Ley G to G relativa a la venta de armamento de «gobierno a gobierno» como alternativa a las ventas «industria a gobierno», pasando por la presión ejercida a fin de modificar la Ley 185/90 para facilitar la exportación de armas, no hayan sido ampliamente difundidas. Sólo después del traspaso de poderes a Giuseppe Cossiga al frente de la AIAD, el ministro Crosetto pasó de la posición «si se quiere cooperar con un país, el gobierno debe decidir» al comentario «hace unos meses que no me ocupo de AIAD». Giuseppe Cossiga –hijo del más famoso Francesco Cossiga, quien como ministro del Interior decidió en 1977 enviar los tanques a la ciudad de Bolonia y como primer ministro permitió en 1979 el despliegue de misiles crucero en Comiso– ha sido director de relaciones institucionales de la empresa misilística MBDA Italia y subsecretario de Estado de Defensa, cargo que ahora ocupa Isabella Rauti.

Así pues, se acusa a Rovelli, o a insubordinados como él, de avergonzar al ministro y esto no debe ocurrir. El discurso público debe componerse de fragmentos de verdad bien elegidos funcionales para crear el efecto emocional deseado o bien consistir en contar mentiras en ausencia de transparencia. No resulta casual que el ministro Crosetto haya querido crear un «Comité para el desarrollo y la valorización de la cultura de la defensa», porque «la defensa debe ir siempre un paso por delante, también en lo referido a la cultura y la elaboración de pensamiento». La presentación del comité se ha efectuado pronunciando una proclama solemne: «El mundo es un lugar mejor gracias al poder blando y duro de Italia», tras lo cual anuncia los nombres de los profesionales pertenecientes al mismo entre los que figuran columnistas como Angelo Panebianco y Gianni Riotta y profesores universitarios como Vittorio Parsi (Università Cattolica del Sacro Cuore, Milán) y Antonio Zoccoli (Università di Bologna y presidente de la Associazione Big Data y del Istituto Nazionale di Fisica Nucleare, INFN). Zoccoli recibió oficialmente una carta de los trabajadores del INFN en la que se señalaba que «su misión institucional debería estar claramente marcada e inspirada por una defensa muy diferente: la de la libertad de investigación», carta que cayó en saco roto.

Italia ha enviado veinte tanques italianos M109L, que han sido devueltos, porque no funcionan

Reconociendo que no es decisión del actual gobierno italiano haber implicado a Italia en la guerra entre Ucrania y Rusia, ni tampoco la elección de apoyar a la primera con ayuda humanitaria, económica y militar, diversos académicos y constitucionalistas recuerdan en el libro Il costituzionalismo democratico moderno può sopravvivere alla guerra? (Nápoles, 2022), que Ucrania no forma parte ni de la Unión Europea ni de la OTAN, razón por la cual «la tesis esgrimida con motivo del envío de armas a Ucrania que postula que “si la Constitución no permitiera a Italia participar en la defensa de terceros países agredidos, tanto el Artículo 5 del Tratado de la OTAN como el Artículo 42 del Tratado de la Unión serían ilegítimos”, parece objetivamente frágil».

Con su apoyo a Taiwán y su condena unilateral de las actividades militares chinas en el estrecho de Taiwán, la primera ministra Giorgia Meloni confirma la solidez del eje con Washington

A este respecto existen varios ejemplos, que permiten comprender cómo la tendencia a ocultar o a confundir las verdaderas decisiones de los dirigentes políticos sirve al gobierno para seguir actuando en la oscuridad:

