LAS GUERRAS MODERNAS LAS GANA QUIEN HACE MÁS VÍCTIMAS INOCENTES, DAÑOS COLATERALES Y PÉRDIDAS ECONÓMICAS

La guerras modernas las gana quien hace más víctimas inocentes, daños colaterales y pérdidas económicas.

Por Mah Iahdih Nan – Opinión

Madrid (ECS).- Hay un refrán saharaui que dice algo así como: “si te muerde y no lo muerdes se pensará que no tienes dientes”, pues este adagio se podría ajustar perfectamente a la situación actual de la guerra en el Sáhara Occidental. El ejército saharaui, está ejecutando una guerra clásica que se limita a atacar al ejército marroquí apostado a lo largo del muro. Por el contrario, el Majzén marroquí se está cebando con la población civil que vive o se traslada en las zonas liberadas del Sáhara Occidental. Estos últimos meses han asesinado a más de una veintena de personas, entre ellas cuatro niños y cinco ancianos. Cada vez que los combatientes saharauis destruyen una base del muro marroquí, el Majzén utiliza el recurso de la venganza atacando a la población civil indefensa.

Están aprovechando las facilidades que les ofrece el uso de aviones no tripulados, manejados por técnicos y asesores Israelíes para ensañarse con los civiles como blanco fácil, siguiendo la táctica que el estado sionista y terrorista de Israel practica en Palestina.

Ante esta situación los organismos internacionales especialmente las Naciones Unidas y en concreto su misión destinada en el territorio la MINURSO, mantienen un mutismo total y descarado incapaces de denunciar los crímenes de guerra que se están cometiendo delante de sus narices.

La MINURSO, una misión sometida y maniatada por el Majzén marroquí durante los últimos 30 años, sin margen de maniobra para  desempeñar una misión neutral y responsable que se ajusta a los objetivos por los que fue creada y sobre todo en consonancia con la función del organismo internacional al que representa.

Si las Naciones Unidas y su misión la MINURSO, no denuncian los crímenes de guerra que esta cometiendo el régimen marroquí, están en la imperiosa necesidad de retirarse del territorio y abandonar su misión, por incumplimiento de la misma y por falta de objetividad, neutralidad, profesionalidad, responsabilidad e imparcialidad.

La RASD, no puede ni debe quedar impasible ante estas atrocidades que está cometiendo el régimen Feudal en La guerra del Sahara. No se puede aceptar el asesinato impune de civiles inocentes, Hay que responder al Majzén con su propia medicina, es la única manera de reparar la memoria de las víctimas inocentes de los bombardeos indiscriminados del Majzén.

La RASD debe dar un nuevo impulso a esta guerra y escoger otros objetivos fuera de los silenciados ataques al muro, Hay que golpear al enemigo donde más le duele en las ciudades ocupadas del Sahara Occidental o en el interior de Marruecos. Hay que definir una estrategia que tenga como premisa esencial; por cada civil saharaui asesinado, un ataque a un objetivo estratégico del enemigo en una gran ciudad, este es el lenguaje que entiende el feudalismo. Las guerras clásicas están desfasadas y lo son más aún, para dictaduras herméticas como la marroquí, donde la rebelión o protesta son conceptos imaginarios y de otra galaxia. Para el Majzén marroquí perder a cien soldados y la destrucción de un gran arsenal en un día no significan nada, nadie se acordará de esos desgraciados soldados que perecen cada día en el muro de la vergüenza. En Marruecos los individuos sobran y sólo son cifras que no tienen valor, que se usan como carne de cañón, o para la guerra o para la presión migratoria o para cualquier tipo de chantaje que sirve a los intereses del Majzén feudal.

El pueblo marroquí es pueblo domesticado cuyas principales señas de identidad son la sumisión, la pleitesía y la incultura, impuestas por muchos siglos con procedimientos y técnicas esclavistas. Nadie puede albergar ninguna esperanza de que el pueblo marroquí se levante algún día contra la dictadura del Majzén, porque no lo hará nunca, su idiosincrasia social está basada en la obediencia y el sometimiento jerárquico.

Todo este panorama hace que sea imprescindible llevar la guerra a otros terrenos a través del uso de armamentos modernos o a través de otras vías mucho más clásicas y eficaces, como las operaciones relámpago de comandos especiales.

Hoy en día conseguir en el mercado internacional aviones no tripulados o cohetes de largo alcance, es una operación relativamente asequible, que la RASD debe empezar a explorar, su utilización en esta nueva guerra se hace vital y obligatoria.

Desgraciadamente las guerras modernas las gana quien comete la atrocidad de perpetrar más víctimas inocentes, más daños colaterales y más destrucción de infraestructuras económicas. Y para redondear su victoria debe disponer de medios de comunicación capaces de imponer un relato falseando los hechos y convirtiéndolos en una realidad creíble, para un consumidor casi siempre manipulado y muy poco exigente.

Tocar los órganos vitales del enemigo es la única manera de forzar al régimen autocrático marroquí a sentarse en una mesa para llegar a una salida justa y equitativa que respete los derechos del pueblo Saharaui.

Tampoco podemos hacer un canto gratuito al asesinato de víctimas inocentes, o a incurrir en las prácticas habituales del régimen marroquí como los crímenes de guerra. Pero desafortunadamente, tal y como está planteado este mundo en el que vivimos, casi siempre ganan los que más barbaridades y crímenes cometen y los que menos respetan las reglas y normas que rigen la convivencia entre los seres humanos.

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