DEL MUNICIPALISMO COMUNALISTA DE JOSÉ IGLESIAS FERNÁNDEZ AL COMUNALISMO

Del municipalismo comunalista de José Iglesias Fernández al comunalismo

 

Segunda entrega de Floreal M. Romero a kaosenlared

Con el mismo respeto e incluso reconocimiento por su inmensa producción crítica del capitalismo y su obstinado intento de superarlo, contestaré una vez más a José Iglesias Fernández. Aunque su artículo no sea una respuesta directa a mis críticas, tiene la ventaja de resumir brevemente su pensamiento.

Utilidad de la filosofía

Aclarar que no es propósito mío el rivalizar o aparentar con los mejores atributos intelectuales. Y es que no estamos tratando del sexo de los ángeles sino de una urgencia existencial: la de una sociedad subsumida por una economía estructuralmente devastadora que la roe, contaminando cuerpos, mentes y naturaleza y que de no desactivarla, nos lleva al colapso. No tocaré las teorías filosóficas expuestas en este último texto, a las que globalmente puedo adherir, sino más bien haré hincapié en la necesidad de responder al reto que se nos plantea a todas y todos y con cada vez más urgencia: ¿Qué hacer? en la práctica, aquí y ahora.

Pero tal vez para contestar a ésta pregunta clave y vital hoy en día, tengamos que volver a la filosofía si es que a la facultad de pensar para actuar, le otorgamos esa categoría de “filosofía”. En este caso no se trataría de una filosofía que se aplique a la realidad sino de un pensamiento que parte de la realidad para conocerla mejor y de este modo, nos ayude a subir por el camino vital de la emancipación, y nos permita resolver las enormes dificultades que se nos presentan.

Una de esas dificultades, y no la menor, es deshacernos de ciertas nociones de las cuales estamos convencidos haberlas desechado y que sin embargo, siguen bien presentes, profundamente ancladas y de ahí la dificultad para desprendernos totalmente de ellas. “Los dominados no pueden liberarse del sistema que los oprime si primeramente no niegan la divinidad del mismo”, dijo con razón el filósofo Enrique Dussel1. Y no tenemos un sujeto más divinizado como lo es el de la economía, sobre todo para un economista (secuela de formación). Para no entrar en otras discrepancias, como el tema de la democracia o el de la “República de los iguales”, nos centraremos en dos ejemplos ilustrativos del poso amargo de la ideología dominante.

Pequeño desvío por la RB camino del municipalismo

Y sino, ¿cómo interpretar que por un lado se afirme que La vida comunitaria prescindirá de los tres pilares de las sociedades clasistas en donde se ejerce la opresión, como son el Estado, el Mercado y el Dinero y por otra se le pida al Estado que nos otorgue la Renta Básica de las Iguales?

Podemos considerar a Occupy, las primaveras o el 15M como una nueva forma de revisionismo, pero no podemos negarles potencial dinámico que, de haber tenido una estrategia elaborada, pudimos haber propulsado hacía el comunalismo. Sin embargo ninguna escapatoria con la propuesta de una RB, otorgada por el Estado como herramienta para destruir el sistema. ¿A qué nos llevan este propósito? sino entrar de pleno en la casa del amo y usar sus herramientas, contrariamente a las advertencias de Audre Lorde y pese a las buenas intenciones del autor2.

Es la postura usual hoy en día de muchos grupos ecologistas u otros, quienes, todo y condenando al capitalismo o al neoliberalismo, le piden a los Estados que asuman a su vez, una planificación energética, una vivienda eficiente y asequible, un transporte público gratuito y ecológico y hasta que organicen el decrecimiento. ¡Ni más ni menos!

Ya alertaba Bookchin en el año 1969: Esperemos que los grupos ecologistas rechacen cualquier apelación al “jefe del Estado” o a las instituciones burocráticas nacionales e internacionales, es decir, a los criminales que contribuyen materialmente a la actual crisis ecológica. Creemos que es a la propia gente a la que hay que apelar, a su capacidad para actuar directamente y tomar las riendas de su propia vida. Sólo así se podrá construir una sociedad sin jerarquías ni dominación, una sociedad en la que cada cual sea dueño de su propio destino.3 Esta advertencia es hoy más pertinente que nunca.

