MATAR A SULAIMANI

Matar a Sulaimani – Cómo el carnicero del pueblo se convirtió en un héroe anti imperialista

Publicado por Newroz Euskal Kurdu Elkartea ⋅ 6 enero, 2020 ⋅ 1 comentario

Archivado bajo  Iran

Vivimos en un mundo donde olvidamos a menudo que pueden coexistir múltiples verdades al mismo tiempo. En una era de conglomerados mediáticos que regurgitan una y otra vez los mismos eslóganes y titulares a favor de la guerra, y en una época en la que los fracasos de la izquierda son bastante crudos, debido a esto, la verdad a menudo es reducida a una dualidad simplista y maniquea, con la perspectiva de elegir entre blanco y negro o elegir entre la perspectiva de USA o Irán. Los antiimperialistas que durante mucho tiempo han apoyado la brutalidad del régimen de Assad en nombre de la praxis ideológica de izquierdas están defendiendo a rabiar a otro régimen brutal y violento, Irán, sin tener en cuenta los hechos y realidades históricas; sin tener en cuenta la realidad de la vida de millones de ciudadanos iraníes aterrorizados, violados y oprimidos en silencio; sin tener en cuenta la realidad cotidiana de los oprimidos que viven bajo una brutal dictadura que solo es superada por China en ejecuciones de disidentes, artistas, feministas y activistas de derechos humanos. Sin embargo, los imperialistas estadounidenses han convertido a Sulaimani en una figura heroica y estoica, cargada de carisma y gran seguridad en sí mismo, un héroe que luchó valientemente contra el ISIS y salvó al pueblo iraní, en contraste directo con la vívida incoherencia e imprudencia de Trump. ¿Desde cuándo el antiimperialismo significó ser un ávido partidario de los poderes dictatoriales en lugar de los pueblos oprimidos y colonizados?

Aquí expongo algunas verdades básicas sobre la actual situación entre Estados Unidos e Irán:

  1. Sulaimani era un carnicero y un instrumento de violencia iraní que aterrorizaba a millones de personas en Irán, Irak, Siria, Líbano, Yemen, etc. Uno de sus principales papeles era suministrar constantemente a Hezbolá misiles y cohetes, también desplegó silenciosamente cerca de 50.000 militares iraníes en siria en apoyo del régimen de Assad. Jugó un papel decisivo en la tragedia en curso en Yemen a través del apoyo directo de Irán a los houthis. Su papel para evitar que el ISIS entrara en Irán puede atribuirse en gran medida a la división sunita-chiita (ISIS es suní, Irán es un ávido régimen chiita). Su papel en la lucha contra el ISIS en Siria, tuvo más que ver con el apoyo al régimen de Assad y el fin de un grupo sunita rival, tratando así de establecer su propia hegemonía regional, en vez de preocuparse por la paz y la seguridad de la gente común. Mientras participaba en estas ofensivas extraterritoriales, también era el líder de las famosas fuerzas de Quds, que aterrorizan, ejecutan, espían y secuestran a las fuerzas prodemocráticas, defensoras de derechos de las mujeres y defensores de derechos humanos en Irán. Cientos de miles de personas han resultado muertas a consecuencia del papel que jugó Sulaimani en el cumplimiento de los objetivos regionales de Irán. Su participación en estos países tuvo un impacto directo en las aspiraciones democráticas de kurdos, sirios, iraníes y otras minorías oprimidas en la región.
  2. Irán es un régimen perverso. El único grupo de iraníes que realmente está de luto por la ejecución de Sulaimani son los iraníes conservadores aliados con el Mullah que dirige el régimen. Sí, Sulaimani representaba el nacionalismo iraní, pero en un molde muy específico y estrecho que se ajustaba a la visión de Ayatolah de “Irán”. La mayoría de los iraníes, iraquíes y sirios celebran en silencio, si no abiertamente (aunque con cansancio) la muerte de Sulaimani. También saben que matar a una cabeza de figura simbólica, que ya ha sido reemplazada por el general de brigada Esmail Ghanni, una figura aún más conservadora y notoria del régimen iraní, no pone fin a una política implementada y propagada a fondo por el ayatolá.
  3. Estados Unidos es un régimen muy malo con una memoria desafortunadamente corta e incapaz de utilizar las lecciones aprendidas del pasado al comenzar guerras convencionales a través de intervenciones directas, invasiones o políticas imprudentes como el asesinato del segundo carnicero más brutal dentro de la notoria seguridad iraní.

