EL PROCES DE LOS RICOS

El procés de los ricos«Detrás de un patriota hay siempre un comerciante»José Bergamín (escritor español)La sentencia del juicio contra el proceso independentistacatalán en el Tribunal Supremo,la detención de miembros de los Comités deDefensa de la República (CDR) acusados deterrorismo y la incidencia de Cataluña en lacampaña de las elecciones legislativasespañolasdel 10 de noviembre han colocado otravez el conflicto catalán en el primerplano de laactualidad. Sin embargo, hay un aspecto deeste problema que está quedando ocultoporotras consideraciones que, aunque son mediáticamentemás llamativas, son más superficialesdesde un punto de vista político y social.Se trata del indudable carácter de movimientode clase que tiene el proyecto independentistacatalán. Habría que dejar muy claro que todo este tremendo lío se origina por un intentode importantes sectores de la burguesía catalanade mantener sus actuales privilegios, y deconseguir otros. Se trata de que parte del establishmentcatalánpretendeaumentar sus beneficioseconómicos y su elevada posición social,una posición alcanzadamediante unacombinación de medios legales y métodos corruptos.Es la misma burguesía que históricamentenegociaba con los burgueses y aristócratasigualmente corruptos que gobernaban España,para conseguir autorizaciones comerciales que le permitieran, por ejemplo, hacer negocio conla compraventa de esclavos en las colonias,como hicieron bastantes de los grandes señoresde Cataluña. También sacaban sus negociosadelante mediante los aranceles que losespañoles les concedían para proteger la comercializaciónrentable de los frutos secos o delos textiles catalanes. El suave catalanismo deaquellas épocas era básicamente eso.Burgueses y carlistasLa burguesía catalana ibaacumulando capital medianteesta mezcla de concesionesespañolas y decorrupción. Y los herederosde esta tradición de clasese agrupan durante la transiciónespañola del franquismoa la democracia enel pujolismo, aunque tambiéntienen ramificacionesen otras organizaciones políticas,como por ejemploese extraño artefacto interclasistacontrolado por burguesessupuestamente ilustradosque es el PSC.También se ha movidosiempre alrededor de la órbita convergente EsquerraRepublicana, una organización surgidade los propietarios rurales, muy influenciadospor el foralismocarlista y muy ligado a la iglesiacatólica. Aunque parcialmente adaptada a losnuevostiempos, Esquerra sigue representandoese ruralismo reaccionario y profundamenteconservador. El sistema de negocios de la burguesíacatalana, con algunas innovaciones,siguiófuncionando adecuadamente hasta, más omenos, la primera década de este siglo. Entoncesllega una fuerte crisis económica global.Parte de los sectores burgueses catalanesmuy relacionados con la corrupción, aglutinadosalrededor del denominadosector negociosde Convergència, y apoyados por el carlismoruralista y reaccionario deEsquerra, ven unagran oportunidad en la situación creada por lasconsecuenciaseconómicas y sociales de la crisis,provocada por la ofensiva del capitalismoespeculativo y financiero contra el capitalismoempresarial y productivo. El desconcierto y laproletarización de gran parte de las clases mediasen gran parte de Europa y de EEUU seproduce también en Catalunya, dibujándoseasí el escenario adecuado para que lossectoresde la burguesía catalana más corruptos intentenun golpe de mano.