Llegada al municipalismo comunalista

  1. Ser o no ser

En la interpretación y propuesta municipalista de José Iglesias, nos encontramos con una prolífica selección de datos pero no dejamos de tropezar con blancos e incoherencias.

Por una parte nos dice: “Para mí la clave es el municipalismo, el comunalismo. Se trata de democracia participativa a nivel de base.” José Iglesias prosigue: “Estoy más cerca del anarquismo que del marxismo. Marx fue quien creó un sistema para explicar la realidad. Fue el que mejor explicó lo que representa el capitalismo. Así que, para entender el mundo, Marx. Pero para construir un mundo nuevo, pienso en Bakunin.4 Y por otra parte nos propone una estrategia comunalista por etapas, terminando por participar en las Instituciones de ese mismo Estado y pensando que se puede diluir su poder5

En primer lugar, si el camino se hace al andar, lo principal es empezar a andar y sobran las etapas siguientes que más bien recuerdan a un “modo de empleo” para maniobrar y vaciar una maquinaria desde sus propios engranajes. En este caso, la de unas Instituciones de hierro, concebidas durante siglos, por y para fortalecer el binomio Estado-Capital. Esa maquinaria no tiene programada su obsolescencia, mantendrá su estructura estatal para perdurar lo más posible y cuando más le fallen los dividendos, más represiva se volverá para mantener el orden establecido y los privilegios de las clases pudientes.

Ese poder, el de esas Instituciones estatales, sobre los ciudadanos, (con monopolio de la violencia) ni se diluye ni se disuelve y menos con una pata dentro y la otra fuera. Por experiencia sabemos que el meter aunque solo sea una pata en las Instituciones del Estado, esto acaba por desactivar cualquier intento de organizar nuestro propio poder político compartido, ese de decidir en nuestras asambleas municipales que intentemos generar, todo e incrementando nuestra inteligencia y voluntad colectivas.

  1. La historia, la nuestra

Luego referente a la historia, fundamental es la frase que cita de Walter Benjamin en su tesis y libro, El concepto de historia: La lucha por la emancipación no solo se hace en nombre del porvenir, sino también en nombre de las generaciones vencidas. El recuerdo de la opresión de nuestros antepasados y de sus combates es una de las grandes fuentes de inspiración moral y política para el pensamiento y la acción revolucionarios6. Así es como José Iglesias se proyecta hacia atrás, en tiempos de la Comuna de Paris en1871 para elaborar su propuesta de municipalismo comunalista, refiriéndose a ella como brújula-matriz7. Murray Bookchin, al ampliar el término de municipalismo libertario por el de comunalismo, también adopta a la Comuna de Paris. A dicho autor también se refiere José Iglesias pero sin ahondar demasiado8.

Para Bookchin, quién rastreó con minucia todas las revoluciones hasta elaborar el proyecto comunalista, la revolución del 1936 tuvo un impacto decisivo9. Sin embargo, de ella, no se notan muchas referencias en la obra de José Iglesias Fernández. Siguiendo las recomendaciones de Benjamin, sí se refiere a los comuneros de Castilla, pero ¿por qué esa falta de énfasis por el estudio de nuestros antepasados los más cercanos? El movimiento libertario ibérico, es sin embargo de una incomparable riqueza en cuanto a nuestra tradición revolucionaria occidental, con sus luchas épicas y, a su vez, esa lenta y paciente elaboración de alternativas en todos los aspectos de la vida (salud, educación, cultura, cooperativas de producción y de vivienda, urbanismo social (ecología), feminismo, ética, y su cosmogonía (comunismo libertario). Así se fue elaborando, desde el principio del movimiento libertario, en paralelo y en tensión con las Instituciones del Estado, los inicios de una sociedad emancipada en camino hacía el comunismo libertario. Lo que en 1936, en contra del fascismo y desbordando a la Republica, desembocaría en la mayor revolución del siglo XX, pese al freno desastroso que supuso la intervención de los ministros anarquistas en el Gobierno republicano.

