VENCER LA SUPREMACÍA BLANCA

 

Vencer la Supremacía Blanca

Por: Lorenzo Kom’boa Ervin

Un análisis de la supremacía blanca

Este panfleto discutirá brevemente la naturaleza del anarquismo y su relevancia para el movimiento de liberación Negra. Porque se han dicho muchas mentiras y distorsiones sobre lo que realmente quiere decir “anarquismo”, de parte sus oponentes ideológicos, tanto de izquierda como de derecha. Será necesario discutir muchos mitos populares sobre él. Esto por sí solo amerita un libro completo, pero esta no es la intención de este panfleto, sino introducir las ideas del anarquismo revolucionario al movimiento Negro. Depende del lector determinar si estas nuevas ideas son válidas o vale la pena adoptarlas.

Cómo usa el capitalismo al racismo

El destino de la clase trabajadora blanca siempre ha estado vinculado a la condición de los trabajadores Negros. Remontándonos hasta el periodo colonial en América cuando el trabajo Negro fue importado por primera vez a América, esclavos Negros y sirvientes han sido oprimidos al igual que las clases bajas blancas. Pero cuando los sirvientes europeos se aliaron con los rebeldes Negros contra su suerte a finales de los 1600’s, la clase de propietarios decidieron “liberarlos” dándoles un estatus especial como “blancos” y, con ello, un interés en el sistema de opresión.

Los incentivos materiales, así como el recientemente elevado estatus social fueron usados para asegurarse la lealtad de estas clases bajas. La invención de la “raza blanca” y la esclavitud racial de los Africanos fueron como la mano y el guante. Y así, las clases altas mantuvieron el orden durante el periodo de la esclavitud. Incluso la gente pobre blanca tenían aspiraciones de mejorar, ya que su movilidad social estaba garantizada por el nuevo sistema. La movilidad social, de cualquier modo, se cargaba en el lomo de los esclavos Africanos que estaban siendo súper explotados.

La suerte estaba echada para los tipos de trabajo que explotaban a los Africanos, pero también retenían el trabajo blanco. Cuando intentaban organizarse en sindicatos o por mejores salarios en el norte o el sur, los trabajadores blancos, fueron alienados por los ricos que usaban a los trabajadores Negros esclavizados como su principal modo de producción. El así llamado “trabajo libre” de los trabajadores blancos no tenía oportunidad.

A pesar de que los capitalistas usaron el sistema del privilegio de la piel blanca para dividir a la clase trabajadora, la verdad es que los capitalistas sólo favorecían a los trabajadores blancos para usarlos en contra de sus propios intereses, no porque hubiera verdadera “unidad de la clase blanca”. Los capitalistas no querían que los trabajadores blancos y Negros se unieran en contra de su mando y el sistema de explotación del trabajo. La invención de la “raza blanca” fue una estafa para facilitar su explotación. Los trabajadores blancos fueron comprados para permitir su propia esclavitud salarial y la súper explotación de los Africanos. Hicieron un trato con el demonio, que obstaculizó todos los esfuerzos de la unidad de clase los últimos cuatro siglos.

La continua subyugación de las masas depende de la competencia y la des-unidad interna. Mientras exista la discriminación, y las minorías raciales o étnicas sean oprimidas, toda la clase trabajadora será oprimida y debilitada. Esto se debe a que la clase capitalista puede usar el racismo para bajar los salarios de segmentos individuales de la clase trabajadora, incitando antagonismos raciales y forzando peleas por el trabajo y los servicios. Esta división es un desarrollo que, en última instancia, empeora los estándares de vida de todos los trabajadores. Más aún, al poner a blancos contra Negros y otras nacionalidades oprimidas, la clase capitalista es capaz de evitar que los trabajadores se unan en contra de su enemigo de clase común. Mientras los trabajadores estén peleando entre sí, la autoridad de la clase capitalista está asegurada.

Si se ha de montar una resistencia efectiva contra la actual ofensiva racista de la clase capitalista, la mayor solidaridad entre los trabajadores de todas las razas es esencial. La forma de vencer la estrategia capitalista es que los trabajadores blancos defiendan los derechos democráticos ganados por los Negros y otras personas oprimidas, después de décadas de fuerte lucha, y luchar por desmantelar el sistema del privilegio de la piel blanca. Los trabajadores blancos deben apoyar y adoptar las demandas concretas del movimiento Negro y deben trabajar para abolir la identidad blanca por completo. Estos trabajadores blancos deben luchar por la unidad multicultural y deben trabajar con activistas negros para construir un movimiento anti-racista para desafiar la supremacía blanca. De cualquier forma, es muy importante reconocer el derecho del movimiento Negro a tomar un camino independiente, de acuerdo a sus intereses. Esto es lo que significa autodeterminación.

Raza y clase: el carácter combinado de la opresión Negra

Debido a la forma en que esta nación se desarrolló con la explotación del trabajo Africano y el mantenimiento de una colonia interna, Negros y otras personas no blancas son oprimidos tanto como miembros de la clase trabajadora como por ser una nacionalidad racial. Como los Africanos en América, son gente distinta, cazados y segregados en la sociedad norteamericana. Luchando por sus derechos humanos y civiles llegan, al final, a confrontarse con todo el sistema capitalista, no sólo con individuos racistas o ciertas regiones del país. La realidad pronto se hace clara: los Negros no pueden obtener su propia libertad bajo este sistema porque, basado en la competencia históricamente inequitativa, la explotación capitalista es inherentemente racista.

Ante esta encrucijada, el movimiento puede tomar la dirección del cambio social revolucionario o limitarse a ganar  reformas y derechos democráticos dentro de la estructura del capitalismo. Hay posibilidad de ambos caminos. De hecho, la debilidad del movimiento de los derechos civiles de los 60’s fue que se alió con los liberales del Partido Demócrata y se conformó con derechos civiles, legislaciones proteccionistas, en vez de pugnar por la revolución social. Esta actitud policiaca interiorizada por los líderes del movimiento es una lección abyecta sobre por qué el nuevo movimiento debe ser autónomo y no dependiente de personalidades o políticos.

Pero para que un movimiento así se vuelva un movimiento social revolucionario, debe unir sus fuerzas, en última instancia,  con movimientos similares como el movimiento Gay, de las mujeres, de trabajadores radicales y otros que luchen contra el sistema. Por ejemplo, a finales de los 60’s el Movimiento de Liberación Negra actuó como un catalizador para esparcir las ideas e imágenes revolucionarias, e impulsaron varios movimientos de oposición que vemos hoy. Esto creemos que pasará de nuevo, aunque no basta llamar a la “unidad” de forma vacía, como la izquierda blanca lo suele hacer.

