AUMENTA EL NÚMERO DE MÉDICOS, CIENTÍFICOS Y MICROBIÓLOGOS ASESINADOS DESDE LA APARICIÓN DEL COVID-19

Aumenta el número de médicos, científicos y microbiólogos asesinados desde la aparición del Covid-19

Desde que el gobierno anunció la aparición del coronavirus de Wuhan (Covid-19), se ha producido un extraño aumento de los asesinatos de científicos, médicos y microbiólogos.

El doctor Andreas Noack de Alemania, por ejemplo, fue misteriosamente asesinado no mucho después de que discutiera públicamente la presencia de hidróxido de grafeno en las “vacunas.

En el otoño de 2020, Noack tuvo a la policía irrumpiendo en su casa con armas apuntando hacia él simplemente por hacer un reportaje de vídeo que desafiaba la narrativa globalista en torno a la “covid”. Aproximadamente un año más tarde, Noack fue encontrado muerto dentro de su casa después de destacar la presencia de veneno dentro de los jabones.

Poco después de su muerte, la pareja de Noack publicó un vídeo en el que explicaba que creía que había sido asesinado por hablar de las “hojas de afeitar a escala nanométrica” que contienen las vacunas contra la “gripe Fauci”.

La posibilidad de que Noack fuera asesinado cobró aún más validez después de que el medio de noticias falsas ‘Político’, respaldado por los globalistas, publicara una noticia no mucho después en la que afirmaba que Noack simplemente había muerto de un “ataque al corazón”.

“Sin embargo, todos sabemos que la CIA utiliza un arma que ataca directamente al corazón con un veneno mortal que entra en el torrente sanguíneo de la víctima”, informó Stefan Stanford de All News Pipeline.

 

“¿Crees que los globalistas que quieren silenciar a los investigadores anti-vacunas, especialmente como el doctor Andreas Noack, no utilizarían un arma así? Si contradices al gobierno, puedes acabar en una lista negra”, añadió.

Si la muerte de Noack fuera un caso aislado, tal vez se podría atribuir al azar. El problema es que muchos otros investigadores también han aparecido muertos desde que comenzó la plandemia.

Es el caso de Domenico Biscardi, de Italia, que justo antes de acabar con su vida había advertido que pensaba acudir a los tribunales europeos con las pruebas de lo que había encontrado en las llamadas “vacunas”.

Al igual que Noack, Biscardi murió en circunstancias misteriosas y se achacó su muerte a un “ataque al corazón”.

Noack y Biscardi son sólo dos casos entre muchos, por cierto, de prominentes investigadores y expertos científicos que han visto su vida terminada antes de tiempo en circunstancias sospechosas.

El investigador Steve Quayle lleva muchos años documentando este fenómeno debido al gran número de muertes anómalas entre expertos en ciencia, medicina y salud que pensaban de forma diferente en sus campos de especialización.

¿Recuerdan al doctor Jeff Bradstreet, que fue encontrado en un río con una herida de bala en el pecho? ¿O el doctor Bruce Hedendal, DC, PhD, que fue encontrado muerto en su coche sin ninguna explicación?

También hay que mencionar el caso de Teresa Sievers, una doctora en salud natural de Florida que fue asesinada por un “atacante desconocido en un barrio de lujo que experimenta muy poco crimen.”

Erin Elizabeth en Health Nut News recopiló una lista allá en 2016, mucho antes del covid, con  106 médicos holísticos y profesionales de la salud que aparecieron muertos. Todos ellos habían expresado puntos de vista que desafiaban algún elemento oficial de la ciencia o la medicina.

El biólogo Alexander Sasha Kagansky, de 45 años, fue encontrado muerto en diciembre de 2020 después de caer por una ventana desde el piso 14 de un edificio de San Petersburgo, en Rusia. El científico, con estrechos vínculos con la Universidad de Edimburgo y que “trabajaba en la vacuna del coronavirus“, fue hallado “en ropa interior y con una puñalada en el cuerpo”.

