LA PANDEMIA DEJA UN RIESGO ALTO DE TRASTORNO MENTAL EN CASI EL 50% DE PROFESIONALES SANITARIOS

La pandemia deja un riesgo alto de trastorno mental en casi el 50% de profesionales sanitarios

Una mujer durante la protesta contra la privatización de la sanidad el pasado junio en Madrid. REUTERS / JUAN MEDINA

Según dos estudios realizados en 18 centros tras la primera ola de la pandemia, un 3,5% presenta deseos de muerte y pensamientos suicidas.

La primera ola de la pandemia ha dejado consecuencias incalculables en muchos colectivos, uno de ellos, los trabajadores y trabajadoras sanitarios. Casi la mitad de estos profesionales tiene un alto riesgo de sufrir un trastorno mental y un 3,5% presenta deseos de muerte y pensamientos persistentes de querer suicidarse, según dos estudios del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM), del CIBER en Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) y del CIBER de Salud Mental (CIBERSAM).

Las investigaciones, publicas en la Revista de Psiquiatría y Salud Mental y la revista Depression & Anxiety y recogidas en la página web del IMIM, han sido realizadas a través de encuestas a profesionales de 18 centros hospitalarios de seis comunidades autónomas (Andalucía, el País Vasco, Castilla y León, Cataluña, Madrid y la Comunidad Valenciana). Más de 9.000 profesionales han respondido preguntas sobre su trabajo durante la primera ola de la pandemia, relaciones familiares, impacto personal de la COVID-19 o al entorno familiar, social y laboral y una serie de medidas cuidadosas para detectar posibles trastornos mentales.

«Los datos de la primera ola de la pandemia indican una prevalencia de problemas de salud mentales discapacitantes en los sanitarios españoles mucho más alta que la esperada. Habrá que monitorizar el riesgo de que estos problemas persistan y, a la vez, tener en cuenta los factores identificados en nuestro estudio para tratar de minimizarlo», afirma Jordi Alonso, autor principal del estudio, director del Programa de Epidemiología del IMIM-Hospital del Mar y codirector científico del CIBER en Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP).

Según recoge el IMIM, el 80% de las personas encuestadas, estuvieron involucradas directamente en el cuidado de pacientes COVID-19, a pesar de que solo el 43% estuvieron en contacto durante casi todo el tiempo. El 17,4% contrajo la enfermedad y 112 necesitaron ingreso hospitalario. En el 13,4% de los casos, algún miembro de la familia directa resultó infectado y en 1 de cada 4, el profesional tuvo que confinarse o quedar en cuarentena. Cuatro de cada 10 reportaron haber sufrido algún tipo de desorden mental antes de la pandemia.

Los datos ponen de manifiesto, según los estudios, la necesidad de esfuerzos sociales para evitar contagios y evitar que los sistemas sanitarios se vean desbordados. Otro factor de estrés importante para la ideación suicida es el estrés financiero, como el miedo a la pérdida de ingresos o la pérdida de ocupación a causa de la pandemia. Una serie de simulaciones demostraron que las intervenciones que incrementan la preparación hospitalaria y disminuyen la inseguridad financiera entre los trabajadores sanitarios pueden provocar reducciones de la ideación suicida substanciales, de incluso el 75%, añade el IMIM.

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