  • De la ayuda militar proporcionada a Ucrania, ni el pueblo italiano ni el Parlamento italiano han conocido la cantidad, el tipo y el valor del material enviado: a finales de enero, el ministro de Defensa Crosetto negó secamente haber firmado un contrato con Francia para la transferencia de sistemas de defensa antiaérea Samp-T (el valor total de este escudo, que incluye treinta y dos misiles ASTER, alcanza los 800 millones de euros), aunque el pedido ya se había firmado en diciembre de 2022.
  • En enero, el gobierno había afirmado que Italia nunca enviaría tanques a Ucrania, porque no dispone de unidades de última generación. En realidad, resulta que ha enviado veinte tanques italianos M109L, que han sido devueltos, porque no funcionan. A modo de compensación, se habla de los Leopard 1, que se entregarán a Rheinmetall (la empresa armamentística alemana) para que los reacondicione antes de reenviarlos a Kiev. Todos estos vehículos procedían del depósito del ejército italiano de Lenta, Piamonte, apodado el cementerio de tanques, lo cual evidencia que se están vaciando los depósitos y almacenes de todas aquellas armas que ya ni siquiera se utilizan en la realización de maniobras.
  • Conocemos por el diario alemán Sonntags Zeitung que partes del sistema de defensa Skynex (capaz de identificar y derribar en segundos objetos remotos como drones) son producidas por la filial italiana de la empresa armamentística alemana Rheinmetall.
  • Según el Military Strength Ranking, que clasifica a los Estados según su potencia de fuego, Italia ocupa el décimo lugar con un arsenal de 850 aviones, 313 unidades navales y más de 68.000 vehículos terrestres. Sin embargo, esto no es suficiente –«tenemos que prepararnos para defendernos», declaró Crosetto en el Festival de Economía de Trento, y para hacer frente a los desafíos y a la severidad del momento–, por lo cual aseguró que el gasto militar italiano aumentará en 10 millardos al año.
  • Incluso la crisis climática se convierte en un reto para la seguridad internacional de tal envergadura que se incluye en el nuevo Concepto Estratégico de la OTAN, punto 19: «El cambio climático es un reto decisivo de nuestro tiempo, que tiene un profundo impacto en la seguridad aliada. Es un multiplicador de crisis y amenazas. Puede exacerbar los conflictos, la fragilidad y la competencia geopolítica». Para Crosetto ello significa que la transición ecológica puede ser sostenible con la energía nuclear y el gas natural: «El medio ambiente es una cuestión fundamental para nuestro futuro, pero la energía no lo es menos». Por supuesto, sigue siendo necesario ocultar tanto los efectos devastadores de las armas (no sólo nucleares) durante un conflicto, como los datos sobre la contaminación del agua y el aire producida durante los numerosos ejercicios militares realizados por los ejércitos de todo el mundo. Datos que en el caso italiano podrían encontrarse en la página web Military Emissions, si no fuera porque en el perfil italiano se lee «Laguna significativa en la presentación de informes» y «Escaso» acceso a los mismos. Según el informe dirigido por Scientists for Global Responsibility, que calcula los gases militares de efecto invernadero a escala mundial y regional, «las fuerzas armadas del mundo son responsables del 5,5 por 100 de las emisiones globales. Si fueran un Estado, ocuparían el cuarto lugar y contaminarían más que Rusia».
  • En la etapa italiana de la gira europea del Comisario europeo de Mercado Interior y Servicios Thierry Breton, destinada a pedir la optimización del ciclo de producción de armamento, este y el ministro Crosetto visitaron la sede de la empresa Simmel Difesa, ubicada en Colleferro, y la de Leonardo en La Spezia (Oto Melara). Por el momento, la posibilidad de utilizar los fondos del NextGenerationEU para producir armas no figura en la agenda del gobierno italiano, pero mientras tanto ha votado a favor de la Act in Support of Ammunition Production (ASAP) propuesta por la Comisión Europea. Esta ley pretende sostener la producción de municiones y misiles, así como fortalecer las cadenas de suministros. Sin embargo, es cierto que el Decreto-Legge 4 de mayo nº 48 Misure urgenti per l’inclusione sociale e l’accesso al mondo del lavoro contiene un artículo, que asigna 14,5 millones de euros hasta 2024 para fortalecer la capacidad de producción y la apertura de nuevas cadenas de suministro, así como medidas de modernización de las unidades de producción de la Agenzia Industrie Difesa.

En enero, Crosetto ilustró su «Sistema de Defensa» en una comparecencia ante las Comisiones de la Cámara de Representantes y del Senado, subrayando que «aunque sigue teniendo sentido enmarcar los desafíos desde el punto de vista de las fronteras geográficas y territoriales, a las que debe corresponder una capacidad de despliegue operativo eficaz de los medios militares, también es necesario actuar en aquellas esferas de influencia donde el límite entre el conflicto y la paz es muy difuso. Es precisamente en estas sutiles laceraciones de los equilibrios del choque entre actores geopolíticos donde acechan los arcos secundarios de crisis en los que la capacidad para desarrollar y desplegar nuevas tecnologías, pero sobre todo la madurez política para gobernar sus efectos, será el verdadero factor discriminante».

