Como viene siendo habitual desde hace ya 9 años, el 2 de junio de 2020 la Confederación General del Trabajo rinde un pequeño homenaje a una mujer extraordinaria, Lucia Sánchez Saornil. Este video esta realizado en su memoria.

Asociación Cultural – Elkarte Kulturala
«Si esta historia hubiera sucedido en Estados Unidos, tendríamos ya una película de las que llenan las salas de cine». Enrique Gómez, presidente de la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica de Aragón (ARMHA), introduce con esta afirmación su respuesta a quiénes fueron ‘Los Hijos de la Noche’, el grupo de huidos al que van a homenajear durante este fin de semana con una marcha de más de 40 kilómetros entre Fuendetodos y Zaragoza, con posterior comida y música.
‘Los Hijos de la Noche’ eran unos anarquistas que se vieron atrapados en Zaragoza tras el Golpe de Estado de 1936. En un principio no habían planeado nada, pero ante la fortísima represión ejercida sobre los activistas de izquierdas decidieron organizar una red de evasión clandestina para sacar a personas susceptibles de ser ejecutadas por las fuerzas nacionales. Gómez explica cómo «nadie en Zaragoza imaginaba que la represión iba a ser tan brutal». «Había un sistema de checas perfectamente organizadas que fusilaban sin el menor escrúpulo y al más puro estilo rifeño a todo aquel que fuera sospechoso de ser republicano, libertario o lo que fuere. Una limpieza como la que describían Franco, Queipo de Llano y Mola cuando hablaban de que iban a acabar con dos millones de españoles».
Eran unos anarquistas que se vieron atrapados en Zaragoza tras el Golpe de Estado de 1936. Su lema era: «No puedes perder más, solo puedes perder la vida»
Ante la fortísima represión ejercida sobre los activistas de izquierda, decidieron organizar una red de evasión clandestina
«No es posible acceder a los documentos que solicita». Esta frase sirve para ilustrar la negativa que a menudo cierra la puerta a quienes intentan bucear en ficheros oficiales. Un problema reincidente y que retrata el libro colectivo El acceso a los archivos en España. El país de la desmemoria sigue con
Texto completo en: https://www.lahaine.org/cG5I
Quizás en su tierra lo recuerden por haber facilitado los desplazamientos de sus paisanos y en los ateneos por haber sido un libertario rebelde de formas exquisitas, pero la figura de Ricardo Mella Cea terminó difuminándose durante el franquismo, hasta que su currículo se vio reducido a la dirección de la Compañía Anónima de Tranvías Eléctricos de Vigo. “La represión que instauró la guerra civil y la posterior dictadura desfiguró su trayectoria y provocó que fuese más recordado como gerente de esa empresa, buena persona y lúcido escritor que como organizador, agitador y revolucionario”, explica la filóloga Iria Presa, quien no ha cejado en su empeño de reivindicar a uno de los teóricos patrios del anarquismo hasta dedicarle su particular homenaje: una web que nace con la vocación de reivindicar su legado y de recopilar su obra, dispersa en libros y colaboraciones de prensa.
Un libro recupera la figura del anarquista valenciano que dirigió ‘Kommandos’ de trabajo en campos de concentración alemanes gracias a sus conocimientos de alemán
Con las personas que elegía para sus brigadas de trabajo salvó la vida a centenares de republicanos comunistas y anarquistas que conseguían condiciones más favorables y una mejor alimentación
El tiempo de las cerezas», canción de amor convertida en himno de la Comuna de París, es una alegoría del eterno renacer de la vida y por ende de la «Idea».
A principios de los 70 izquierdistas de toda edad y condición se van organizando. De entre estos la familia libertaria aflora con fuerza, con mucha fuerza. Revistas, ateneos y otros grupos aparecen por doquier. También la CNT. El anarcosindicalismo se reconstruye y durante unos meses parece que va a recuperar la fuerza que tuvo en los años 30. Sin embargo, a finales de la década aparece desfondado, dividido y desorientado. ¿Qué ocurrió para que todo se desmoronara? Hemos hablado con protagonistas de esos días. Quienes quisieron, contestaron.
Juan Felipe (2015) [68 min]
En 1980 fueron juzgados los tres implicados. Un testigo que vio llegar a un hombre a la discoteca con un maletín horas antes del atentado -regentaba un kiosko de prensa frente a la sala- murió de un tiro en su puesto de trabajo. Nadie vio a los implicados, no había pruebas ni testigos, la policía “limpió” la sala con la rapidez de un rayo, en solo 24 horas y sin mandato judicial. Denegaron la petición que hizo la CNT de enviar a peritos independientes para revisar la sala. Sin pruebas, sin mayores indicios fueron condenados a 17 años de los 300 que pidió el fiscal. El mismo fiscal que comentó lo injusto de la condena por falta de pruebas e indicios, pero que él no se jugaba la carrera por defender a tres inocentes que fueron cabeza de turco.