La represión del fenómeno migratorio: un acto criminal

El periodista Vicente Romero, que ha estado en numerosas guerras (desde la  de  Vietnam,  hasta  la  de  Iraq), declaró en una entrevista que el sistema está en guerra con los pobres.

Es una guerra no declarada en la que una parte, que está armada y controla el orden social, viola todas las reglas y decide que todo es mercancía: las plantas y los animales, la tierra, el agua, las relaciones personales, el trabajo, la tecnología, los medios de comunicación, la escuela, la ciencia, la vivienda, los alimentos que consumimos, etc., y otra parte, la de los jodidos del primer mundo, y la de los rejodidos del tercer mundo, que está desarmada (salvo cuando el sistema le da armas para que se enfrente entre ella) y que es la de quienes producen los bienes: alimentos, viviendas, transportes  e  infraestructuras,  el  trabajo  en  las fábricas, los componentes necesarios para que funcionen la tecnología y la ciencia.

Pues bien, uno de los escenarios de esta guerra es el de los pobres que se desplazan desde el tercer hasta el primer mundo.

Vienen por razones absurdas: porque no tienen dinero para alimentar a sus hijos y comprar medicinas; porque quieren huir de conflictos armados; porque se les discrimina por razón de su etnia, religión, ideología; porque algunas de ellas quieren huir del machismo que impera en sus comunidades, y algunos tienen curiosidad y quieren conocer el primer mundo: su ciencia, su tecnología, sus bienes de consumo.

Para parar a los rejodidos, no a todos porque el sistema les necesita, se responde de muchas maneras: pagando a mercenarios del tercer mundo (policías y militares corruptos) para que guarden las fronteras del primer mundo construyendo campos de concentración, cárceles, asesinando a quien se tercie, y aceptando las expulsiones de quienes logran pasar.

En  el  primer  mundo  se  responde  de otras  maneras:levantando   uros,matando menos, creando una burocracia compleja que dificulte la estancia, deteniendo  a  algunas  personas  en  redadas racistas  y  encerrándoles  en  centros  de internamiento,  promoviendo  el  miedo entre jodidos y rejodidos (a perder el trabajo, a protestar, a afiliarse a sindicatos).

Si  no  fuera  así,  ¿de  qué  vivirían  las empresas suministradoras de tecnologías de seguridad? ¿Y los técnicos de las empresas de ayuda humanitaria que se disfrazan de  ONG  dedicándose  a  la  atención  sin denunciar las causas de la pobreza? ¿Y los expertos de ayuda al desarrollo? ¿Y a quié nes se acusaría de nuestros males (violen cia de género, delincuencia)?Sin embargo, algo está cambiando: un grupo de colectivos y personas organiza dos en la campaña por el cierre de los CIE (los   Centros   de   Internamiento   para Extranjeros), se reúne cada mes para promover su cierre, denunciando las causas de  la  pobreza,  y  promoviendo  la  unión entre jodidos y rejodidos para transformar el mundo.

Te invitamos a asistir a las concentraciones de los últimos martes de cada mes,para exigir el cierre de estos centros de la vergüenza, y a ponerte en contacto con nosotras/nosotros. Si piensas que quien viene de otros lugares sobra, que se lo merece, que es por la crisis,  estarás  siendo  cómplice  de  esa minoría criminal que gobierna el mundo, y que también te perjudica a ti.

¡No lo dudes y actúa!

Ahora  y  siempre,  nuestra  patria  el mundo, nuestra familia la humanidad.

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