IRÁN EJECUTÓ AL SEGUNDO MANIFESTANTE CONDENADO Y DESATA MAYORES PROTESTAS

Irán ejecutó al segundo manifestante condenado y desata mayores protestas

 

El Gobierno de Irán ejecutó este lunes al segundo manifestante que había sido condenado por participar de las protestas que se desarrollan hace tres meses en el país. El objetivo del régimen con las ejecuciones es amedrentar a quienes salen a las calles, sin embargo logra el efecto contrario y las movilizaciones se multiplican en su contra.

A tan solo cuatro días de la ejecución de un activista de derechos humanos, el Gobierno de Irán ejecutó este lunes públicamente a un segundo condenado por su participación en las protestas que sacuden el país desde septiembre pasado por la muerte de la joven Mahsa Amini.

El objetivo del régimen, cada vez más cuestionado, es imprimir miedo a los manifestantes mostrando públicamente las ejecuciones. Sin embargo, las movilizaciones y protestas continúan y se fortalecen en varias ciudades del país y en particular entre las y los jóvenes.

La nueva víctima es Majidreza Rahnavard, quien fue condenado a muerte por un tribunal de la ciudad de Mashhad (noreste) bajo la acusación de, supuestamente, haber matado a dos miembros de las fuerzas de represivas.

Fue ahorcado en público y no dentro de la prisión, informó Mizan Online, la agencia de información de la judicatura, citada por AFP.

Mizan Online también publicó imágenes de la ejecución de Rahnavard, en las que se ve a un hombre con las manos atadas a la espalda colgando de una cuerda atada a una grúa.

“La ejecución pública de un joven manifestante, 23 días después de su detención, es otro grave crimen cometido por los gobernantes de la República Islámica y una escalada significativa en el nivel de violencia contra los manifestantes”, declaró a la AFP Mahmood Amiry-Moghaddam, director de la organización Iran Human Rights (IHR), con sede en Noruega.

“Majidreza Rahnavard fue condenado a muerte sobre la base de una confesión coaccionada, tras un juicio manifiestamente injusto y un juicio espectáculo”, añadió.

Esta nueva ejecución es la primera en público en el contexto de las protestas desencadenadas por la muerte el 16 de septiembre pasado de Mahsa Amini, una joven kurda iraní de 22 años fallecida tras ser detenida por la policía de la moral por infringir el estricto código de vestimenta que deben respetar las mujeres del país.

El poder judicial iraní dijo haber dictado hasta ahora once condenas a muerte en relación con las protestas, calificadas por las autoridades de “disturbios”.

Pero los activistas afirman que otra docena de personas se enfrentan a cargos que conllevan la pena capital.

“Sin debido proceso. Juicios ficticios. Así es como quieren detener las protestas en todo el país”, dijo Omid Memarian, analista sobre Irán de la organización Democracy for the Arab World Now (DAWIN).

Según Amnistía Internacional, Mahan Sadrat, de 22 años, condenado a muerte tras un juicio sumario e “injusto” el 3 de noviembre, fue trasladado el sábado a la prisión de Rajai Shahr, en Karaj, cerca de Teherán, “lo que hace temer una ejecución inminente”, tal como ayer publicó Télam.

Fue declarado culpable de sacar un cuchillo durante las protestas, lo que negó rotundamente ante el tribunal.

Amnistía Internacional también advirtió que la vida de otro joven, Sahand Nourmohammadzadeh, corre peligro tras ser condenado a muerte el 6 de noviembre por “demoler las barandillas de una autopista y quemar contenedores de basura y neumáticos”.

Entre otros condenados a la misma pena se encuentra el rapero Saman Seyedi, de 24 años, de la minoría kurda de Irán. Otro rapero, Toomaj Salehi, que apoyó las protestas contra el régimen, está acusado de “corrupción en la tierra” y podría ser condenado a muerte, confirmaron el mes pasado las autoridades judiciales iraníes.

Nuevas protestas

Horas después de que se anunciase la segunda ejecución, activistas iraníes llamaron a salir a las calles de nuevo para denunciar a las autoridades.

“Llamada urgente en las principales plazas de las ciudades”, leía la convocatoria de un colectivo de activistas en nombre de Mayid Reza Rahnavard.

Otro grupo de activistas llamó a caminar en silencio mañana para denunciar las ejecuciones y las detenciones de los manifestantes que protestan desde la muerte de Mahsa Amini en septiembre.

“Mañana caminaremos en silencio” y “haremos concentraciones nocturnas” en diferentes lugares, rezaba esa convocatoria.

La semana pasada, tras el anuncio de la supuesta disolución de la Policía de la Moral y antes de la primera ejecución hubo llamados a tres días de huelga, que en los hechos se convirtieron en una suerte de paro cívico con peso en algunas ciudades que vieron el comercio cerrado, y manifestaciones en distintos puntos del país.

El miércoles pasado, cuando se celebró el Día del Estudiante, la juventud salió a marchar y a expresarse en forma masiva. Universitarias y secundarias son un sector clave de las protestas y han adquirido un singular protagonismo con el correr de las semanas.

Los estudiantes de distintas universidades y colegios secundarios corearon consignas contra el régimen como “¡Muerte al dictador!” o “¡Con o sin hiyab, nos dirigimos a una revolución!”. Desafiando la brutal represión y el amedrentamiento del régimen, las y los jóvenes son un componente clave en las movilizaciones.

El intento fallido y tardío de anunciar la supuesta disolución de la Policía de la Moral no sirvió para frenar las protestas que ya ingresaron en su tercer mes. El régimen busca entonces amedrentar a los manifestantes con las primeras dos ejecuciones y teniendo de rehenes a miles de detenidos y detenidas. Pero hasta el momento solo han logrado aumentar la bronca de los manifestantes que ya hace semanas piden la caída del régimen.

 

Fuente: Izquierda Diario

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