Objetivo: repartirseCataluñaAprovechando el miedo yla confusión de ampliossectores de lasclases medias,y creyendo –erróneamente–que la crisis hadejadoa los aparatos del Estadocasi en fuera de juego,los empresarios y políticosde estos grupos burguesesapuestan por la independenciacomo el método másadecuado para no sólomantenersus privilegios económicos,sino para aumentarlos.Así, los dirigentes que organizaron uno de los sistemasdecorrupción más perfeccionadosde Europa, el3%, se hacenindependentistas.A los grupos socialesmás damnificados por la crisis,lesprometen que,comoEspaña es la culpable de estasituación, saliendo de Españase arreglará el problema.Estos planteamientossimplistas suelen tener éxitoen épocas de crisis, confusiónydesconcierto.Los impulsores del movimientobuscan varios objetivoscon la operación. No setrata sólode aumentar su capital, sino de desembarazarsede los grupos similares de españolesque participan en los mismos negocios yse llevan sus correspondientesmordidas. Loscorruptosde Cataluña quieren el pastelpara ellos solos. Además,saben que varios juecesyfiscales estatales disponende abundante material sobrelos principales casos decorrupciónde los burguesescatalanes. Es un materialque, en principio, sólo se utilizarásila burguesía catalanaopta por la vía independentista.Y precisamente,para acabar con todo esto,esos burgueses, muchosde ellos corruptos,apuestanpor la independencia. Losjueces y fiscales españolesno podrán actuar contraotroEstado, la república catalana. Así, el negocioserá completo.Si con una Cataluña parcialmente controladapor el Estado español se han podido organizarcorrupciones de gran calibre,como Banca Catalana, el denominadocaso Casinos, elexpolio del Palau de la Músicade Barcelona, la gigantescatrama del 3% y otros episodiossimilares, con una Cataluñaindependiente las posibilidadeseconómicas de lacorrupciónse multiplicaríanhasta casi el infinito. Y la crisisbrinda la oportunidad adecuada,porque esinternacional.¿Quién se va a ocuparde una revuelta burguesa enCataluña? En esos momentos,la Unión Europea y el euroestán muy tocados, y elEstado español, casi intervenidopor los hombres denegro de la troika, está muydebilitado. Es el momento.Ricos contra pobresCataluña entra así a formarde este episodio, ahorainternacional, global, que es, de hecho, una ofensivade ricos contra pobres. Laprimera reivindicación deestos movimientos es unrechazototal a que los impuestospagados en las zonasricas puedan servir paraaliviar losproblemas delos territorios más pobres.En Cataluña, el lema es «España nos roba»;en Italia, la Liga del norte del país, habla de«Roma ladrona»; los ultras británicos del Brexitacusan a la Unión Europeade robar al Reino Unido; enBélgica, los ricos nacionalistasradicales de Flandes,acusan a losfrancófonosvalones, que son más pobres,de quedarse con granparte de sus impuestos;enEEUU, los ultras acusan alEstado de robarles con impuestosexcesivos para financiarplanes de ayuda alos pobres…El planteamiento anteriorparte de unamanipulaciónburda, porque los impuestoslospaganlos individuos ylas empresas (viene a serlo mismo), no los territorios.Teóricamente, los impuestosson progresivos, y por tanto, pagan más losque más tienen. En principio. Es decir,

Cataluñano paga impuestos, y es falso decir que Españale «roba» impuestos aCataluña. Pagan impuestoslos más ricos, sean catalanes,madrileños, gallegos,vascos,etc. Pero esta ofensivaburguesa plantea elasunto como un agravio territorial,porque buscaunacobertura ideológica.Esta cobertura es el nacionalismo,en diferentes grados.En Cataluña, estos gruposdeempresarios ricos,vinculados a las tramas decorrupción que actúan desdela transición delfranquismo ala democracia, impulsan unproceso soberanista optandopor laindependencia. Creenque el Estado español, debilitadopor la crisis, no podrá frenarlos.Para mantener el talantenacionalista e independentista,necesitan activistas de este espacioideológico. Así, recurren aotros grupos políticos que vandesde Esquerra hasta los restosde Convergència, sumando tambiéna corrientes deotras procedencias.El cemento que unetodo esto es el nacionalismo, lapatria.Xenófobos disfrazadosde izquierdistasEl producto se vende bien enunos momentos de confusión ypánico provocados por las duras consecuenciasde la crisis sobre las clases medias. Estemiedo social, con pérdida del sentimiento identitarioy de las expectativas y proyectos defuturoes un caldo de cultivo perfecto para estos vendedoresde naciones, patrias, banderasglorias,himnos… El problema es España, dicen. Yañaden que, si se recupera el gloriosopasadode Catalunya, todo se arreglará. El supremacismo,por su parte, proporciona lailusión y el optimismonecesarios. Europa apoyará a los ingeniosos,productivos,inteligentes, cultos y eficacescatalanes frente a esos pobres atrasados,medio analfabetos,alpargateros y casi morosque son los españoles, un país de gitanos quevivende losimpuestos que generan los laboriososciudadanos de Cataluña. Los españolesson un pueblo de parásitos. Está claro.Nunca faltan en estos casos fanáticos xenófobosdisfrazados de supuestos izquierdistas,como la CUP, cuya gran contribución a esteproceso consiste en completar el apoyoparlamentario,sumando sus escaños, para conseguirasí que los burgueses corruptostengan lamayoría absoluta en el Parlamento de Cataluña.Otra de las grandes hazañas de estos pequeñosburgueses radicalizadospor el extremismo racistacontra los españolesque asumenel control de la CUP, fuecambiar a Artur Mas por CarlesPuigdemont. Esa essu incidenciasobre un proceso controladopor burgueses reaccionariosconvertidos de lanoche a lamañana en independentistas.Esta mescolanza es un campoabonado para los sectorescatalanes dirigidos por activistasconvencidos hasta el fanatismode las bondades del independentismo. Son gente que, apartir del control de la mayoríaparlamentaria que los izquierdistasde la CUP ponen a disposición del sector negocios convergente, aliadocon lospequeños burgueses deEsquerra, viven del dinero público de la Generalitat. Encualquier caso, como sonsimplesactivistas,sin otro medio de vida que el presupuesto delas entidades públicas catalanas,se hacen conel control político del proceso impulsado por losburgueses ligados a las redescorruptas.Mandan los fanáticosDe esta manera se enquistan en los puestosde mando y control individuos destacados porsu fanatismo ultra-racista. Desde la presidencia de la Generalitat, se reparten cargos ysueldos, y estos activistas del integrismo identitariollevan el proceso soberanista a unextremo que provoca el pánico de bastantes de los burgueses que los utilizaron inicialmentepara dar