Giorgia Meloni ha firmado un acuerdo conjunto con Inglaterra y Japón en diciembre de 2022 para desarrollar el supercaza Tempest Global Combat Air Programme, mientras Francia, Alemania y España desarrollarán el avión de combate FCAS

En esencia, hay que pasar de las misiones de paz (neologismo que debe ser superado) a las misiones de guerra (de facto), hay que ser superatlantista y creer en la supremacía tecnológica, porque la defensa de Occidente y del Estado significa, a su juicio, la defensa de los principios cardinales de la Constitución italiana y de los intereses vitales de nuestra nación. La lealtad a Estados Unidos se reafirmó durante una conversación con el secretario de Defensa, Lloyd J. Austin: «Italia es un aliado leal con el que Estados Unidos puede contar hoy más que nunca y la relación bilateral y multilateral que existe entre nuestras naciones representa el futuro de nuestro país». Con su apoyo a Taiwán y su condena unilateral de las actividades militares chinas en el estrecho de Taiwán, la primera ministra Giorgia Meloni confirma la solidez del eje con Washington. Naturalmente, el think tank conservador estadounidense Heritage Foundation no tardó en aclamar al nuevo gobierno italiano (tanto que parece inspirar su política exterior). De acuerdo con los analistas estadounidenses, Meloni está fortaleciendo los lazos con Polonia y Gran Bretaña (sin olvidar a Israel y Japón) para abandonar la dependencia del eje franco-alemán: «El actual gobierno italiano es un laboratorio para una potencial alianza entre dos de las principales facciones conservadoras presentes en el Parlamento Europeo: el Partido Popular Europeo (PPE) y el Grupo de Conservadores y Reformistas Europeos (GCRE). Hay elecciones previstas para 2024. Un bloque proestadounidense fuerte podría marginar al Partido Socialista Europeo, que siempre ha sido más prorruso y prochino. Meloni, presidenta del GCRE, está en el corazón de este proyecto político rebelde. Al no renovar el acuerdo chino, puede fortalecer ulteriormente su credibilidad en Washington y ser vista en Bruselas como una fuerza digna de tener en cuenta». No se trata sólo de apoyar la guerra con la implicación de 10.000 unidades en Europa del Este (recientemente también en Polonia, en el mar Báltico, con un destructor lanzamisiles) paralelamente al entrenamiento de las fuerzas ucranianas, sino también de poner a disposición buques como el Morosini y el Cavour en la zona del Indo-Pacífico con la intención de apuntar a China.

2. En cuanto a la consecución de la supremacía en el desarrollo de nuevas tecnologías, como ya ha sucedido antes, Italia está imitando el modelo estadounidense. En Estados Unidos, el Departamento de Defensa ha publicado la National Defence Science and Technology Strategy en la que se identifica la estrategia que debe desarrollarse en torno a tres líneas de trabajo y catorce áreas tecnológicas agrupadas en tres categorías, partiendo de la base de que «la tecnología es el prerrequisito para la seguridad, como lo es la capacidad de prever y mirar hacia el futuro». No puede haber seguridad sin alguien que la garantice y si no la hay no hay democracia, ni libertad ni paz». La cantinela habitual que Estados Unidos lleva proponiendo desde los tiempos de la «revolución de los asuntos militares» sin éxito (China, con menos gasto en armamento según el estudio Critical Technology Tracker, elaborado por el Australian Strategic Policy Institute, se ha convertido en líder mundial en treinta y siete de las cuarenta y cuatro tecnologías críticas), si que funciona con los subalternos políticos italianos: «Desde el punto de vista militar estamos en medio de una nueva revolución, dictada por el intento de varias potencias de alcanzar la supremacía en el desarrollo de las nuevas tecnologías. Los sistemas no tripulados, las capacidades cibernéticas, el uso del espacio y la inteligencia artificial son elementos cada vez más indispensables para la defensa. Para lograrlo, necesitamos la certidumbre y la estabilidad de la financiación para potenciar las capacidades industriales del país y dar un apoyo concreto a las exportaciones», afirma Crosetto refiriéndose en sede parlamentaria a la evolución del instrumento militar nacional.