Debido a la forma dual de la opresión de los trabajadores no blancos y la profundidad de la decepción social que crea, los trabajadores Negros golpearán primero, bien sea que sus aliados potenciales estén dispuestos o no.

Esto es autodeterminación y es por qué es necesario que los trabajadores oprimidos construyan un movimiento independiente para unirse entre ellos primero. Es por esto que es absolutamente necesario que los trabajadores blancos defiendan los derechos democráticos y conquistas de los trabajadores no-blancos. Esta autonomía de las masas oprimidas  (como el movimiento de liberación Negra) es inherentemente revolucionario y es una parte esencial del proceso social revolucionario de toda la clase obrera. Éstos no son asuntos marginales, no pueden ser menospreciados o ignorados por trabajadores blancos si ha de obtenerse una victoria revolucionaria. Debe ser reconocido como un principio cardinal por todos, que la gente oprimida deben tener derecho a la autodeterminación, incluyendo el derecho de tener sus propias organizaciones y luchas de liberación. Las víctimas del racismo son quienes mejor saben cómo contraatacarlo.

Así que ¿qué tipo de grupo anti-racista se necesita?

El movimiento Negro necesita aliados en su batalla contra la racista clase capitalista, no los clásicos apoyos de liberales o falsos “radicales, sino el genuino apoyo y solidaridad de la clase trabajadora; lo que los anarquistas llaman “apoyo mutuo”. Pero, esta unidad debe estar basada de principio en el interés de clase, en vez de la “culpa”, la “beneficencia” o el oportunismo de los liberales o los partidos políticos radicales. Las necesidades de las personas oprimidas deben ser las consideraciones más importantes, pero ellas quieren apoyo genuino y no retórica falsa o izquierdista.

El movimiento anarquista, que es mayormente blanco, debe empezar a entender que deben hacer propaganda entre trabajadores Negros y otras comunidades oprimidas, y deben ayudar a los anarquistas no blancos a organizarse en sus comunidades, apoyándoles con recursos técnicos (impresos, fanzines, videos, producciones en CD, etc.) y apoyando con recursos financieros.

Una razón por la que hay tan pocos anarquistas Negros es porque el movimiento no provee medios para llegar a la gente de color, ganarlos al anarquismo y ayudarlos a organizarlos por ellos mismos. Esto debe cambiar si queremos que haya revolución social en los Estados Unidos y si queremos que el anarquismo norteamericano sea más que un movimiento de “derechos blancos”.

La organización que necesitamos debe ser una de “masas”, trabajando para unir a todos los trabajadores en una lucha de clases común., pero debe reconocer el deber de apoyar y adoptar tanto las demandas específicas de las personas Negras y otras no blancas como las de clase trabajadora como un todo. Debe desafiar la supremacía blanca a diario, debe refutar la filosofía y propaganda racistas y debe oponerse la movilización y ataques racistas, con autodefensa armada y lucha callejera cuando sea necesario. El objetivo de este movimiento de masas es ganar las simpatías de la clase trabajadora blanca a una posición anti supremacía blanca y de conciencia de clase; para unir a toda la clase trabajadora y para directamente confrontar y derrocar el estado capitalista y sus dirigentes. La cooperación y solidaridad entre todos los trabajadores es esencial para la completa revolución social, no sólo de su sector privilegiado blanco.

Por ejemplo, una organización actual, como Anti-Racist Action, que adopta estas políticas como un grupo anarquista, debería recibir más importancia en nuestro movimiento. Toda ciudad y pueblo debería tener colectivos de este tipo y todas las federaciones anarquistas existentes deberían tener grupos abocados a trabajar sobre temas de racismo y brutalidad policiaca. De hecho, este tipo de grupos de los que hablo serían una federación en sí mismos para coordinar sus luchas en un nivel nacional e incluso internacional.

Este sería un movimiento revolucionario que no se conformaría con sentarse a leer libros, elegir a algunos políticos Negros o “compañeros de trabajo” para el congreso o a legislatura del Estado, escribir cartas de protesta, circular peticiones, u otras tácticas tibias parecidas. Tomaría su ejemplo de las más tempranas organizaciones de trabajadores como la AIT (Asociación Internacional de Trabajadores), así como el movimiento por los derechos civiles de los 60’s, para mostrar que sólo la acción directa y la protesta militante pueden dar resultados. También deberá seguir el ejemplo de la rebelión de Los Ángeles de 1992 para mostrar que la gente se rebelará pero se necesitan aliados poderosos ofreciendo apoyo material e información para la resistencia y un movimiento de masas para llevar las cosas un paso más allá y diseminar la insurrección.

Los anarquistas debemos reconocer esto y ayudar a construir un grupo militante anti-racista, que sea tanto un grupo de apoyo para la revolución Negra y un centro de organización masiva para unir a la clase. Es muy importante arrebatar la influencia de masas en el movimiento de igualdad racial de las manos de los liberales del ala de izquierda de la clase en el poder. Puede que los liberales de izquierda den una buena batalla en el discurso pero, mientras no propugnen por derrocar el capitalismo y destruir el Estado, traicionarán y sabotearán la lucha contra el racismo. La estrategia de la izquierda liberal es transformar la conciencia de clase en una cuestión de simple conciencia racial. Se niegan a hablar en términos de intereses materiales de clase trabajadora y media de EU para que apoyen los derechos Negros y, con ello, permiten a la derecha capitalizar ese sentimiento racista latente entre los blancos sin oposición, así como su inseguridad económica. El tipo de movimiento que propongo tomará este lugar y atacará la supremacía blanca y desmantelará el hilo mismo que mantiene el capitalismo junto. ¡Sin el consenso de las masas blancas el Estado norteamericano y el sistema del privilegio blanco, el capitalismo no podría llegar a la siguiente década!

El mito del “racismo a la inversa”

La “discriminación a la inversa” se ha vuelto el grito de guerra de todos esos racistas intentando contrarrestar las conquistas de los derechos civiles conquistadas por los Negros y otras nacionalidades oprimidas en lo que respecta a vivienda, educación, empleo y todo aspecto de la vida social. Los racistas piensan que estas cosas deberían ser sólo para los hombres blancos y que las “minorías” y las mujeres se las están arrebatando. Millones de trabajadores blancos son bombardeados día y noche con propaganda racista y está teniendo un impacto. Muchos blancos creen en las mentiras de la discriminación a la inversa contra la gente blanca. Esta creencia ha sido abrazada por muchos trabajadores blancos engañados que consideran que esta “discriminación a la inversa” es responsable, al menos en parte, de los problemas económicos  que muchos de ellos sufren. Estas ideas llevaron a Ronald Regan a sus dos periodos como presidente de EU. Regan intentó usar esta propaganda racista para precipitar un revés en las conquistas de los derechos civiles de las nacionalidades oprimidas.