cobertura política al movimiento. Entonces, partede esta burguesía,viéndose desbordada porlos fanáticos ultranacionalistas a los que habíapedido ayuda, salencorriendo con sus empresas fuera de Catalunya.Pero este tipo de movimiento social noseplantea únicamente en Catalunya. Es global, ypor tanto, se dan características similares entodos los territorios en los que se produce. Esun nacionalismo de clase, y cuando consigueninfluir en los gobiernos, lo primero que hacenes bajar los impuestos a los ricos. Y, en muchos casos, para compensar el descenso delos ingresos públicos que implica esta bajadatributaria, disminuyen el gasto público dedicado a las políticas sociales, es decir, a los máspobres. Éste es el eje de susplanteamientoseconómicos, aunque puedan disfrazar estospropósitos con palabreríanacionalista. A la hora de la verdad, por poner un ejemplo, las bolsas mundiales bajaroncuando se iniciaron lostrámites para un eventual impeachmentcontraDonald Trump.Respecto al racismo, debe tenerse en cuenta que la propaganda nacionalista ha provocado que muchos de los sectores de los segmentos sociales más perjudicados por la crisispiensen que la admisión de inmigrantes aumenta el gasto social del Estado y, además, lesquita puestos de trabajo. Este segundo argumento es discutible, porque en muchoscasos,los inmigrantes hacen los trabajos que los nacionales no aceptan. En cualquier caso, paralos movimientos ultranacionalistas, es una manera de ganar votos.Capitalismo racistaEn el caso de Catalunya, es tradicional laexistencia de un profundo racismo contra losárabes y contra quienes se identificancon lareligión musulmana. Este racismo, que lossectores burgueses intentan disimular y ocultar,porque choca con su total alineamiento conlasposiciones de la histeria moral de la correcciónpolítica, se desvía en parte hacia losespañoles, que se convierten así el enemigo que cualquier nacionalismo radical necesita para autoafirmarse. Del racismo y el odio hacia todo lo español, nace el victimismo que practica el nacionalismo catalán: la culpa detodo es de losespañoles. Los nacionalistas que asumen el racismocontra los españoles olvidan que, de hecho, loscatalanes ricos que dirigen todo este movimiento no tienen ningún inconveniente en llegara acuerdos con los españoles ricos cuandoes necesario para la defensa de sus intereses.No puede prescindirse del hecho de que muchas de las características negativas del ultranacionalismo catalán son perfectamente aplicables al ultranacionalismo español, que se hareactivado parcialmente ante la virulencia delbrote identitario que se registra enCataluña.Lo importante, de todas formas, es que la actual ofensiva de los nacionalismos en gran parte del mundo capitalista afectado por la últimacrisis económica,es un movimientoimpulsadopor los grupos más poderosos del capitalismopara conseguir un mayor controlsocial y aumentar así su capacidad de acumulación decapital. Estamos ante un movimientode claseque, como es habitual, nunca aparece puro, sino que se mezcla con otrascorrientes y fenómenos sociales. Pero cualquier estadística socioeconómica refleja quedurante la crisisha aumentado la desigualdad social. Es decir, losricos se han hecho másricos, y los pobres sehan hecho más pobres y más numerosos.Por tanto, hay que tener muy claro que, en elcaso de Catalunya, el proceso soberanista,contodas sus dinámicas independentistas, racistas, xenófobas y supremacistas, es un movimiento de clase, una operación impulsada y dirigida por importantes sectores de la burguesíacatalana para aumentar sus cuotas de podereconómico. Esta operación serealiza utilizando la cobertura política del nacionalismo y elactivismo de grupos, partidos ysegmentos sociales que están dirigidos en unos casos porlos más fanáticos y activistas.Pero por detrásestán los que siempre ganan con estas operaciones, los que mandan, losricos.

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