Algo más de veinte años después de que Italia se uniera al «club de amigos» de Estados Unidos, el actual gobierno presidido por Giorgia Meloni ha firmado un acuerdo conjunto con Inglaterra y Japón en diciembre de 2022 para desarrollar el supercaza Tempest Global Combat Air Programme, mientras Francia, Alemania y España desarrollarán el avión de combate FCAS (Future Combat Air System). En consecuencia, Japón e Italia decidieron elevar su relación al rango de asociación estratégica. Al mismo tiempo, de nuevo en clave antichina y para contener el eje Pekín-Moscú, Japón y Estados Unidos han firmado un acuerdo bilateral de cooperación en materia de defensa (Japón también participa en el programa F-35). Del despliegue de baterías de misiles antibuque al desarrollo de misiles hipersónicos pasando por las continuas maniobras militares realizadas en las islas del sudoeste de Japón, la nueva cooperación ya ha supuesto un aumento del gasto militar japonés, que ha alcanzado los 51,4 millardos de dólares en 2023 y la puesta en tela de juicio del Artículo 9 de la Constitución japonesa, que establece «la renuncia a la guerra y prohíbe a Japón el uso de la fuerza para resolver disputas internacionales».

El eje Italia-Estados Unidos también ha influido en la elección de los altos directivos de Leonardo: Crosetto y Meloni optaron por hombres vinculados a la OTAN. Roberto Cingolani, el nuevo consejero delegado, es miembro del consejo de administración del Fondo de Innovación de la OTAN desde marzo de 2023; Lorenzo Mariani, nombrado codirector general del grupo, ha sido responsable ante la OTAN durante el periodo en que era director comercial de la división de sistemas terrestres de Alenia Aeronáutica (corporación de ingeniería aeroespacial subsidiaria de Leonardo) y Alenia Marconi Systems (AMS); y el nuevo presidente, Stefano Pontecorvo, ha ocupado cargos en la OTAN como Alto Representante Civil de la OTAN, coordinando, entre otras misiones, la evacuación del aeropuerto de Kabul en 2020. Nada más ser nombrado, el consejero delegado Cingolani subrayó en el discurso pronunciado en la inauguración del nuevo campus de la Flight Training School (IFts) en Decimomannu, Cerdeña (escuela en la que se formarán pilotos de caza de todo el mundo), que las relaciones con Estados Unidos en la Alianza son fundamentales.

Por último, cuatro candidatos de la sociedad de inversiones estadounidense GreenWood se incorporaron por primera vez al nuevo consejo de administración de Leonardo. Dos de ellos pertenecen a la consultora McKinsey, empresa que mantiene relaciones con la antigua Finmeccanica desde hace décadas, ya que había elaborado un informe para el Istituto per la Ricostruzione Industriale (IRI) sobre su privatización (concluida en 2000 con la venta del 62 por 100 de sus acciones, que dejaba el 30,2 por 100 en manos del Ministero dell’Economia e delle Finanze, MEF) tras la incorporación de las antiguas empresas del Ente Partecipazioni e Finanziamento Industrie Manifatturiere (EFIM), que operaban en el sector de la defensa. McKinsey también intervino en el proyecto de escisión de las actividades civiles (Finmeccanica 2) consideradas no estratégicas por Finmeccanica. Este proyecto había sido bloqueado por el consejero delegado Pier Francesco Guarguaglini en 2005, pero concluyó durante el mandato de Mauro Moretti (2014-2017), quien realizó un cambio radical en la estructura y configuración de las filiales de Leonardo mediante la creación de la empresa única y gestionó la desinversión definitiva de todas las actividades civiles (operación que sirvió para mejorar la situación financiera y que era coherente con los deseos de los principales accionistas, incluido el MEF). La adquisición en 2008 de la empresa estadounidense DRS Technologies, especializada en electrónica de defensa (la parte relativa a la información sensible para el Departamento de Defensa estadounidense era secreta e inaccesible para la dirección de Leonardo), costó 5,2 millardos de dólares, de los cuales se abonaron 3,6 en efectivo y 1,6 en deuda financiera, lo cual generó una deuda total de 3,9 millardos de dólares, que se había reducido a 2,8 en 2016.

En 2022 Leonardo comenzó a reorganizar sus filiales estadounidenses, agrupándolas bajo una única entidad jurídica, Leonardo US Holding, recuperando casi 1,3 millardos de dólares de deuda. Según el Informe Anual de 2022, Estados Unidos supone el 27 por 100 de los ingresos de Leonardo y está presente en el accionariado con la participación de varios fondos de inversión: Dimensional Fund Advisors LP, The Vanguard Group, Inc., T. Rowe Price International Ltd. y BlackRock Fund Advisors.

