O FRANCISCO ASCASO O LUIS BULFI

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O Francisco Ascaso o Luis Bulfi
17 des 2020
La infiltración neomalthusiana en el proletariado de los países ibéricos siembra confusiones en las organizaciones obreras reivindicando figuras totalitarias que nada tienen que ver con la lucha revolucionaria. Un ejemplo de ello es la reivindicación del neomalthusiano retroaccionario y anti proletario Luis Bulfi, a quien en esta mismas páginas en un artículo narcisista se le elogia por su infame texto “Huelga de vientres”.
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García Vivancos, García Oliver, Louis Lecoin, Pierre Odéon, Francisco Ascaso y Durruti en Montjuïc (Barcelona), mayo de 1931.jpg
CITA“La dimensión política de estos hechos es tremenda y desde el anarquismo lo supimos reconocer desde el principio. No en vano, en 1900 se celebró el Congreso Neomalthusiano Internacional, donde nació la Sección española de la Liga Universal de la Regeneración Humana, siendo partícipes de ella, entre otras personas, Ferrer y Guardia, Emma Goldman, y Luis Bulffi, del que todas deberíamos conocer su texto «Huelga de Vientres».”*FIN DE CITA

    • http://barcelona.indymedia.org/newswire/display/532125
  • https://www.cnt.es/noticias/cono-que-poder/

El neomalthusianismo, una ideología burguesa hoy dominante

El primer problema es que el anarquismo nada tiene que ver con el neomalthusianismo, a excepcion de quienes practican el entrismo en el proletariado para desorientarlo con ello. Ni la consigna anarquista del Amor Libre tiene nada que ver con el control de población mediante la dominación de la natalidad, basada en el principio de separación artificial de la sexualidad y la procreación, claramente industrialista de los cuerpos proletarios y cosificadoras de sus existencias.

La sexualidad revolucionaria no tienen por qué ser “consciente”, al contrario de lo que no paran de decirnos los burgueses y las clases medias neomalthusianas, sino plena y basada en el respeto, y, por esto, responsable, basada, insisto, en el principio revolucionario del Amor Libre. Y desde luego no debe ser confundida y sustituida con la sensualidad y el erotismo como en los hechos hacen para anularla y suprimirla, incluso conceptualmente, abstrayéndola de la procreación. la política antisexual de los neomalthusianos lo que realmente busca es el objetivo político del control de la natalidad proletaria.

Lo que los neomalthusianos venden es la interpretación instrumental, truncada y abstracta de la sexualidad humana, que finalmente tenía el objetivo político de la explotación y la dominación de clase, lo que ha logrado en un silgo y medio de desarollo como ideología dominante. Quien no entiende esto no entiende nada de la lucha por la revolución social en el siglo XXI.

Luis Bulfi: Misoginia contra la maternidad y odio al proletariado

Uno de los primeros militantes neomalthusianos en los paises ibéricos fue Luis Bulfi. Bulfi fue un protonazi neomalthusiano que se hacía pasar por anarquista fundamentalmente para intoxicar, sembrar confusión y hacer carrera. Al inicio de la I Guerra Mundial ya había sembrado militantemente gran confusión en el seno del proletariado con todo tipo de majaderías, algunas de ellas orientadas a malograr a las mujeres proletarias embarazadas. El protonazi aconsejaba lo siguiente a las mujeres proletarias:

CITA

(…)

Se prepara la inyección con una de las fórmulas siguientes de substancias antisépticas:

  • Agua tibia: 1 litro + Acido acético (vinagre): 15 centilitros.
  • Agua tibia: 1 litro + Acido cítrico: 10 gramos.
  • Agua tibia: 1 litro + Acido tartárico: 10 gramos.
  • Agua tibia: 1 litro + Acido bórico: 30 gramos.
  • Agua tibia: 1 litro + Acido fénico: 10 gramos.
  • Agua tibia: 1 litro + Sulfato de cobre: 10 gramos.
  • Agua tibia: 1 litro + Sulfato de zinc: 10 gramos.
  • Agua tibia: 1 litro + Sublimado (bicloruro de mercurio): 10 centigramos.
  • Agua tibia: 1 litro + Alumbre: 10 gramos.


Además cualquiera otra solución astringente que cure los flujos blancos.


