Basta de violencia e impunidad policial

Desde siempre todo gobierno político se ha apropiado del monopolio del ejercicio de la violencia para imponer su autoridad y sus políticas así como para salvaguardar su continuidad. Ha perseguido, reprimido y castigado a opositor@s y disidentes. Nada de eso ha cambiado mucho aunque desde hace unos pocos siglos eso se maquille con términos como “seguridad”, “orden público”, “garantías”, “derechos civiles”.

Todo cuerpo policial, todo policia, obedece y hace cumplir unas leyes y unas políticas (unas explícitas otras no escritas), muchas crueles, inhumanas e injustas, destinadas a mantener un estado de desigualdades, privilegios e imposiciones. Sin discutirlas nunca. Y no porque goce de un respeto o autoridad moral, únicamente porque dispone del monopolio de la violencia y el respaldo del resto de poderes públicos, mediante el uso puro y duro de la coacción, la intimidación y la violencia.

Los abusos de poder político/económico y los abusos o la violencia desmedida de sus esbirros son tan antiguos como estos. Las causas y necesidades de unos y otros van unidos. Ahí tenemos la Ley Mordaza, la práctica impunidad de la que gozan la policía o las clases dirigentes ante los tribunales españoles y de medio mundo, la subida salarial a la Guardia Civil ante el temor del descontento social, un Ministro de Interior que como juez amparó la tortura de militantes políticos, el encarcelamiento de independentistas y antifascistas, etc. Como dijo Max Stirner:”el Estado llama ley a su propia  violencia y crimen a la del individuo”.

Cómo anarquistas siempre estaremos en contra de la violencia estatal y de l@s poderos@s, ya sea violencia policial, militar o económica. Igual que estamos en contra de toda violencia de género, racista o les-trans-homofobica.

No podemos más que condenar enérgicamente el asesinato de George Floyd por parte de la policía de Minneapolis y gritar nuestra rabia por un nuevo asesinato de otr@ afroamerican@ pobre.

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