Los racistas sostienen, con el concepto de racismo a la inversa, que la discriminación contra los Negros y los grupos oprimidos por motivo racial es una estafa. Dicho francamente, la idea es que el acta de derechos civiles de 1964 terminó con la discriminación contra los Negros, Latinos y otras nacionalidades, y las mujeres; y ahora la ley discrimina en contra de los blancos. Los racistas dicen que las minorías y las mujeres son los nuevos grupos privilegiados en la sociedad americana. Supuestamente, están obteniendo los empleos, lugares preferenciales en las universidades, mejores casas, apoyos del gobierno y todo esto a las expensas de los trabajadores blancos. Los racistas dicen que los programas para acabar con la discriminación no son sólo innecesarios, sino que son intentos de las minorías para ganar poder a las expensas de los trabajadores blancos. Dicen que los Negros y las mujeres no quieren igualdad sino hegemonía sobre los trabajadores blancos.

Un movimiento anarquista anti-racista se opondría a esta propaganda y la expondría como un arma de la clase dominante. El acta de los derechos civiles no causó inflación por un “excesivo” gasto en seguridad social, vivienda u otros servicios sociales. Más aún, los Negros no discriminan contra los blancos: los blancos no están siendo llevados a ghettos, excluidos de cierta profesiones, excluidos de educación decente, forzados a la desnutrición y la muerte temprana, sujetados a violencia racial y represión policiaca, forzados a sufrir niveles desproporcionados de desempleo y otras formas de opresión racial. Pero, para los Negros, la opresión empieza con el nacimiento y la infancia. La mortalidad infantil es casi tres veces mayor que entre los blancos, y esto continúa toda la vida. La realidad es que la “discriminación a la inversa” es una farsa. La discriminación contra los Negros no es una cosa del pasado. ¡Es la realidad sistemática que persiste al día de hoy!

Malcom X apuntó en los 60’s que ningún estatus de derechos civiles le darán libertad a la gente Negra, y se preguntó si los Africanos en América son ciudadanos ¿para qué se necesitaría de los derechos civiles? Malcom X observó  que los derechos civiles han sido conquistados con lucha y por un gran sacrificio y, por tanto, deben ser ejercidos; pero si el gobierno no cumplirá la ley, entonces la gente tendrá que hacerlo, y el gobierno deberá presionar a las autoridades gubernamentales para proteger los derechos democráticos. Para unir a la gente en un movimiento ant-racista de clase trabajadora, las demandas prácticas a continuación, que combinan un reformismo radical y revolucionario, para asegurar derechos democráticos necesarios:

  1. Solidaridad entre trabajadores blancos y Negros. Combatir el racismo en el trabajo y la sociedad.
  2. Derechos humanos y democráticos completos para toda la gente no blanca. Que los sindicatos combatan el racismo y la discriminación.
  3. Autodefensa armada contra los ataques racistas. Construir movimientos de masas contra el racismo y el fascismo.
  4. Control comunitario de la policía, remplazo de la policía por autodefensa comunitaria elegida por los residentes. Alto a la brutalidad policiaca. Perseguir a todos los policías asesinos.
  5. Dinero para reconstruir las ciudades. Creación de brigadas de trabajo público para reconstruir los barrios de la ciudad, formadas por residentes de la comunidad.
  6. Empleo socialmente útil para todos los trabajadores con salario de sindicato. Alto a la discriminación racial en el trabajo, el entrenamiento y los asensos. Establecer programas de acción afirmativa para revertir la discriminación en el empleo del pasado.
  7. Prohibición del Ku Klux Klan, y las organizaciones Nazis y fascistas. Persecución de todos los racistas por ataques contra personas de color.
  8. Instituciones de educación gratuitas y de admisión abierta para todos aquellos calificados. No exclusión racial en la educación superior.
  9. No más impuestos para los trabajadores y los pobres. Impuestos para los ricos y las grandes corporaciones.
  10. Servicios médicos completos para todas las personas y comunidades, sin importar la raza o la clase.
  11. Libertad a todos los presos políticos y víctimas inocentes de la injusticia racial. Abolición de las prisiones. Combate a la desigualdad económica.
  12. Control democrático de base sobre los sindicatos a través de la construcción de un movimiento anarco-sindicalista de trabajadores. Que los sindicatos se involucren en asuntos sociales.
  13. Alto al hostigamiento racial y la discriminación a trabajadores indocumentados.

¡A destruir la derecha!

“El fascismo no se discute, se destruye…”

Buenaventura Durruti, Anarquista revolucionario español, 1936

En la medida en que el capitalismo decaiga, la gente buscará soluciones radicales y totales a la miseria que enfrentan. Los Nazis y el Klan están entre las pocas fuerzas de ultra derecha que ofrecen, o aparentan ofrecer, una respuesta radical a los problemas actuales de la sociedad para las masas blancas. Que éstas sean falsas soluciones, no es algo que importe para las masas confusas e histéricas buscando desesperadamente una salida a la crisis económica que el mundo capitalista está enfrentando. Secciones de la clase media, sectores privilegiados de la clase obrera blanca, trabajadores blancos pobres y desempleados, son todos envenenados por el racismo de esta sociedad, son presa fácil  para los demagogos nazis y del Klan.

Los skinheads nazis y el Klan son las más extremas organizaciones de derecha racista/fascista de los Estados Unidos. Hoy estos grupos son pequeños y muchos liberales los subestiman, incluso alegando a favor de sus “derechos” legales de esparcir su veneno racista. Pero estos grupos tienen un tremendo potencial de crecimiento y pueden convertirse en movimientos masivos en un periodo de tiempo sorprendentemente corto, sobre todo durante una crisis económica y política como en la que nos encontramos.

Con sus bases de fuerzas sociales blancas alienadas, los nazis y el Klan están intentando construir un movimiento de masas que puedan ofrecer al mejor postor entre los capitalistas en el momento adecuado y asumir el poder estatal. Cuando los capitalistas sientan que pueden necesitar un club adicional para mantener a los trabajadores y a los oprimidos alineados, voltearán a ver a los nazis, al Klan y a otras organizaciones de derecha similares, con dinero y apoyo, y también fortaleciendo la policía del Estado y sus fuerzas militares. De ser necesario, los capitalistas los pondrán en el poder, (como ya lo hicieron en España, Alemania e Italia en los 20’s y 30’s), para que los fascistas ataquen los sindicatos y otras organizaciones de la clase trabajadora; para poner a los Negros, Latinos, Gays, Asiáticos y Judíos en campos de concentración, y convertir al resto de los trabajadores en esclavos del Estado. El fascismo es la sociedad autoritaria por excelencia cuando ellos se hacen del poder, a pesar de que han cambiado su rostro a una mezcla de racismo crudo a un racismo más sutil en el Estado democrático moderno.