En el informe Relations between the United States of America and Italy in the post-Cold War Period: a Defense-Industrial Perspective publicado en 2014, los autores Alessandro Marrone y Alessandro Ungaro subrayan el papel de Finmeccanica en la relación existente entre Estados Unidos e Italia, que se materializó a través de la firma de varios memorandos de entendimiento y de la voluntad de los gobiernos democristianos de convertir a Italia en una potencia «media». Comenzó así una política de presencia estadounidense mediante la asunción de un papel activo por parte de Italia en la gestión de las crisis lideradas por Estados Unidos desencadenadas en Europa, Asia Central y el Gran Mediterráneo, lo cual supuso el aumento de las misiones militares en el extranjero. El informe analiza, en particular, el momento en que disminuye la presencia industrial estadounidense en Italia y, al final de la Guerra Fría, comienza la penetración italiana del mercado estadounidense. Hay al menos cuatro ejemplos que lo demuestran: el suministro del helicóptero AgustaWestland AW101, la adquisición de DRS Technologies por Finmeccanica, la participación de Fincantieri en el programa Littoral Combat Ship y el suministro de Beretta al ejército estadounidense. Entre los acuerdos más importantes figuran los relativos a una mayor protección mutua, la regulación más eficaz de las adquisiciones, el intercambio de ingenieros y científicos así como de proyectos de investigación, desarrollo y experimentación. El informe también subraya cómo los gobiernos presididos por Silvio Berlusconi (bajo su gobierno se firmó el memorándum de entendimiento con Israel) han mostrado una mayor actitud proestadounidense que los presididos por líderes progresistas, aunque en general todos ellos han intentado equilibrar la actitud atlantista con iniciativas proeuropeas. Sin embargo, la elección de determinados programas estadounidenses, como el avión de transporte táctico C27J en lugar del europeo A400M, o la decisión final de participar en el programa del avión de combate F-35, demuestran el euroescepticismo del gobierno de Berlusconi, que en su momento había provocado la dimisión de su ministro de Asuntos Exteriores, Renato Ruggiero. Hay que recordar que el programa F-35 fue concebido y utilizado por el Departamento de Defensa estadounidense para romper la cooperación tecnológica creada entre los Estados europeos.

Como epílogo a estas consideraciones es necesario señalar que durante el periodo de posguerra la producción militar italiana se realizaba bajo licencia extranjera exclusivamente con empresas estadounidenses y, en menor medida, británicas y suizas. Sin embargo, durante la década de 1970 las industrias afectadas empezaron a establecer relaciones de colaboración autónomas con empresas europeas en el seno de la OTAN, lo cual implicó un salto cualitativo posibilitado no sólo por la apertura de nuevos departamentos universitarios, sino también por instalaciones como el polígono de entrenamiento militar de Perdasdefogu, Cerdeña. Las instalaciones del polígono se utilizan para efectuar pruebas y ensayos de materiales armamentísticos y para verificar en vuelo los aviones procedentes de la cercana base de Decimomannu. La militarización del territorio sardo, decidida por políticos y militares, y las décadas de ejercicios militares realizados en ausencia de los controles pertinentes, que han provocado dramáticas consecuencias en la salud de la población y contaminado el agua y el medio ambiente locales, han contado con la fuerte oposición de la población de la isla durante la totalidad del periodo de posguerra, la cual ha consolidado con el paso del tiempo una tradición de lucha y resistencia contra la ocupación militar de Cerdeña y contra la guerra. El final de la Guerra Fría ha destruido, por el contrario, la red que unía las luchas de los trabajadores de las fábricas del sector de la defensa con los comités territoriales en el objetivo común de detener la carrera armamentística y de vetar la expansión incontrolada de la venta de armas a países dictatoriales, así como de permitir un uso alternativo de los recursos.

De todas las asambleas celebradas en las fábricas y de la documentación producida a escala territorial no ha quedado nada, gracias también a los despidos de las vanguardias deseados también por los sindicatos confederales, que habían abandonado hace tiempo la tarea de transformar las luchas en las fábricas en conquistas/cambios sociales. Hoy quienes protagonizan la lucha contra las armas y la guerra son los estibadores de Génova.

3. En 2019 el consejero delegado de Leonardo Alessandro Profumo anunció al consejo de administración de la empresa, que se iba a fortalecer el equipo con el nombramiento de Roberto Cingolani como jefe de Innovación Tecnológica y que se concluiría la operación de fusión enmarcada en el proyecto One Company iniciado por Mauro Moretti. Se trataba de una operación destinada a racionalizar la estructura corporativa de determinados activos pertenecientes a las principales áreas de negocio relacionadas con la actividad aeroespacial, de defensa y de seguridad. Finmeccanica, rebautizada Leonardo, dejaba de ser un conglomerado de empresas famosas por sus marcas: Selex ES, AgustaWestland, Alenia Aermacchi, Oto Melara y Whitehead Sistemi Subacquei.

