Criminalizar la pobreza a través del “fenómeno okupa”…
En los últimos tiempos estamos asistiendo a una especie de campaña generalizada a través de ciertos medios de comunicación y de los partidos de Derecha y Extrema Derecha en torno a la “okupación” de viviendas. Ante esto, cabe hacer una serie de consideraciones…
De entrada, hay que abordar la “falta de rigor” con que se suele hablar de este tema en esos medios de comunicación y que demuestran, o bien un profundo desconocimiento de lo que cuentan, o bien una escasa preparación antes de difundir datos inexactos, o bien un interés “preocupante” en difundir informaciones imprecisas con tal de influir en la población…
Para empezar, habría que distinguir entre la usurpación de la “vivienda habitual” o de viviendas vacías: bien por ser propiedades de entidades bancarias, cuyos moradores han sido generalmente embargados, bien de fondos buitre que las mantienen a la espera de especular con ellas en el momento propicio, o bien, sencillamente, viviendas cuya construcción se paró a raiz de la crisis del 2008 y permanecen abandonadas…
En el caso de las viviendas que forman el domicilio habitual de sus moradores (primera vivienda) su ocupación (con C) constituye un delito de allanamiento de morada. Las penas son mayores, evidentemente y la resolución es mucho más rápida, aunque hay que tener en cuenta el colapso de los juzgados, y más como resultado de la pandemia. En el caso de viviendas deshabitadas el delito es de usurpación de la propiedad…
Según la Fiscalía General del Estado, en su Informe 2019, ha habido “un descenso significativo en los supuestos de okupación de viviendas“. Entonces ¿A qué viene tanto alboroto ahora mismo?…
Según diversas fuentes (algunas, incluso, organizaciones que cuentan entre sus miembros con personas vinculadas al sector bancario) el 80% de las viviendas okupadas pertenecen a entidades financieras, lo que cambia mucho el relato que se intenta colar…
Por otra parte, la propia Judicatura ve innecesario cambios legislativos que endurezcan las penas o acorte los plazas de desocupación de viviendas. La portavoz en Cataluña de Jueces Para La Democracia, María Prado Escoda, considera que, “más que un cambio legislativo, urge un cambio social“. La jueza Montserrat Comas, exvocal del Consejo General del Poder Judicial y actualmente Presidenta de la Sección X de lo penal en la Audiencia Provincial de Barcelona considera que “detrás de estos casos suele haber personas en situación de vulnerabilidad, y suponen un cierto fracaso de los servicios sociales, y de la creación de vivienda social. Prácticamente nadie ocupa una vivienda por capricho“…Entonces ¿A qué viene tanto alarmismo?…
¿Quizás la Derecha y sus medios afines está previendo que la pandemia derive en una crisis repleta de desempleo y de desahucios y quieren cubrirse las espaldas? ¿Intentan criminalizar la pobreza porque las repercusiones de la anterior crisis fueron negativas para ellos? Recordemos que se puso de relieve la fragilidad del acceso a la vivienda, surgió la Proposición No de Ley (PNL) de dación en pago, claramente dañina para los intereses de los bancos, se crearon Plataformas como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), etc…
Se está intentando visibilizar el problema al revés de la realidad: Hay que GARANTIZAR el acceso a la vivienda de todos los ciudadanos de forma real, aunque sea modificando la Constitución (recordemos que el Derecho a la Vivienda se trata de un artículo vacío en el fondo (como ocurre con el Derecho al trabajo). Se encuentra dentro del Título Primero de la Constitución, “de los derechos y deberes fundamentales”, pero pertenece al Capítulo Tercero: “De los principios rectores de la política social y económica”. Ello hace que, según el Profesor titular de Filosofía del Derecho de la Universidad Carlos III de Madrid, Rafael Escudero, “Conceptualmente no son derechos, su técnica jurídica de protección no es de derecho y no hay un sujeto obligado a satisfacerlo“. Es un principio rector. Por ello, un ciudadano cuando no tiene casa o trabajo no puede acudir a un tribunal a exigir el cumplimiento de ese “Derecho”…
Pero la Derecha y sobre todo la Extrema Derecha es ducha en engañar a la población. Son expertos en crear ansiedad y meter miedo. A pesar de que la okupación de vivienda habitual sea mínima (según la web de VMS Abogados, “hay que señalar que la probabilidad de que alguien okupe tu casa habitual es prácticamente nula”), para la Derecha y sus medios afines o “apesebrados” lo importante es meter cizaña criminalizando al pobre. A fin de cuentas, siempre han estado del lado del Poderoso, y quieren curarse en salud antes de que se les vaya de las manos. Recordemos lo que pasó en Madrid con Ana Botella de alcaldesa y cómo vendió 1.860 viviendas de protección oficial a un fondo buitre, cuyo principal beneficiario acabó siendo su propio hijo…
No podemos dejar que ese discurso falso cuele. Será difícil porque el ciudadano de a pie suele creer lo que los medios de comunicación le cuentan sin pararse a reflexionar en ello. Es natural, tiene sus propias preocupaciones y ante un bombardeo brutal cuesta distinguir ficción de realidad y de eso es de lo que la Derecha y el fascismo creciente se aprovechan para criminalizar la pobreza. impidámoslo…
