CONTRA LA INFORMALIDAD Y PORLA LABOR DE SER LIBRES

Los veteranos anarquistas de allende inviernos sentenciaban, desde las cimas de sus luchas, que el núcleo de la libertad era o consistía-su consistencia, su dureza, su perdurabilidad- en ser responsable. El ser libre respondía de sus actos. Su vida era imagen de su mentalidad libre, de sus ideas manumisoras, de su voluntad de emanciparse. Elanarquista tenía el Ideal en el horizonte, pero lo real, el próximo paso, era lo que hacía concretamente cada día frente a hipóstasis, padres de la patria y violentos que, diversamente, le imponían otro actuar consistente-su consistencia, dureza y perdurabilidad- en obedecer, no a su razón  y libertad propias de ser un adulto sano, sino a ruedas de molino que lo esclavizaban.

Yo quiero ser libre. Hoy y ahora. En esta época y en esta sociedad. Sé que serlo totalmente es imposible. Puesto que eso, todos los demás, tendrían que serlo a la vez que yo. Hay gente que tiene la voluntad de no tener voluntad o la libertad de ser esclavos. Pero mi libertad posible es la que requiere mi esfuerzo y lucha. Y, pues valoro mi libertad, la trabajo y propicio con mucha mas estima que lo que la impide en mi vida. Valoro así mas una relación gratuita que una mercantil. Valoro más una relación autónoma y voluntaria que otra impuesta por el orden social. Valoro más una relación autosuficiente o subsidiaria que otra dependiente del Estado, el Capital o la Tecnología. Valoro más lo recíproco de mi voluntad que lo autoritario. Valoro más lo comunitario que lo autista. Valoro mas lo democrático que lo manipulado Valoro mas lo regalado que lo comprado. Etcétera.

La libertad actual, que afecta todos los aspectos de la vida, también tiene una dimensión temporal. Ser libre es ser dueño del propio tiempo. Ser libre es tener tiempo para uno mismo y lo que uno desee. Por eso valoro más el tiempo para ejercer mi libertad que el tiempo que empleo por otras obligaciones sociales. Y la libertad requiere su tiempo y todo un orden de actos que la favorezcan opuestos- pues la cronología vital es limitada- a los actos que precisan las necesidades de la obediencia. Si vivo para ser libre, no vivo para trabajar, dormir, consumir, mi fisiología, actos desordenados, hacer turismo, hacer burocratismos, mandar, obedecer, distraerme, aburrirme, etc sino, incluso lo anterior, si lo veo necesario en mi voluntad, o, lo que desee mi voluntad que no venga de fuera, de ninguna institución social coactiva. Pues qué es el trabajo, dormir, la pareja, el automóvil, las vacaciones, el empadronamiento, el chocolate, el dinero, los pañales, el tabaco, la TV, el fútbol, Internet, el certificado de nacimiento… sino falta de libertad. ¿No se puede tratar de ser libres los anarquistas en todo lo que hagamos? El anarquista no tiene su identidad en ser libre más que en ser obrero, dominguero, turista, festejante, tirador dela basura, ahorrador, drogadicto, del Seguro, automovilista, impositor bancario, romántico, etc.

Claro, que si tiendes a ser libre, te topas con las instituciones coactivas que te dicen que si tienes sed y no dinero, si bebes un refresco en un bar te lanzan la policía encima si no pagas. Por eso el ser que tiende a ser libre- la libertad es social, es una relación social- tiene que luchar con sus iguales contra los que son mas fuertes que el, personas o instituciones, que tienden a esclavizarlo hasta la muerte(muerte por exceso de trabajo, de consumo insano, de violencia de género, accidentes de tráfico, avaricia…). Y, claro, si no quiere luchar toda la vida, el ser que tiende a ser libre quiere alcanzar un mundo sin coacción ilegítima o con la mínima posible.

Por eso, cada vez que vendemos el alma a la fábrica, la oficina, la escuela, el hospital, la coca-cola o los billetes nos esclavizamos voluntariamente: la llamada servidumbre voluntaria. Pero cada vez que luchamos libremente con nuestros iguales culturizándonos, protestando, conspirando, golpeando donde duele, besándonos, solidarizándonos, cuidándonos, etc nos liberamos a nosotros mismos.

(Los anarquistas ochenteros sentenciaban que el futuro iba a desconocer la libertad pues todo estaría bajo el Estado, el Capital o la Tecnología y que los anarquistas posibles serían esquizofrénicos, luchando en si mismos entre la tendencia a ser libres y las necesidades crecientes de ser esclavos(ser esclavo es mejor que no ser nada). Pues lo que da valor a la vida del hombre se lo da la libertad y con tantos enemigos ocupando todo el estrado nos acostamos esclavos y nos levantamos nada).

Por todo lo anterior, a la hora de militar puntualmente o con más continuidad en el tiempo, el que es informal al hacerlo está sometido a las necesidades de la esclavitud dando más importancia al tiempo no libre que al liberador, al de la esclavitud asalariada que al del compromiso solidario, al de la fiesta para seguir soportando la vida miserable y aburrida que a conquistar su época, a la diversión sin reglas que a la labor social eficaz, a la alienación que a la humanización… Efectivamente, una persona sometida a ser dirigida como un cerdo, al no ser obligado a vivir no sabe vivir por si solo, qué hacer (gimnasio, turismo, drogas…), no sabe conocerse (cursos TV,expertos…), no sabe aprender, amar, experimentar, pensar, sentir, vivir, etc (lo que los ácratas de los años treinta llamaban los que tienen “miedo a la libertad”) Los esclavos que necesitan amos. Porque la libertad da miedo, esa desconocida, incluso a los anarquistas de toda la vida, ya que necesita audacia y coraje. Pero, los anarquistas muertos recuerdan a los miedosos, pero no de la libertad, sino de sus enemigos, que ésta es como un veneno que engancha y no vuelve a la esclavitud.

La libertad brilla por su ausencia en nuestras vidas y los opresores la han tergiversado hasta convertirla en irresponsabilidad, infantilismo, informalidad, descuido, con los iguales, salvo bajo orden de arriba, claro, en que es (obedecer) sentido de la vida o la nada. Muy orwelliano, llamar libertad a la obediencia mas pura y dura. Pero, si dejas de obedecer, puedes descubrir que, mas allá de la nada y de su vacío, puedes hacer lo que te de la gana, como dejar de leer este escrito e hipnotizarte con la serie televisiva que mañana hay que madrugar, que llegar a ser mas ricos, a algunos les cuesta lo tuyo.

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