RUSIA EN ÁFRICA: MERCENARIOS Y DEPREDACIÓN

Rusia en África: mercenarios y depredación

Compartir

Por Paul Martial

El regreso de Rusia a África tras el colapso de la Unión Soviética se remonta a 2006. Desde entonces, se ha confirmado la creciente importancia de sus relaciones con el continente, de las que fue un símbolo la cumbre Rusia-África en Sochi en 2019 y ahora el uso de mercenarios de la compañía Wagner.

Para el Kremlin, era inaceptable que las potencias mundiales afianzaran su presencia en África y Rusia se mantuviera al margen. Putin ha defendido una concepción multipolar del orden mundial y el respeto por la independencia de los estados. En términos más crudos, podemos decir que las violaciones de los derechos humanos cometidas por los gobiernos africanos no son en absoluto un obstáculo para la concertación de acuerdos económicos o militares. El peso económico de Rusia en África es bajo. Ocupa el sexto lugar, después de Turquía. Por otro lado, es un importante proveedor de armamento. De hecho, casi un tercio de las armas del continente son suministradas por la agencia estatal rusa Rosoboronexport.

Esas ventas de armas suelen ir acompañadas de acuerdos militares. Así, al menos la mitad de los países africanos tienen este tipo de acuerdos que pueden ir desde la formación de unos pocos oficiales en Moscú hasta la intervención directa en el país como en la República Centroafricana (RCA).

Wagner, ¿el punto de inflexión?

El uso de la empresa mercenaria de Wagner en la diplomacia africana de Rusia es un nuevo desarrollo que se puede atribuir al Ministerio de Relaciones Exteriores … de Francia. Precisamente para levantar el veto que mantenía Rusia sobre la venta de armas a la República Centroafricana, el Quai d’Orsay aconsejó a Faustin-Archange Touadéra, recién electo presidente de la República Centroafricana, que se acercara a Rusia para obtener armas.

Sergey Lavrov, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, aprovechó este inesperado regalo de la diplomacia francesa para proponer la sustitución de las tropas francesas por mercenarios de la compañía Wagner. Faustin-Archange Touadéra, que no era el candidato preferido de Francia, aprovechó la oportunidad para consolidar su poder, amenazado por la oposición armada.

Una milicia como cualquier otra

Wagner está presente en la República Centroafricana a través de dos empresas, Lobaye Invest Ltd, una empresa minera, y Sewa Security Services. Esta última está a cargo de la seguridad presidencial y combate, junto al ejército centroafricano, contra los distintos grupos rebeldes de la Seleka que tomaron el poder en marzo de 2013.

Las operaciones de los mercenarios rusos son extremadamente violentas, especialmente contra la población civil. Aunque se ha creado una especie de omertá en torno a estos crímenes, las lenguas se están soltando. Un informe reciente de las Naciones Unidas de marzo de 2021 destaca estas violaciones masivas de derechos humanos: ejecuciones sumarias, arrestos y torturas, violaciones, transformación de escuelas y edificios públicos en cuarteles. Los mercenarios se ensañan con los civiles saqueando las ciudades reconquistadas. Además, el gobierno centroafricano les ha otorgado licencias para operar minas de oro y diamantes.

Solución política versus solución militar

Con la profundización de la crisis en los países del Sahel, parte de la población quiere que vengan los rusos. Considera que son una garantía de eficacia, de la que carece la operación Barkhane francesa, contra los yihadistas.

Evidentemente, esta ilusión la mantiene el Kremlin, que acoge con agrado la idea de sustituir a las tropas francesas en el espacio franco-africano. Esto solo fortalecería a Rusia en el escenario internacional. De hecho, la compañía Wagner no sería más eficiente, si no menos, que la operación Barkhane, porque no tiene el equipo pesado del ejército francés, especialmente aéreo. Tampoco se beneficiaría del apoyo de Estados Unidos en términos de inteligencia. Además, el mito de los “súper guerreros” de Wagner se ha visto afectado en gran medida por su estrepitoso fracaso contra los combatientes islamistas en Cabo Delgado, Mozambique.

La solución de los conflictos en el continente, ya sea en los países del Sahel, en Camerún o en África Oriental, no vendrá de intervenciones armadas de tropas occidentales o compañías mercenarias de ningún tipo. Sus intervenciones solo empeoran la situación con un alto precio pagado por la población civil. Es importante reafirmar un principio, que a veces se olvida: África no tiene nada que ganar siendo un campo de juego militar para las potencias depredadoras de Rusia, China o los países de la OTAN.

 

es editor de la página web del colectivo Afriques en Luttes.

Fuente: https://lanticapitaliste.org/actualite/international/la-russie-en-afrique-mercenariat-et-predation

Traducción: Enrique García

Share