¿Qué hacer? en la práctica, aquí y ahora.

Para contestar lo más acertadamente a esta pregunta inicial, por coherencia y convencidos de que los fines han de estar íntimamente contenidos en los mismos medios, nos quedaremos circunscritos en la fase 1) preconizada por José Iglesias, contra el sistema, pero desde fuera de las Instituciones capitalistas.

Muchas personas arrastran actualmente una gran desesperanza viendo los estragos del sistema y una falta de incapacidad transformadora, de prácticas inmediatas en el aquí y ahora. Para desinhibirnos podríamos irnos a un pueblo de las montañas de la España vaciada, en León, Soria o en los Pirineos y vivir una vida frugal, practicando la autogestión generalizada, autosuficientes en alimentación, energía, etc. Ya se hizo, se hace sin duda y seguirá haciéndose y no es que la propuesta sea descabellada, pero los ejemplos aislados por valiosos que sean y aunque generen esperanzas, además de frágiles no son contagiosos. Pueden ser objeto de veneración hasta alcanzar el mito (véase Marinaleda, NDDL en Francia o VIOME en Grecia) pero éste se basta a sí solo, como un fetiche para colgar a la pared.

Ya nos lo cantó el poeta León Felipe: Voy con las riendas tensas y refrenando el vuelo porque no es lo que importa llegar solo ni pronto sino llegar con todos y a tiempo.

A este verso le hace eco la primera versión de la hoja de ruta10 que elaboró la RESC, red de ecología social y comunalismo en Francia, hace ahora un año y que agrupa para puesta en común y reflexión, tanto a iniciativas alternativas como a colectivos en lucha o personas sueltas: Ningún proyecto alternativo logrará realmente afianzarse sin el desarrollo de un movimiento que englobe tanto las luchas contra toda forma de dominación y por la dignidad, como las alternativas concretas buscadas conscientemente fuera del capitalismo. Es necesario, por tanto, multiplicar los encuentros entre estos espacios y crear vínculos de solidaridad en y entre los municipios y las regiones, tanto a nivel local como internacional.

Y es que para ser prácticos y efectivos no nos queda más que, en primer lugar, valorar las fuerzas en presencia y las posibilidades, juntar iniciativas y proyectos, partiendo de nuestras necesidades básicas, decidir colectivamente todo e intentar ganar tiempo para estas actividades11. Es así como estas decisiones se van convirtiendo en esbozos de decisiones políticas, algo que puede ser contagioso por el entusiasmo que despierta, al Estar-en-el-mundo-juntos y sentir que nosotros es mucho más que tú y yo.12 Luego nuestros esfuerzos han de centrarse en ese punto, el de poner en marcha un movimiento comunalista que abarque todas las inquietudes de la ciudadanía, recogidas por colectivos ya organizados, tanto en los pueblos como en las ciudades. En este mismo sentido iba la carta13 que escribí al EZLN y a los grupos de acogida pro-zapatistas cuando la marcha por la vida que dieron en Europa en el verano del 2021.

Desde aquí, hemos de comprender que la mejor manera de apoyaros y apoyarnos es integrar a la Sexta, es tratar de reflexionar acerca de la elaboración de una estrategia propia partiendo de lo que aquí tenemos. O sea, hacer un inventario, localmente, territorialmente, de las luchas por la dignidad en todos los ámbitos (en contra del patriarcado, del racismo, de la economía, etc.) y en los espacios de creación alternativa (cooperativas agrícolas, huertos colectivos, espacios ocupados, etc.). Además, deberíamos proponernos que los movimientos sociales nos federemos Abajo a la Izquierda en pro de un movimiento por la autonomía política, en paralelo y en tensión con las instituciones estatales y pasando de sus subsidios. Es todo un proceso que conlleva una construcción de la comunidad, partiendo del “hacer juntas y juntos” codo con codo, hombro con hombro, desarrollando una “cultura del diálogo”, del respeto e incluso enaltecimiento de las diferencias, pero con un objetivo: un horizonte que conlleve la salida del capitalismo para ese mundo que contenga, con alegría, a todos los mundos vivos.

