Hoy el 16,2% de españoles en edad de trabajar ingresa la mitad de salario que el resto del país. Cobra la mitad que el resto del país. Los salarios reales en España disminuyeron un 0,4%. Es decisivo saber diferenciar entre las definiciones de salario real y salario nominal. Salario nominal es la cantidad que se recibe, una vez descontados los impuestos, y que da el banco como nómina. Salario real es la cantidad adecuada una vez se ha descontado la inflación. El salario real estima y determina el salario que puede comprar con la nómina. En 2017 el salario real disminuyó en España un 0,4% mientras, en el entorno de la OCDE, lejos de disminuir, aumentaron del orden del 0,6%. Eso supone más de un punto de diferencia. Los trabajadores españoles ven así disminuir cada año su salario real y cada vez son más pobres porque cada vez pueden comprar menos con lo que les pagan por su fuerza de trabajo.
El informe OCDE sobre perspectivas de empleo determina una verdad a gritos sobre reconocer la pésima, mala calidad del empleo en España. España, tras Grecia, es el segundo país de la OCDE que mas pobres tiene en edad de trabajar. El nivel de desempleo en España, actualmente, ocupa el segundo lugar, tras Grecia, de la OCDE, con mas tasa de desempleo (que pueda tener un empleo para mantener a su familia). El desempleo actual es, hoy, del 16,1%. Pero no es real. Es solo una cifra con la que hablan los políticos sabiendo que es completamente falsa. Es un dato sesgado e incierto que no refleja la realidad. España tiene una cifra cercana a los 9 millones de personas que se hallan en edad de trabajar, es decir, entre 16 y 74 años que están sin trabajo. Muy lejos de los 3,1 que dice sesgadamente el Instituto Nacional de Estadística. Las cuentas aparecen muy claras si restamos de los españoles en edad de trabajar los ocupados (17 millones). Nos da una cifra de parados de 15,7 millones. A esta cantidad hay que detraer los estudiantes que no trabajan, que solo se dedican a estudiar sin trabajos parciales, que son 4 millones prácticamente, que van de los 16 a los 26 años. A los 15,7 hay que detraer los trabajadores con discapacidad que les impide trabajar (2 millones). Entonces obtenemos la cifra real de 9 millones de desempleados (un 30% de la población activa).
En las cifras del INI no vienen las personas que llevan más de cinco años buscando empleo. Las agencias de colocación son un burdo teatro pues consiguen una empleabilidad nula. El INI tampoco tiene en cuenta los desempleados que están en cursos de formación irrisorios de las agencias de empleo, que no sirven para reinsertar en el empleo. Los cursos de formación tenían que garantizar el reciclaje para la reinserción laboral inmediata. El nivel oficial del 16% es el segundo más elevado, tras Grecia, de desempleo de la OCDE.
Mientras, la siniestralidad laboral es alta y vergonzante. Pero más amplia, la inseguridad laboral significa falta de estabilidad laboral, temporalidad, precariedad, empleos de hoy para mañana, de horas, de días, de meses… La empresa te usa y te echa según le interese. Si dices que no ya sabes lo que hay y te echan a la calle cogiendo a otro que está dispuesto a hacer más por menos. Los índices de inseguridad laboral de España la colocan en el segundo puesto de toda la OCDE, de nuevo, tras Grecia. Grecia posee un índice de inseguridad laboral del 28%, mientras que España es del 17,7%. La media de toda la OCDE es del 4%.
El empleo era de mala y bja calidad, según la patronal, pero es mejor tener empleo que nada. Esto crea miedo en la población y gracias a esta flexibilidad hay enormes bolsas de desempleo estructural que ponen los salarios a la baja, pues si no estás dispuesto a trabajar por una miseria, alguien seguro que si lo estará. Y quien está en el desempleo está dispuesto a trabajar por menos de los que trabajan. El beneficio lo gana quien está arriba. Se sientan en una butaca mientras ven cómo los de abajo se matan por el empleo, y ellos se hacen de oro.
El coste de la hora de trabajo en España es de un 30% más barato (9 euros) que en el resto de la zona euro. En la OCDE ganan 1.400 euros más al mes que en España.
Mientras el salario se detrae, el beneficio empresarial ha crecido el doble. Desde 2014 el beneficio empresarial ha crecido 14 veces más que los salarios en España. Mientras el ahorro de las familias, en septiembre de 2018, ha descendido hasta el 5,7% de la renta disponible (lo que cada familia ingresa a fin de mes; ahorra sólo el 5,7%). Esto impide asumir gastos imprevistos y crea miedo. Si tienes deudas y las impagas te quitaran la casa, el alma y, si pueden, la vida.
En 2017 en España se firmaron 20 millones de contratos temporales. La mayoría en fraude de ley según el Estatuto de los Trabajadores. La Inspección de Trabajo sigue mirando a otro lado velando por el interés de los empresarios. Ser temporal implica un no acceso a la formación de la empresa (solo para indefinidos), son mano de obra de usar y tirar, prescindibles. No tienen estabilidad. Hay trabajadores que encadenan trabajos uno tras otro de tipo temporal. Tiene menos prestaciones y un salario menor que los indefinidos. Sólo el 8% de los temporales se hace indefinido y va esto a la baja. Se pretende que los contratos temporales lo sean siempre. El trabajo temporal es el segundo peor de toda Europa, tras Grecia.