Así que, sumados a los nazis y el Klan, hay otras fuerzas de derecha que han ido a la alta durante los últimos 15 años. Incluyen a políticos de derecha ultra-conservadores y predicadores fundamentalistas cristianos, junto con la sección de ultra derecha de la clase capitalista gobernante- propietarios de pequeños negocios, presentadores de talk shows como Rush Limbaugh, junto con los profesores, economistas, filósofos y otros en la academia dando armas ideológicas a la ofensiva capitalista contra los trabajadores y la gente oprimida. No todos los racistas usan capucha blanca. Éstos son los racistas “respetables” de la nueva derecha conservadora, que son mucho más peligrosos que el Klan o los nazis, porque su política se ha vuelto aceptable para una gran masa de trabajadores blancos, que culpan a las minorías raciales de sus problemas.

La clase capitalista ya ha mostrado su disposición a usar movimientos conservadores como una cortina de humo para un ataque contra el movimiento de trabajadores, la lucha Negra y toda la clase obrera. Muchos trabajadores públicos de la ciudad han sido despedidos; escuelas, hospitales y otros servicios sociales han sido recortados; instituciones del gobierno han sido privatizadas; la seguridad social ha sido recortada drásticamente; y los presupuestos de los gobiernos de ciudades y estados han sido recortados. Los bancos incluso han usado sus poderes dictatoriales para demandar estos recortes, y castigar a las ciudades que no ceden. Esto ocurrió incluso en Nueva York en los 70’s. Así que esto no es sólo una cuestión de rednecks tontos y pobres con capuchas. Esto es sobre personas que han cambiado la capucha por el traje de negocios.

Un primer paso para organizar y preparar a la clase obrera frente a la crisis económica actual es enfrentar directamente la amenaza de la derecha. Debemos derrotar las legislaciones económicas de los políticos conservadores que castigan a los pobres y a la clase trabajadora; los impuestos a los ricos y las grandes corporaciones deben aumentarse, mientras que los impuestos a los trabajadores y campesinos deben ser abolidos. Si los políticos no hacen esto, organizaremos un boicot de impuestos para forzarlos a hacerlo. Los nazis y el Klan deben ser confrontados a través de la acción directa. Los anarquistas, así como la izquierda y las organizaciones de trabajadores, deben organizarse para defender a los trabajadores y oprimidos de asaltos físicos racistas, mientras sostenemos acciones masivas en las calles cuando haya manifestaciones fascistas. Debemos también oponernos a escoria como Operation Rescue (Operación Rescate, organización anti-aborto) que usa tácticas fascistas violentas en contra del derecho de las mujeres al aborto. Es parte del mismo campo de batalla.

Ésta es la situación: David Duke, ex miembro distinguido del Klan, es ahora parte de la derecha “respetable”, que va ganando apoyos entre la clase media alta. Mientras tanto, el Klan y los skineads nazis van ganando posiciones entre distintas capas sociales, sobre todo entre los trabajadores blancos pobres y jóvenes blancos  desempleados. Tom Metzger, el líder de Resistencia Aria blanca, llamó a los skinheads nazis sus “camisas grises de los 90’s”. Esto es muy peligroso, pero no podemos dejar esta gente en manos de los nazis y el Klan sin oposición. Debemos intentar ganarles, o al menos neutralizar su oposición. Esto es una táctica defensiva por lo menos, pero en realidad no tenemos opción, y es parte de nuestro deber revolucionario organizar a toda la clase obrera de cualquier forma.

Debemos dirigir nuestra propaganda a estos trabajadores para exponer a los nazis y al Klan como la escoria que son, y mostrar cómo los trabajadores están siendo manipulados. Deberíamos ofrecer condiciones para que ellos puedan combatir esta miseria yendo en contra del verdadero enemigo: la clase capitalista.

Pero, sumada a las operaciones de la propaganda, debemos tomar acción directa ofensiva para resistir físicamente a los fascistas cuando sea posible. Por ejemplo, donde el balance de fuerzas lo permita, debemos organizarnos para expulsar a los nazis y al Klan por la fuerza de las calles. Para destruir los movimientos debemos organizar acciones estilo comando para atacar sus concentraciones, cerrar sus librerías y periódicos, destruir sus lugares de reunión y romper sus manifestaciones. En la medida en que los nazis y el Klan se organizan a través de amenazas y violencia, debemos prepararnos para responderles en los mismos términos, pero de forma más efectiva. Por ejemplo, cerdos como David Duke y Tome Metzger, que han estado fomentando y dirigiendo el movimiento fascista en América, deben ser asesinados. Debemos infiltrar las protestas de nazis y del Klan para asaltar a sus líderes y dispersarlas, o escondernos a la distancia y dispararles con un rifle de francotirador. Siempre he sentido que los movimientos de guerrilla subterráneos como el Black Liberation Army (Ejército de Liberación Negra) Weather Underground (organización guerrillera urbana que se opuso a la guerra de Vietnam a través de bombazos) y el New World Liberation Front (organización guerrillera que operaba en los 70´s a través de atentados) deberían haber atacado movimientos fascistas y asesinado a sus líderes. Si podemos afectar a los fascistas así, podemos destruir a toda la derecha y empezar a destruir el Estado. Ésta es la única forma de detener a los fascistas ¡MUERTE AL KLAN Y A TODOS LOS FASCISTAS!

El propio Adolph Hitler dijo: “Sólo algo pudo haber parado a nuestro movimiento. Si nuestros adversarios hubieran entendido su comienzo, y desde el primer día hubieran atacado con toda brutalidad el núcleo de nuestro nuevo movimiento”. Debemos tomar esto en cuenta.

Otra cosa que debemos hacer y que nos separa tácticamente como anarquistas de los marxista-leninistas, es que usemos nuestro conocimiento sobre la personalidad autoritaria para ayudarnos a organizarnos en contra del reclutamiento fascista. Lo que le interesa a los “Frentes Unidos” de los marxista-leninistas es una aproximación estrictamente política a vencer el fascismo e impedir que obtengan el poder del Estado, mientras buscan que, en cambio, el Partido Comunista se haga de dicho poder. Organizan a los liberales y a otros en coaliciones masivas sólo para hacerse del poder y luego aplastar a todos los radicales e ideólogos radicales que se les oponen después de haber acabado con los fascistas. Es por esto que los Estados “comunistas” estalinistas se parecen tanto a los Estados policiacos fascistas en tanto que impiden la pluralidad ideológica, ambos son totalitarios.

En el fondo ¿qué tan diferentes eran Stalin y Hitler? Por esto sostengo que el mero golpear a los fascistas no es la cuestión. Debemos estudiar la psicología de masas del fascismo y vencerlos ideológicamente, yendo a la base de las creencias racistas más profundas, emociones y condicionamientos autoritarios de esos trabajadores que apoyan el fascismo y a toda autoridad policiaca del Estado.

