La era de la exposición química tóxica

 

LA ERA DE LA EXPOSICIÓN QUÍMICA TÓXICA

 

Este es un tema que puede afectar, literalmente, al futuro de nuestra especie. Porque en la actualidad cada vez nacen menos niños varones. La calidad del esperma se deteriora año tras año. Cada año mas y mas parejas tienen problemas para concebir. Esto pasa aquí y ahora. Los datos son alarmantes. En los últimos cincuenta años el promedio de espermatozoides se ha reducido a la mitad. Las anormalidades y la infertilidad masculina han aumentado drásticamente. Los casos de cáncer testicular se han duplicado en apenas veinte años. Y esto solo por mecionar algunos indicadores. Estamos ante una verdadera crisis de la salud reproductiva de los hombres. Es una epidemia silenciosa que pone en riesgo no sólo la capacidad de tener hijos sino la supervivencia misma de nuestra especie tal y como lo conocemos.

 

¿Porqué? Muchos científicos apuntan la exposición careciente a químicos tóxicos que alteran el equilibrio hormonal de los seres humanos, y de los hombres especialmente en los momentos críticos de su participación en la reproducción. En la vida moderna se han multiplicado los elementos químicos que tienen un impacto debastador en la fertilidad.

 

La comunidad científica lleva muchos años haciendo sonar la alarma. En Europa se ha regulado y legislado pero da igual. El culpable, no es natural ni inevitable, son ciertos químicos ubicuos en nuestra sociedad. Son elaborados sintéticos capaces de alterar el sistema hormonal que orquesta el desarrollo sexual de los hombres. Compuestos que imitan el accionar de las hormonas naturales llendo contra procesos críticos que van desde la producción de los genitales hasta la producción de esperma. Lo mas preocupante es que estos disruptores endocrinos, que es como se los conoce, están por todas partes: en los envases, cosméticos, perfumenes, pesticidas, retardantes del fuego, ciertos medicamentos, etc Un niño promedio está expuestos a cientos o miles de estos compuestos desde el momento en que es concebido. Así que da igual ser europeo pues el niño ya ha sido sometido a ese bombardeo químico desde que era más vulnerable. En el ambiente prístino del embrión se cuelan disruptores que pueden crear malformaciones, mutilaciones genitales, etc Y luego estará expuesto toda la vida. Los químicos que nos facilitan la vida pueden estar robando nuestra vida y el futuro de nuestros nietos.

 

¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Hace 70 años los químicos sintéticos eran ciencia ficción y la mayoría de los objetos que nos rodeaban era de origen natural: acero, madera, goma, cuero… EN 1950 la industria química emergió de su papel crucial en la Segunda Guerra Mundial con un apetito voraz por el crecimiento. Los avances científicos abrían posibilidades ilimitadas: el petróleo era abundante y barato y ofrecia la materia prima perfecta. Este escenario explotó en las décadas siguientes con los laboratorios, las fábricas se convirtieron en elaboradores de productos químicos nunca vistos en la Naturaleza: plásticos, pesticidas, disolventes… Una nueva gama que prometía hacer la vida moderna más fácil ,más cómoda, más higioénica, etc Pero había un detalle que se pasó por alto. La mayoría de esas sustancias se lanzaron al mercado sin analizar su toxicidad para el ser humano. De 90000 sustancias solo se ha testado el 15%. Hubo ignorancia, arrogancia y codicia. La novedad de sus particularidades era muy tentadora y sus beneficios para la industria demasiados. Hoy, esos compuestos no testados están nuestra vida común. No solo en los hogares y puestos de trabajo sino en la comida y los vestidos. Desde que se describió que en nuestro metabolismo hay microplásticos son parte de nosotros mismos. ¿Quje precio estamos pagando por ello?

 

Esos compuestos están en nuestro cuerpo. Hay microplásticos en nuestro cerebro, testículos, semen y sangre. Y esos microplásticos llevan disruptores endocrinos. Cada objeto manufacturado los contiene. Pesticidas, tintes, retardantes del fuego, colorantes… Cada vez hay mas evidencias de que están dañando sobretodo las partes más importantes de nuestro desarrollo. Europa ha restringido estas sustancias en los juguetes pero no se pueden eliminar pues el costo sería demasiado grande. Son mas dañinos cuanto mas temprana es la edad de exposición. ¿Hemos rodeado a nuestro futuro de sustancias insidiosas contra la salud? El problema es basto y arraigado y fruto de la vida moderna.

 

El conteo de espermatozoides se ha reducido a la mitad en los hombres desde la decada de los cuarenta del siglo XX. Un hombre fértil y joven actual tiene menos de la mitad de los espermatozoides de su abuelo. El 85% de ese esperma pude ser anormal en su forma o en su funcionalidad. Los estandares dela OMS han sido recortados con la bajada de cada epoca. Se redefine la salud reproductiva masculina hacia abajo.

 

Los animales salvajes llevan décadas adaptándose a estos químicos. Las gaviotas de los Grandes Lagos tienen deformidades reproductivas: huevos debiles, hermafroditas, penes deformes, etc Igual los peces y los osos polares. Y nuestros cuerpos funcionan igual que el resto de los otros vertebrados. Además nuestro desarrollo neonatal es muy vulnerable a estas sustancias. Y muchos disruptores endocrinos se acumulan en el cuerpo de la madre y pueden transmitirse al feto a través de la placenta o por la leche materna.

 

Desde la Segunda Guerra Mundial la mayoría de los nuevos 90-000 quimicos creados no se han examinado su toxicidad. Muchos han sido declarados tóxicos como el pesticida DDT. Autismo, deformaciones, etc han obligado a desarrollar regulaciones para proteger a los mas vulnerables. Pero el futuro de la especie humana está en juego.Hay “canarios en la mina” que explican la actuación de estos venenos. Hay una reserva indígena en Canadá cercana a un complejo petroquímico enorme en la que nacen el doble de nacimientos de niñas por cada niño. De un 55% de varones, los nacimientos pasaron a 35% por la exposición química a piroxinas y otros contaminantes. Los fetos masculinos tienen mas probabilidades de aborto.

 

Hay tendencias similares por todo el mundo. Especialmente en las zonas mas industrializadas nacen mas niñas que niños. Una población con menos hombres puede encogerse y colapsar. El coctel químico puede alterar nuestra capacidad de reproducirnos.

 

La industria química negó las evidencias, cuestionaron los estudios científicos, presionando a los legisladores para evitar regulaciones más estrictas y aduciendo que el cambio industrial es antieconómico.

 

¿Que legado queremos dejar a nuestros sucesores? Menos varones, mas parejas en clínicas de infertilidad, una nueva normalidad de malformaciones corporales…

 

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