Con Cingolani en Leonardo, se inicia un salto tecnológico entre lo digital y la gestión de datos. Se han creado once laboratorios en torno a nueve áreas de investigación: once incubadoras de conocimiento en las que trabajadores titulados en materias científicas deben colaborar para mejorar el proceso industrial del diseño al producto, utilizando el superordenador HPC davinci1 instalado en Génova. Además se han creado otros cuatro laboratorios, tres con el Istituto Italiano di Tecnologia de Génova ligados a la inteligencia artificial y la robótica y otro conjunto con la empresa química belga Solvay, dedicado a la investigación de nuevos materiales. Los campos de aplicación de la inteligencia artificial en el sector de la defensa y la seguridad conciernen tanto a la evolución de los sistemas de armamento como a su proceso de producción, pero también, como se desprende de la guerra actual, a la gestión de conflictos en actividades de inteligencia, control y propaganda (ciberseguridad). Se trata, además, de una tecnología que permite a Leonardo diversificar su producción mediante la entrada en el sector civil al hilo de la realización de proyectos de seguridad y vigilancia destinados a ciudades, puertos y aeropuertos (negocio de servicios). Desde Génova la empresa armamentística italiana liderará el Damas (Digital Hub for Automotive and Aerospace) junto con Ferrari e Intesa Sanpaolo, y ofrecerá servicios a pequeñas y medianas empresas con sucursales en toda Italia. En colaboración con la Associazione Nazionale Comuni Italiani (ANCI) y Rete Mille Infrastrutture Leonardo ha firmado un acuerdo para apoyar a los municipios en la puesta en marcha de la clasificación y gestión de riesgos medioambientales, el estado del patrimonio cultural y la supervisión de infraestructuras (puentes, viaductos, túneles, terraplenes, pasos elevados y obras similares).

Así pues, pasamos de las aplicaciones militares para la autonomía de plataformas aéreas, terrestres y navales (drones, robots, etcétera) a la robótica en el ámbito industrial (por ejemplo, operaciones de mantenimiento a distancia, sinergias en las cadenas de producción) y a las aplicaciones civiles, que ofrecen la posibilidad de operar en entornos inseguros o difíciles para el ser humano (por ejemplo, condiciones difíciles como en planetas y satélites, los fondos marinos, etcétera). Como corolario de estas actividades, el grupo Leonardo presume de haber invertido 1,8 millardos de euros en investigación y desarrollo en 2021 y de haber establecido colaboraciones con diversas universidades, escuelas politécnicas y centros de investigación italianos. Leonardo ha firmado un acuerdo con la multinacional alemana Siemens para crear una nueva plataforma de seguridad digital dedicada a las infraestructuras industriales, mientras que con la empresa estadounidense Cisco ha establecido una asociación para desarrollar actividades tecnológicas, que van de la ciberseguridad a la nube y las soluciones digitales para empresas privadas y Administraciones públicas. Desde hace años, las grandes empresas de defensa aprovechan (o prefieren fusionarse) la velocidad y las capacidades tecnológicas que sólo las multinacionales del sector comercial son capaces de sostener o en otro caso optan por la fusión.

En marzo de 2023, Leonardo concluyó en el roadshow de Tel Aviv, organizado para start-ups innovadoras, la segunda fase de su iniciativa Business Innovation Factory, el acelerador dirigido a las nuevas empresas con alto potencial de innovación creado en colaboración con LVenture Group. Se confirma así el interés de Leonardo por las jóvenes start-ups a las que considera como una forma de generar valor. En esta ocasión, Israel y Leonardo firmaron dos acuerdos de innovación relacionados con este tipo de empresas, uno con la Autoridad de Innovación israelí y otro con la Ramot Tel Aviv University, destinados a la valorización de la propiedad intelectual de la Universidad de Tel Aviv.