La tercera pata de nuestra estrategia es organizarnos entre trabajadores y otros sectores oprimidos de la sociedad con un programa que cubra sus necesidades. Como se ha dicho, los nazis y el Klan reclutan entre ciertas capas de la sociedad, particularmente jóvenes blancos que están bajo fuertes presiones de la crisis económica. Esta gente ve a los Negros, Latinos, Asiáticos, Gays, mujeres y movimientos radicales como una amenaza. Son racistas, reaccionarios y potencialmente muy violentos. Temerosos de que perderán lo poco que tienen, se compran el mito de que el problema es que “esa gente” intenta robarles sus trabajos, casas, futuros, etc., en vez de la decadencia del sistema capitalista.

Mientras parezca que no hay alternativa a pelear por el cada vez más pequeño pay del bienestar social, los fascistas con sus “soluciones sencillas” encontrarán oídos receptivos entre los elementos degenerados de la clase trabajadora. El único modo de menoscabar los argumentos de la derecha es organizando un movimiento libertario de trabajadores que pueda luchar y ganar las cosas que la gente necesita: trabajos, vivienda y escuelas dignas, salud, etc.  Esto puede demostrar que hay una alternativa a las venenosas “soluciones” de la derecha y puede atraer al movimiento de los trabajadores a alguna de la gente que se siente ahora atraída por el movimiento fascista.

En todas las áreas en que nos organizamos, debemos sostener propaganda revolucionaria consistente explicando que el capitalismo es responsable del desempleo, la inflación, las escuelas y las viviendas indignas y el resto de la decadencia que vemos a nuestro alrededor. Debemos exponer que mientras los nazis, el Klan y otras organizaciones de derecha convierten a los Negros, Gays, Latinos y otras personas oprimidas como chivos expiatorios de la crisis económica. Su verdadero objetivo es destruir a todo el movimiento de los trabajadores, cometer genocidios, empezar una guerra aventurerista y convertir a los trabajadores en abiertos esclavos del Estado. Por tanto, las fuerzas fascistas son una amenaza para todos los trabajadores de cualquier nacionalidad.  Debemos explicar que ellos sólo quieren usar a los trabajadores blancos como peones en su estafa para crear una dictadura fascista y todos los trabajadores deben unirse y contraatacar y derrocar el Estado si quieren ser libres. ¡MUERTE AL KLAN, MUERTE A LOS NAZIS!

¡Vencer a la supremacía blanca!

Los medios de control de clase de los ricos son los más incomprendidos. La supremacía blanca es más que un conjunto de ideas o prejuicios. Es opresión nacional. A pesar de esto, para la mayoría de las personas blancas, el término les remite a imágenes de los nazis o el Ku Klux Klan en vez de un sistema de privilegios a la gente de piel blanca que subyace al sistema capitalista en los Estados Unidos. La mayoría de la gente blanca, anarquistas incluidos, creen esencialmente que la gente Negra es “lo mismo” que la blanca, y que debemos luchar en problemas que tengamos en común en vez de hacer frente a “cuestiones raciales”, si es que le dan alguna importancia, en general, a la cuestión. Algunas personas no lo ponen de forma tan franca, sólo dicen que “las cuestiones de clase deben afrontarse primero”, pero significa lo mismo. Creen que es posible posponer la lucha contra la supremacía blanca hasta después de la revolución cuando, de hecho, no habrá revolución si la supremacía blanca no es atacada y vencida primero.

No ganarán una revolución en los Estados Unidos hasta que luchen por mejorar las condiciones de los Negros y otras personas oprimidas que están siendo privadas de sus derechos democráticos y, a la vez, están siendo super-explotados como trabajadores. Casi desde el origen del movimiento socialista norteamericano, los economistas simplistas han sostenido que, para que los trabajadores blancos y negros puedan hacer la revolución, deben envolverse en una “lucha” (económica) común y han usado este argumento para evadir la lucha contra la supremacía blanca. De hecho, la izquierda blanca ha tomado siempre la posición chauvinista de que, ya que la clase trabajadora blanca es la vanguardia revolucionaria al final de cuentas, ¿para qué preocuparse por una cuestión que “divide a la clase”? Históricamente los anarquistas no han abordado la cuestión de las “políticas raciales”, como un anarquista refirió la primera vez que se publicó este panfleto. Esto es una completa evasión de la cuestión.

De cualquier forma, es la clase capitalista la que crea la inequidad como un medio para dividir y gobernar a la clase obrera en su conjunto. El privilegio de la piel blanca es una forma de dominación del capital, tanto sobre los trabajadores blancos como sobre los trabajadores de nacionalidades oprimidas,  no sólo dando incentivos materiales para “comprar” a los trabajadores blancos y ponerlos contra los Negros y otros trabajadores oprimidos. Esto explica la obediencia de los trabajadores blancos al sistema capitalista y al Estado. Los trabajadores blancos no ven sus condiciones holgadas como parte del sistema de explotación. Después de años de adoctrinamiento político y social, ellos sienten que su posición de privilegio es justa y adecuada y, peor aún, que “se las han ganado”. Se sienten amenazados por las conquistas sociales de los trabajadores no blancos, que es por lo que se oponen tan vehementemente a los planes de acción afirmativa para beneficiar a la minorías en trabajos y contrataciones, y compensar años de discriminación contra ellos. Es también por esto que los trabajadores blancos se han opuesto a la mayoría de las legislaciones de derechos civiles.

De hecho, son las maquinaciones cotidianas de la supremacía blanca las que debemos combatir más vigorosamente. No podemos mantenernos ignorantes o indiferente ante las maquinaciones de la raza y la clase en este sistema que hacen que los trabajadores sigan siendo victimizados. Durante años, los Negros han sido “los primeros en ser contratados y los primeros en ser despedidos” en la industria capitalista. Más aún, sistemas de antigüedad han sido parte de discriminación racial abierta y siguen siendo sólo fideicomisos de trabajo blanco. Los Negros han sido incluso excluidos de industrias completas como la minería de carbón. Pero, los líderes obreros nunca se han opuesto o intervenido a favor de sus hermanos de clase, y no lo harán sin la presión de los trabajadores blancos.

Como ya se dijo, hay incentivos materiales para este oportunismo de trabajadores blancos: menos trabajo, mejor pago, mejores condiciones de vida en las comunidades blancas, etc; en pocas palabras, lo que han llamado “el estilo de vida de la clase media blanca”. Esto es lo que los líderes trabajadores y de izquierda luchado siempre por sostener, no la solidaridad de clase que implicaría necesariamente una lucha contra la supremacía blanca. Este estilo de vida se basa en la superexplotación de los sectores no blancos internos así como de la explotación de países alrededor del mundo a través del imperialismo.

