Para la mayoría de manifestantes, activistas y periodistas, su teléfono inteligente es una herramienta esencial para organizarse con sus compañeros, acceder y distribuir información, y ayudar a otros. También representa un gran riesgo, ya que es una herramienta que las autoridades pueden usar fácilmente para la vigilancia masiva y selectiva.
Germinal

«NOS ESTÁN SUSTITUYENDO»: LA TEORÍA CONSPIRATIVA QUE INCENDIA A LA EXTRENA DERECHA Y ESTÁ LLEGANDO A ESPAÑA
