LA FOSA COMÚN DEL MEDITERRÁNEO: CASI 28.000 MUERTOS DESDE 2014 Y MÁS DE 2000 EN LO QUE VA DE 2023

La fosa común del Mediterráneo: casi 28.000 muertos desde 2014 y más de 2.000 en lo que va de 2023

El Proyecto Migrantes Desaparecidos, de la Organización Internacional para las Migraciones, ha documentado la muerte, en todo el mundo, de 57.573 personas desde 2014. La del Mediterráneo Central es, sin duda, la ruta más peligrosa.

Migrantes, que fueron devueltos a tierra en Libia tras intentar cruzar el mar para llegar a Europa, reciben el apoyo de trabajadores humanitarios de la OIM. NACIONES UNIDAS

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Con una cruel asiduidad llegan noticias de otra tragedia con migrantes. Y con naturalidad (a veces, incluso displicencia) se asumen sucesivas catástrofes que están convirtiendo al Mediterráneo en una enorme fosa común.

Son muertos de segunda, sin DNI. Ni siquiera son cifras, puesto que resulta muy complicado cuantificar la magnitud del drama. Lo intentan desde el Proyecto Migrantes Desaparecidos (MMP por sus siglas en inglés) de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que lleva desde 2014 documentando casos de personas migrantes, incluyendo a refugiados y solicitantes de asilo, que han fallecido en las fronteras de los Estados o en el proceso migratorio hacia un destino internacional.

Los dos naufragios que tuvieron lugar en octubre de 2013 cerca de la isla italiana de Lampedusa, y en los que murieron 368 personas, impulsaron la creación de este programa, que está financiado por el Departamento Federal de Asuntos Exteriores (DFAE) de Suiza, el Ministerio del Interior de Alemania (BMI) y Gobierno del Reino Unido a través de UK Aid.

57.869 migrantes muertos desde 2014

Hasta el momento, han registrado en todo el mundo 57.869 muertes en trayectos migratorios desde 2014. La del Mediterráneo, con 27.845, es la zona con más víctimas. Por detrás están África (13.041), las Américas (8.065), Asia (5.755), Oriente Próximo (2.142) y Europa (1.021).

Obtienen los datos de diversas fuentes y registros oficiales, como los que llevan los guardacostas, los médicos forenses y las ONG. Completan el registro con encuestas y entrevistas a migrantes.

En 2023 ya han acreditado 3.472 muertes. Y el año más trágico desde que comenzaron con el proyecto fue 2016, con 8.078 desaparecidos. En 2022, la cifra fue de 7.080.

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La causa de la muerte más habitual es el ahogamiento (34.961 personas), seguida de las muertes vinculadas a transportes peligrosos (4.959), la violencia (3.593), las condiciones ambientales extremas, la falta de albergue, comida o agua (3.481), las enfermedades (1.579) y la muerte accidental (702). Además, hay 8.594 personas que fallecieron por causas desconocidas o por una mezcla de alguna de las anteriores.

Los muertos del Mediterráneo

Quizá, dentro de mucho tiempo, todo esto se recuerde como un gran genocidio cometido por inacción. Desde luego, las cifras de personas muertas en el Mediterráneo son tan abrumadoras que resulta inevitable señalar culpables.

27.845 migrantes desaparecidos desde 2014 y 2.096 en lo que va de año. El número es inferior, por muy poco, al registrado en el mismo periodo de 2022: 2.411 víctimas. Y quedan cinco meses por delante. El peor año en el Mediterráneo fue también, como en el resto del mundo, 2016: entonces murieron 5.136 personas.

En cuanto a los menores, van 84 muertos en 2023. Fueron 118 en 2022 y 279 en 2015 (año en el que fallecieron más). En total, calculan que 1.126 menores han muerto en el Mediterráneo desde 2014.

Mediterráneo Central: la ruta migratoria más peligrosa del mundo

Por zonas, en el Mediterráneo Central han perecido 22.096 personas, 3.452 en el Occidental y 2.297 en el Oriental.

Ésta es, explican, la ruta migratoria más peligrosa que se conoce en todo el mundo, debido a, entre otras cosas, “la duración del viaje en ultramar –que puede llevar muchos días– y también a patrones de tráfico de personas que son cada vez más peligrosos, brechas en la capacidad de operaciones de búsqueda y rescate, y restricciones al trabajo vital de las ONG”.

Los migrantes, agregan, “a menudo cruzan el Mediterráneo Central en botes inflables sobrecargados y no adecuados para la navegación marítima. Por añadidura, puede ser que varios botes de este tipo partan al mismo tiempo, lo cual complica seriamente las operaciones de búsqueda y de rescate”.

También es la ruta con más desapariciones: “Es posible que muchas muertes no se hayan registrado. Los datos del MMP desde 2014 sugieren que los restos de más de 12.000 personas se han perdido en alta mar en esta ruta”.

Hay, asimismo, “una sólida evidencia de que muchos naufragios son invisibles –es decir, se trata de botes en problemas que desaparecen sin dejar sobrevivientes– y que, por consiguiente, no se registran. Por ejemplo, el MMP ha registrado cientos de restos humanos que se han encontrado en playas de Libia, que no se relacionan con ningún naufragio del que se tengan noticias”.

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