EL NEOFEUDALISMO Y LA PLANIFICACIÓN DE LA MALDAD

El neofeudalismo y la planificación de la maldad

Por Patrocinio Navarro Valero

Que nuestro mundo se halla en manos de unos pocos y que esos pocos actúan según sus particulares conveniencias, es algo que saben hasta los niños de primer curso. A veces enfrentados, a veces juntos, esas minorías  tienen algo en común: no desean ser apeados de sus privilegios.

Por Patrocinio Navarro Valero

Que nuestro mundo se halla en manos de unos pocos y que esos pocos actúan según sus particulares conveniencias, es algo que saben hasta los niños de primer curso. A veces enfrentados, a veces juntos, esas minorías  tienen algo en común: no desean ser apeados de sus privilegios, por lo que siempre encuentran el modo de planificar la vida de los ciudadanos del mundo a fin de conseguir sus propósitos comunes de riqueza y dominación, caiga quien caiga. Para ello no cesan de actuar  organizadamente de un modo que puede calificarse como » planificación de la maldad» dados los efectos perversos que arrojan sobre las personas y sus  medios de vida, el medio ambiente y el mundo animal.

La  planificación de la maldad a gran escala es un hecho real

El gran alcance de esta estrategia, exige  una laboriosa organización a gran escala que garantice el resultado. Para ello, una increíble maquinaria de persuasión y adoctrinamiento se pone en marcha a diario a través de los medios, de los colegios y universidades, de las Iglesias y de los diversos actores culturales. Multitud de estrategias psicológicas, que van desde la desinformación programada o la repetición mántrica de ciertas noticias a la invención de noticias falsas, llevan a la humanidad a engaños -entre otras manipulaciones – con el propósito de  imponer la ley satánica del Gobierno Mundial neo feudal: “Separa, ata y domina”.

“Separa, ata y domina,” convertida en ley general de los poderosos, como denuncia el cristianismo originario, es la fuerza social, religiosa, económica y política dominante y  de la que nos previene el mundo espiritual. Para el mundo espiritual, el antídoto de semejante perversidad es sencillo: “Une y sé”, “Trata a los demás como tú mismo deseas ser tratado”, “No hagas a nadie lo que no deseas que se te haga”. Ningún Gobierno cumple estos principios, por sencillos que parecen, y si en algún momento da  la impresión alguno  de actuar de ese modo, jamás lo hace por altruismo, sino esperando salir beneficiado, aunque eso suponga perjudicar a otros. Después de todo es bastante parecido a lo que cada persona egocéntrica suele hacer, y en ese sentido, los gobiernos son representativos de esas conductas: «Primero yo», o la  » América First» de Trump con » primero él«, viene a ser lo mismo en esencia.

El mundo espiritual, en cambio, es altruista; es el mundo de la  unidad, la libertad, la igualdad, la hermandad, tan contrario al mundo que vivimos y tan lejos de la » América First «Tal vez ese era uno de los sentidos con que Jesús el Cristo decía “Yo no soy de este mundo.

Quien  domina, ata y separa, explota y esclaviza en diversos grados para obtener la energía física, mental y espiritual del dominado. Especialmente, obtener energía negativa- en forma de atención incontestable, odio, ansias supremacistas, xenofobia, envidia, indiferencia  de las gentes ante las injusticias y la maldad, y otros sentimientos de esa cuerda,  es el propósito fundamental de los gobiernos del mundo y de sus asesores invisibles de las sombras para  tenernos separados, desunidos, enfrentados y…explotados sin resistencia. Hay hombres que pretenden lo mismo hasta con sus familias, y tal vez su gran número explique el que existan tales gobiernos.

Los grandes medios de comunicación de masas, de común acuerdo, ocultan y  divulgan lo que conviene  al poder feudal al que pertenecen: del este o del oeste del  Planeta; de este o de aquel grupo de poder;  y en cada caso, expresan  quién tiene más control mediático en cada uno de los grandes polos -norteamericano, chino, ruso, y en menor grado, europeo- enfrentados por el predominio industrial y tecnológico basado en el egocentrismo endiosado de sus altos representantes. Para desgracia general, estos poderes cuentan con muchos seguidores en la humanidad, y consiguen abonar el individualismo indiferente a las necesidades y afectos ajenos, y hacer que esa basura mental forme parte de la vida cotidiana de las gentes convertidas en egocéntricas y a la vez en masas con similares  formas de pensamiento, necesidades, aficiones y consumo, inducidas, que se ubican en edificios de similares características arquitectónicas, de tal manera que vayamos donde vayamos, parecemos estar en el mismo sitio, salvo ligeras diferencias. Estamos, pues,  ante un tipo de sociedad gregaria, tele dirigida y consumista.

Individualismo gregario

Llama sobremanera la atención  el ver cómo el Sistema ha conseguido cuadrar el círculo de un individualismo basado en el ego a un gregarismo basado en el consumismo y en la uniformidad en aspiraciones culturales y formas de vida. Puedes odiar a tu vecino, pero compartir con él un mismo estadio apoyando al mismo equipo; o coincidir en el centro comercial que ambos frecuentáis, viviendo en edificios iguales o casi iguales, comprando las mismas cosas que habéis visto anunciadas  en el mismo canal de TV, compitiendo por conseguir el mejor precio de una camiseta en las rebajas señaladas para las mismas fechas y muchas más cosas que evidencian el absurdo de un individualismo gregario.
Nos quieren separados, pero rentables,  y muchos quieren eso, pero es que eso es imposible de conseguir si nos pensamos en términos menos convencionales, por ejemplo, como seres espirituales, unidos en lo más profundo; y no solo entre nosotros, sino de cada uno de nosotros con la Naturaleza, el mundo animal,el Cosmos y el espíritu del Creador. Si no todos alcanzamos este nivel de comprensión de la realidad humana como realidad espiritual trascendente, al menos puede ser  fácil de aceptar para muchos  la idea de que estamos en el mismo barco llamado mundo. 

Lo que sucede en el puente de mando del navío nos atañe a todos, especialmente si el puesto de mando se halla controlado por gentes que no son de fiar y que se pelean  por llevar el timón de la nave, que es justo lo que está sucediendo. Y eso nos concierne tanto a todos como  si algún pasajero se tira por la borda porque no puede soportar la presión, o vemos un naufragio con niñitos de pecho y embarazadas, o un suicido por desahucio o por la pobreza extrema, o  alguien  mata a su mujer o a sus hijos ante los ojos de sus vecinos. Todo eso nos concierne; todo eso interpela a nuestra conciencia: a ver qué pasa ahí adentro.  Y es justamente la respuesta de nuestra conciencia la que nos va a mostrar el grado de éxito o fracaso de la planificación  de la maldad sobre nosotros, y una instantánea del punto de evolución en que nos encontramos personalmente, incluidos usted y yo, estimado lector, más allá de nuestro ideario político o religioso, en caso de tener alguno definido.e

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