Entrevista a: VIRGILIO PEÑA CÓRDOBA 102 AÑOS
Virgilio Peña se alistó como voluntario en el ejercito de la república participando en las más emblemáticas batallas de la Guerra Civil. Tras la «retirada» se vio obligado a exiliarse en Francia donde su espíritu libertario lo llevó a engrosar las filas de la resistencia contra los Nazis. Lamentablemente fue detenido y deportado al campo de concentración de Buchenwald. Sobrevivió al holocausto y hoy en día, al cumplir 102 años, continúa en pie decidido a ocupar el puesto más sacrificado en primera línea de fuego.

Se utilizan la escuela y la cuestión de género para trasladar en sus culturas el sistema occidental moderno, con anexos el consumismo y la dependencia


Primera entrega: Orígenes del Batallón Libertad y del Batallón Gernika
por las ideas se muere pero no se mata.
Decía Malatesta (Congreso de Amsterdam, 1907), que la revolución anarquista “sobrepasa con mucho los intereses de sólo una clase” y que pretende la liberación de la humanidad entera
Las personas que tienen un determinado nivel de renta, especialmente las de rentas más bajas, parecen estar más sanas en lugares igualitarios. Esto quiere decir que a mayor igualdad encontramos mejor salud. Wilkinson establece la hipótesis de que las personas suelen confiar más unas con otras en los lugares en los que las diferencias de renta son menores.

La ciencia, el conocimiento y la tecnología, que son unas de las herramientas sobre las que el pensamiento convencional confía para realizar el formidable cambio sin precedentes al que nos enfrentamos, en la actualidad, están siendo controladas políticamente, mercantilizadas y presas de un oportunismo exacerbado.
El capital ha proletarizado al mundo y a la vez ha suprimido visiblemente las clases. Si los antagonismos han quedado integrados, si ya no hay lucha de clases, entonces no hay clases. Y no hay sindicatos en el sentido genuino del término. En efecto, si el escándalo de la separación social entre poseedores y desposeídos, entre dirigentes y dirigidos, entre explotadores y explotados, ha dejado de ser la fuente principal de conflicto y las luchas transcurren dentro del sistema sin cuestionarlo, no hay clases en lucha, sino masas a la deriva. Los sindicatos, la carcasa de una clase disuelta, persiguen otro objetivo : mantener la ficción de un mercado laboral. El obrero es la base del capital, no su negación

Económicamente, lo decisivo son los seres humanos, muy por delante del petróleo, las materias, primas, el agua, la tecnología, etc. Por eso, el Estado tiene como una de sus principales tareas el garantizar el suministro de sujetos explotables a la clase gran-propietaria. Esa regulación total de la mano de obra, desde la sexualidad, concepción y crianza al acto de trabajo, jubilación y fallecimiento, es la biopolítica, o política estatal para los factores biológicos primarios del quehacer productivo.
ecesario alertar de los peligros que implican para los ciudadanos, para nuestro Estado de derecho y para las libertades que son nuestro principal patrimonio, prescindir a conveniencia de nuestros principios éticos.
La reciente publicación de “El comú català. La història dels que no surten a la història”, de David Algarra Bascón, contribuye a llenar un vacío historiográfico, emocional y político, instaurado en Cataluña por la presión de la burguesía nacional y sus continuadores actuales, que sólo muy recientemente ha comenzado a ser superado.
Con la participación de Chato Galante, asociación La Comuna (CeAqua); Merçona Puig Antich, hermana de salvador Puig Antich; Jordi Panyella, autor del libro y Joan Tardá, Diputado en las Cortes Generales por Esquerra Republicana de Catalunya (ERC)