Lorenzo Mariani, antiguo consejero delegado de MBDA Italia, ha sido nombrado codirector junto con el paladín de la energía nuclear (la distinción entre energía nuclear civil y militar es muy sutil) Roberto Cingolani. El recién nombrado codirector comentó inmediatamente un mensaje del ministro Crosetto sobre la necesidad de introducir un cambio de mentalidad respecto a la industria militar, que necesita internacionalizarse, afirmando que no toda la industria de defensa se ha internacionalizado. Y señaló que «en muchos casos el sector no está preparado para dar saltos como la realización de fusiones empresariales, de programas de cooperación o de aceleración de las herramientas de producción. MBDA tiene una larga historia a este respecto. Fue creada en 2001 por Inglaterra, Francia e Italia, que decidieron poner en común sus activos en el campo de la misilística». MBDA Italia forma parte del grupo multinacional MBDA, controlado por Airbus, BAE Systems y Leonardo, que emplea en torno a 14.000 personas, siendo la empresa europea que diseña y fabrica misiles y sistemas de misiles para las fuerzas armadas terrestres, navales y aéreas de todo el mundo.

Profumo deja a Leonardo con los siguientes resultados en 2022. Facturación por familia de productos y servicios:

  • Sistemas de defensa (44,4 por 100): armas, radares, etcétera; helicópteros (30,8 por 100): civiles y militares; equipos aeronáuticos (20,8 por 100) aviones, etcétera; otros (4 por 100).
  • 105 centros de producción: Italia (54), Europa (8), Estados Unidos (32) y otros países (11).
  • Distribución geográfica del volumen de negocio: Italia (14 por 100), Reino Unido (11,4 por 100), Europa (21,6 por 100), Estados Unidos (26,9 por 100) y otros países (26,1 por 100).
  • Deuda de 2,6 millardos.
  • Adquisición del 25,1 por 100 de Hennsoldt y consolidación de la israelí Rada en Leonardo Drs, Inc.
  • Ingresos: 86 por 100 procedentes de los mercados internacionales.
  • Inversión en I+D: alrededor del 13,6 por 100 de los ingresos en 2022.
  • Socios tecnológicos: Boeing, BAE Systems, Thales, Airbus, Lockheed Martin, Northrop Grumman, Saab, Raytheon, CAE y Rolls-Royce.
  • Número de empleados: 51.392 en total, de los cuales 32.327 se hallan empleados en Italia.

4. El estudio de Mediobanca Le multinazionali industriali mondiali: analisi settoriale e focus sulla Difesa ha analizado por su parte treinta grandes grupos mundiales de defensa con ingresos individuales superiores a 1,5 millardos de euros: quince tienen su sede en Estados Unidos, diez en Europa y cinco en Asia. Estados Unidos representa el 37,9 por 100 del gasto mundial en defensa, seguido de China, con el 13,9 por 100. Italia ocupa el undécimo lugar, cuarto en Europa, con un gasto de 32 millardos de dólares, lo cual representa el 15, por 100 del gasto mundial. En su conjunto, las treinta multinacionales de del sector de la aeronáutica y la defensa han alcanzado unos ingresos totales de más de 315 millardos de euros, luciendo una capitalización bursátil de 721 millardos de euros en marzo de 2023, equivalente al 0,8 por 100 del valor total de las bolsas mundiales. Entre estas treinta corporaciones, Leonardo ocupa el noveno lugar y Fincantieri el decimotercero (excluyendo a los gigantes estadounidenses, ocupan el tercer y cuarto lugar en Europa y en el mundo, respectivamente). Los dos grupos nacionales italianos registran un volumen de negocios de 14,7 y 7,3 millardos de euros, respectivamente. De estos ingresos, Leonardo y Fincantiere obtienen el 83 y el 32 por 100 respectivamente del segmento de la defensa. En los extremos de la clasificación en cuanto al porcentaje de negocio procedente de este sector se encuentran el Naval Group francés (100 por 100) y Fincantieri. Estas dos empresas han creado la empresa conjunta igualitaria Naviris. En cuanto a las inversiones, Fincantieri ocupa el sexto puesto global con el 4 por 100 de su facturación en 2022 y Leonardo el duodécimo con el 3,3 por 100 de la suya.

Por otro lado, el Studio Prometeia 2022 (datos de 2021) se centra en el ecosistema productivo liderado por Leonardo en las regiones de Lombardía y Piamonte (aquí la región financia con 2 millones de euros la ciudadela aeroespacial «inteligente» de Turín), pero también ofrece información sobre sus spin-offs en el resto del país. En el caso de Italia, el estudio ha identificado más de cuatro mil empresas, el 87 por 100 de las cuales son PYME, que totalizan más de 125.000 empleados. Estas empresas generan el 0,6 por 100 del PIB italiano, el 1,4 por 100 del valor producido por el conjunto de la industria nacional y el 13 por 100 de la industria italiana de alta tecnología. En términos de empleo, el resultado se debe a la expansión de las actividades directas del grupo.

