EL PODER DE LA IGLESIA CATÓLICA

La Iglesia institucionalizada interpreta unas escrituras que recogen la voluntad de Dios adquiriendo poder por ello y para ello. La religión es cuestión de fe, pero la Iglesia es una institución que hace negocios, es el primer propietario inmobiliario del país, y es una organización que aumenta la desigualdad por su monopolio interpretativo sagrado, estando siempre al lado del poder y constituyendo un poder conservador que le permite seguir con sus negocios.


La religión es una construcción histórica humana muy ligada al imperialismo y que precisa de una organización que administre los ritos y guíe las almas. A nivel internacional la Ilustración del siglo XVIIi pareció iniciar la decadencia de la religión, pero este “desencanto de Dios” ha sido sucedido por la “revancha de Dios”. Países seculares en África o Asia después de la colonización han vuelto del modelo secularizador al confesionalismo. La religión ha pasado a primer plano: guerras, terrorismo, nuevas religiones… Hay un revival del hecho religioso. En EEUU no se puede ser presidente sin pertenecer a una religión. En Rusia ha vuelto la religión tras el ateísmo oficial comunista. Hay nuevs guerras de religión entre cristianismos en América Latina y África. Todo está sustentado en organizaciones poderosas que controlan la espiritualidad de sus fieles.

La Iglesia acepta la desigualdad de riqueza, de género, etc. El Catolicismo quiere ser el portavoz de los pobres frente al Estado. Esto quedó resquebrajado con los movimientos sociales en Europa pero ha vuelto. La Iglesia y sus ONGs como Oxfam presenta informes sobre la pobreza muy polarizados. Sin embargo, la sociedad es más compleja (clases medias, etc). Le interesa dar esa imagen porque la Iglesia hace recaudación económica en base a ella.

El Papa de Roma, cuando viaja, es recibido como un jefe de Estado especial con un cierto halo de espiritualidad. El Papa critica a los poderosos del Capitalismo, pero es una pose para estar a bien con los pobres e interlocutar con el Estado.

Existe una mayor consolidación de la religión en los países más pobres y un retroceso en los más ricos. Donde la religión está más presente hay una mayor desigualdad como en EEUU, porque las religiones son conservadoras y replican sus sociedades y jerarquías, clases sociales, etc. En Europa, hasta la Reforma protestante, la Iglesia formaba parte del modelo económico feudal y, la posterior secularización (nacionalización de los bienes de la Iglesia que pasan al Estado) opuso al pueblo a la Iglesia. En la zona católica hubo revoluciones contra la Iglesia con un pr4oceso desamortizador pues la Iglesia se posicionó con la reacción junto con la Corona (la alianza del Trono y el Altar). En Europa se luchó contra la Iglesia para lograr la libertad de conciencia y la libertad económica. Pero, en EEUU, las sectas no formaban parte del Antiguo Régimen y construyeron nacionalmente el país. El protestantismo americano tiene una idea de prosperidad frente a la resignación católica. El Evangelismo, procedente de EEUU; tiene mucho ascenso en las elites de américa Latina, África y Asia por la “teología de la prosperidad” (religión imperial) de ofrecer algo a Dios para que te de. Tiene un ingrediente salvador de la pobreza que no tiene el Catolicismo.

La Iglesia ofrece espiritualidad y recibe a cambio bienes materiales. El Banco Vaticano tiene 8 billones de euros en activos. La Iglesia Católica siempre ha sido muy rica incluso en países descreídos. La Iglesia, por su acumulación histórica y su relación con los poderes tiene negocios en todo el mundo. Se divide en Iglesia diocesana (obispados) y su clero administra los sacramentos. Y aparte están las órdenes religiosas y algunas muy poderosas (jesuitas, Opus Dei, etc). Luego hay fundaciones católicas y ongs, aunque no todas se amparan en la religión. Estas organizaciones buscan ventajas o privilegios para la lucha económica y acuerdan con los Estados privilegios, exenciones fiscales y opacidad (concordatos). En España la Constitución dice que el Estado es aconfesional, pero para al clero diocesano. También la Iglesia acuerda con el Estado que los colegios católicos sean financiados públicamente. Pasa igual con la red hospitalaria. Este es el mecanismo de la Iglesia en España y otros países. Directamente el presupuesto público va a su organización. La iglesia Católica ha conseguido mayor peso económico y corporativo en Democracia que durante el nacionalcatolicismo franquista. Y a pesar de que los ritos de paso sociales son seculares (sólo un 30% de matrimonios canónicos). La Iglesia está en la asistencia social, medios de comunicación, negocios, etc. La Iglesia es hábil para detraer fondos públicos aconfesionales y tiene una gran connivencia con los ricos y poderosos. La educación postuniversitaria (master) son las escuelas de negocios confesionales de las elites. El 80% de los miembros de los consejos de administración de empresas españolas viene de escuelas de negocios católicas.
La iglesia tiene exenciones fiscales de 11.000 millones, más del 1% del PIB y unos 240 euros por español, sea católico o no. No se ha logrado la deseada autofinanciación de la Iglesia. Así hay un déficit laico. Incluso en países laicos las iglesias son muy poderosas. Las iglesias penetran en las estructuras cívico-políticas (partidos propios, financiando lobbys y partidos, etc) como en EEUU, México o Brasil. En educación en España de los 7.000 millones que cuesta la concertada 5.000 se lo lleva la Iglesia. Y este ingreso ha aumentado con la crisis frente a los re cortes en la educación pública. Y esto beneficia a las clases sociales menos perjudicadas por la crisis. En 2015 se entregó 11.190 millones a la Iglesia.

El problema es que la Democracia española es nacionalcatólica a pesar de la secularización de la población. Pero la Iglesia es fuerte aún sin subvenciones públicas. La Iglesia tiene un gran poder económico y político (Opus Dei en Navarra, Kikos en Murcia…). La Iglesia es un competidor más en el Estado del Bienestar con el neoliberalismo (residencias de ancianos, menores tutelados por el Estado, etc). La Iglesia cada día está más especializada (por ejemplo, los hospitales católicos de Madrid que no pagan impuestos). En la crisis la Iglesia cobró protagonismo en los medios de comunicación (Banco de Alimentos controlado por el Opus Dei). Volvió la caridad frente a la solidaridad social. La caridad no resuelve los problemas sociales y desensibiliza del problema. La caridad durante la crisis ha mejorado su imagen pública a pesar de la moral privada y el modelo de familia no seguidos por la población.

Por otro lado, en los países secularizados el patrimonio histórico inmobilliario religioso está en manos del Estado. Pero en España el patrimonio estuvo abandonado(desde la Guerra Civil). La Iglesia fue una nefasta conservadora. Pero con la Democracia se invirtió en patrimonio histórico artístico. Sin embargo, la administración sigue en manos de la Iglesia Católica por celebrar allí ritos. Incluso cobrando dinero por las visitas. Lo mismo sucede con que la >Iglesia tiene sus propios museos diocesanos. Es otro negocio de la Iglesia tolerado por el Estado. Y Aznar en 1996 hizo una reforma hipotecaria que habilitaba para inmatricular bienes raíce3s con la autorización de un obispo. Muchos conventos deshabitados y derruídos han sido comprados por el Estado a la Iglesia con connivencia de políticos locales. España en esto es excepcional.

El laicismo, que nació con la Revolución Francesa, es la República (libertad de conciencia, igualdad de acceso a derechos sin discriminación y solidaridad social). Es mantener lo común, común y lo privado, privado. Se enfrenta a las iglesias que tienden a profanar lo público. Las religiones tienden a estados teocráticos, el laicismo garantiza la libertad de religión.

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