La policía cree que hubo una pelea antes de que Kagansky cayera, según un informe. Con este último suceso, se elevan a ocho las muertes misteriosas que tiene lugar en Rusia y que están relacionadas con la pandemia del Covid-19, entre ellas la de Peter Garaiev.

El genetista ruso Dr. Peter Gariaev, uno de los mayores biólogos moleculares de nuestra era y creador de la Genética Cuántica de Ondas, murió en extrañas circunstancias el 17 de noviembre de 2020, un mes después de recibir la nominación al Premio Nobel de Medicina y pocos meses después de haber publicado un texto en el que explica cómo el Covid-19 fue creado en laboratorio y por qué este y otros males de nuestros tiempos deben ser tratados a través de la Genética Cuántica de Ondas, cuyo desarrollo se está llevando a cabo en el instituto que él mismo fundó en Rusia. Como era de esperarse, la prensa occidental no cubrió la noticia sobre la súbita muerte del Dr. Peter Gariaev, y esta sólo fue divulgada por algunos científicos que le conocieron. Una de ellos es Ulrike Granögger, miembro de la J. J. Hurtak’s Academy for Future Science (AFF), quien anunció la muerte del Dr. Gariaev a través del canal de AFFS Europa el 11 de diciembre de 2020: “En medio de una crisis pandémica mundial, el mundo ha perdido a uno de sus más grandes biólogos moleculares: El Dr. Peter Gariaev murió el 17 de noviembre de 2020. Sus descubrimientos son pioneros y literalmente acabarán por cambiar el paradigma genético de la química a la luz. Por favor, ayude a difundir esta nueva comprensión de la vida aprendiendo más sobre él.” Garaiev murió de un fuerte golpe en la cabeza estando solo en su domicilio.

Claro que los hasta ahora mencionados no han sido los únicos científicos relacionados con alguna investigación sobre la covid 19 que han muerto asesinados o en circunstancias misteriosas, como el investigador chino-estadounidense de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburg, el doctor Bing Liu, fue encontrado muerto en su casa con aparentes heridas de bala en la cabeza, el cuello y el torso, según la Policía de Ross Township, Pensilvania, EEUU.

Las autoridades señalaron que ocurrieron dos tiroteos durante el fin de semana y una de las víctimas fue el doctor Bing Liu, de 37 años.

Los agentes investigadores también creen que el ciudadano chino Hao Gau, encontrado muerto en su automóvil a una milla de la escena del asesinato, supuestamente se suicidó después de matar Liu en su casa.

Liu estuvo cerca de “hacer hallazgos muy significativos” relacionados con el coronavirus, dijo su departamento de la Universidad de Pittsburgh, lo que hizo del caso de homicidio aún más misterioso.

Según su currículum en línea, el investigador trabajó con Edmund Clarke, ganador del prestigioso Premio Turing en ciencias de la computación, como becario postdoctoral en la Universidad Carnegie Mellon antes de llegar a Pittsburg en 2014.

“Bing estuvo a punto de hacer hallazgos muy significativos para comprender los mecanismos celulares que subyacen a la infección por SARS-CoV-2 y la base celular de las siguientes complicaciones. Haremos un esfuerzo para completar lo que comenzó en un esfuerzo por rendir homenaje a su excelencia científica “, dijo el departamento en su sitio web.

Los detectives del municipio de Ross están investigando las circunstancias y los motivos del crimen.

Estos casos son solo algunos de los más significativos. Para terminar se podría añadir el extraño caso del inventor de la PCR, Kari Mullis. Mullis murió de una extraña neumonía en julio de 2019, meses antes de que estallará la crisis del coronavirus. Este científico se había caracterizado durante años por denunciar el uso de la PCR como test diagnóstico, en especial en los tiempos de la otra gran estafa sanitaria de nuestro tiempo, la del VIH. Su muerte, si bien anterior, puede decirse que ha resultado muy conveniente para esta dictadura sanitaria que nos han impuesto.

 

 

Fuentes

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