En cuanto a la cadena de suministros, la empresa construyó en 2018 el programa LEAP (Leonardo Empowering Advanced Partnerships), basado en un modelo de gestión que incluye programas de formación, acuerdos a largo plazo, convenios para el apoyo financiero e iniciativas para impulsar la transferencia de tecnología, que va de la transformación digital a la ciberseguridad. Es importante señalar que Leonardo ha recibido financiación de Cassa Depositi e Prestiti de hasta 100 millones de euros para apoyar inversiones en investigación, desarrollo e innovación. La información publicada muestra que «el préstamo está destinado a cofinanciar determinados proyectos de inversión previstos en el plan industrial ya financiados al 50 por 100 por el Banco Europeo de Invesiones, centrados en cuatro áreas específicas de intervención: helicópteros, ciberseguridad, infraestructuras informáticas e intervenciones infraestructurales para aumentar la eficiencia productiva de determinadas plantas». Instituciones bancarias como BNL Gruppo BNP Paribas, Intesa Sanpaolo y UniCredit aportaron financiación adicional para construir la cadena de suministros. En general, puede decirse que la industria de defensa italiana recibe financiación de varias fuentes. Por un lado, Europa y la OTAN contribuyen a sus proyectos de investigación. Por otro, el Piano Nazionale di Ripresa e Resilienza (PNRR), esto es, los fondos procedentes del programa NextGenerationEU, ha asignado 1,3 millardos de euros a la Agencia Espacial Europea y 880 millones de euros a la Agenzia Spaziale Italiana para realizar proyectos de observación de la Tierra, desarrollar instrumentos de vigilancia del territorio y del espacio exterior y construir infraestructuras avanzadas de producción útiles para fortalecer las competencias nacionales de Leonardo y sus joint ventures Telespazio y Thales Alenia Space. Parte de los fondos del PNRR para el espacio se dedican, con una cantidad igual cofinanciada por el sector privado, a la mejora de la eficiencia y digitalización de las capacidades de producción de la industria espacial nacional y al fortalecimiento de la cadena de suministros, que se ocupa de la robótica espacial, la inteligencia artificial, los sensores, la propulsión, etcétera. Otro proyecto del PNRR se refiere a la nueva infraestructura en la nube destinada a las Administraciones públicas, que debe servir para garantizar la máxima seguridad de los datos sensibles y fomentar el proceso de transformación digital. Para ello se ha creado el Polo Strategico Nazionale: una sociedad de proyectos en la que Leonardo participa junto con Tim (la empresa de telecomunicaciones italiana), Cassa Depositi e Prestiti y Sogei, la empresa pública italiana activa en el sector de las tecnologías de la comunicación y la información.

La mayoría de los estudios y analistas que patrocinan la industria de defensa tienden a ensalzar el valor de los beneficios socioeconómicos y de imagen de Leonardo y Fincantieri en el ámbito internacional, pero omiten el número de víctimas mortales causadas por las empresas contratadas y subcontratadas por la segunda y guardan silencio sobre los costes reales soportados por el conjunto de la población. Por ejemplo, el aumento del gasto militar para desarrollar un nuevo caza de sexta generación como el Tempest, cuando todavía el denominado F-35 de quinta generación es descrito sin contemplaciones por la Government Accountability Office estadounidense como un programa que «ha producido más de 800 aviones, pero lleva más de una década de retraso, ha costado más de 165 millardos de dólares por encima de las estimaciones de coste originales», y sigue plagado de problemas con el motor, el software del Block 4, las piezas de recambio, el simulador, etcétera. Así pues, aunque gastemos más en el sector bélico, es impensable que este gasto se convierta en una fuerza motriz para el conjunto de la economía civil. Sería más provechos invertir directamente en otros sectores, lo cual sin duda tendría efectos más expansivos y necesarios. En su conjunto, el gasto militar permite al Ministerio de Defensa italiano financia programas antes de que estos sean probados y evaluados, los cuales además en muchos casos apenas son utilizados con fines de defensa, pero sí indudablemente fortalecen a los contratistas de defensa en su actividad de devorar implacablemente dinero público y captar a sujetos que demuestran capacidades creativas e innovadoras. A cambio, el aparato militar en toda su complejidad aporta profesionalidad y dispositivos para controlar y reprimir todo lo que exprese disidencia frente a un poder totalizador.

Share