En los Estados Unidos, el antagonismo de clase siempre ha incluido el odio racial como un componente esencial, pero es estructural y no solamente ideológico. Ya que todas las instituciones, la cultura y el sistema socioeconómico de capitalismo norteamericano están basados en la supremacía blanca, ¿cómo es posible realmente luchar contra el dominio del capital sin vernos forzados a derrotar a la supremacía blanca? Las dos ruedas de la economía del blanco arriba y el Negro abajo (incluso con todas las diferencias de clase que hay entre los blancos) han resistido exitosamente a toda ofensiva del movimiento social radical. Estos renuentes reformadores le han estado dando vueltas al asunto. Mientras conquistan reformas, en muchos casos exclusivamente para trabajadores blancos, estos radicales blancos no han confrontado al sistema y abierto el paso a la revolución social.

Combatir el privilegio de la piel blanca es también rechazar la nociva identificación de los norteamericanos como gente “blanca”, en vez de galeces, alemanes irlandeses, etc., como su origen nacional. Esta designación de “raza blanca”  es una súper-nacionalidad diseñada para inflar el valor social de la etnicidad europea y para volverla una herramienta del sistema capitalista de explotación. En los Estados Unidos, la piel blanca siempre ha implicado libertad y privilegio: libertad de tener empleo, de viajar, de tener movilidad social y todo un mundo de privilegio eurocéntrico. Por tanto, antes de que pueda haber una revolución social, debe haber una abolición de la categoría social de “raza blanca” (con algunas excepciones en este ensayo, me referiré a ellos como “norteamericanos”).

Estos “blancos” deben practicar suicidio de clase y traición racial antes de poder ser vistos como aliados de los trabajadores Negros y de las nacionalidades oprimidas; la propia idea de “raza blanca” es conformidad y complicidad con el genocidio y la explotación. Si la gente blanca no quiere llevar el peso del legado histórico del colonialismo, la esclavitud y el genocidio, deben rebelarse contra ella. Así que los “blancos” deben denunciar la identidad blanca y su sistema de privilegios y deben luchar para redefinirse a ellos y sus relaciones con los otros. Mientras la sociedad blanca (que, a través del Estado, que dice actuar en nombre de la gente blanca), sigua oprimiendo y dominando todas las instituciones de la comunidad negra, la tensión radical seguirá existiendo, y los blancos seguirán siendo vistos generalmente como enemigos.

Entonces ¿qué deben hacer los norteamericanos para vencer el oportunismo racial, el privilegio de piel blanca y otras formas de supremacía blanca? Primero que nada, deben romper las barreras que los separan de sus aliados no blancos. Y luego deben dar una lucha juntos en contra de la inequidad en el trabajo, las comunidades y el orden social. Pero no nos referimos solamente a los derechos democráticos de los afrodescendientes cuando hablamos de “opresión nacional”. Si esa fuera la única cuestión algunas reformas más bastarían para obtener equidad racial y social. Pero no es eso a lo que nos referimos.

Los Negros o (Africanos en América) son colonizados. América es una patria con una colonia interna. Para los Africanos en América, nuestra situación es de completa opresión. Ninguna persona es libre hasta que pueda determinar su propio destino. Nuestro estatus es de oprimidos coloniales y debemos derrocarlo, no sólo atacando el racismo ideológico o las barreras a los derechos civiles. De hecho, si no destruimos la colonia interna primero, es muy probable que esta opresión continúe con una nueva forma. Debemos destruir la dinámica social de la existencia misma de América compuesta de una nación blanca opresora y una nación Negra oprimida (y, de hecho varias naciones cautivas).

Para esto se necesita de un movimiento de Liberación Negro para liberar a una colonia, y por esto la cuestión no es solamente que los Negros se unan a los anarquistas blancos para combatir la misma batalla contra el Estado. Es por esto que también los anarquistas no pueden tomar una posición rígida en contra de todas las formas de nacionalismo Negro (especialmente grupos revolucionarios como el Partido de las Panteras Negras), incluso si tenemos diferencias ideológicas con su formación y operación. Pero los Norteamericanos deben apoyar los objetivos de los movimientos de liberación de las razas oprimidas, y deben desafiar abiertamente y rechazar el privilegio de la piel blanca. No hay otra forma, no hay atajos; la supremacía blanca es una gran barrera para la transformación revolucionaria de Norteamérica.

La revolución Negra y otros movimientos de liberación nacional en Norteamérica son partes indispensables de la revolución social. Los trabajadores Norteamericanos deben unirse con los Africanos, Latinos y otros para rechazar la injusticia racial, la explotación capitalista y la opresión nacional. Los trabajadores Norteamericanos tienen, sin duda, un rol importante que jugar en ayudar a que esas luchas triunfen. Con el sólo apoyo material que los trabajadores blancos pueden armar para la revolución Negra, bastaría para determinar una victoria o una derrota en un determinado momento.

Me estoy tomando el tiempo de explicar esta cuestión porque preveo algunos puristas “anarquista” que intenten contra argumentar que tener un movimiento amplio es bueno, que los Negros y otras nacionalidades oprimidas sólo deben abordar el “barco anarquista de las buenas intenciones” (¿el barco de los tontos?), y todo eso no es más que la palabrería de la “liberación nacional marxista”. Bueno, sabemos que una de las razones por las que el movimiento anarquista antirracista ha de desafiar esta perspectiva chauvinista en el seno de nuestro propio movimiento. Una Federación Anarquista Antirracista no sólo existiría para combatir nazis. Necesitamos desafiar y corregir las posturas doctrinarias en lo que respecta al racismo y a la clase en nuestro movimiento. Si no podemos hacerlo, no podremos organizar a la clase trabajadora, Negros o blancos, y somos inútiles.

¿Dónde está la lucha Negra y a dónde debería ir?

Algunos -normalmente profesionistas Negros de clase media acomodada, políticos o empresarios que se montaron en el movimiento de los Derechos Civiles de los 60´s para alcanzar poder y prestigio- dirán que, en los 90´s, ya no hay necesidad de lucha callejera para la liberación Negra. Dicen que ya “hemos llegado” y que somos “casi libres”. Dicen que nuestra lucha ahora sólo es para “integrar el dinero” o ganar las riquezas para ellos y miembros de su clase social, a pesar de hablar de “empoderar a los pobres” de dientes para afuera. Mira, ellos dicen  podemos votar, nuestras caras Negras están por todos lados: en la TV, en los comerciales, en las series; hay cientos de millonarios Negros y tenemos representantes políticos en el congreso y en los estados por todo el territorio. De hecho, dicen, actualmente hay 7,000 oficiales electivos Negros, muchos de ellos presiden las ciudades más grandes de la nación, e incluso hay un gobernador de un estado sureño que es Afro-Americano. Eso es lo que dicen. Pero ¿es ésta toda la historia?

