FONDO DE SOLIDARIDAD PARA MILITANTES PRES@S Y PERSEGUID@S EN GRECIA

Fondo de solidaridad para militantes pres@s y perseguid@s en Grecia

Llamamiento al apoyo financiero del Fondo de Solidaridad (Firefund)

¡Contribuid a nuestra lucha!

¡Nadie solo en manos del estado!

 

Estas imágenes fueron tomadas en la intervención en Nochevieja 2021 fuera de la cárcel de Larissa, “celebrando” cerca de nuestr@s compas encarcelad@s. 

 

El objetivo básico de la estructura es garantizar una vida digna para compas pres@s a través de un proceso que se desarrollaría en el seno del movimiento político; llevando así  la dimensión material de la solidaridad un paso más allá de las relaciones familiares, amistosas y de camaradería, así como  ayudar en la cobertura inmediata de emergencias (como gastos judiciales y fianzas de  perseguid@s). Aparte de eso, entre las prioridades de las personas que forman y sostienen la estructura, están los movimientos de solidaridad práctica, la construcción de puentes de comunicación entre l@s que están dentro de la cárcel y l@s de afuera, y el desarrollo de luchas sociales dentro y fuera de los muros.

El Fondo de Solidaridad para militantes pres@s  y perseguid@s se creó en 2010 en un momento en que, por un lado, la dura reestructuración capitalista bajo el disfraz de la “crisis económica” y, por otro lado, el espacio radical, con recuerdos muy recientes de la experiencia de la revuelta social de diciembre de 2008, estaba en pleno auge de actividades, expresando la genuina y espontánea rabia social. En estas circunstancias, en las que la reestructuración sistémica conllevaba la intensificación de la represión y la mayor protección legislativa de los privilegiados, mientras que la actividad de cualquiera implicado en la lucha social producía una agresión múltiple (que iba desde la vigorosa solidaridad de los trabajadores, las manis masivas, las ocupaciones de edificios y espacios públicos, las acciones colectivas directas hasta las acciones revolucionarias armadas)surgió la cuestión de las docenas de presos políticos.

Debido a la actualización de las leyes “antiterroristas” y de los mecanismos del complejo judicial-represivo, pero también teniendo en cuenta la escalada de la propia acción revolucionaria, estos presos políticos se enfrentaban ahora a severas y/o largas condenas. Esto creó una situación novedosa para la mayoría de la parte radical de la sociedad desde la caída de la junta militar (1974). Los principales rasgos característicos de esta situación parecían ser su gravedad y su duración. Es precisamente en este contexto cuando se creó el Fondo de Solidaridad, para proporcionar un apoyo consecuente y estable a pres@s y perseguid@s por su acción subversiva o por su participación en las luchas sociales.

 

Fotos de las protestas en Tesalónica y Atenas que tuvieron lugar en solidaridad con el preso anarquista Giannis Michailidis que estaba en huelga de hambre desde el 23/5/22 que fue suspendida después de 68 días. El estado y el poder judicial vengativamente no aceptaron su demanda de ser liberado de la prisión después de haber cumplido su condena.

 

 

 

 

 

 

Desde 2010 hasta hoy, el Fondo de Solidaridad ha tratado de obtener un apoyo político, moral y material regular y consistente  para la recaudación de recursos, que se derivan principalmente de la participación consciente de todos y cada un@ de nosotr@s, así como de grupos y colectividades, contribuyendo a la continuación de la solidaridad efectiva. Sin embargo, la continua represión estatal se traduce en una gran cantidad de presos políticos y gastos judiciales, y, en consecuencia, necesidades materiales particularmente altas.

En este momento, el Fondo de Solidaridad apoya mensualmente a 21 pres@s: Koufontinas Dimitris, Michailidis Giannis, Xiros Savvas, Petrakakos Giorgos, Sakkas Kostas, Stathopoulos Vangelis, Christodoulou Spyros, Mantzouridis Christos, Fotis Daskalas, Iasonas Rodopoulos y los 11 militantes turcos y kurdos: Harika Kızılkaya, Hazal Seçer, Sinan Oktay Özen, Sinan Çam, Ali Ercan Gökoğlu, Burak Ağarmış, Halil Demir, Hasan Kaya, Anıl Sayar, İsmail Zat, Şadi Naci Özpolat. En muchos casos, también intentamos cubrir, tanto como sea posible, las costas y fianzas de compas que son perseguid@s por su identidad política, sus acciones o incluso por su relación de parentesco/compañerismo con militantes encarcelad@s.

