Europa dicta y España asume: La privatización del ferrocarril

En el plano socio-económico, vienen luchas importantes para este año. Un tema que apenas se ha abordado en los medios de comunicación es el ataque que viene contra el ferrocarril público en España.

Llega 2021 con la esperanza de dejar atrás una pandemia que ha causado mucho dolor y sufrimiento. Sin embargo, desde 1991, la Comisión Europea lleva aprobando un conjunto de directivas y recomendaciones con el objetivo de privatizar el sector. Bajo el pretexto de la creación de un espacio ferroviario europeo único, lo que se busca es abrir las puertas a la entrada de empresas privadas para hacer negocio con un derecho tan básico y fundamental para la clase trabajadora como es la movilidad y el transporte público.

Lo que viene es grave. En un documento oficial publicado por Bruselas bajo el título Creación de un espacio ferroviario europeo único, la Comisión hace uso, como de costumbre, del típico argumentario liberal: hacen falta medidas para una mayor eficiencia y para la apertura a una supuesta libre competencia en la que el consumidor (lógica de mercado) se verá beneficiado por un mejor servicio y una bajada de precios [1].

El mito de la “libre competencia”

Este discurso se desmonta fácilmente, incluso recurriendo a documentos oficiales elaborados por la propia Comisión Europea. En la publicación Estrategia para la revitalización de los ferrocarriles comunitarios [2], perteneciente al Libro Blanco del Transporte de la Comisión, con fecha del 30 de julio de 1996, ya se desvela la verdadera intencionalidad de dichas reformas:

“El sector ferroviario ha estado en gran medida aislado de las fuerzas del mercado […] se necesita un nuevo tipo de ferrocarril. Deberá ser ante todo y sobre todo una empresa, con dirección independiente y libertad para aprovechar las oportunidades. […] debería estar abierto a las fuerzas de mercado de una manera adecuada, lo cual también conduciría a una mayor implicación del sector privado […] La extensión de los derechos de acceso a la infraestructura permitiría que entrasen en el mercado nuevas empresas ferroviarias […] la Comisión estudiará cuáles son los mecanismos prácticos más adecuados para introducir las fuerzas del mercado. […] Al personal del sector ferroviario le preocupa lógicamente que la reestructuración pueda ocasionar pérdidas de puestos de trabajo”.

Estos fragmentos hablan claro. Lo que se busca no es una mayor eficiencia y mejor servicio sino terminar con el monopolio de un servicio público. Como siempre, para que el capital privado se lucre con ello. Estas directivas vienen directamente de la Unión Europea. Cuando defendemos la salida de la UE, lo hacemos, entre muchas otras cosas, por cuestiones como estas. Se trata de una macro-estructura concebida por y para los capitalistas donde los trabajadores no tienen ninguna posibilidad de defender sus intereses de clase. O entendemos esto o seguiremos en un callejón sin salida.

Evidentemente, el gobierno español, alineado con el régimen liberal europeo, toma las medidas que corresponden para apuntalarlo.

Luz verde a operadores privados en España

El Gobierno de España aprobó el 21 de diciembre del año 2018  en el Consejo de Ministros un Real Decreto en el que se abría las puertas a la entrada de empresas privadas ferroviarias para operar en el territorio nacional tanto a larga distancia como alta velocidad.

En el mes de mayo de 2020 el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) firmó tres contratos con RENFE, ILSA (Airnostrum y Trenitalia) y Rielsfera (filial de SNCF) para la prestación de servicios. La presidenta de ADIF, Isabel Pardo de Vera, lo calificó como “un día histórico” y aseguró que los ciudadanos podrán contar con “más servicios, más frecuencias y precios más competitivos”. ¿Pero esta liberalización del ferrocarril es realmente tan maravillosa como prometen? Analicemos el “experimento” británico.

El desastroso caso inglés

En Reino Unido el ferrocarril fue privatizado en la década de los 90 durante el gobierno conservador de John Major. El resultado fue catastrófico. Los operadores privados incrementaron notablemente el precio de los billetes, contradiciendo el relato liberal bajo el cual una mayor competencia beneficiaría a los pasajeros con bajada de tarifas. La realidad es tozuda. La entrada de la empresa privada ni aportó competitividad ni ofreció un mejor servicio. Un dato que deja muy claro a quien beneficia realmente este proceso de mercado es que la remuneración de los ejecutivos de los operadores privados subió un 56 por ciento con la privatización [3].

A esto hay que añadir el sistema de subvenciones del Estado a estos operadores para mantener líneas “no rentables” para la empresa privada. Esto supone un gasto mucho mayor para la administración en comparación al servicio público. La conclusión es clara: el capital funciona como un parásito que tan solo gestiona las líneas que le producen beneficio y lo único que busca es el lucro en detrimento del servicio. El fiasco en Reino Unido ha llegado hasta tal punto que Grant Shapps, ministro de Transporte británico, anunció en el mes de junio de 2020 que van a plantear la re-nacionalización del sector [4].

Este nuevo ataque que se cierne contra el ferrocarril público nos recuerda que hoy es más necesario que nunca organizarse para terminar con la hegemonía liberal. Para avanzar en esa vía, hay que debilitar los pilares que la sostienen. Uno de ellos es la Unión Europea. Desde que se nos impuso de manera totalmente anti-democrática la entrada a la UE, los sucesivos gobiernos han actuado como tentáculos que ejecutan, con mayor o menor entusiasmo, las políticas capitalistas que dictan la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial. Es primordial generalizar entre la conciencia de los trabajadores que estas macro-estructuras han arrebatado buena parte de la soberanía de los estados miembros y toman decisiones que atentan contra sus intereses de clase y que además tienen un carácter profundamente anti-democrático.

Notas:

[1] Comunicado de la Comisión Europea sobre la creación de un espacio ferroviario europeo único.

https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:52010DC0474&from=ES

[2] Libro Blanco del Transporte: “Estrategia para la revitalización de los ferrocarriles comunitarios”.

https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:51996DC0421&from=ES

[3] Claroscuros del modelo de privatización británico.

https://www.lavanguardia.com/internacional/20130106/54358647235/claroscuros-del-modelo-de-privatizacion-britanico.html

[4] Johnson renacionalizará el ferrocarril tras los problemas de la privatización.

https://www.lainformacion.com/empresas/liberalizacion-ferroviaria-reino-unido-renacionalizacion/2808907/

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