De hecho, en lo económico y lo político estamos igual o peor que cuando empezó la lucha de los derechos civiles en los 50´s. Uno de cada 4 hombres Negros están en prisión, libertad condicional o bajo palabra o arrestados; al menos una tercera parte, si no es que más, de las familias Negras son monoparentales, sumidas en la pobreza; el desempleo oscila entre el 18 y el 25% en las comunidades Negras; la economía del narco es el principal empleador para la juventud Negra; la mayoría de las viviendas precarias siguen concentradas en los barrios Negros; Negros y otras personas no-blancas sufren de los peores servicios de salud; y las comunidades Negras siguen subdesarrolladas por la discriminación radical de los gobiernos municipales, las hipotecarias y los bancos, mantienen a los barrios Negros en la frontera de los números rojos, impidiendo que reciban desarrollo comunitario, vivienda, pequeños préstamos para negocios que mantienen a nuestras comunidades pobres. También sufrimos las acciones asesinas de brutalidad policiaca a manos de policías racistas que resultan en miles de muertes y heridos; y guerras de pandillas de mutua aniquilación que resultan en numerosos homicidios de jóvenes (y bastante aflicción). Pero lo que más sufrimos, y lo que sintetiza todo lo anterior, es el hecho de que somos oprimidos –de hecho hemos sido colonizados, sujetos al mandato de un gobierno opresor. En realidad, no tenemos derechos en este sistema, excepto aquellos por los que hemos luchado y hasta esos están en la cuerda floja.

Claramente necesitamos un nuevo movimiento masivo de protesta Negra para desafiar al gobierno y las corporaciones, y expropiar los fondos que necesitamos para que nuestras comunidades sobrevivan. En cambio, durante los últimos 25 años, el movimiento revolucionario Negro ha estado a la defensiva. Debido a la cooptación, represión y traiciones  al movimiento de Liberación Negra de los 60’s, el movimiento hoy ha sufrido una serie de contratiempos y ahora, en comparación, parece estar estático. Esto puede ser porque apenas está reorganizándose después de ser aporreados por las agencias de policía del Estado, y también por sus contradicciones políticas internas que surgieron en la mayoría de los grupos Negros revolucionarios como el Partido de las Panteras Negras,  El Comité de Coordinación Estudiantil No-violento (SNCC por sus siglas en inglés o “snicks” como entonces se les llamaba), y la Liga de Trabajadores Negros Revolucionarios. Creo que todos estos fueron factores que llevaron a la destrucción de la izquierda Negra de los 60’s en el país. Por supuesto que muchos ponen la culpa de este periodo de relativa inactividad del movimiento Negro en la falta de líderes fuertes al estilo de Malcom X, Martin Luther King, Marcus Garvey, etc., mientras que otros ponen la culpa en el “hecho” de que las masas Negras supuestamente se han vuelto “corruptas y apáticas” o sólo necesitan la “línea revolucionaria correcta”.

Sea cual sea la razón, se puede ver claramente que el gobierno, las corporaciones capitalistas y la clase racista en el poder están explotando la actual debilidad y confusión del movimiento Negro para atacar a la clase trabajadora Negra, y despojarles de lo ganado durante la era de los Derechos Civiles. A esto se suma el resurgimiento del racismo y conservadurismo entre amplias capas de la población blanca, que es un resultado directo de esta campaña derechista. Claramente es un tiempo para nuevas ideas y nuevas tácticas en la lucha por la libertad.

Los ideales del Anarquismo son algo nuevo en el movimiento Negro y nunca han sido examinados por activistas Negros y otros no-blancos. Puesto de forma sencilla, significa que la gente misma se debe autogobernar, no el gobierno ni los partidos políticos ni los líderes autodenominados en su nombre. El Anarquismo también defiende la autodeterminación de todos los oprimidos y su derecho de luchar por la libertad por cualquier medio necesario.

Así que ¿qué camino conviene al movimiento Negro? ¿Continuar dependiendo de los políticos demócratas oportunistas como Bill Clinton o Ted Kennedy; el mismo grupo de “líderes” vendidos de clase media del cabildeo de los Derechos Civiles; alguna de las sectas Leninistas autoritarias, que insisten en que ellos, y sólo ellos, tienen el camino correcto a la “iluminación revolucionaria”; o al fin construir desde abajo un movimiento revolucionario de protesta para combatir al gobierno racista y sus dirigentes?

Sólo las masas Negras pueden finalmente decidir la cuestión, si están dispuestas a cargar el peso de la actual depresión económica y el alza de la brutalidad racista, o si contraatacarán. Los anarquistas confían en los mejores instintos de la gente, y la naturaleza humana dicta que donde hay opresión habrá resistencia; donde haya esclavitud habrá lucha contra ella. Las masas Negras han mostrado que lucharán, y que cuando se organicen ¡ganarán!

Un llamado a un Nuevo Movimiento de Protesta Negra

Aquellos anarquistas que, como yo, son Negros reconocen que debe haber un nuevo movimiento social que sea democrático, desde abajo y autónomo. Será un movimiento independiente de los grandes partidos políticos, el Estado y el gobierno. Debe ser un movimiento que, aunque busque expropiar dinero del gobierno para proyectos en beneficio de la gente, no le reconoce ningún rol progresista al gobierno en las vidas de la gente, El gobierno no nos liberará, y es parte del problema más que de la solución. De hecho, sólo las masas Negras mismas pueden dar la lucha por la liberación Negra, no la burocracia gubernamental (como el Departamento de Justicia de E.U.), líderes reformistas de la lucha por los Derechos Civiles como Jesse Jackson, o una vanguardia revolucionaria en su nombre.

Por supuesto, en un momento determinado, un líder de las protestas puede jugar un papel tremendamente revolucionario como vocero del sentir de la gente, o incluso producir estrategias y teorías correctas en cierto momento, (Malcom X, Marcus Garvey y Martin Luther King Jr. me vienen a la mente), y un “partido de vanguardia” puede ganar apoyo masivo y aceptación entre la gente por un tiempo (por ejemplo, el Partido de las Panteras Negras de los 60´s), pero son las masas Negras mismas quienes harán la revolución y, una vez puestas espontáneamente en movimiento, sabrán exactamente qué quieren.

A pesar de que los líderes pueden tener buenas o malas intenciones, terminarán siendo un freno en la lucha, especialmente si pierden contacto con las aspiraciones de libertad de las masas Negras. Los líderes sólo pueden servir para legitimar, para aconsejar y canalizar el movimiento, pero deben ser objeto a revocabilidad si actúan de forma contraria a los deseos de la gente. Con ese rol limitado, ya no son líderes, son organizadores comunitarios.