Se admite que Irán es mucho más medida y restringida en su respuesta, no porque muestre un nivel combativamente mayor de respeto por los terrores de la guerra y respete la vida de sus propios ciudadanos; sino más bien por usar su poder blando a través de medios económicos, políticos o militares y esto significa que implementa cuidadosamente sus políticas. Se mide. Es cuidadosa utilizando sus poderes para implementar clandestinamente y de manera encubierta sus vastas aspiraciones y agendas regionales. Su única lealtad es mantener su única continuidad, mientras afianza sus objetivos de afianzar las divisiones chiítas-sunitas. Existe una unidad, una coherencia con la política exterior iraní y su implementación del poder blando, especialmente en relación con la reciente incoherencia en la política exterior de los Estados Unidos bajo Trump. Es por eso que un informe reciente del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos ‘indicó que Irán es el mayor influyente en la región. Es por eso que Irán aún tiene que responder de la misma manera imprudente tal como la imprudente ejecución de Sulaimani por parte de Trump.

Finalmente, la ciudadanía común de Oriente Medio, especialmente en Irán e Irak, no desea una guerra contra los Estados Unidos. Quieren una remoción del régimen del Ayatollah que continúa aterrorizándolos e influenciando sus realidades diarias con su propia seguridad y sus propios intereses nacionales, pero no de la misma manera que Saddam fue removido en 2003. Esta fue una invasión que resultó en el fracaso de Irak como estado, el surgimiento de ISIS y el nivel incomprensible de violencia que se produjo como resultado, el genocidio Yazidi, el surgimiento de las fuerzas de Hshed al-Shahbi respaldadas por Irán y más. Ninguna persona en sus cabales quiere la guerra. Ninguna persona amante de la democracia quiere la guerra con Irán. Del mismo modo, las sanciones solo impondrán más presión sobre el pueblo de Irán que ya está sufriendo y que está pasando por una crisis económica. El cambio de régimen debe ocurrir internamente, orgánicamente y como resultado de las voces y acciones del pueblo de Irán. Cualquier otra cosa huele a intervencionismo e imperialismo, y nunca será vista como legítima.

Y aquí hay una verdades básicas finales: puedes alegrarte del final de Sulaimani y aún así estar en contra de la guerra. Puedes condenar la forma en la que Sulaimani fue ejecutado, pero aún puedes sentirte aliviado de que ya no esté para aterrotizar al pueblo. Puedes ser antiimperialista estadounidense y estar en contra de la dictadura y la brutalidad del régimen iraní. Ser antiimprialista estadounidense, despreciar las políticas imprudentes de Trump contra la humanidad no significa que debas hacer de Sulaimani un símbolo de la libertad o de ideología de izquierdas. Sulaimani era un carnicero. Trump es un megalómano peligroso. Los ayatollah son igual de culpables, sangrando gota a gota la sangre de millones de personas en toda la región, financiando grupos terroristas y guerras de poder. Dejen que Sulaimani muera como el carnicero que era, con un final apropiado, el mismo final que él repartió sobre miles, sin convertirlo en un heroe antiimperialista del pueblo, y por extensión, justificando al régimen iraní. La única lealtad que debe tener es para con la ciudadanía común de Iran, Irak y la región. Estamos en el 2020, y es hora de que empecemos a ver los problemas con todas sus complejidades, dándonos cuenta de que pueden coexistir múltiples verdades y que un análisis simplista no sirve a nadie nada más que para aquellos que anhelan la guerra.

Hawzhin Azeez

 

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