FRANJA DE GAZA: “SOMOS TESTIGOS DE UN HOLOCAUSTO”

Franja de Gaza: ‘Somos testigos de un holocausto’

“Vamos como testigos impotentes de un holocausto. Porque hay que explicar que es un asunto de colonialismo, puro y duro, que muy poco tiene que ver con la religión. Lo que pasa es que se la usa como excusa para robar tierra, someter o expulsar a la población originaria”.

Valeria Cortés, brigadista internacional, conversó en el aire de Radio Gráfica sobre la situación en la Franja de Gaza, donde la pandemia de Coronavirus se sumó al drama que vive la población local por el control que sobre ella ejercen las fuerzas de seguridad israelíes.

Valeria Cortés explicó que “el trabajo de los brigadistas consiste principalmente en ser testigo. Israel, como todo criminal, no quiere que los haya ante los crímenes que comete. Entonces es un acompañamiento, con un simple megáfono, con un chalequito, a los campesinos y a los pescadores. A ellos les disparan, juegan a matarlos a sangre fría. Gaza es una franja muy chica de tierra, de apenas doce kilómetros de ancho por cuarenta de largo, entonces cada pedacito de tierra es necesario, por ejemplo, para la cosecha. Como tienen que sembrar cerca de la valla divisoria, necesitan esperar que estemos con un megáfono y una cámara dando cuenta de lo que hacen los soldados sionistas“.

Entre los abusos cometidos, la entrevistada contó que “les disparan a familias con nenes de cinco, seis años, mientras cosechan. Les disparan a las cabezas. O, cuando son menos brutales, a los motores de los tractorcitos, lo que es un drama terrible porque es el sustento de las familias. Habiendo extranjeros filmando se reducen un poco, o del todo, las muertes. No las agresiones, porque han disparado haciendo blanco a dos metros de donde estábamos, o nos han insultado. También les lanzan bombas lacrimógenas, les fumigan o queman las cosechas. Pero estando eso documentado, disminuyen, tan solo un poco, la brutalidad”.

La brigadista remarcó que “vamos como testigos impotentes de un holocausto. Porque hay que explicar que es un asunto de colonialismo, puro y duro, que muy poco tiene que ver con la religión. Lo que pasa es que se la usa como excusa para robar tierra, someter o expulsar a la población originaria. En Palestina vivían palestino judíos, musulmanes, cristianos. De hecho, ya no está sirviendo mucho la acusación de judeofobia, porque muchos judíos antisionistas que están en contra de lo que está haciendo Israel. Lo único que me pedían en Gaza, es que contara lo que veía. Porque sienten que los están matando y que a nadie le importa”.

Sobre el efecto de la pandemia en Gaza, Cortés señaló que “la situación es cada vez peor. Ellos dicen, con el sentido del humor que tienen que es también una forma de resistencia, que creían que no se podía estar peor de lo que ya estaban. Están cada vez más aislados, se han desatado brotes comunitarios. En una cárcel a cielo abierto, como se le dice, a la que además bombardean. Eso pasó durante todas las noches de agosto. Ha aumentado muchísimo la tasa de suicidios. Israel está cortando el suministro de combustible, necesario para que funcione la única planta generadora de electricidad, que también fue bombardeada. Anteayer tres nenes, incluido un bebé chiquito, murieron carbonizados en un accidente producido al prender una vela. Si no te mata el colonialismo a bombazos, te matan a plomo o a fuego”.

Por último, Cortés se refirió a las resistencias, como las llaves de las casas ocupadas al crearse el Estado de Israel en 1948, las cuales “son símbolos. La gente las guarda para expresar su derecho al retorno. Recordemos que también hay seis millones de palestinos expulsados de sus tierras. La resistencia se expresa manifiesta de múltiples formas, como lo contempla la ley y como haría cualquier pueblo que está sobre su tierra. La defiendo, pero nunca la romantizo, porque nadie quiere ver morir a sus familiares. No se puede hablar de dos bandos cuando no hay igualdad. La agencia EFE, y con ella la mayoría de los grandes conglomerados de medios hegemónicos, hablan de esa manera. Por ejemplo, dicen de una mujer, violada por una manada de hombres, rasguñó a uno de sus atacantes. Al palestino lo matan tres veces. Físicamente, al negarle justicia, que no habrá si esto continúa así, y por último calumniándolo o enterrándolo bajo el silencio”.

 

  • Entrevista realizada por Lucas Molinari en el programa Punto de partida (lunes a viernes de 08 a 10)
  • Redacción por Martín Gorojovsky

 

Fuente: radiografica.org.ar

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