As redes malditas (III)

 

LAS REDES MALDITAS(III)

 

La red social Reddit no era solo una plataforma social, sino el Gobierno de un nuevo tipo de comunidad. El suyo era un Gobierno que se negaba a gobernar, pues dejaba a los propios usuarios que eligiesen entre lo correcto y lo incorrecto, entre el bien y el mal. Cada hombre es el responsable de su propia alma. Ese se convertiría en un argumento habitual de lo sdueños y señores de las redes sociales que la trascendencia de su revolución les obligaba a ignorar las insignificantes leyes y la moral del mundo físico, pasado de moda. Además, todo mal comportamiento era culpa de los usuarios, sin tener en cuenta la importancia que la plataforma hubiese tenido al permitir y fomentar esas transgresiones y por beneficiarse de ellas.

 

El discurso según el cual estaban creando una nueva sociedad ilustrada parecía difícil de encajar con el hecho real de estar obteniendo beneficios con la explotación pornográfica de unas mujeres sin su consentimiento.

 

Querían frenar el “porno vengativo”, un método para humillar a alguien divulgando fotos privadas.

 

Hubo una batería de políticas que vetaban a los usuarios y a las comunidades que llevasen a cabo campañas de odio o acoso extremo. “No aceptamos ese comportamiento. Vamos a reprimirlo ahora y todas las veces que intentaréis repetirlo”

 

No obstante, los usuarios de Reddit montaron en cólera por las eliminaciones, pues las consideraban un ataque a la libertad de ofender y de transgredir, que, al fin y al cabo, había sido una promesa explícita de la web social desde su creación. El responsable estaba imponiendo un programa feminista, reprimía a los hombres blancos y quería acabar con la libertad de expresión. Los usuarios parecían experimentar el incidente como un ataque a su identidad compartida, un nuevo frente en la guerra imaginaria entre los hombres geek librepensadores y las feministas políticamente correctas que conspiraban para controlarlos.

 

Esa serie de episodios-el Gamergate, los foros de odio, la respuesta negativa al responsable de Reddit- sacudió la web social, pero, aunque parezca extraño, no a sus supervisores, quienes no dieron señales de darse cuenta de hasta qué punto la cultura del extremismo y el mayoritarismo agresivo habían impregnado la red social. Pero no se le pasó por alto a la extrema derecha, que vio que las redes sociales habían cultivado algo que ellos no habían sabido cultivar: un público amplio y predispuesto al nacionalismo blanco entre la juventud estadounidense. Parece que el Gamergate puso en alerta a troles de internet racistas, misóginos y homófobos para que alcanzasen el grado de poder de que disponen en la actualidad. Lo cual dio pie al ascenso del ejército d troles nazis.

 

El número de nacionalistas blancos de extrema derecha en Twitter se había incrementado por siete entre los años 2012 y 2016.

 

A pesar de su nobleza, los ideales fundacionales de internet habían llevado a las compañías tecnológicas a adoptar una interpretación restrictiva y extrema de la libertad de expresión que resultaba ser preligrosa.

 

La encrucijada en la que se encontraban las redes sociales podían seguir llendo a la deriva y pareciéndose cada vez más a nuevas versiones turbo de 4chan impulsadas por algoritmos. O podían emprender un camino futuro con restricciones y normas que controlasen los impulsos de la mayoría-o de minorías especialmente vehementes-, de modo que los demás también pudiesen participar.

 

Pero el ideólogo neofascista Bannon llamó a su causa “Alt Right” (“derecha alternativa”), un término que tomó prestado de los extremistas del supremacismo blanco que querían renovar su imagen para una nueva generación.

 

Llegan a través del Gamergate o de lo que sea y luego se les atrae hasta la política y Trump.

 

La derecha alternativa es un movimiento nacido de los márgenes jóvenes, subversivos y alternativos de internet. Una causa que promete diversión, transgresión y un desafío a las normas sociales que ellos, sencillamente, no entienden.

 

Llenaron de acusaciones de que los candidatos moderados eran unos “cuckservatives” (“conservadores cornudos”). El compuesto se originó en foro0s supremacistas blancos, donde “cuck” (“cornudo”) hace referencia al miedo a que tu esposa te ponga los cuernos con un negro.

 

Lo llaman la magia de los “memes”: cuando memes de internet que antes eran desconocidos se vuelven tan influyentes que empiezan a afectar los hechos del mundo real. La rana Pepe, un personaje que los neonazis de internet habían adoptado como mascota, se convirtió , en Reddit y Twitter, en algo más complejo: una expresión de racismo irónico. Y era un vehiculo para introducir a hurtadillas, escondido detrás de la ironía, un racismo terriblemente real en el dis urso mayoritario.

 

El movimiento convergió alrededor de Donald Trump. Tiene un carácter y un estilo que encajan por completo con lo que buscan los malhechores de la web.

 

Los sistemas de Facebook promovían un buen número de blogs ultrapartidistas antes desconocidos y medios que vendían pura desinformación hasta convertirlos en megaeditores con el poder de reconfigurar la realidad para enormes segmentos de la población.

 

Promovía sentimientos de amenaza a la identidad del grupo-los musulmanes vienen a matarnos, los judíos arrasarán nuestra cultura, los liberales quieren acabar con los valores tradicionales-que activaban el instinto de defensa tribal de los usuarios. Los incitaba a compartir cada vez más enlaces y comentarios que consolidaban su identidad de endogrupo y a unirse contra el enemigo común. Un bucle de retroalimentación continuo de ruido y rabia que resultó ser de lo más beneficioso para Silicon Valley y Donald Trump, pero catasgtr´`ofico para todo el resto.

 

Entodas las plataformas, los debates sobre la inmigración giraron con mayor frecuencia en torno a cuestiones relacionadas con la amenaza a la identidad, lo cual, como es lógico, privilegió las visiones de extrema derecha que se centran, por definición, en los temores de un conflicto identitario.

 

La consecuencia a largo plazo del Gamergate fue la creación de una cultura del miedo dirigida contra las mujeres profesionales que hacen tus videojuegos. El sector, que genera cientos de miles de millones de dólares, todavía tiene un sesgo-tanto en sus productos como en las personas que los crean- radicalmente masculino.

 

Pero también hay muchas personas en la izquierda que he visto con horror que utilizaban la misma táctica de fomentar la indignación y esa cultura de turba y humillación.

 

El resultado fue una convergencia casi universal en esos comportamientos y formas de pen tarde sar, incentivados desde el principio por las redes sociales.

 

Ese ciclo de agravios y resentimientos e identidad, y de muchedumbres enfurecidas, parece que está consumiendo y envenenando a todo el país.

 

 

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