Los años anteriores debido a la pandemia vivimos situaciones inéditas tanto como sociedad y como movimientos políticos pero también en cuanto a las condiciones de las cárceles y el proceso de recaudación de fondos para apoyar a los presos. El Estado, como era de esperarse, aprovechó la propagación del covid-19 como un medio más para imponer nuevas políticas represivas. Sin embargo, a lo largo de esos tiempos logramos asegurar los recursos necesarios para apoyar a los compañeros presos y también para cubrir diversas costas judiciales que surgieron. Nuestras exitosas campañas anteriores de firefund apoyadas por personas de todo el mundo también contribuyeron a este esfuerzo. Las necesidades de la estructura, sin embargo, son siempre constantes, mientras existan compañeros encarcelados y perseguidos.

Ahora que experimentamos las secuelas del manejo estatal de la pandemia y todos los nuevos planes que ya han comenzado a implementar -con resultados catastróficos- como la nueva política educativa (abolición del “asilo”, operativos represivos dentro de los campus), el desalojo de las okupas, las intervenciones represivas de la policía en espacios públicos que hasta ahora se utilizaban para eventos de apoyo económico, nos enfrentamos a nuevas dificultades en cuanto al apoyo moral, material y político de los militantes encarcelad@s y perseguid@s. Por ello hemos decidido apelar una vez más a compas de todo el mundo para que nos ayudan a reforzar el propósito de la estructura y ayudarnos económicamente a través de la plataforma firefund.

HASTA LA DEMOLICIÓN DE LA ÚLTIMA CÁRCEL

NADIE ES LIBRE HASTA QUE TOD@S SEAMOS LIBRES

SOLIDARIDAD CON L@S PRES@S POLÍTIC@S – APOYAMOS A LOS MILITANTES PRES@S MATERIALMENTE – ÉTICAMENTE – POLÍTICAMENTE

Un poco más sobre el proyecto…

 

Pancarta creada por Tameio que cuelga en el campus de Tesalónica, mostrando solidaridad con el preso anarquista Giannis Michailidis durante su huelga de hambre

 

El Fondo de Solidaridad para pres@s y militantes perseguidos es una estructura de ámbito nacional formada por asambleas individuales en varias ciudades. La asamblea de cada ciudad funciona de forma autónoma actuando y diseñando acciones, eventos, debates que implican tanto a los presos políticos, como la cuestión del encarcelamiento en los modernos infiernos. Cada varios meses los miembros de estos grupos locales se reúnen en una asamblea nacional del Fondo de Solidaridad, que tiene carácter público y se celebra (cíclicamente) en una de las ciudades que lo constituyen. En esta asamblea abierta se discuten las cuestiones organizativas y las perspectivas de la estructura y se toman decisiones sobre eventos, publicaciones de libros/revistas y acciones que puedan apoyar y promover sus propósitos. Las decisiones se toman de forma horizontal e igualitaria, más allá de cualquier tipo de competencia y jerarquía, en un marco de toma de decisiones colectivas según la política de sus miembros, lejos de cualquier práctica de votación y delegación.

En nuestro esfuerzo por satisfacer las necesidades financieras de la estructura, además de las diversas publicaciones, realizamos también diversos actos de ayuda financiera. Sin embargo, esta estructura no podría haber sobrevivido sin el apoyo de compas y colectivos individuales que perciben su existencia y continuación como algo necesario e indispensable. El apoyo a los esfuerzos del Fondo de Solidaridad, especialmente por parte de los colectivos, con su participación en las reuniones locales, o incluso a través de una contribución financiera regular y consistente, es de vital importancia. Además, el apoyo de los camaradas del extranjero sigue siendo muy importante. Este apoyo desarrolla el sentido de la solidaridad y la interacción con colectivos y organizaciones a nivel internacional y también ayuda sustancial y activamente a la estructura en su intento de cubrir las necesidades diarias de los presos. Por lo tanto, un objetivo básico de sus miembros es el mantenimiento y el fortalecimiento de las relaciones internacionales, en un intento de crear redes e incluso de colectivizar la resistencia, tanto fuera como dentro de los muros de la prisión. Este esfuerzo incluye la comunicación y la organización de eventos en el extranjero, así como la organización de eventos y la oferta de hospitalidad para los compañeros aquí (en Grecia).