La mejor inyección de todas las conocidas, la que reúne todas las cualidades apetecibles, pudiéndosele llamar el preservativo ideal, es el aldeide fórmico que el farmacéutico Mr. Veignault ha logrado poner al alcance de todos. Este nuevo procedimiento aparta por completo todos los riesgos y todos los temores, siendo el antiséptico más poderoso. De sus cualidades y poder bactericida nos da una prueba la medalla de oro obtenida en la exposición internacional de Higiene de París (1904).


Tal producto lleva por nombre Formolodor; va en tubos de cristal conteniendo 15 pastillas cada uno y su administración, aparte de otros usos de tocador, es como sigue:


Para las inyecciones diarias, afecciones de los órganos genitales, flujos de toda clase: una pastilla en dos litros de agua.


Para la inyección después del coito: una pastilla en un litro de agua.


Empleado enseguida de la cópula, se recomienda como el esterilizante más seguro, por lo cual, en los casos de maternidad deseada, ha de esperarse por lo menos una hora después del acto matrimonial para servirse de él, pues empleado antes impediría el embarazo.


Para darse la inyección vaginal así que se haya terminado el coito, he aquí la manera de hacerlo:


Se tiene previamente arreglada una de las fórmulas que ya he indicado, en el irrigador o ducha; éste ha de estar colgado de un clavo en la pared, a una altura de un metro y medio o dos si puede ser, a fin que la presión sea mayor. Se toma la cánula con una mano; se agacha la mujer encima de un cubo u orinal y se introduce la cánula en la vagina empujándola bien hacia arriba y fondo de la misma. Con una mano se sostiene la cánula y con la otra se abre el grifo que da paso al líquido de la inyección. Con la mano que queda libre se aprietan los labios de la vulva, colocando la mano con la palma vuelta hacía fuera y por encima de la cánula que pasa entre el dedo pulgar y el índice a fin de retener el liquido en la vagina. Se abren estos dedos para dejar caer el líquido en el cubo; se vuelve a apretar la vulva para impedir que salga el líquido y se vuelve a dejarlo salir, repitiendo esta operación todo el tiempo que dura la inyección. Esto tiene por efecto que llenándose la vagina con el líquido de la inyección, se ensanchen sus paredes y puede expulsarse con mayor facilidad los espermatozoarios que se hallen adheridos a los repliegues y estrías del canal vaginal. Es de interés capital tomar la inyección sin pérdida de tiempo, pues el espermatozoario puede recorrer la distancia que le separa de la trompa de Falopio y encontrarse con el óvulo que fecunda.

FIN DE CITA

Este bruto no hacía estas recomendaciones sin un objetivo practico contra las mujeres.

El veneno publicitado era multiusos, servía contra el embarazo pero asombrosamente no molestaba si se buscaba procrear, en cambio, y, a la vez, resultaba el campeón contra la sifilis y la gonorrea. Lo importante era venderlo, y sin llegar a ser ese arma de guerra contemporánea para matar mujeres y personas embrionarias que es el misoprostol, tiene toda la pinta de ser el prototipo de la actual trampa “anticonceptiva” para hacer quedar embarazadas a un tanto por ciento de las mujeres que lo utilizaran y fomentar así el siguiente ciclo de negocio, con la venta de abortos unas veces clandestinos y otras, cuando ya se ha masificado el fraude, legales. Por entonces, el fraude neomalthusiano todavía era cosa artesanal, pero se publicitaba en publicaciones neomalthusianas que se afanaban en presentarse como “anarquistas”, incluyendo noticias de resistencia obrera para atraer los proletarios.

Conviene aclarar que los neomalthusianos convocaron un congreso en Berlin en 1914 camuflándolo de feminista pero auspiciado por el SPD, supervisado por Bernstein, el famoso reformista desenmascarado por Engels. En lugar de llamar a la huelga revolucionaria contra la guerra salieron, con la oposición espartaquista de Rosa Luxemburgo, con la consigna de “huelga de vientres”. O sea, colaboración con el SPD en el apoyo a los créditos de guerra pero camuflado de descerebre. Es decir, la consigna de huelga de vientres era una maniobra política de distracción y una espiral confusionista orientada a debilitar la movilización del proletariado europeo por la revolución social.

El contenido esencial del neomalthusianismo: Un brutal reformismo del proletariado sin ni siquiera reformas del capitalismo

Sin embargo, el verdadero objetivo de esas publicaciones era encauzar a los revolucionarios hacia las ideologías neomalthusianas, como la higiene racial y la eugenesia, reubicar el problema social desorientando respecto a la revolución y poniendo la carga de la reforma en las espaldas del proletariado. Presentaban como revolución lo que no eran más que transgresiones burguesas perectamente recuperables e integrables en el esquema antirrevolucionario de la explotación y la alineación como luego se ha demostrado reiteradamente. Y, ni siquiera reformistas, rizando el rizo, proclamando que la reforma había de serlo no de la relaciones sociales de producción sino del proletariado.

