ABEL PAZ-DIEGO CAMACHO

MemoriaAnarquista #Anarquismos (Abel paz-Diego Camacho).
13 abr 2023
recordamos a Abel Paz (seudónimo de Diego Camacho Escámez), que murió un 13 de abril de 2009 en Barcelona. Escritor, historiador autodidacta y anarcosindicalista.
Nacido en Almería el 12 de agosto de 1921, se traslada a Barcelona con 8 años. Entre 1932 y 1935 asiste a la escuela racionalista «Natura», en la barriada del Clot, un auténtico «vivero» libertario y militante.
📚Obras: https://bit.ly/2K2Oyky
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En 1935 comienza a trabajar como aprendiz en una fábrica textil y se afilia a la CNT y a las Juventudes Libertarias. Combatiente en los acontecimientos barceloneses de mayo del 37, mantuvo desde entonces una posición crítica hacia el movimiento al que pertenecía. Después de su paso por los campos de concentración franceses junto con sus amigos Arcos, Lliberto Sarrau, Pere Casajuana, Raúl Carballeira y Germinal Gracia decide pasar a España para luchar en la clandestinidad.
En 1942 se integró en la guerrilla anarquista contra el régimen militar-fascista. Fue detenido ese mismo año y encarcelado durante diez años. Vuelve a Francia hasta que en 1977 regresa a España para desplegar una enorme actividad como historiador y propagandista. Se mantuvo al margen del conflicto entre cenetistas y cegetistas, siempre situado en su propia onda, inquieto e imprevisible, crítico y autocrítico. Escribió artículos para revistas y periódicos anarquistas. Desde entonces, hasta su muerte, promovió numerosas conferencias relacionadas sobre el anarquismo y la revolución de 1936, en el ámbito libertario y cenetista.
Su obra más conocida es la documentada biografía de Durruti, «El proletariado en armas» (1978), reeditado en 1996 por la F. Anselmo Lorenzo con el título «Durruti en la Revolución española», un trabajo extenso y minucioso que ha sido traducido a innumerables idiomas. Dolors Marin lo define como un «luchador anarquista, historiador honesto y autodidacta (que) no duda en tomar las tribunas obreras de sindicatos y ateneos para polemizar con los más jóvenes. Es un testimonio vivo de aquellos clandestinos que despreciando el exilio cómodo acuden a su país a combatir la injusticia».
Escribió su autobiografía en cuatro volúmenes: «Al pie del muro», «Entre la niebla», «Chumberas y alacranes», y «Viaje al pasado» (1936-1939).
Con él murió todo un símbolo de militante autodidacta, de historiador apasionado, pero con un indiscutible afán de investigador, de filiación inequívoca, y por lo tanto abierta y honesta: nunca escondió sus posiciones.
Él mismo se definió como anarquista y su significado en la entrevista concedida en 1997 a «Espai de Llibertat» con estas palabras:
«Soy anarquista y ser anarquista es ser una persona coherente (paz espiritual, la tranquilidad, el campo, trabajar lo menos posible, el suficiente para poder vivir, disfrutar de la belleza, del sol. Disfrutar de la vida con mayúsculas, ahora se vive en minúsculas). Tener una conducta personal. Llevar las ideas a la práctica al máximo, sin esperar que haya una revolución. Eso se puede hacer ahora. Es una concepción filosófica, es un estado de espíritu, una actitud ante la vida. Pienso que esta sociedad está muy mal organizada, tanto socialmente, como políticamente, como económicamente. Hay que cambiarlo todo. El anarquismo invoca una vida completamente diferente. Trata de vivir esta utopía un poco cada día».
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