Lo que se traduce en la hoja de ruta ya citada: En primer lugar, habrá que articular un contrapoder capaz de obligar a los actuales poderes municipales a aplicar las propuestas de las asambleas comunalistas. Debemos esforzarnos por implantar una democracia directa y efectiva. Se trata así de una creación colectiva de lo político como vínculo primordial que teja nuestras diversidades, insertado a su vez en el entorno natural. Es también un paso consciente y determinado hacia la salida definitiva del capitalismo en pro de la ecología social. La creación de este movimiento emancipador y portador de esperanza a nivel local, regional y más allá es nuestra responsabilidad colectiva.

Esta hoja de ruta no es sino el primer paso hacia el desarrollo colectivo de una estrategia que seguirá desarrollándose a medida que avancemos. El camino se hace al andar; ¡caminemos cuestionándonos, transformémonos transformando!

1 Introducción a la filosofía de la liberación Enrique Dussel Ed. Nueva América Bogotá Colombia

2 …a parte de su carácter redistributivo, insistimos en considerarla un instrumento para luchar contra el capitalismo. No se trata de asistir a los necesitados (RRBC, BIEN), sino de destruir el sistema que genera ricos y pobres, dominantes y dominados, explotadores y explotados. José Iglesias Fernández en “¡Izquierdistillos sueltos! Cuidado que mangan”. p.7

3 « Pouvoir de détruire, pouvoir de créer » Murray Bookchin Ed. L’Echappée 2019

4 Entrevista a José Iglesias Fernández el 21 de diciembre del 2021 Revista dominical del diario gallego La Región homenaje a su obra y celebrando sus 90 año, recién cumplidos. Otra contradicción ya que afirma en el Estado no tiene cabida en la gestión orgánica de la 34 comunidad.

5Así, en “¿República, sí o no? Sobre las sociedades y las formas de gobierno, incluyendo el municipalismo.” p.33: el Estado no tiene cabida en la gestión orgánica de la comunidad. Sin embargo más adelante p 35.nos dice, aunque no sepamos cómo: El Estado, tal como lo conocemos a nivel municipal, irá desapareciendo de este ámbito en la medida que nos incorporemos y asumamos colectivamente las decisiones sobre la gestión de las actividades económicas y las funciones políticas y jurídicas. Concluyendo que: El municipalismo de las / los iguales ha de ir más allá de las versiones socialistas y libertarias.

6La brújula matriz nos muestra que y como construir, así como el camino a seguir.” En La brújula matriz se mira, y se fortalece, en la Comuna de París(1871) José Iglesias Fernández 2021 p.9

7 Idem

8 En: “¿República, sí o no? Sobre las sociedades y las formas de gobierno, incluyendo el municipalismo.” Murray Bookchin. Seis tesis sobre municipalismo libertario. 9 septiembre de 1984.p.28-29-30-31.

9 Murray Bookchin: Los Anarquistas Españoles. Los años heroicos, 1868 – 1936.Numa ediciones

10 https://florealmromero.blogspot.com/

11 Necesitamos liberar tiempo para aprender. Simplemente colectivizando el tiempo de trabajo y los costes (alquiler, calefacción, alimentación, energía, etc.), los centros sociales auto-gestionados existentes nos dan la medida del tiempo que se puede liberar. Un tiempo precioso usado para todo tipo de creaciones y formaciones, tanto individuales como colectivas, tanto en lo social como en lo político. Ya que, aunque reflexionar juntos y formarse sea básico y fundamental, tener el tiempo para hacerlo es un asunto vital. Sobre prácticas cooperativas. Floreal M. Romero Actuar aquí y ahora p.230-231.Ed. Kaicrón

12 Citas de Murray Bookchin y Bertold Brecht mencionadas por Manuel Rivas en el prólogo de Actuar aquí y ahora p.12

13 La integridad de la carta en: https://florealmromero.blogspot.com/2021/09/prueba-5-carta-los-zapatistas-verano-de.html

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