Esto es, lo que planteaban era reformar a la población proletaria para ni siquiera reformar el capitalismo por lo que no se le puede llamar reformismo, sino, más bien, arreglismo. Era en esos medios obsesivamente politizados contra el proletariado en los que se promulgaba este tipo de estafas “anticonceptivas”.

Las recetas ideológicas y el verdadero objetivo netamente antiobrero

Desafortunadamente este charlatán de feria que era Luis Bulfi no vendía el clásico crecepelos inocuo, sino que vendía estos venenos peligrosos que aconsejaba introducirse siempre en la vágina a las incautas que le escucharan, ‘antes o después del coito’, pues así vendía más. Al final de su carrera, Bulfi se quitó la careta, entrando en el verdaderamente poco anarquista Partido Socialista Monárquico Obrero Alfonso XIII, cuando se encontró en posición de pobreza y, en lugar de quitarse de en medio como recomendaba hacer a los demás, se hizo monárquico. Pero antes había dejado los preceptos neomalthusianos claramente definidos:

  • Procrear familia numerosa sin poder alimentarla y huir emigrado, es una cobardía.
  • Procrear familia numerosa sin medios de darla pan condenándola a la miseria, es criminal.
  • El que ama la vida y la libertad no procrea en la esclavitud.

Lisa y llanamente, lo que quería decir Bulfi es que los pobres no deben tener hijos, y los hijos, a su vez, no deben ser pobres, pero no por la compartición comunista libertaria de los medios de producción sino porque se los debe eliminar higienicamente antes de que su vida suceda. ¿Si esto no es nazifascismo qué lo es? ¿puede seriamente un sindicato obrero reivindicar a Bulfi? Pues no.

Pero hay más. Resulta que a los campesinos empobrecidos se los lanzaba a las ciudades como proletarios, en donde tenían que trabajar y tener hijos para que trabajaran lo antes posible lo más barato posible o reventar. Los neomalthusianos, incluido el protonazi Bulfi, hacían como que no se enteraba de esto, – igual que el editor neomalthusiano de wikipedia -, pasando a criminalizar al proletariado con toda comodidad.

La criminalización alcanzaba así mismo a las mujeres pobres pintadas como idiotas conejas, cuando en realidad eran heroicas luchadoras. Ocurría que debido a las condiciones materiales en que vivían tras las desamortizaciones de comunales, la transformación de la tierra en reserva de valor inmueble vendible, y la expansión industrial, la mortalidad infantil proletaria era brutal, por eso las mujeres para garantizar la continuidad de la comunidad y de su propia prole multiplicaban sus embarazos para garantizar que alguno de los hijos sobreviviera y llegara a la edad adulta. Canallas como Bulfi soslayaban en sus sermones la mediación de estas condiciones extremas y esta opresión ambiental contra la clase proletaria lanzando a combatir los efectos sin combatir las causas.

Afortunadamente hubo quien no le hizo caso: Una señora aragonesa, la señora Budría, una madre de diez hijos, de los que solo sobrevivieron cuatro. Entre esos hijos sobrevivientes despuntó como lider revolucionario Francisco Ascaso. Francisco fue uno de los componentes del grupo Los Solidarios. Murió en combate contra el ejército español en las calles de Barcelona en julio de 1936, a dos días del golpe de mano neomalthusiano en el interior de la CNT durante una asamblea cuya vileza cuenta García Oliver en un capítulo de su testamento político, El Eco de los Pasos.**

Si la madre de Ascaso hubiera hecho caso a Bulfi y seguido los preceptos neomalthusianos, no hubiera tenido a Francisco, pero optó por la línea revolucionaria de “nuestros hijos nacerán con el puño levantado”, la mejor respuesta a los bulfis y sus actuales herederos, como Bill Gates.

Que nadie se llame a engaño, soltar torrentes de estupideces y lanzarse a censurar cuanto escrito sale al paso de las majaderías neomalthusianas haciéndose pasar por anarquistas o por espartaquistas no detendrá al proletariado en los países ibéricos ni en el mundo, cuyos intereses no son la extinción sino el florecimiento humano.

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