La estructura del Fondo de Solidaridad apoya a las personas que luchan y son perseguidas y encarceladas por su participación en las luchas sociales y de clase, por su acción subversiva, dentro del espectro de la lucha revolucionaria polimorfa. También apoya a compas que acaban en la cárcel, acusados de delitos que aparentemente no están directamente relacionados con las luchas sociales, pero su identidad política y sus acciones los identifican claramente como parte del movimiento radical. Igualmente, cuando la brutal represión estatal criminaliza las relaciones de amistad/familia/compañerismo, la propia solidaridad humana, optamos por apoyar a aquellas personas que se mantuvieron con dignidad y fueron objetivo de estas relaciones. Una condición esencial y no negociable para el desarrollo de una relación dialéctica de apoyo es el rechazo a la cooperación con las autoridades durante la detención y el encarcelamiento, así como el reconocimiento de una comunidad en lucha, lejos de cualquier tipo de hostilidades y polémicas dentro y contra ella.

Al mismo tiempo, no sería posible no solidarizarse con los casos concretos de presos sociales que, estando en prisión, se asociaron al movimiento revolucionario y siguen luchando y peleando con dignidad por mejores condiciones en los infiernos, con todos aquellos que proyectan la importancia de la interconexión de las luchas dentro y fuera de los muros de la cárcel. También consideramos muy importante el apoyo político y práctico a los migrantes; en un intento de rebajar la existencia de los mismos, los estados los ilegalizan sistemáticamente y los encarcelan en campos de concentración. En este sentido, tratamos de contribuir materialmente a las diversas iniciativas que se ponen en marcha y buscamos conectar con las estructuras respectivas. Porque por encima de todo estamos en contra de cualquier tipo de confinamiento y por ello seguiremos luchando junto a todos los mencionados anteriormente

Por último, además del Fondo de Solidaridad para el apoyo económico regular de los presos, existe también un Fondo de Solidaridad paralelo que, en la medida de sus posibilidades (financieras), ayuda a cubrir inmediatamente las emergencias, como los gastos judiciales y las fianzas, siempre que los fondos se devuelvan en un plazo razonable.

 

Insurrección en la prisión de Malandrino en 2007

 

Hoy, algunos años después (desde nuestra creación), estamos llamados de nuevo a leer las condiciones que se están creando dentro de un escenario que se va aclarando y a reorganizar el apoyo consecuente del movimiento a militantes presos con términos y objetivos igualmente claros. La reestructuración capitalista expresada a través de un ataque global de los de arriba contra todo el abanico de la vida social del país, parece hacerse permanente. Ahora queda claro que, independientemente de los cambios de colores y de los nombres de quienes gobiernan, la implementación de estrategias que imponen una amplia pobreza, el canibalismo social y la represión estatal, es un camino de ida para el mundo del capital y la desigualdad que produce. La falsa esperanza de confiar la gestión a la “izquierda” también queda aniquilada. Los de las clases sociales más bajas comprenden cada vez más la importancia de su propia organización para gestionar -también materialmente- las necesidades que surjan.

El movimiento revolucionario, del que formamos parte, parece comprender los límites de la espontaneidad que en los últimos años nos ha alimentado y llevado a la vanguardia, pero que sigue siendo insuficiente para iniciar un cambio social completo. Parece madurar y estructurarse a través de los marcos organizativos que corresponden a un movimiento. Así que por un lado tenemos el esfuerzo continuo y explícito de las clases privilegiadas por imponer aún más desigualdades y coacciones y por otro lado el mundo de la lucha que intenta su contraataque organizado. En términos sencillos se entiende que el ya elevado número de militantes perseguidos y encarcelados se mantendrá inalterable -si no, será cada vez mayor- convirtiéndose así en una verdadera cuestión a tratar por las partes de la sociedad en lucha que quieren llamarse -y actuar- revolucionarias.

Después de todos estos años, de las continuas persecuciones y encarcelamientos, consideramos actual y necesaria la existencia del Fondo de Solidaridad. Siendo una piedra más en un mosaico que se está construyendo por las luchas multiformes contra las prisiones, que nos instan a actuar contra uno de los principales pilares del sistema de opresión y explotación.

Share