Historia de la polarización en EEUU (y IV)

 

HISTORIA DE LA POLARIZACIÓN EN EEUU (IV)

 

6, Antifa

 

El cantautor folk Woody Guthrie es uno de los referentes del antifascismo como su canción “This land is your land” y su icónica frase “esta máquina mata fascistas”. Woody Guthrie, Pete Seeger o Alan Lomax eran los “folkies del m_Frente Popular”.

 

La décima parte del 1% más rico de la población posee casi tanta riqueza como el 90% menos rico. Esta frase de Bernie Sanders, el heredero ideológico de movimientos como Occupy Wall Street, la antiglobalización, las movilizaciones contra la guerra-la de Irak y la de Vietnam-, la lucha antirracista, los derechos civiles y el antifascismo del Frente Popular y los folkies del Village mencionados, fue el representante de la izquierda que más lejos ha llegado en el sistema político de EEUU. Se declaró independiente pero optó por presentarse a las primarias demócratas porque era la úinica forma de tener una mínima posibilidad de llegar a la Casa Blanca. Ningún candidato de un “tercer partido” ha ganado nunca unas elecciones en la historia de EEUU. Pero, el aparato del partido favoreció desde el principio de las primarias a la candidata Hillary Clinton. Entre los votos favorables a Clinton estaban los superdelegados del partido-cargos electos, miembros del DNC y “demócratas ilustres”-que no han sido elegidos democráticamente en las primarias. Esos representantes de las “elites” del aparato demócrata votarán de forma abrumadora a favor de la candidata del “establishment”. Además el partido dependía financieramente de la campaña de Clinton desde el inicio de las primarias. Hillary utilizaba al Partido Demócrata económicamente dependiente de ella para recaudar fondos para su propia campaña. Sanders en “Nueva Revolución” concluyó que la gran crisis a la que nos enfrentamos como nación no responde solo a los roblemas objetivos-una economía amañada, un sistema de financiación electoral corrupto, un sistema judicial roto o la extraordinaria amenaza del cambio climático-. La crisis más seria viene de los límites impuestos a nuestra imaginación. La imaginación es la primera víctima que sucumbe ante un establishment-económico, político y mediático- increíblemente poderoso que nos está diciendo todos los días de diferentes maneras que el cambio real es impensable, imposible”.

 

El cóctel que dará como resultado la resistencia anti-Trump aglutinará a diferentes colectivos “amenazados” por las declaraciones y las políticas del candidato republicano, desde grupos antirracistas, a favor de los derechos civiles de inmigrantes, musulmanes, LGTB y, sobre todo, feministas. Clinton pertenecía al establishment del “privilegio blanco”, es decir, que los blancos tengan ventajas frente a las minorías en una sociedad dominada por la minoría blanca.

 

La fiebre del folk revival tenía como combustible a la protesta. Fue un movimiento fundamentalmente político, vinculado desde el principio al antirracismo, el pacifismo y las manifestaciones antinucleares. Joan Baez y BobDylan acompañaron al discurso “I Have A DReam” de Martin Luther King y la Marcha sobre Washington con la canción “We shall overcome”(Venceremos). Los “freedom riders”(viajeros de la libertad) eran jóvenes de diferentes razas que se mezclaban entre los pasajeros de los autobuses de línea interestatales con destino a ciudades sureñas. Lo hacían para protestar contra la segregación racial obligatoria en los medios de transporte. Así llegó el “Verano de la Libertad” de 1964. Se había aprobado la Ley de Derechos Civiles que prohibía la discriminación en establecimientos públicos, empresas, colegios publicos, bibliotecas y parques. Sin embargo, no incluía el derecho a voto ni el fin de restricciones como las “pruebas de alfabetización” obligatorias.

 

Malcolm X fundó durante aquel dramático verano de la libertad su Organización de la Unidad Afroamericana (OAAU), inspirado por el movimiento panafricanista. Así, dejaba definitivamente atrás sus días en la organización nacionalista negra Nación del Islam. Defendió la soberanía de los negros de EEUU frente al “poder colonial blanco”. Se convirtió al izquierdismo porque “los países que emergen actualmente del colonialismo están girando hacia el socialismo.. Y no creo que eso sea accidental”.

 

En 1968 James Earl Gray acabó con la vida de Martin Luther King. El rock and roll tuvo su FEstival de Newport en 1965 donde BobDylan trajo las letras comprometidas del folk al R&R.

 

Otra pata del antifascismo han sido los anarquistas del “Black block”.

 

La Marcha de las Mujeres con los “pussy hats”, gorros de lana de color rosa chillón se convirtieron en el nuevo símbolo improvisado de la lucha contra el autoritarismo y el sexismo de Trump. La filtración de una conv ersación privada de Trump en la que presumía de agredir a las mujeres literalmente “agarrándolas por el coño” colmo el vaso. Mas provocadoras fueron las menifestantes que vestían el hijab con los colores de la bandera estdounidense, el velo islámico de barras y estrellas.

 

El sociólogo tejano Charles Wright MIlls llamó “La Nueva Izquierda” a la izquierda joven estadounidense que dejó de mirar a Europa como los viejos marxistas. En este proceso la lucha de la comunidad negra por sus derechos fue determinante. Toda una red de entendimiento político y crecimiento personal hermanó la identidad de la Nueva Izquierda blanca con el mundo no blanco. Como dijo James Baldwin: “Que los blancos estadounidenses se conviertan en negros”. El empoderamiento de la comunidad negra durante la conquista de los derechos civiles generó una energía inocnmensurable en la sociedad estadounidense. La izquierda vislumbraba una o0portunidad de cambio. Pero esa energía se atomizó en múltiples frentes: el movimiento contra la guerra, la diversidad sexual, el ecologismo y, sobre todo, el feminismo. La profesora universitaria y militante comunista Angela Davis fue una figura clave de la Nueva Izquierda y el feminismo en la década de los setenta.

 

Los grupos antifascistas militantes han sido parte activa de la resistencia antiTrump desde los primeros días de su presidencia. Sus banderas son rojinegras. Junto al ascenso de la ultraderecha racista, los descendientes ideológicos de Woody Gurthrie y las Brigadas Internacionales se han organizado para apoyar a los colectivos “en guerra” contra las políticas del Gobierno de WAahington: feministas, antirracistas, pacifistas, ecologistas, gais, lesbianas y transexuales, ciudadanos solidarios con refugiados y migrantes, y hasta organizaciones no gubernamentales que trabajan con discapacitados. Millones de ciudadanos se sienten agredidos o amenazados por un presidente al que ven como aliado de la extrrema derecha. El caldo de cultivo i y Treblinkadeal para quienes se arrogan la responsabilidad histórica de defender a la sociedad del fascismo en su concepción más amplia, no solo de los fascistas en sentido literal. El historiador Mark Bray en su “manual antifascista” afirma que “después de Auschwitz y Treblinka, los antifascistas se han comprometido con la lucha a muerte contra el derecho de las organizaciones nazis a expresarse”. En la mayoría de los países europeos, ese compromiso antifascista de silenciar el discurso negacionista del Holocausto y la exhibición de parafernalia nazi cristalizó en leyes que irremediablemente restringen la libertadd e expresión. El derecho penal alemán castiga el delito de “Volksverhetzung” (literalmente, “instigación a las masas”) con hasta cinco años de prisión para quienes incitan al odio contra un sector de la población. Incluso si el delito ocurre fuera de las fronteras alemanas o si el delincuente no es de nacionalidad alemana. La constitución de los EEUU defiende el derecho de neonazis y fundamentalistas del KKK

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