200 colectivos llaman al impago masivo de alquileres si el Gobierno no toma medidas frente a la crisis social
Por Martín Cúneo Publicado el Mar 24, 2020
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“Hola, tengo desahucio de alquiler social de la que era mi vivienda en propiedad para el 28 de mayo, ahora me han parado en el trabajo, tengo tres hijos, uno de ellos menor, no puedo buscar en alquiler porque no se puede ahora y tampoco hay dinero”.
“Soy una empleada de hogar. Empecé con más horas, ahora me ha rebajado a 13 horas semanales. Gano poco dinero, no me llega para mis gastos y alquiler. Quiero saber ahora si tenemos derecho a alguna prestación por la cuarentena y por si nos pagan el alquiler. Pido al Gobierno que mire más por nosotros, nos tienen olvidados”.
Testimonios reales como estos —dos comentarios de los casi 1.500 que ya suma este consultorio abierto en la página de El Salto— se multiplican con diferentes circunstancias y versiones a medida que la crisis sanitaria provocada por el coronavirus se va convirtiendo en crisis social y económica.
“Necesitamos que se nos exonere del pago de las hipotecas y de los alquileres para garantizar que nos quedamos en nuestras casas”, dice Alejandra Jacinto, de la PAH
Este 23 de marzo, cerca de 200 organizaciones y colectivos sociales se han unido para exigir al Gobierno de coalición “un verdadero plan de choque social” que haga frente a esta crisis humanitaria en ciernes. El objetivo: poner en la agenda del Gobierno una batería de medidas que consigan evitar que esta crisis la paguen “las mismas de siempre”, dice Alejandra Jacinto, portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), a El Salto.
Poner a “disposición del bien común” la sanidad privada, una renta básica garantizada mientras dure la cuarentena o la suspensión de las actividades productivas no esenciales para evitar la propagación del virus son algunas de las medidas generales propuestas por esta plataforma. Sin embargo, es en materia de vivienda y suministros básicos donde estas organizaciones ponen el foco. “Necesitamos que se nos exonere del pago de las hipotecas y de los alquileres para garantizar que nos quedamos en nuestras casas”, dice Jacinto.
“AL BORDE DEL COLAPSO”
En apenas unos días, más de 3.000 personas han escrito a los sindicatos de inquilinas e inquilinos. Todas cuentan una historia diferente de cómo les ha afectado el covid19, pero tienen algo en común: a partir del 1 de abril no podrán pagar al alquiler.
En pocos días, señalan desde la campaña lanzada desde la página https://suspensionalquileres.org/, centenares de miles de personas han sido despedidas o han sufrido Expedientes de Regulación Temporal de Empleo —con su reducción de sueldo correspondiente— y han visto caer en picado sus ingresos por el cierre de comercios o de demanda de servicios en el caso de los pequeños comerciantes y autónomos.
Si antes del virus, la burbuja inmobiliaria ahogaba a millones de familias, la crisis del covid19 ha convertido en impagable muchísimos alquileres
Sin embargo, tendrán que seguir pagando alquileres a precio de burbuja en sus viviendas, locales y espacios de trabajo. Todo esto, señalan, en uno de los países europeos donde donde más porcentaje de los ingresos se dedica al pago de la vivienda. Si antes, esta situación ahogaba a millones de familias, la crisis del covid19 ha convertido en impagables muchísimos alquileres. No es casual que la suspensión de estos a la personas afectadas por la crisis del coronavirus se haya convertido en la principal demanda.
UNA SITUACIÓN LÍMITE
“Si no se suspende el pago de alquileres mientras dure la epidemia, muchas economías domésticas y muchas pequeñas empresas quedarán al borde del colapso y se verán forzadas al impago de alquiler. Ya nos están llegando casos de personas que se encuentran en esta situación límite”, explican desde la campaña.
Y lanzan una advertencia: “Si el Gobierno no aprueba estas medidas, seremos nosotras quienes las pondremos en práctica. Porque si algo tenemos claro es que esta crisis no la vamos a pagar la población, como sucedió en 2008. Porque como llevamos mucho tiempo demostrando, no vamos a permitir que nadie sea expulsado de su vivienda mientras solo se garantizan los privilegios de los especuladores”.
La propuesta de una huelga de alquileres a partir del 1 de abril crece en todo el mundo y comparte una misma idea de base: “Si perdemos ingresos, antes de endeudarnos o dejar de cubrir necesidades básicas, dejaremos de pagar nuestro alquiler. Ya estamos preparando una respuesta conjunta y coordinada”.
Frente al Consejo de Ministros del 24 de marzo y las siguientes decisiones que tendrá que tomar el Gobierno de coalición, las organizaciones que están detrás de la campaña #SuspensionAlquileresYa presionan para que “se adopten medidas de emergencia en favor de la mayoría social en un contexto donde la crisis del coronavirus poner en jaque el bienestar de la gente trabajadora”.
“Si perdemos ingresos, antes de endeudarnos o dejar de cubrir necesidades básicas, dejaremos de pagar nuestro alquiler. Ya estamos preparando una respuesta conjunta y coordinada”
Desde la organización también apuntan a la necesidad de ir articulando una alianza entre diversos colectivos y espacios sociales para posicionar en la agenda del Gobierno “una salida a la crisis distinta a 2008”.
UNA RESPUESTA INSUFICIENTE
El fantasma de la crisis de 2008 sobrevuela la gestión del Gobierno de coalición. La campaña lanzada este 23 de marzo exige al Ejecutivo que “de manera inmediata” suspenda el pago del alquiler y de los suministros básicos de las personas “que pierdan o reduzcan sus ingresos durante la crisis”.
Para esta portavoz de la PAH, la solución que ha dado hasta ahora el Gobierno, la moratoria de las hipotecas, es completamente insuficiente. “No nos sirve una moratoria de hipotecas que aplace el problema, que aplace la deuda, y que garantice que la entidad financiera cobrará una renta que nosotros no vamos a poder pagar ni ahora ni más adelante”.
Jacinto sostiene que la “consecuencias de esta crisis las vamos a empezar a vivir más adelante, cuando no podamos pagar las facturas de la luz, las hipotecas, los alquileres” y defiende la necesidad de que “absolutamente nadie se quede fuera de su hogar mientras dure el estado de alerta, pero tampoco en los siguientes meses”. Esta abogada de la PAH remarca como “medidas urgentes” la suspensión de los alquileres con “una compensación acorde en el caso de pequeños arrendadores”, a la vez que se garantizan los suministros básicos.
La idea de una huelga de alquileres a partir del 1 de abril va tomando fuerza con ecos en otros países del mundo, como Canadá, donde las asociaciones de inquilinos de Toronto están llamando a una huelga si el gobierno no toma medidas.
En El Salvador, el presidente Nayib Bukele —que se hizo famoso al entrar con el ejército en el parlamento hace unas semanas— ha decretado la suspensión de las cuotas de la energía eléctrica, el agua, las hipotecas, el teléfono, internet y los alquileres durante tres meses. Unas medidas para hacer frente a las consecuencias del virus que en Venezuela han ido aún más lejos: el presidente Nicolás Maduro ha decretado la suspensión de los alquileres durante seis meses y la prohibición de ejecutar despidos hasta fin de año.
El Salto