La dependencia del movimiento Negro de líderes y liderazgo (especialmente de la burguesía Negra) nos ha llevado a un callejón sin salida. Se supone que debemos esperar y sufrir en silencio hasta que el nuevo líder mesiánico se digne en aparecer. Como si él o ella tuvieran una “misión divina” (como algunos de hecho lo sostienen). Lo que es todavía más dañino es que mucha gente Negra ha adoptado esta lógica esclavista de “obedecer y servir a nuestros líderes”, sin tener en cuenta lo que ellos mismos son capaces de hacer. Así, en vez de intentar analizar la situación y seguir con el trabajo comunitario del Hermano Malcom X, prefieren lamentar los terribles hechos, por años y años, de “cómo pudieron habérnoslo arrebatado”. Algunos se refieren equivocadamente a esto como un “vacío de liderazgo”. La realidad es que no ha habido mucho movimiento en el movimiento revolucionario Negro desde su asesinato y la destrucción virtual de grupos como el Partido de las Panteras Negras. Hemos estado estancados en el reformismo de clase media y los malentendidos. Debemos desarrollar nuevas ideas y formas revolucionarias de cómo combatir a nuestros enemigos. Necesitamos un nuevo movimiento de protesta, depende de las masas Negras construirlo, no de los líderes o los partidos políticos. Ellos no pueden salvarnos. Sólo nosotros podemos salvarnos a nosotros mismos.

¿Qué forma tomará este nuevo movimiento?

Si algo han aprendido los organizadores anarquistas de los 60’s es que no puedes crear un movimiento social o una revolución social simplemente creando una organización centralizada al estilo de un partido de vanguardia política o un sindicato. Aunque los anarquistas creen en la organización revolucionaria, es sólo un medio para un fin, en vez de ser vista como el fin en sí mismo. En otras palabras, los grupos anarquistas no se forman con la intención de ser organizaciones permanentes para tomar el poder después de una lucha revolucionaria. En cambio, los grupos deben servir de catalizadores de la lucha revolucionaria y para llevar la rebelión de la gente a un nivel más alto de resistencia, como en las revueltas de Los Ángeles en 1992.

Dos características de este nuevo movimiento masivo deben ser la intención de crear instituciones de doble poder para desafiar al Estado, junto con un movimiento autónomo de base capaz de aprovechar una situación pre-revolucionaria para llevarla más allá.

Doble poder significa que organizas un determinado número de colectivos y comunidades, en ciudades y pueblos de toda Norteamérica que son, de hecho, zonas liberadas, fuera del control del gobierno. Autonomía significa que el movimiento debe ser verdaderamente independiente y una libre asociación de todos aquellos unidos por un objetivo común, en vez de una afiliación basada en un juramento o alguna otra forma de presión.

Así que ¿cómo podrían los anarquistas intervenir en el proceso revolucionario en los barrios Negros? Bueno, obviamente anarquistas “blancos” Norteamericanos no pueden ir a las comunidades Negras a hacer proselitismo simplemente, pero sí deben trabajar con cualquier anarquista no-blanco y ayudarlos a trabajar en sus comunidades de color. (Yo pienso que el ejemplo de la Federación Anarquista de Nueva Jersey y su débil alianza con el movimiento de las Panteras Negras, en el estado es un ejemplo de cómo empezar). Y definitivamente no estamos hablando de una situación en que organizadores Negros vayan a sus barrios y ganen gente al anarquismo para que luego puedan ser controlados por los blancos o algún partido. Así es como el Partido Comunista y otros gropos Marxistas operan, pero no puede ser así como los anarquistas operen. No difundimos las creencias anarquistas para “apoderarnos” de la gente, sino para hacerles saber cómo pueden organizarse ellos mismos para combatir la tiranía y obtener la libertad. “Queremos trabajar con ellos como hermanos humanos y aliados que tienen sus propias experiencias, agendas y necesidades. La idea es tener a tantos grupos combatiendo al Estado como sea posible, ya que eso es lo que trae el día de la libertad para todos cada vez un poco más cerca”.

Debe haber algún tipo de organización revolucionaria para que los anarquistas puedan trabajar a nivel local, llamaremos a estos grupos locales Comités de Resistencia Negra. Cada uno de estos Comités serán colectivos de clase trabajadora Negra en la comunidad para luchar por los derechos Negros y la libertad como parte de la revolución social; los comités no tendrán líder o “líderes de partido”, y no tendrán ningún tipo de estructura jerárquica, será antiautoritatia. Existen para hacer trabajo revolucionario, y por ello no son círculos de debate o un club de políticos Negros electos. Son formaciones políticas revolucionarias que estarán conectadas con otros grupos similares por toda Norteamérica y otras partes del mundo en un gran movimiento llamado federación. Una federación es necesaria para coordinar la acción de estos grupos, o para dejar a otros saber lo que está pasando en cada área y para esparcir estrategias y tácticas. (Llamaremos a esta, por no tener otro mejor nombre, “Federación Africana Revolucionaria” o puede ser parte de una federación multicultural). Una federación como esa de la que habla es una organización con afiliación masiva que será democrática y formada de todo tipo de grupos más pequeños e individuos. Pero éste no es un sistema representativo o un gobierno; no habría posiciones permanentes de poder, e incluso los facilitadores de los programas internos serán revocables o tendrán rotaciones regulares de sus funciones. Cuando una federación ya no se necesita, puede disolverse. ¡Intenta eso con un partido Comunista o uno de los grandes partidos capitalistas de Norteamérica!

Lorenzo Kom’boa Ervin (1947– ChattanoogaTennessee) es un escritoractivista y anarquista afroestadounidense. Ex miembro del Partido Pantera Negra, convirtiéndose luego en uno de los principales exponentes del Anarquismo negro.

Durante el el tribunal para juzgar al “Black Power” en verano de 1968, fue acusado de portar armas. Cuando supo que la policía y el Klu Klux Klan lo perseguían para matarlo si no atestiguaba en contra de sus compañeros, decidió abandonar la ciudad. La policía y el FBI tenían órdenes de “disparar a matar”. El 25 de febrero de 1969 secuestró un avión y lo desvió a Cuba, pero luego fue deportado a Checoslovaquia. Agentes de los EU lo localizaron y trataron de arrestarle. Se escapó, pero al final lo lograron capturar y llevar a EU. Lo presentaron frente a un tribunal racista en un pueblo de Georgia y lo condenaron a doble cadena perpetua. De todas maneras, no se dio por vencido en la cárcel, luchó por los derechos de los presos negros, fue abogado en la cárcel y uno de los primeros entre el radicalismo negro norteamericano en hacerse anarquista durante su tiempo en prisión. Tras una intensa campaña fue liberado después de 15 años preso. Actualmente vive en Kansas City.

 

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