La calidad del empleo es uno de los componentes de la calidad de vida de la población de una sociedad, pues en torno al 85% de la población depende para tener ingresos económicos del trabajo remunerado. Por eso las condiciones laborales son muy determinantes de la calidad de vida. Los indicadores básicos descriptivos son el acceso al empleo y las condiciones de trabajo. El acceso al empleo es importante para la calidad de vida pues no es lo mismo que tenga empleo toda la población que quiere trabajar o esté en desempleo. Los hogares sin empleo entran en una espiral de deudas, pobreza, etc. Y la calidad del empleo se concreta en la temporalidad o estabilidad, si es a tiempo completo o parcial y los salarios. Y complementariamente también los accidentes laborales y las enfermedades profesionales.
Con datos oficiales se sabe la evolución de los últimos 20 años en España. A mediados de los noventa la tasa de ocupación entre los que podían trabajar era una media del 55% y en Europa del 65%. La tasa ha pasado al 65% y, en principio, positivo. En Europa ha pasado al 70%. Las mujeres han pasado del 40 al 55%. Los hombres se han mantenido constantes en el 65%. Y los extranjeros han aumentado la tasa (5 millones).
El paro sufre unos vaivenes enormes. En los noventa era del 26%. Hasta el 2007 llegó solo al 8% igual que en Europa. En 2013 volvió al 26% (el triple que la UE). Del 2014 al 2018 volvió a mejorar. Hay ciclos de crecimiento y de descenso del empleo. El desempleo es mayor en el sur de España (25%) y menor en el norte (15%). El paro afecta gravemente a los jóvenes (40% en desempleo en 2018). El paro de larga duración es del 55% de los parados (más de un año buscando empleo). Hay hogares con personas que quieren trabajar y están todos en el paro y pasaron del 8% en 2007 al 15% en 2013 y al 8% en la actualidad.
El trabajo a tiempo parcial ha pasado del 5% al 15% y tradicionalmente era menor que el de la UE.
Los ingresos por el trabajo son para vivir dignamente la familia o emanciparse los jóvenes y desde 1994 ha evolucionado en euros constantes (sin inflación) a 2016 bajando un 5%. De 20.000 ha pasado a 19.000 al año. Pero esta es la media. Sin embargo, los salarios más altos han subido y los inferiores al Salario Mínimo Interprofesional han pasado de 3 a 6 millones. El número de trabajadores se ha doblado desde 1994 (la masa salarial ha crecido un 40%). Los activos financieros de los hogares han crecido, mientras, en un 300%. Y el componente principal son las acciones empresariales que han crecido un 400%.
Los accidentes y enfermedades eran peores que en Europa en los noventa. En la década del diez mejoraron pero ha vuelto a empeorar.
La calidad del empleo está limitada por el desempleo y los bajos salarios. En relación al mundo empresarial esto es injusto pues las empresas se han revalorizado mucho. El Neoliberalismo (desde los años setenta) ha hecho que la tasa de ganancia del Capital se recuperara de la participación de los salarios y gracias a la estabilidad del empleo (crece con la expansión y baja en la crisis), y la disminución de los salarios y el recorte social del estado hace crecer la pobreza. La población en riesgo de pobreza ha aumentado de 7 a 10 millones (37%). En Europa el 0,1%. La pobreza extrema desde 2007 (ingreso del 30% de la media) se han incrementado de 2 a 3 millones (50%). Los desahucios suman 1.800.000 (hipotecas y alquileres). El endeudamiento de los hogares más pobres ha crecido. En general ha crecido la desigualdad en los patrimonios de las familias. Del 2002 al 2014 el patrimonio de la mitad más rica es del doble del de la mitad más pobre. El 10% más rico de los hogares han aumentado un 53% y el de los 25% mas pobres han reducido un 108% (patrimonio neto negativo: mas deudas que bienes). Por otro lado, el dinero sobrante de los accionistas se canaliza al hiperconsumo de rentistas y profesionales, y otra parte se coloca como capital libre en los mercados internacionales. Es un panorama negativo para la mayoría de la población y hace aumentar el malestar. Para la población los que mandan en España no son los políticos sino los que tienen el capital económico (como decía el 15M).
En realidad, la crisis ha favorecido a los ricos cuatro veces más que a los pobres (la mayoría) del crecimiento habido. La recuperación ha llevado al endeudamiento de los pobres. De cada 100 euros producidos 29 van a los ricos y sólo 8 a los más pobres. El salario medio en España es de 800 euros pero los empresarios (1 de cada 1000 trabajadores) se llevan cerca del 11% de toda la masa salarial y el resto el 89%. Las reformas laborales han beneficiado a los empresarios. Los políticos no trabajan para el bienestar social sino para la clase dominante.
